CAPÍTULO III ULTIMANDO DETALLES

ARMANDO

He estado analizando día y noche, el modo en que le iremos a plantear a Victoria la alianza de matrimonio, ¿Cómo lo irá a tomar? ¿Cuál será su reacción? Y sobre todo ¿si me aceptará? Esta ahora, es la propuesta que he hecho que tome más fuerza. Porque debo decir, que en la investigación interna que hecho en la empresa, pude descubrir que las fallas que existen incriminan directamente al señor Carlos, sin poder demostrar hasta ahora que otro tenga su mano en ello, aunque pude saber que todo ha sido bajo la orden de Marcos Castro.

Ósea si o sí, debía existir el matrimonio para evitar que él y su ambición tome poder y mucho menos, el puesto como presidente, y para mí eso estaba muy bien. Seré sincero, y no es que no me importe la empresa, pero mi prioridad y esfuerzo estará enfocado en ganarme el corazón de la mujer que por años me tiene caminando de cabeza.

Definitivamente, el amor es una vaina loca, ¿Cómo es que podemos experimentar sentimientos tan intensos por una persona a la que le hemos dirigido la palabra escasamente dos veces en la vida?, esa duda existe hace bastante en mi cabeza, llevándome a pensar en una oportunidad que era una obsesión lo que sentía por ella, y me fue complicado obtener una respuesta exacta por un tiempo, pero lo cierto, es que ahora sé que es amor, desde el primer momento en que la vi, ha sido amor, ese llamado amor a primera vista, y que si existe, no lo duden. Yo jamás había sentido algo tan profundo y extraordinario con solo mirar a una mujer, ni siquiera cuando conocí a mi exesposa.

Lo que siento por Victoria, es una atracción tan fuerte que se ha mantenido hasta ahora, sin bajar de nivel alguno a pesar de la distancia, del tiempo, y de la falta de conocimiento de que existo, nada de eso ha podido evitar que mi amor por ella siga creciendo

Si lo sé, el amor puede manifestarse de diferentes formas, y a mí se me manifestó en soledad (cupido no nos flechó juntos), y me ha tocado sentir solo, esta fuerte atracción emocional hacia una persona que de mí no sabe ni el nombre. Así como cuando en el colegio nos gustaba una chica y ella ni se enteraba, o sea, nos enamorábamos solos y hoy con cuarenta y dos años sigo actuando como un crío de colegio, enamorándome pendejamente solo. Aunque déjenme decirles que no solo estoy enamorado, no, enamorarse es un sentimiento muy diferente al amor, te puedes enamorar mil veces, pero amar una sola. Y yo más que enamorado, amo a Victoria. ¡La amo con todo mi ser!

Yo por ella siento más que gusto, siento el deseo de cuidarla y protegerla, quiero compartir con ella momentos de felicidad, de tristeza, que nos consolemos juntos, que superemos dificultades junto, en fin, quiero experimentar todo con ella. Por eso sé que es amor lo que siento, y por eso, ahora estoy bien decidido a mostrarle y demostrarle que la he amado desde siempre, que daría la vida para poseerla, y no dejarla ir nunca de mi lado.

¿Qué tengo miedo? ¡Uff no tienen idea cuánto! Ustedes saben, cuando uno se enamora solo, corre el riesgo de que te rechacen sin ninguna contemplación. Y eso me aterra no crean, y para nada quisiera vivir el rechazo de la mujer que he amado torpe y cobardemente por tanto tiempo. Pienso que eso me destrozaría, claro que no la culparía u odiaría por hacerlo, pero sería bastante duro para mí aceptarlo, y más duro aun, quizás superarlo. Pero voy a dejar el temor a un lado e iré con todo, ¡voy con todo! Porque si no volverán a pasar muchos años más y yo sufriendo por un amor oculto y no correspondido, claro que todo seria por mi culpa nuevamente, por no tener el valor de atreverme a dar a conocer mis sentimientos.

Hoy estoy en mi despacho, con mi abogado y amigo Joel, para concretar los términos del contrato que me unirá a Victoria Castro, para siempre, ¡decretado! En él por supuesto, se plantea entre otras cosas, que el matrimonio es solo un acuerdo para poder permitir que yo esté al frente de la empresa, que durará al menos dos años para evitar una posible demanda si se llegase a descubrir que no es real.

Además, deberemos aparentar que es un matrimonio verdadero ante todos, eso implica que no podemos tener ningún tipo de relación con nadie más mientras dure la quimera que estamos montando (esto es exigencia mía más que nada porque no quiero que vaya a aparecer por ahí algún otro iluso enamorado como yo, pero más atrevido). Ósea nada de relaciones extramatrimoniales. Por supuesto, viviremos en la misma casa y compartiremos la misma habitación (los empleados son muy curiosos y sobre todo cotillas) y hay que evitar los comentarios excesivos, es obligatorio ser bastante convincentes ante todos, y para ello, todo lo tengo letra por letra bien orientado y claro en mi mente, indiscutiblemente, seremos la pareja ideal.

Y por supuesto, todo lo relacionado a mi responsabilidad y compromiso con la empresa, que ciertamente solo voy a dirigir por este convenio, sin ningún tipo de beneficio extra a la inversión que tengo en ella, pero claro que hay un beneficio mayor que obtendré, y para mí es más que ganancia. Así que ya todo está más que especificado y detallado en él.

. – ¿Estás seguro de que quieres amarrarte nuevamente? Digo, yo entiendo que la mujer te trae loco, pero ¿Es para tanto sacrificio? – me cuestiona Joel con cierto de reproche.

. - ¿Para tanto? - lo miro sorprendido, él más que nadie sabe lo que siento y he sufrido en silencio por ella y hace cuanto - ¡Lo acabas de decir viejo, esa mujer me trae loco! Y para mí no es ningún sacrificio casarme y menos con ella. Es lo que más he querido desde que la conocí, y deseo hacerlo realidad por fin.

. – ¡Si, definitivamente, porque otros métodos para salvar esa empresas tienes y tu perfectamente bien lo sabes! – insiste en cuestionarme.

. – Pero no quiero otros métodos, quiere este. ¡Quiero convertir a Victoria en mi esposa, y si es bajo estos términos así será! – le replico con firmeza.

. – ¿No has pensado que cuando esa mujer se entere, te pueda odiar, y te salga lo roto por lo cocido? – Vuelve a preguntar.

. – Ummh estoy consciente de ello, pero ya tomé la decisión, y aunque probablemente mis acciones más adelante tengan sus consecuencias, me arriesgaré – Claro que lo haré, con la misma madurez que estoy decidido a hacer esto.

. – Bueno hermano, por lo visto ya estas más que decidido – me dice resignado ante mi postura - Entonces, no me queda más que desearte suerte con esta locura que piensas hacer, conozco tus sentimientos y espero no salgas lastimado.

. – Espero lo mismo, lo que más deseo es que ella logre enamorarse de mí, y tal vez eso sea un gran reto, pero lo voy a asumir ¡ya no quiero amarla desde la distancia! – Quiero que sepa y sienta todo el amor que tengo guardado para ella. Él me mira con comprensión, asiente y me extiende los papeles por encima de la mesa, los tomo y salgo para dirigirme con el corazón en las manos, a casa de Don Carlos, donde me esperan para hacerle la propuesta a Victoria.

No creo que lo que esté haciendo este mal, o tal vez lo este, no lo sé, pero desde mi punto de vista, yo solo he tomado el camino que para mí es además del más fácil, el que más beneficio me representa, y ese es el matrimonio y por tanto, tener a Victoria a mi lado.

Claro que pude haber hecho las cosas más simples, como haber gestado la parodia de comprar la empresa para poder asumir y dirigirla, incluso pude darle utilidad a lo que recientemente descubrí que involucran a Marcos, y su participación en las irregularidades que inculpan a Don Carlos. Pero simplemente no quiero, siento que esta es la oportunidad que necesito, la más infalible que he tenido, y la voy a tomar. Lo anterior no tiene por qué saberlo nadie. Y si estoy actuando de manera incorrecta e inadecuada, todo lo hago en nombre del amor y aceptaré las consecuencias negativas que esto conlleve.

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