CAPÍTULO VIII LA VISITA DE MARCOS CASTRO

Después de conversar sobre la situación y evaluar a su papá como médico, Victoria se dispuso a irse al hospital a cumplir con sus obligaciones. Antes dejó lista la historia médica de su padre para ir monitoreando su avance según la terapia que le asignaría.

El señor Carlos por su parte, ante el sentimiento de culpa de su hija, le pidió perdón y se comprometió con ella a aceptar todo lo que esta pusiera a su alcance para ayudarlo a superar su condición de salud. También le contó a Victoria las pretensiones de su hermano de quitarle la dirección de la empresa y la verdadera intensión de tal ambición.

Así mismo, le habló de Armando, de lo íntegro y caballero que es, además de la buena intención que tenía de ayudarlo, sin ninguna otra pretención, que mantener la empresa en manos de la familia (eso creía él). Victoria se sentía avergonzada por su actitud y comportamiento déspota hacía él y estaba consciente de que en cualquier momento tendría que ofrecerle una sincera disculpa.

Victoria llegó al hospital un poco agotada emocionalmente pero lista mentalmente para cumplir con la intervención quirúrgica que tenía por delante, que sabía, requería de su mayor concentración y dedicación.

VICTORIA

Lo primero que veo al llegar a la puerta de mi consultorio es a David pegado como calcomanía allí. ¡Que lata da esté hombre realmente!

. – ¡Buen día, Vicky querida! – Saluda todo meloso con intención de abrazarme pero lo esquivo – ¡Uy pero que pretenciosa!

. – Por favor David no tengo tiempo para tus tonterías ahora - le digo sería, no estoy para su infantilismo.

. - ¿Y es mi culpa que estés llegando tarde?

Pero qué atrevido, ¿acaso está vigilando mi horario? ¡Faltaba más! Lo miré con coraje ¡Este idiota ya se está pasando!

. – ¡Para tu información, no estoy llegando tarde, pero requiero del tiempo que me estás quitando para atender mis obligaciones! – le dije con soberbia - ¿Qué no tienes nada qué hacer?

. – Victoria, Victoria olvidas ¿Con quién estás hablando preciosa?... Soy el jefe ¿Qué te puedo decir? – Su petulancia me sobrepasa y ruedo los ojos - Saber cómo está y cuidar a mi personal es parte de mi trabajo ¡y si eres tú más aún mi Vicky!

¡Señor dame paciencia ante tanto descaro e hipocresía!

. – No necesito que me cuides ni mucho menos y por favor retírate de la puerta, que realmente tengo cosas más importantes que hacer ¡Gracias!

Antes de que intentara entrar, le cerré la puerta en la cara y lo escuché reír ante mi osadía, idiota.

Entre al baño y me cambié lo que traía puesto por mi uniforme, recogí mi cabello y me puse un gorro. Ya lista me senté en mi escritorio a releer la historia clínica del paciente que debo operar. Ya me la sé de manera completa y exhaustiva, pero no está de más seguir verificando.

En eso estoy cuando escucho que tocan a mi puerta, levanté la vista al cielo suplicando que no sea David nuevamente porque sé que pacientes no son, no tengo pautada consulta con ninguno a esta hora.

. – ¡Adelante! – Digo con evidente desgano, esperando la presencia del intenso, pero mi sorpresa fue ver a mi tío Marcos cruzar la puerta. Este es otro personaje que tampoco es de mi agrado que se diga.

. – ¡Sobrina querida, mi favorita! – Ay, otro hipócrita más, aparte de todo, porque soy la única que tiene – Cada vez más hermosa... y atractiva! - ¡Señor, cuanta impudicia de este depravado y esa manera tan desagradable de mirarme, soy tu sobrina enfermo! - Me imagino que tienes a todos los médicos de aquí a tus pies!

. – ¡Pues imaginas mal cómo siempre! – le suelto de una, porque por lo visto a todo le quiere dar la vuelta a su favor y me imagino que el motivo de su visita no es venir a saludarme - ¿A qué debo tu visita tío?

. – Por qué tan distante preciosa ¿Qué, no te alegras de ver a tu tío favorito? – ruedo los ojos – ¿No me vas a dar un beso y un abrazo preciosa sobrina?

¡Te quedarás esperando baboso, por supuesto que no me voy a levantar de aquí!

. – Estoy muy ocupada ahora tío, de hecho, ya casi voy saliendo a una cirugía, así que deberás disculparme!

. – ¡Okey, okey tan seria y pretenciosa como siempre! – me dice haciendo un gesto de disgusto, para lo que me importa – Solo necesito unos pocos minutos de tu tiempo.

Quise resoplar pero eso sería ser demasiado descortés y no me quedó otra que señalarle la silla para que tomara asiento frente a mí.

. – Te escucho – No necesito ser adivina como dije para saber a qué vino y cuál es su prevención, pero quiero escuchar su versión.

. – Supongo qué ya sabes la condición de salud de tu padre, debo asumir que por eso volviste – asiento y lo dejo continuar - Como médico estarás de acuerdo conmigo de que él ya no está en condiciones de dirigir la empresa.

. – Sí lo sé, ¿y tu propuesta es?

. – Bueno que como estoy consciente, sin ofender, de que tú no estás preparada para dirigirla, aparte de que jamás te ha importado, me otorgues el derecho que me corresponde para administrarla.

. – Discúlpame tío pero, ¿Por qué asumes qué tienes algún derecho como ese en mi empresa? - Él es solo un medio hermano de mi padre y no tiene ningún derecho, esa empresa la levantaron mis padres. Es demasiada ambición de su parte pretender eso.

. – Sé que es tuya y como te digo también sé que no la vas a dirigir y tu papá y su enfermedad la van a llevar a la quiebra. Solo me preocupo - ¡Sí claro! - Por eso considero que al ser tu familiar más allegado sea quien deba estar al frente. Admítelo, tú no serás capaz y soy tu mejor opción!

. – ¡Te equivocas! – Dios me agarre confesada por lo que voy a decir, si no luego tendré que arrastrarme frente a él – Mi esposo se hará cargo de ella, él está más que calificado para dirigirla.

Lo vi ponerse de todos colores al escuchar eso y su última tonalidad fue la roja de la rabia que lo invadió.

. - ¿Qué esposo? ¿De qué hablas? Tú no estás casada.

Se levantó y yo me quedé en mi asiento mirándolo con la mayor firmeza y altivez que pude.

. – No aún, pero me voy a casar pronto y él, mi esposo será quien dirija por mí la empresa.

. – ¿Le darás más crédito a un extraño que a mí, que soy tu familia?

. – No tendría por qué haber tal competencia, sencillamente él será mi esposo y es a quien le corresponderá hacerse cargo ante mi ausencia.

. - ¿Y se puede saber quién es ese futuro esposo, eminencia qué sacará a la empresa a flote? Porque hasta ahora me entero de que tienes pareja.

Señor ayúdame… carraspee antes de pronunciar su nombre y espero no terminar metiendo la pata.

. – Armando Bautista el CEO de JABA TECNOLOGY, él será mi futuro esposo! - le solté con una convicción que para nada tenía. Él abrió los ojos con asombro pero después se río con burla.

. – ¡Claro, ya lo vi todo, eso es una falsa, lo hacen para dejarme por fuera, y lo voy a demostrar…!

. – Estás en tu derecho de creer lo que quieras pero esa es la verdad, y me caso con él porque lo amo – ¡Dios del cielo! – No por lo que tú supones, así que no tendrás más que aceptarlo!

. – ¡Veremos querida Victoria, veremos que tan convincentes son con su supuesto y prematuro amor y qué le parece a la junta cuando le demuestre su gran falsa!

Dijo esto saliendo fúrico del consultorio y dejándome llena de angustia y zozobra pensando si lo que acababa de afirmar sería posible. ¿Aceptaría Armando seguir con la propuesta inicial del matrimonio? Y más ¿después de semejante trato que le di? Pues me toca a mí ahora presentarme ante él y averiguarlo, además rogar que no se niegue y me deje con los crespos hechos como yo lo hice con él.

Mientras Victoria caminaba hasta el quirófano donde iba a practicar la operación, pensaba como iba a hacer para afrontar el hecho de pedirle a Armando que aceptara la propuesta y que se casaran lo antes posible. Esperando que él aceptara no solamente su disculpa, sino continuar con la propuesta del falso matrimonio. De ser así, tendrían que ponerse de acuerdo para organizar todo. No es que esté lista para esto, pero lo asumiré con valentía y determinación.

Decidió dejar ya todos esos pensamientos atrás para concentrarse en la operación. Se encomendó a Dios y entró al quirófano.

Unos pasos más allá se encontraba su tío hecho una fiera por la decisión de Victoria de casarse y como siempre desairar su presencia, y además excluirlo de todo lo que tenía que ver con las decisiones directivas de la empresa.

. - Pero eso no se va a quedar así mi queridísima y deseada Victoria, veremos que tan real es tu amor por el CEO Bautista. De paso apuntaste bien alto preciosa. Claro, sé que esto es obra de Carlos y no tuya.

. - Pero me encargaré de mantenerlos vigilados y demostrarle a la junta lo falso de esta unión, y que no es más que una alianza para que el CEO se pueda hacer cargo ante la falta de experiencia de Victoria.

. - Y que sean ellos que se encarguen de hacer cumplir las cláusulas, pero no me voy a quedar de brazos cruzados. También merezco mi parte de esa empresa, estoy seguro que la levantaron con dinero de nuestro padre. Por lo tanto, algo de eso me pertenece, y voy como sea a reclamar el derecho que me corresponde.

Estos eran los pensamientos malintencionados de Marcos Castro, en contra de su propia familia. Ahora Ellos deberían estar atentos, especialmente Victoria y Armando y su supuesta relación.

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