CAPITULO 15

CAMILLE.

Abro los ojos sin saber muy bien en dónde estoy. Mi mente tarda en buscar el último recuerdo hasta que al fin lo logra. Lo último que escuché fue a Dylan decirme que esperaría por mí.

Ya no estoy en la sala, me encuentro en mi habitación que con dificultad puedo reconocer debido a la poca luz que entra por la ventana y alumbra el tocador.

Trato de levantarme pero un brazo grande rodea mi torso y me lo impide.

Es difícil pero con la escasa iluminación logro divisar su cabello castaño y la ancha y desnuda espalda que sube y baja con cada respiración pausada.

El olor agradable y varonil de la colonia de Dylan es inconfundible, estoy segura que siempre que ese aroma inunde mi naríz voy a recordarlo de inmediato.

Lo muevo un poco para tratar de zafarme pero lo único que consigo es que me apriete más.

-Dylan, levántate- opto por llamarlo suavemente

-no...ganas... despertarme... Aún- es lo único que logro entender entre los murmuros guturales que emite entre sueños.

Parece un pequeño niño, con el sueño pesado y sin deseos de moverse. Ya está oscuro, ignoro la hora pero imagino que ya deben ser más de las 6. Llegaré tarde al trabajo si no logro levantar a esta masa sexy y musculosa de mi cama.

-Dylan, vamos a llegar tarde!- está vez subo un poco más la voz y lo muevo.

-Estas acostumbrada a despertar a la gente en la mejor parte del sueño?- susurra con su voz más ronca de lo normal.

-Si me veo en la obligación, si- suelto una risilla- Cómo fué que terminamos aquí en mi habitación?

-Aunque me hubiera encantado aprovechar el momento- se acomoda de lado- Simplemente te dormiste, me di cuenta que estabas incómoda así que te traje a tu habitación. La verdad tu cama es cómoda así que, ni modo.

-Como supiste cuál era mi habitación?- me acomodo de lado también para observarlo entre la poca luz que hay.

-Tu misma me lo dijiste entre sueños- ríe un poco- hubiera podido aprovechar para sacar más información pero preferí dejarlo así.

- tenemos que irnos- susurro levantándome de la cama- hoy es mi segundo día y no quiero darme el lujo de llegar tarde.

-Tranquila, poseo un arma secreta- se levanta rápidamente.

Me acerco hasta el interruptor y enciendo la luz. Su ancha espalda y abdomen marcado totalmente al descubierto, es digno de cualquier tipo de fantasía erótica. Seguramente en algún momento llegué a imaginar un personaje de los libros que leo, idéntico a Dylan.

-Aunque disfruto demasiado de tus ojos sobre mi, creo que es momento de arreglarte- su sonrisa perversa vuelve a encender mi rostro como lo hace siempre.

Seguramente pensará que soy alguna enferma sexual. Tomo la toalla evitando mirarlo y me meto al baño escuchando su risa antes de cerrar la puerta.

Me ducho lo más rápido que puedo, cuando salgo del lugar Dylan ya no se encuentra aquí, aprovecho para vestirme y optar por unos shorts y una blusa sencilla de tiras, acompañada de las converse. Aunque no me da tiempo maquillarme como quisiera solo pongo algo de polvo y rímel,empaco mi uniforme en un bolsito y salgo para encontrarme con Dylan que está en la sala, no parece impaciente pero probablemente me demoré más de media hora.

-Lista- digo llamando su atención. Me observa de arriba abajo y luego me regala una de sus encantadoras sonrisas.

- No se que demonios me pasa contigo, Camille- se acerca hasta mi enmarcando mi rostro con sus manos- Sin importar lo que uses, siempre deseo desnudarte y hacerte mía... Perdón mi franqueza, pero me estás volviendo loco

Sonrío y después recibo uno de sus delicados besos. Es un experto seductor, sabe siempre que decir o que movimientos hacer para nublarme el juicio.

-Vamos, señor conquistador- expreso con diversión riéndome hasta salir de la casa.

Cuando salgo no veo su auto, sino una moto grande.

- Te presento mi vehículo de emergencia- cuando volteo a verlo tiene una sonrisa de lado- tenemos afán así que es el adecuado para la situación.

- Crees que olvidé que estuviste a punto de chocar con nuestro auto?- arqueo una ceja- pretendes que me suba ahí, y confíe ciegamente que llegaré sana y salva al trabajo?

- Si eso quiero- se acerca y desliza sus manos alrededor de mis caderas- Quiero que confíes, Camille. No imaginas cuánto deseo que confíes ciegamente en mi.

Aquello suena como una súplica. Ya no estamos hablando de la moto, él me pide que me deje llevar por sus brazos a donde sea que quieran llevarme. No es tan sencillo y sé que lo entiende.

- Subiré en la moto, sólo porque realmente no deseo llegar tarde- hace un puchero de decepción y luego besa mi frente.

- Algo es algo- murmura sacando sus llaves y acercándose a la moto.

Tengo claro que cualquier hombre en su lugar simplemente daría la media vuelta y buscaría una mujer más fácil de conquistar. No se porque aún permanece aquí, tiene todo lo necesario para conseguir cualquier mujer, pero agradezco su compañía e insistencia.

No se trata de hacerme la difícil o la importante es solo que no es tan sencillo. Empezar de nuevo requiere tiempo y una sanación completa. Quiero brindarle un verdadero afecto y dejar los demonios del pasado donde deben estar.

Siento que Dylan lo merece, puede que no lo conozca hace mucho pero haciendo a un lado el hecho de que me atrae demasiado, hay algo en él que me hace sentir que estoy cerca de un buen hombre y el instinto jamás se equivoca.

Me invita a subir a su motocicleta y lo hago con una sonrisa en el rostro. Luce aún más atractivo sentado en ese enorme vehículo de dos ruedas.

Me agarró fuerte de su torso y cierro los ojos cuando arranca a toda velocidad. Es la primera vez que subo en una motocicleta y me siento como una completa tonta, mi cuerpo tiembla y ni siquiera soy lo suficientemente valiente para abrir los ojos. Aprieto con más fuerza a Dylan y respiro profundo para que mis nervios no se noten tanto.

Confianza... En realidad puedes llegar a confiar tan ciegamente en alguien?

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