CAPITULO VIII DISCULPA Y REANUDACIÓN DE LA PROPUESTA

Victoria estaba satisfecha, la operación que realizó fue exitosa, a ella la complacía mucho, devolverles a sus pacientes una nueva oportunidad de vivir.

Ante el resultado, recibió de sus colegas asistentes, sinceras felicitaciones por su desempeño. Muchos de ellos ya sentían admiración por su impecable habilidad y sensibilidad. Que por momentos les parecía increíble, sobre todo por lo imponente, dominante y fuerte de carácter que se veía Victoria. Pero en la medida que han ido tratándola, muchos se han dado cuenta de lo noble y excelente persona que es, aunque aparente lo contrario.

Ella salió del quirófano retirándose el gorro quirúrgico para dirigirse a los familiares del paciente y comentarles el resultado de la operación, así como decirles los pasos a seguir luego de este procedimiento.

. – Buenas tardes señores, ¡tranquilos! – les dijo al notar su angustia al verla – Todo está bien, la operación fue exitosa.

. - ¿Dónde está? ¿Cuándo lo podremos ver Doctora?

. - Mas tarde podrán verlo, Por ahora no será posible, debo decirles, que el señor Rubén se mantendrá en coma inducido para una mejor recuperación, será pocos días, dos o tres, solo con el propósito de que el cerebro descanse y no se esfuerce más de lo necesario - Ante la incertidumbre de los parientes Victoria debió explicar el intención de esa condición - Como les explique antes, esta es una operación sumamente delicada y necesito que él se mantenga tranquilo, este nuevo procedimiento impedirá que él pueda sentir y responder al dolor, es como una especie de pausa que le va a permitir recuperarse y sanar más rápido, ¿Está bien? ¿Alguna duda?

. – No, Gracias Doctora, Dios la bendiga. Sé que mi esposo está en buenas manos, mi corazón me lo dice - le decía la humilde y amorosa esposa de su paciente.

. - Si Doctora, confiamos en usted!

Victoria le dedicó una dulce sonrisa, eso era lo que ella siempre esperaba ofrecerle a sus pacientes, una nueva esperanza, cumpliendo su juramento de no llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos.

Se despidió de ellos y se fue a su cubículo para ducharse, porque tenía otra dura tarea que afrontar. Salió del hospital directo al estacionamiento donde se encontraba su auto, entró en él, tomó su celular y se puso a investigar, luego arrancó directo a la dirección que marcó en su GPS, la sede de JABA TEGNOLOGY.

ARMANDO

Estoy en mi oficina como siempre ahora, perdido en mis pensamientos, soñando con pajaritos preñados. Ustedes ya saben quién es la dueña de ellos esos pensamientos y tortura en mi cabeza. ¡Ay Dios mío! esa mujer ahora me tiene peor que antes, y más después de semejante beso. No he dejado de pensar en ello desde que ocurrió, no tienen idea de cuánto me gustaría repetirlo. Pero para eso, tengo que seguir actuando así de atrevido, se obtienen las mejores cosas con ello. Sonrío con picardía.

Si antes estaba caminando de cabeza por ella, ahora sigo caminando, pero idiotizadamente fascinado dejando babas por todo el lugar. Ya sé que el amor es un coctel de sentimientos, que a veces ríes, otras lloras, a veces estas eufórico como estoy ahora, otras pensativo y derrotado, como hace unas horas atrás, cuando me sentí pateado sin siquiera un toque, pero en fin, es una sensación maravillosa, no importa si te pone de vez en cuando triste. Lo único que hace falta para evitar eso, es complementarse con la persona que amas.

Estoy parado frente al gran ventanal de mi oficina, embelesado mirando la ciudad con todos estos pensamientos en mi cabeza, y rememorando a cada segundo lo mejor que me ha pasado en estos seis años.

. – Señor disculpe, toque varias veces pero usted… – escucho la voz apenada de Alix mi secretaria.

. – Oh no te preocupes Alix - le digo volteándome hacia ella – Me había perdido en… - no pude continuar, y por Dios que pensé que me iba a caer de cu.. al ver a Victoria, mi Victoria parada al lado de mi secretaria mirándome ¿preocupada? Debí pestañar exageradamente dos veces para asegurarme que no era un espejismo lo que veía, y no, ella estaba aquí, frente a mí. ¡Santo Dios! mis nervios comenzaron a hacer mella en mí, no sé si iba a ser capaz de disimular mis emociones. No sabía ni que decir, solo me quedé mirándola tan excesivamente que noté que se incomodó.

. – Disculpa que entrara sin avisar, pero tu secretaria se preocupó porque toco varias veces y no respondiste, entonces… - yo prestaba atención a cada gesto y movimiento de sus labios especialmente, Dios es tan hermosa esta mujer – Pensamos que podías necesitar ayuda.

El momento se tornó un poco embarazoso porque yo no lograba gesticular palabra, pero tampoco apartaba la mirada de ella. Y ella estaba tan incómoda, no solo por mi mirada intensa sino por la de mi secretaria que miraba de uno al otro con evidente confusión y sospecha.

Hasta que Victoria ante el escrutinio de ambos rompió nuevamente el silencio.

. – Si está ocupado puedo volver en otro momento o me indicas un día, no sé, no quiero incomodar – hizo gesto de salir y ahí si reaccioné. Por nada voy a permitir que se vaya, ¡No, claro que no te iras!

. – ¡No! – le dije más fuerte de lo necesario y ambas se voltearon no más sorprendidas que yo. ¡Carajo hombre, contrólate! me regañe, carraspee – Disculpa, por favor sigue, ¿deseas tomar algo?

. – No, estoy bien así, gracias – la vi avanzar y mi corazón no dejaba de martillar en mi pecho. Que tremendas ganas de acercarme y aunque sea rozar cualquier parte de su cuerpo, no, mejor de besarla y volver a sentir la sensación de sus labios con los míos, su lengua..., ¡YA! Me obligué a aplacar esos pensamientos.

. – ¡Gracias Alix, puedes retirarte! - ella aún estaba curiosa alternando su mirada de uno al otro, incomodando mucho más a Victoria de lo que lo hacía yo - ¿Alix…?

. – ¡Ah sí, sí señor disculpe! – Dijo echándole una última mirada a Victoria que le hizo un gesto con su boca e inclinando la cabeza – ¡Permiso! - Cuando salió, cerré la puerta y me di la vuelta. Victoria estaba presionando su bolso con ambas manos, estaba ahora nerviosa además de incomoda.

Caminé hasta mi escritorio, lo bordee y me senté sin dejar de mirarla. No sé cuál será la razón de su visita pero me encanta tenerla aquí. Lo único es que el Armando conquistador se volvió a esconder y este, no sabe ni que decir…

. - Victoria…

. – Debo…

Ambos hablamos al mismo tiempo, abro mis ojos conmovido, me estoy ilusionando, soy demasiado romántico, o ¿eso es una señal? Ella me miró pero no sabía cómo descifrar su cara, no había nada, ella es una mujer sumamente seria e inexpresiva.

. – ¡Por favor, las damas primero! – le dije dedicándole una dulce sonrisa.

. – Gracias – bajó la vista, la incomodo bastante, pero parecía también que estaba tomando fuerza para expresar lo que quería decir – Ah… yo quería ofrecerle una disculpa por mi comportamiento maleducado y desacertado con usted, me equivoqué ¡por favor le pido que me disculpe!

Lo menos que me espere fue esto, una disculpa de su parte, y parecía desesperada por que lo hiciera. Ella se ve que es una mujer orgullosa, y se nota que esto le estaba costando mucho, algo más la trajo aquí que obligó a pedir disculpas.

. - ¿Por qué vienes a pedir disculpas? – Ella levantó la mirada y me vio directo a la cara, se nota preocupada ¿Qué pasa Victoria? - ¿Hay algo más qué te preocupa Victoria?

Suspiró, tomó valor y me respondió.

. – Hoy me visito mi tío… - hizo una pausa antes de continuar, cuánto le cuesta decir a lo que vino exactamente, que dicho sea de paso, yo ya me estoy haciendo una idea, y me gusta lo que me imagino, pero la dejaré que me lo diga ella misma, lo quiero escuchar de su hermosa boca. Yo solo la miraba.

. – Él, yo… - Se levantó, colocó el bolso en la silla y se acercó un poco a la ventana, donde antes yo estuve parado, yo seguía cada detalle, ¡vamos, tu puedes mi amor, pídemelo! La animé mentalmente – ¡No me has dicho si me disculpas!

Jajaja que mujer tan testaruda…

. - ¿Te importa mucho que lo haga? – la cuestiono con la intención de que me diga de una vez, que es lo que siente o quiere realmente.

. – En cierto modo si, porque de eso depende que… - Volvió a callar y yo ya estoy que me desespero. Me levantó y me acerco lo más que puedo a ella, que inmediatamente se puso firme cual soldado ante su superior. No es ilusión, pero me parece que la inquieto algo…

. - ¿Depende de qué? – le pregunto mirándola fijamente y ella se aleja de mi colocándose detrás de la silla, me sonreí por dentro, estas huyendo, buscando un obstáculo para protegerte ¿Por qué será?

. – Si me disculpas, sabré si te puedo hacer otra propuesta… - ella también estaba atenta a mi reacción.

. – Umm creo que entonces no dependería de si te disculpo o no, sino más bien de la propuesta en si ¿No crees? ¡Si me conviene o no!

. – Tienes razón, aun así quisiera que me disculparas… - la miré entrecerrando los ojos y pensando un poco para darle interés y alargue a la cosa – ¿Por favor? - la miré y ante mi silencio - ¡Me parece que te estás haciendo mucho de rogar!

. - ¿Y no es para tanto cierto? – Me hago el ofendido.

. – ¡No he dicho eso! – se apresuró a decir, me quiere tener pasivo mi amada, ya me di cuenta que teme una reacción negativa de mi parte. No quisiera torturarla tanto, pero quiero ver que tan complaciente puede ser – Pero si no deseas disculparme no creo que haya caso seguir aquí, con permiso.

¡Carajos! Rodé los ojos. Nada complaciente la dulce dama, me parece que es otro quien tendrá que rogar. ¡No pego una con esta mujer!

. – ¡Esta bien Victoria, espera... te disculpo! – Le digo acercándome cuando la vi tomar su bolso para salir, me sentí acelerado porque no quiero que se vaya – Ven, siéntate, hablemos ¿sí?

Ella asintió y se sentó nuevamente, y yo bote el aire contenido mientras caminaba a mi lugar. ¡Si no me mata el corazón, me va a matar ella, ni mis hijos me han provocado tantas angustias…! Me senté y la miré animándola a decir por fin lo que vino a decir, y lo que yo quiero escuchar.

. – ¡Gracias! – me dice y supongo que por la disculpa aceptada o más bien obligada – ¡Seré directa porque ya me estoy agotando!

¡Jajaja ¿agotando o exasperando? esta es la Victoria que conozco soberbia, altiva, dominante y sin filtro!

. – ¡Adelante, soy todo oídos! – ella me mira, asiente y dispara.

. - ¿Estarías dispuesto a retomar la propuesta de matrimonio?

Hasta que por fin lo soltó, pero ahí no acabaron sus nervios. Su mirada inquisitiva estaba fija en mi observando mi reacción así como esperando mi respuesta.

. – ¿Estás tú de acuerdo? Porque antes no quisiste aceptarla…

. – ¡Sí, ahora que sé el motivo, estoy de acuerdo, siempre y cuando puedas mantener la empresa en manos de mi padre!

. – Lo haré, pero eso no solo dependerá de mí, sino de lo convincente que resulte este matrimonio – le dije mirando su cara – supongo que tu padre te habló de ello.

. – Así es, solo será irreal para nosotros y tan real como se pueda para los demás, lo tengo bien claro.

. – Entonces me gustaría que leyeras el contrato y si consideras que se debe cambiar algo lo manifiestas y veremos si lo hacemos.

Ante su afirmación a mi petición, me levanté y fui hasta la caja fuerte de donde lo extraje y se lo ofrecí. Ella lo tomó y comenzó a leerlo. Al principio su cara como siempre no expresaba nada, pero luego la vi fruncir el ceño y creo saber porque parte va… Jajaja y comencé a contar en reversa, 3…2…1

. – ¿Es estrictamente necesario eso de compartir habitación?

¡Oh claro que si preciosa, porque ahí espero en algún momento tenerte en reversa mami! ¡Jajaja estoy muy ilusionado, animado, ansioso, espero no terminar durmiendo en el sofá!

. – Si por supuesto, hay muchos empleados en casa, no se sabe quién pueda salir y hacer comentarios innecesarios – lo que ella no sabe es que tengo solo una empleada fija en casa, y una agencia que va cada dos días a limpiar. Pero hoy mismo me encargo de contratar una 5 más, hasta un jardinero voy a contratar. ¡Mientras más gente más demostraciones de amor!

. – ¿Y no podrías tan solo hacerlos firmar un acuerdo de confidencialidad? – ella estaba buscando la manera de escabullirse de esa condición pero claro que no se lo voy a permitir.

. - ¿Conoces a tu tío cierto? – Ella asiente de mala gana – Bueno, él puede tratar de sobornar a los empleados, y ¿quién los culparía por aceptar unos centavos extras?

. – ¿Y si recortas el personal? O ¿viviéramos en casa de mi padre? O ¿mi apartamento?

Ay querida pero que ansiedad de no estar cerca de mi ¿por qué será?

. – Escúchame Victoria, esto es una exigencia mía que espero respetes porque de otro modo no podrá ser, primero; vamos a vivir en mi casa porque tengo hijos y allí llegan cuando están de vacaciones, seria incómodo para mi meterlos en casa de tu padre, y siendo mi esposa no creo que sea correcto tú en un lado y yo en otro. Y segundo; no podremos ser menos convincentes para tu tío si nos quedamos con tu papá, me lo imagino día y noche metido allí alerta, imagínate lo agotador que seria, ¿Estás de acuerdo o no?

Le dije con firmeza sin dejarle mucha opción a negarse. Ella suspiró y asintió resignada.

. – Bien, ahora lo otro Victoria, es empezar a darnos a conocer como pareja, y sobre todo, conocernos un poco nosotros – ¡Aunque yo a ella ya la conozco de cacho a rabo! – ¡Para ello, te voy a llevar a cenar!

Vi su cara de negación pero prácticamente no le dejé elección alguna a objetar.

. - ¡Seguramente su tío está al tanto que estás aquí, así que démosle una muestra de que nuestra relación es real!

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