CAPÍTULO I EL INICIO DE TODO

ARMANDO

¿Han escuchado ustedes la canción de Chiquetete, esta cobardía? Bueno, mi historia es algo así, con la diferencia de que mucho tiempo atrás desde que me enamoré de ella, yo no estaba solo, estaba más que comprometido. Si, una esposa y tres hijos… nada más, ósea, nada podía hacer en ese momento. Más que suspirarla desde lejos, porque a pesar de que soy un hombre, creo en los valores, y supe guardarle respeto a mi esposa, a pesar de que babeaba por otra.

La cosa es que después que me separé, tampoco tuve el valor de acercarme. También la veía desde la distancia y la suspiraba igual que antes, de lejos. ¿Por qué? ¡Por cobarde!

Ahora o mejor dicho, hoy, se presenta la oportunidad, la única que he tenido, o la que la cobardía me ha dejado ver, es esta la oportunidad de tenerla. Yo he soñado tanto con ella, hasta despierto la sueño, sueño con tenerla entre mis brazos, besarla, y sobre todo hacerla mi mujer, en todo el sentido de la palabra, porque únicamente la he tenido en sueño, tal cual como dice un fragmento de la canción; "ella ha sido mía sin haberla amado" ¡y la parte de que la he gozado también!

Pero no crean que solo la veo como un trozo de carne, bien delicioso, no, yo la veo como una mujer intachable, dedicada, respetuosa e integra, además de hermosa, y por eso mi delirio por ella.

Ya no sé cuánto tiempo llevo enamorado, y más aun callando este amor que siento por ella. Pero hoy he decidido, que no voy a esperar más y me voy a dedicar de aquí en más a conquistarla. A partir de hoy, ya todo está dispuesto para tenerla por fin conmigo.

Ahora lo que quedaría pendiente, es que yo pueda lograr que ella me ame, como yo la amo, sé que será un desafío, pero que bien pienso afrontar.

Me llamo José Armando Bautista, si lo sé, tengo nombre de protagonista de telenovela ¡Oh José Armando, yo te amo!, claro, ya me lo han dicho. En fin, ese fue el nombre que me puso mi amada madre, que el cielo tenga en su gloria. Aquí es donde toca soltar un suspiro, aún me duele no tenerla. Pero la vida continua como decía ella.

Así que continuaré yo contándoles mi historia.

Bien, no voy a repetir el nombre completo, solo les diré, que todos me llaman Armando, o señor Bautista en su defecto. Yo tengo 42 años, soy dueño de una empresa de tecnología llamada JABA TECNOLOGY ING es una de las empresas con base tecnológica más importante de la ciudad. Soy ingeniero en informática y sistemas. Estuve casado por 20 años, tengo tres hijos de 19, 18 y 16 años respectivamente, que está demás decir, son mi vida.

Soy un romántico empedernido y muy apasionado, bueno creo yo, aunque mi exesposa prefería decirme patético. No lo sé, creo más bien, que ella no era romántica.

Mis hijos viven con su mamá y pasan sus temporadas vacacionales conmigo. Las dos mayores ya están en la universidad, una estudia administración, se llama Génesis, y la otra estudia contaduría, ella se llama Grecia, ambas dicen que se harán cargo de la empresa cuando yo este chochito. Mi hijo, Enmanuel está a punto de culminar el bachillerato, y quiere estudiar ingeniería en sistema igual que papá.

¿Por qué me separé? Ya después de 19 años por incompatibilidad de caracteres, ustedes se preguntarán, ¿Después de 19 años? Si, de hecho, creo que siempre fue así, solo que nos mantuvimos firmes en darle estabilidad emocional a nuestros hijos, pero cuando ellos no estaban, nos agarrábamos de las mechas jajaja, hasta que ya no pudimos ocultarlo más y decidimos dar cada uno un paso al costado. Y en los mejores términos gracias a Dios, en eso si fuimos muy maduros.

Bueno, no me arrepiento de nada, ya que viví mi experiencia, y tuve a mis bellos hijos que como les dije, son mi vida. Yo vivo solo, tengo una casa grande porque mis hijos siempre me visitan cada vez que pueden, no es una mansión, pero se le parece alguito. Aquí pienso traer a vivir a mi amada Doctora Victoria Castro, asi se llama mi amor platónico, y hasta el nombre es tan imponte como ella.

No me voy a describir yo, porque me voy a poner como un Ken, y no lo soy, tampoco se vayan a imaginar que estoy maltratado, no señor, pero que más adelante me describa Victoria, porque ella me verá con ojos de mujer. Sé que lo hará mejor que yo.

Más yo, si la voy a describir a ella… porque yo a ella la veo como una estrella, pero de la más grande y bella que hay en el universo, lean esto; físicamente, es un mujerón, así como la del video de la canción de Chiquetete, es decir pues, tal cual, Mónica Bellucci, así mismo, de esas que roban miradas al pasar y no solo por su cuerpo, sino por lo imponente, lo fuerte, con carácter, lo elegante, así es mi Doctora Victoria, ella proyecta su personalidad al pasar y lo deja a uno viendo doble, es una mujer sumamente deseable, de esas que generan celos y envidia de las otras mujeres e inseguridad en los hombres.

Victoria debe medir, porque no estoy seguro, les daré solo una referencia por cuanto sé, es unos 15 cm más baja que yo, 1,70, tiene el cabello castaño oscuro, los ojos verdes aceitunas, una piel bronceada hermosa, unos labios que Dios mío, no sé como más describirla. Me robé una foto de la oficina de su papá, bueno no me robé, le tomé un capture, esa imagen, es la que me acompaña, cuando no la veo, recurro a ella, porque sepan que quiero estar mirándola a cada rato. ¡Díganme que no es hermosa!

Y cuando la veo en persona, literalmente muero y vuelvo a nacer, hasta idiota me vuelvo porque ella ni me mira, e insisto con la canción:

"No se da ni cuenta que cuando la miro, por no delatarme me guardo un suspiro, que mi amor callado se enciende con verla, que diera la vida para poseerla"

Así estoy mis amigos (as) idiotizado, no, corrijo suena más bonito enamorado… ¡Hace ya 6 años luzzz!

La primera vez que la vi, fue en un retrato en la oficina de su señor padre. Esa misma que tengo en mi celular de fondo de pantalla, protector de pantalla. En fin, desde esa vez me quedé impactado. Quise conocerla, pero estaba casado y me limité, no podía buscar tentaciones, porque ustedes saben que la carne es débil y todo eso. Y uno como hombre cae muy rápido ante las tentaciones, por eso es mejor evitarlas.

La segunda vez que la vi, fue mejor, porque la vi en vivo y en directo. Otra vez en la oficina de su papá, allí supe que era médico, justo se estaba recibiendo. Ella me miro con esos hermosos ojos cuando el señor Carlos nos presentó y me regalo la más hermosa de las sonrisas, tanto que se quedó grabada en mi mente.

Por un tiempo no la volví a ver, aunque volvía a la empresa de su papá bajo cualquier excusa de trabajo o negocio que le quisiera plantear. Supe por él, que se había ido al extranjero a hacer una especialización en neurocirugía. Mi corazón se arrugó pensando que de pronto no volvería, pero volvió, y yo seguía casado.

Tocaba seguir viéndola de lejos.

Una noche, acompañe hasta tarde al señor Carlos a organizar algo de su empresa, porque él estaba notando que había algo turbio allí, entonces me pidió ayuda e incluso me pidió que lo mantuviera en secreto. Así lo hizo, le presté toda mi experiencia bajo la más estricta discreción para resolver la situación.

Cuando me despedí del señor Carlos, y Salí del edificio, en el estacionamiento vi a una hermosa mujer caminar hasta un cesto de basura, botar algo y luego subir nuevamente a su auto. Allí se sentó y apoyo la cabeza en el volante. Supuse que tal vez estaba cansada y quise acercarme, pero a qué me pregunté. Y no me moví, vi que el señor Carlos llegó hasta donde estaba ella, se montó en su auto y ella lo beso y abrazo con cariño en cuanto lo vio.

Se fueron, y yo como buen tonto enamorado, le hice honor a la idiotez y fui directo hasta el cesto de basura. Mientras avanzaba, me recriminé y reflexioné que tal y encuentro una colilla de cigarro o peor aún un gargajo, por tonto, por estar revisando papelera. Pero nada de eso, lo único que allí había era un envoltorio de chocolate, y adivinen… ¡sí, metí mi mano allí y lo tomé! ¡Y no me vengan a decir que ninguna de ustedes ha guardado un envoltorio del dulce que le ha regalo un enamorado! Bueno ella no es enamorada mía, ni me lo regalo, pero yo estoy enamorado de ella, que es casi lo mismo. ¡Así que empatía por favor!

. – ¡Así que te gusta el chocolate! – olí el envoltorio, y suspire, ¿quién fuera chocolate y estar en esa boca? – Ya sé algo más de ti señorita Victoria. Lo doble, metí en mi cartera, ¿y qué creen? todavía tengo el bendito papelito. ¿Soy romántico o soy patético? COMENTA

Así fueron pasando, los años y yo desde la lejanía suspiraba y me enamoraba cada día más de ella, supe de un novio que tuvo, también doctor, me daban muchos celos y dolor verla con él, pero qué podía hacer, ella era un amor prohibido para mí, además de todo no tenía ningún derecho a sentir eso, ella quizás, si me veía en la calle, ni me reconocería. A sus ojos, yo era un total extraño.

Cuando su relación de momento terminó, no supe la razón, pero noté que su semblante cambió y entendí que estaba sufriendo un desamor. Quise acercarme, para consolarla, aunque sea como su amigo, pero yo ese tipo de valor lo tengo en las suelas de mis zapatos. Además ¿con qué excusa me iba a presentar frente a ella?

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