Cuando su mayordomo le avisó que su yerno había llegado en su caballo a su castillo, siendo que no tenía conocimiento alguno de su visita, se preocupó enormemente. No había llegado con su nieto ni con su hija embarazada, por lo que el motivo de su presencia debía ser otra cosa.
—No sé si admirar tu coraje o maldecir tu existencia—dijo en voz alta su suegro.
Luego de esperar por más de una hora en el salón, no se sorprendió la actitud del comandante. Ambos se odiaban a morir; sin embargo, intentaban mantener un poco a raya sus sentimientos.
—Depende de la respuesta que usted me dé a lo que pienso pedirle a cambio de no revelar la información—contestó con una sonrisa.
Dante no podía con la alegría de haber fastidiado al comandante del batallón, un hombre de mediana edad, moreno y pelirrojo, el cual sostenía la carta que le había dado con una ira tal, que su rostro parecía un tomate.
—¿Qué es lo que quieres por tu silencio?—preguntó de frente el comandante.
El padre de su esposa, quien había servido a la milicia por años, sabía mucho mejor que él, que aquello que estaba en la carta, no podía revelarse a ninguna persona.
—Dame la mano de tu hija en matrimonio—respondió sin tapujos.
El comandante frunció el ceño, no entendía lo que le estaba pidiendo su yerno. Se suponía que él ya estaba casado con su hija.
—Me refiero a la hija que escondes en el corral de los cerdos—aclaró.
Apenas este supo de quién se trataba, no pudo evitar palidecer, haciendo que el rojo de la ira fuera sustituido por la blancura del miedo. Nadie en el mundo sabía de la existencia de aquella bastarda ilegítima, solo su esposa; sin embargo, a ella tampoco le convenía que su existencia fuera revelada.
—¿Cómo?—preguntó desconcertado.
—El cómo es lo de menos—dijo levantándose—lo importante es que quiero a tu hija menor como mi segunda esposa, así que decida usted de una vez: seguir manteniendo tu carrera en la milicia a cambio de mi cuñada o ser condenado por el secreto escrito en la carta.
El hombre tragó con fuerza, estaba contra la espada y la pared. No entendía como su yerno se había entero de aquello; sin embargo, no se iba a hundir por seguir negando la existencia de aquella carga que tenía su sangre.
—Te la daré—comentó directo a sus ojos—pero no la reconoceré como mi hija, ni siquiera está registrada con mi apellido o bautizada. Por lo que en el futuro negaré mi relación sanguínea con ella.
Sin decir más nada, ordenó que su mayordomo llevara al duque al corral de cerdos para que el mismo la sacara de aquella pocilga. Al menos así desquitaría su enojo un poco, pero en un futuro buscaría la manera de vengarse de él.
Al momento de llegar al corral, no pudo evitar dar una orca jada de asco. ¿Cómo era posible que mantuvieran un lugar tan puerco y mal oliente como ese?, sobre todo, ¿Cómo era posible que una mujer hubiera vivido toda su vida allí?
—Por aquí, duque—dijo el mayordomo tapándose la nariz con un pañuelo.
El mayordomo lo llevó hasta una puerta podrida, la cual era atacada por moscas. Luego de que este la abriera, ingresó al lugar en búsqueda de su cuñada. No fue, sino hasta darse cuenta de que un maniquí en un catre, el cual respiraba, estaba no muy lejos de él, fue que supo que ella era.
—Por los dioses—dijo en un susurro—¿Cómo es que sigues viva?
La chica, quien había sentido el ruido, medio se despertó y en su debilidad pudo ver a un hombre muy guapo, de barba frondosa, cuerpo tonificado, piel trigueña, pelo negro y ojos grises, el cual estaba quitándose su abrigo.
—Vamos, te sacaré de este lugar—habló mientras la abrigaba.
Una vez la tomó en brazos, salió aguantando el asco, y caminó rumbo a su caballo el cual había sido llevado a la entrada trasera de la mansión, donde sacaban la basura. Aquello era un claro mensaje e intento de ocultar la existencia de su cuñada; sin embargo, lo más importante era irse de ese lugar.
—Resiste, una vez lleguemos a mi castillo, haré que te recuperes—le dijo una vez ensilló con ella el caballo.
—¿Por qué me ayuda?—preguntó—solo soy una mujer enferma, cuya existencia es peor que la basura. Puedo ver en tu rostro como te doy asco. No tengo poder, ni dinero, tampoco belleza, siendo ese el caso, ¿Por qué ayudarme?
"Porque te necesito para vivir"
Fue lo que pensó tras aquella pregunta, aunque se sentía hipócrita, en realidad ambos se necesitaban. Si él quería evitar su muerte y salvar a los suyos, debía primero salvar la vida de su cuñada. No obstante, también se avergonzó por no haber controlado su cara de asco frente a ella. Ante una persona enferma, lo peor era juzgarla de esa forma.
—Tu vida es muy importante para mí—fue lo único que se limitó a responder—mientras vivas, yo tendré un mañana. Así que trabajemos juntos en pro del otro, ¿Estás de acuerdo?
Ella asintió un poco al escuchar aquella respuesta, mientras él pudiera darle algo mejor que la vida que tuvo que vivir desde niña, no le importaba en absoluto ser usada en sus planes.
—¿Cuál es tu nombre?—preguntó Dante intentando aligerar un poco la tensión.
—Cerda—respondió—así me llamaban todos lo que iban al corral.
Dante tragó con dolor al escuchar aquellas palabras, siendo él un hombre que había visto cosas tan crueles en la guerra, jamás se sintió tan triste como con aquella situación. Llegó incluso a arrepentirse por haberle preguntado eso.
—Cerda no es un nombre—habló sosteniendo con fuerza las riendas de su caballo—¿No te llamaban por otra forma?
—No tengo nombre, así que no—respondió con mucho sueño—sé que te doy asco y que huelo a mierda, pero, espero no le importe si me duermo un rato.
—Tranquila—dijo para calmarla.
Para alguien que pasó encerrado toda su vida, el sentir el viento fresco chocar contra su cuerpo era tan acogedor, que con la calidez del abrigo del duque, así como su debilidad, no podía evitar sentirse cada vez con mayor sueño. Dándose el lujo de disfrutar de unos segundos de sueño, se quedó dormida en los brazos de Dante.
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Updated 62 Episodes
Comments
Gisela Vallín Tankian Spok
ese coronel la esposa y la hija deben pagarla
2025-01-06
0
Maki
Espero tenga una mejor vida ahora, ese hombre cruel debe pagar por sus pecados
2024-03-01
2
Ichtosay Lezama
que 😢 triste pobre chica
2023-12-21
1