CAPÍTULO XVIII DÍA DE CONTROVERSIA

VICTORIA

Cuando desperté, mi cabeza seguía apoyada en el pecho de Armando, tal cual como él mismo la había colocado en la noche, justo donde podía claramente escuchar los latidos de su corazón, no me quise mover por un largo rato pensando en todo lo que había pasado, y lo bien que me sentí al estar así con él y la forma en la que decidió calmar la fogosidad que me invadió por el simple hecho de tenerlo tan cerca.

Estoy segura que otro hombre no habría actuado como él lo ha hecho, sino más bien hubiese tomado ventaja. Armando es un hombre muy apasionado, pero también un verdadero caballero y debo admitir que admiro lo respetuoso y atento que es. Me encanta su voz y nuevamente me sorprende, no me hubiese imaginado un hombre tan fuerte, dominante, y regio, ser así de caballeroso, sensible y, sobre todo, cantar tan hermoso, son nuevas facetas que me muestra, y me gustan, me gustan mucho.

Levanté la vista para mirarlo, aún tenía sus ojos cerrados, se ve tan apacible así dormido. Me provocó tocar su cara e incluso hasta besarlo ¡Dios mío sí que estoy loca! Sacudí esos pensamientos de mi cabeza. Sin embargo, seguí allí embelesada mirándolo, es realmente guapo el hombre …

. – ¡Si me sigues mirando así, no respondo Victoria!

Casi grito cuando el tramposo ese me habló de repente, tomándome totalmente de desprevenida y de paso prácticamente comiéndomelo con la vista, que vergüenza. Trate de alejarme de él para levantarme, pero por supuesto, eso no iba a ser posible, porque sencillamente él no lo iba a permitir.

. – ¿A dónde crees que vas y más sin darme los buenos días hermosa? – me dijo, presionándome contra él.

. – ¡Tonto, cómo me asustas así! – le reproché - ¡Buen día! – lo saludé y traté nuevamente de sepárame de él, sobre todo porque ya me estaba sintiendo eufórica.

. – ¡No, así no Victoria! – dijo serio mirando mis labios, y yo ¡ay Dios! – Sino como una esposa saluda a su esposo!

. – Aun no estamos casados, además… - miré hacia donde se supone dormían los muchachos, pero no estaban ninguno de los tres, lo que me extrañó - ¿Dónde están?

. - ¡No lo sé! - dijo volteando mi cara hacia él - ¡Deja de buscar excusa y bésame Victoria!

. – ¿Una orden? – lo desafié

. – ¡Si, así es, una orden! – me echó en cara.

. – ¡Eres un mandón…! - pero lo cierto es que también lo quería besar y mucho. Así que, sin más protesta, lo obedecí, me acerqué a sus provocativos labios y lo besé. Ese no es mayor problema, el verdadero problema es que los besos de Armando suben la temperatura muy rápido.

ARMANDO

Desperté hace unos cuantos minutos, y solo sentir en mi cuerpo el peso de la mujer que apoyaba relajadamente su cabeza en mi pecho, y me envolvía literalmente con sus piernas, mientras sus brazos me abrazaban, aceleraron los latidos de mi corazón, y todo mi cuerpo reaccionó a su extraordinario contacto, como a su belleza.

No quería que avanzara el tiempo, quería quedarme así con ella para siempre, se ve tan frágil y tan hermosa, no sé que me deparará el futuro, pero haré que ella este en él, así como ahora. Yo seré quien vele sus sueños, acaricie su piel y ame su vida siempre. ¡Lo juro! Cuando la sentí moverse cerré los ojos haciéndome el dormido para percibir su reacción al despertar de este modo junto a mí. ¡Lástima que no la pudiera ver!

La sentí quedarse quieta, pero sabiendo que había despertado, percibí que me estaba mirando tan fijamente que no pude soportarlo y le hablé, lo que le provocó un gran susto y bochorno a la vez, se quiso levantar, pero de ninguna manera la dejé, al contrario, la presioné contra mí y le exigí los buenos días como Dios manda en una pareja. Por supuesto, protestó, y quiso excusarse en los chicos, y al ver que su posible escapatoria no estaba se sorprendió. Ellos ya tienen un buen rato en la cocina preparándole un desayuno sorpresa, los escuché decir, y veo que están tan enamorados de Victoria como yo. En fin, la señorita quiso negarme lo que tanto he anhelado desde que abrí los ojos, pero de pronto, sin más escaramuza, se acercó a mí y me besó tan provocativa y dulcemente que sentí que se me paraba todo, entiéndase bien, todo y cuando digo todo es ¡TODO SEÑORES!

¡Ah carajo! como hubiese querido estar solo con ella. Adoro a mis hijos, ¡pero quisiera que especialmente en este momento estuvieran estudiando o haciendo cualquier otra cosa fuera de casa! ¡Jajaja! No mentira, ahora más que nunca estoy seguro que mi momento llegará, en el tiempo justo y preciso.

. – ¡Ummh los mejores buenos días que he recibido en mi vida! – ella me sonrió tan hermosamente que me fascinó y cautivó más, su beso dejó una reacción especial en mi cuerpo y su sonrisa una aún más especial en mi corazón.

. – ¡Buenos días, que bueno que ya despertaron porque el desayuno está casi listo…! – Ambos volteamos a mirar a la dueña de la sentimental voz que nos habló.

. – ¡Ya puedes traerlos Gen! – gritó Grecia desde el comedor.

. – ¡Ah corrijo, ya está listo! ¡Así que levántense! – Nos dijo Génesis señalándonos a ambos con una linda sonrisa que igual le devolvimos, vi a Victoria fruncir el ceño, y me imagino que se está preguntando que estarán tramando los muchachos.

. – Pero antes debo ir al baño a enjuagar por lo menos mi boca – dijo Victoria levantándose.

. – ¡Tu boca está bien Victoria, más que bien diría yo! – ella me miró con reprimenda y luego a Génesis al escucharla reírse.

. – ¡Y si mi papá lo dice es porque ya se encargó de limpiarla, entonces todo está bien Vicky vamos!

. – ¡Son tal para cual ustedes dos! ¿no?

Ambos se rieron ante la sonrojada cara de Victoria y caminaron tras ella para llegar al comedor. Cuando entró, se quedó sorprendida. El comedor estaba adornado con dos hermosos floreros llenos de rosas rojas y pétalos alrededor de cada uno los platos dispuestos en cada lugar, además de bandejas que tenían desde panquecas con miel y arándanos, otras con Nutella, pan tostado, huevo cocido con orégano, tomates asados y aguacate, wafles con queso crema y frutas, croissant, ensalada de frutas, yogurt, jugo de naranja y café.

¡Santo cielo! ¿En qué momento prepararon ellos todo esto? Absolutamente todo se veía exquisitamente delicioso, pensó Victoria.

. – ¡Espero te guste Victoria lo hicimos especialmente para ti! – le dijo Enmanuel mirándola con simpatía, ella lo miró con ternura.

. – ¡Sí, y como aun no sabemos tus gustos, con las indicación del chef, preparamos de todo un poco! – señaló Grecia feliz con el resultado y con la cara de admiración y alegría de Victoria.

. – ¡Ya veo, pues comeré de todo porque se nota que se esmeraron mucho y de verdad les agradezco! – le dijo colocando una mano en su pecho conmovida por tan lindo gesto, y luego se acercó a cada uno dando un beso y un abrazo para rápidamente sentarse y empezar a disfrutar.

Armando miraba a sus hijos mimar a Victoria y también le emocionaba mucho todas esas atenciones que ellos se esmeraban por hacerle.

. – Ven Armando, ¡siéntate! – me pidió mi amada señalando el lugar a su lado y eso terminó de maravillar mi mañana – ¡Dios, no sé ni por donde empezar!

Expresó y todos reímos ante su cara de duda mientras mordía su labio, pero tomó un plato y sirvió de todo un poco y me lo extendió, gesto que no supe interpretar, en el sentido de sí lo hacía porque estaba fingiendo ser atenta o porque realmente lo fue, y no sé si me estoy haciendo ilusiones, pero se veía bastante natural. Ella hizo lo mismo con su plato, colocó un poco de cada cosa y comenzó a disfrutar.

Después de semejante banquete Grecia y ella limpiaron la cocina y lavaron los platos aun cuando le dije que las chicas del servicio se incorporaban hoy. Eso también me mostró algo nuevo de ella, y es lo sencilla y considerada que es. Luego recogieron con Enmanuel la sala y dejaron todo organizado como estaba.

La ida de los muchachos se adelantó, así que al final de la tarde, tendremos que irlos a llevar al aeropuerto. Están un poco afligidos porque realmente no se quieren ir, pero tienen obligaciones aun, que no deben abandonar y primero que nada, la responsabilidad. Además, ya falta poco para la boda y saben que nos veremos en corto tiempo.

El plan para hoy antes de ir a llevarlos será ver películas y pedir comida a domicilio. Entre Génesis, Grecia y Victoria, tienen una lucha de piedra, papel o tijera, para saber quién escoge el género. Victoria fue la primera en salir, fue derrotada por Génesis. Entonces se puso a animar a Grecia para que ganara y no dejara a su hermana escoger, pues anoche supimos que ella se inclina por el género romántico, y ninguna de ellas dos quiere ver película deprimente como lo expresó Victoria. Lo que me hizo preguntarle con curiosidad en voz baja…

. - ¿No te gusta el género romántico?... ¿el amor, la pasión, los finales felices…? – le pregunto haciendo gestos y voz novelescos, ella me miró y luego hacia el frente donde los muchachos seguían con la batalla.

. – No me gusta en lo que no creo…

Me sorprendió mucho su respuesta y más la firmeza e indiferencia con la que la dio, sugiriéndome que no se siente atraída por ellas, porque no cree en su valor, esto no me lo esperaba Victoria, que no creas en el amor. Claro que no soy quién para juzgar su forma de pensar, por cuento entiendo, que es probable que por culpa del desamor que vivió haya decidido cerrar esa puerta y comportarse tan distante. Pero yo preciosa, me voy a encargar que vuelvas a creer, sobre todo, en mi amor.

. – El amor es la fuente de todo Victoria… sin amor, la vida es vacía, insignificante, siempre necesitamos del amor de alguien.

. – También es efímero, y no lo creas, no necesito estar enamorada para ser feliz y realizada.

. - ¿Y eres feliz?

. – ¡Lo soy, he encontrado la felicidad en mi carrera y crecimiento personal, no necesito más, lo demás es solo expresión… y dolor adicional innecesario si se quiere! - Señalaba con algo de soberbia.

. – No soy capaz de persuadirte para que cambies tu criterio – Aunque lo intentaré – pero siempre hay tiempo para cambiar de opinión, solo debes mantener la mente abierta y no cerrarte a la idea del amor, ya que a veces puede llegar cuando menos lo esperas.

. – Mmm, bien… viniendo del hombre que fracasó en su matrimonio, claro que no podrás persuadirme – me dijo como un ácido e irónico señalamiento.

. – ¿Me juzgas porque estoy divorciado? – le objeté – Tú no sabes nada de lo que pasó con mi matrimonio y aunque haya terminado, para mí no ha representado nunca un fracaso, y déjame decirte que tampoco ha sido motivo para dejar de creer en el amor. ¡No soy tan cobarde!

Ante esas ultimas palabras ella me miró con las cejas levantadas, se notaba que se ofendió y estaba enojada.

. – No confundas respeto con cobardía, yo me respeto y quiero en extremo – me dijo levantándose – Y no voy a permitir que nadie me utilice, juegue y se burle de mi como le da la gana, y si eso implica ser cobarde, entonces soy una ¡maldita cobarde!

Se levantó y se fue hacia la cocina, antes vi sus ojos cristalizarse, y espero no haberla hecho llorar, no me lo perdonaría, no es mi intención reprocharle su conducta, hacerle señalamientos y menos causarle sufrimiento, al contrario, mi idea es ayudarla, ganarme su confianza y amor para ayudarla a superar la mala experiencia.

Se nota mucho que tiene demasiado arraigado eso de si me enamoro pierdo, y teme arriesgarse nuevamente, es evidente la cicatriz y el vacío que le dejó su antiguo mal amor, y me prometo a mi mismo hacerle ver el verdadero lado positivo de amar, lo bonito que ella no pudo recibir. Estoy seguro por su actitud que no será fácil, porque como dijo Einstein “Es más fácil desintegrar un átomo que quitarle un prejuicio a una persona” pero haré hasta lo imposible por hacerla sentir especialmente amada.

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