CAPÍTULO IV LA PROPUESTA

ARMANDO

Llegué a casa de Don Carlos y me abre una de las chicas de servicio, guiándome amablemente hasta la sala. Cuando estoy allí, mi vista es absorbida por la mujer que hace que mi corazón lata y deje de latir al mismo tiempo. La vi bajar las escaleras en cámara lenta. ¡Dios tenía tanto tiempo sin verla! Está más hermosa que nunca, se ve más mujer, completamente espléndida. No puedo apartar los ojos de ella, no estoy hipnotizado, estoy idiotizado. Debo parecer un bobo babieco mirándola de ese modo pero no lo puedo evitar, todo está alborotado en mí. Sentí su mirada inquisitiva fija en mí mientras terminaba de llegar al pie de la escalera.

Cuando la chica que me recibió habló, fue que volví a tomar conciencia de donde estoy y por qué.

. - Señorita, El señor Bautista viene a una reunión con su padre - le informa la chica y la veo fruncir el ceño ante lo fija de mi mirada hacía ella.

. - ¡Señorita Victoria, gusto saludarla! - ella me miró sería pero sorprendida de que dijera su nombre con tanta confianza.

. - Buena tarde - yo tan efusivo en mi saludo y ella más seca que ojo de tuerto, y de paso me mira como si nunca me hubiese visto en la vida, normalito y corriente, un ser humano más - ¿Lo conozco? - y toma tu otro totaso, lo sabía, que no me reconocería si me paraba frente a ella. Mi ego, mi autoestima y más aún mis emociones se desinflan ante cada mirada desinteresada de ella.

. - Buena tarde para usted también - la saludo extendiéndole mi mano, más que nada porque la quiero tocar, ella la mira y siento que duda, hasta reacia en eso, la verdad pensé que me la iba a rechazar, pero al contrario, extendió la suya y alcanzó la mía, sentí una sensación cálida al tocarla, sus manos son sumamente delicadas, su toque fue suave y maravilloso a mi tacto, por mí no la hubiese querido soltar nunca, pero ella la retiro muy rápido para mi gusto - Encantado de verla nuevamente - elevó una ceja y yo casi lloro, realmente no me recuerda ni una pizca, y soy consciente entonces, que en aquella ocasión no tuve ni cerca de causarle el mismo impacto que ella tuvo en mí - Hace algún tiempo nos presentaron.

. - Umh disculpe, no lo recuerdo - No tenías que decirlo cariño, ya me siento bastante bochornoso y desanimado conmigo mismo - Siga por favor, Rosi guíalo con mi padre.

. - Señorita Victoria, disculpe, su papá me pidió que cuando llegara el señor le avisara a usted que fuera también al despacho - ella vuelve a fruncir el ceño y me mira.

. - ¿Pasa algo? - me pregunta con firmeza, es bastante imponente ella.

. - No me corresponde a mí decirle cualquier cosa - le digo del mismo modo - ¡Mejor vamos, su padre nos espera, él podrá aclarar su inquietud!

. - Bien, pero usted debe tener conocimiento de qué se trata está reunión. Mi pregunta para usted es; ¿Si es estrictamente necesaria mi presencia allí? - me exige tratando de librarse de la solicitud de su padre - ¡Iba de salida, debo resolver algunos asuntos!

. - Creo que si su padre solicitó su presencia, es porque es importante - le digo mirando su hermosa cara e insistiendo en que debe estar presente, la escuché chasquear los dientes en señal de aburrimiento.

. - Lo guio entonces - pasó frente a mí y camino adelante dejándome verle muy bien este otro increíble ángulo, y rayos, me provocó morderme el puño, ¡Uy señor bendito ten piedad de este pobre mortal!

Ella totalmente indiferente a mí tocó la puerta de despacho, y cuando obtuvo el permiso de seguir abrió la puerta y paso, dejándola abierta sin mayor cuidado para que yo entrara 😐 El señor Carlos y César al verme se pusieron de pies casi al unísono para saludarme efusivamente, lo que hizo a Victoria mirarme con curiosidad.

. - ¡Armando Bienvenido, ven siéntate! - me indica una silla mientras abraza y besa a su hija - ¡hija mía!

. - Hola papá, ¿realmente necesitas que esté aquí? Sabes que tengo muchas cosas por hacer y…

. - Si lo necesito hija, tu presencia es indispensable, por favor siéntate! - le pidió con seriedad a su hija que lo miraba buscando señales para descifrar su presencia allí - ¿Deseas tomar algo Armando?

La voz de Don Carlos me retornó a la realidad otra vez, porque estaba embelesado mirando a Victoria, no me perdí ni un solo de sus gestos o movimientos al sentarse.

.- No, no, estoy bien, Gracias - Aunque debí aceptarlo, lo necesito para apaciguar mis emociones.

. - Hija, ya en alguna ocasión te había presentado al Señor Bautista, él es dueño de JABA TECNOLOGY nuestra más firme aliada - Victoria me miró pero sin ningún tipo de expresión en su cara, sin saberlo, seguía con su frialdad enterrándome más profundo el puñal de la indiferencia - ¿Lo recuerdas?

No haga eso señor por favor, ya he llevado mucho en el poco tiempo que tengo aquí y soy un hombre sensible.

. - No, y no entiendo por qué debo estar aquí - dice mirándome directo a los ojos y luego voltea a mirar a su padre - ¡Sabes que no entiendo nada de tus negocios!

. - Soy consciente de ello hija, pero ahora necesito que te involucres.

. - ¿Por qué? ¡Papá, sabes que yo no sé de tecnología y satélites, lo más que sé dé conexiones son las de las neuronas!

. Si hija, sé que tú entiendes de esto, lo que yo del cerebro, ósea nada. ¡Sabes que estoy frito en tus dominios! - todos reímos ante el gesto de Don Carlos, pero yo sonreía era de ver lo hermosa que se veía mi futura esposa riendo. Otra cosa que me cautivo y voy a atesorar, el sonido de su risa, además de lo bella que se ve.

. - Entonces ¿Por qué insistes en qué este aquí? - preguntó ya con fastidio. Ya su sonrisa se había extinguido.

. - ¡Porque la empresa está en quiebra y para salvarla necesito tu apoyo!

Soltó Don Carlos de pronto ante la actitud de su hija, y la expresión de Victoria paso de fastidio a incertidumbre. Se levantó y acercó a su papá.

. - Papá, ¿pero qué estás diciendo?

. - Así cómo lo escuchaste Victoria.

. - Y cómo podría yo ayudar, no es mucho lo que tengo en el banco, aunque puedo vender algunas cosas que he adquirido pero no creo que eso sea suficiente capital para tal fin... - ella estaba buscando solución sin esperar el balde de agua fría que le iba a lanzar sin anestesia su padre.

. - ¡Debes casarte con el señor Bautista! - Carajo, no era así cómo esperaba que se lo dijera, el señor Cesar y yo nos miramos y esperamos atentos la reacción de Victoria.

. - ¿Qué? - casi gritó de la impresión, en su cara y su voz se notaba lo furiosa que se puso ante tal insinuación - ¿Acaso te volviste loco? ¡Por supuesto que no haré tal cosa! ¿Para eso me hiciste volver? ¿Para pretender casarme con un extraño? - me miró casi que horrorizada, parecía que le estaban otorgando un gran castigo, me sentí ofendido - Pues no cuentes conmigo para ello, debe haber otro modo de…

. - ¡No lo hay, esa es la única solución, él es la única y última opción que tenemos para salvar la empresa!

. - ¿Por qué? ¿No dices que él es el mayor inversionista? ¡Pues que con su dinero lo haga! ¿Puede hacerlo no? - dice y me mira fijamente con reproche en sus ojos - ¿O es qué tiene usted otras pretenciones y está presionando demás a mi padre? ¿Qué es lo qué busca? ¿Cobrarse lo que invirtió quedándose con nuestra empresa?

. - Disculpe señorita Victoria pero ese no es el caso, ya no puedo invertir un centavo más en su empresa, y efectivamente tengo mucho capital allí en riesgo, pero tampoco pretendo quedarme con ella, no haría algo así, bajo ningún concepto. Y la única ayuda que de momento le puedo ofrecer es encargarme de redirigirla, sin embargo, para eso necesitamos casarnos.

. - ¿Por qué, por qué diablos? ¡No quiero esto y me niego a aceptar que no se pueda hacer algo más! - ya me estaba irritando la forma tan despectiva en que me estaba rechazando, cuando iba a contestarle, Don Cesar habló.

. - Porque sin él tener un parentesco con ustedes no podrá hacerse cargo, y la junta está presionando por sus inversiones hija!

. - ¿Tú también estás de acuerdo con esta locura padrino? - ella cuestionaba a todos sorprendida.

. - Victoria hija, esto no es un capricho nuestro, esto es más complicado de lo que parece, estamos atados de manos, solo de ese modo podremos salvar la empresa.

Ella caminaba furiosa de un lugar a otro como animal en jaula, sin poder creer aún todo lo que estaba pasando. De pronto se paró frente a mí nuevamente.

. - ¡Usted puede desde fuera orientar a mi padre para que él actúe según sus pronósticos ¿o no?

. - ¡No, y lo siento! Pero debo estar al frente si o si, su padre ya no le genera la confianza requerida a la junta principal y usted no está en capacidad de tomar su lugar.

. - ¡Maldita sea, debe haber otro modo! - dijo pasando las manos por sus cabellos, se paró frente a nosotros y nos hizo saber lo que por lo visto sería su postura definitiva - ¡Yo no me voy a casar con usted, y tú, estás esperando mucho de mi papá! - nos miró con molestia a ambos - ¡Busquen otra solución pero de ese modo no cuenten conmigo, con permiso!

Salió prácticamente asotando la puerta. No era esta la reacción que esperaba de Victoria, aunque ciertamente tampoco es que esperaba que me fuera a aceptar con los brazos abiertos. Sin embargo, Escucharla cuestionarme y prácticamente acusarme, además de rechazarme tan categóricamente, más verla salir furiosa del despacho me dejó con el alma en vilo. Mal, todo salió muy mal. Ahora toca resignarse y buscar otra solución tanto para salvar la empresa cómo para conquistar a Victoria. Porque aunque este plan haya sido fallido, no me voy a rendir en tenerla.

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