7. Cuando él descubrió nuevas sensaciones

Al llegar a su casa, Elena le contó la buena noticia a su familia. Esa noche celebraron comiendo hamburguesas después de tanto tiempo.

Al día siguiente, Elena salió del edificio de su departamento con varias maletas, su madre y su hermano le estaban ayudando a subir todo al auto negro, el chofer también ayudaba. Los vecinos de Elena, como de costumbre, estaban observándola desde sus puertas o ventanas, una que otra vecina saludó a Elena.

Elena se fue tranquila sabiendo que su madre iría a pagar la deuda al casino acompañada de su hermano menor, que estaría presente para evitar que Vanessa se gaste todo el dinero en otra cosa. Cuando Elena llegó a la mansión fue bien recibida por la señora Rosa Roble. Ella la acompañó hasta su nueva habitación, que estaría en el segundo nivel, cerca de la habitación de Flynn. Elena desempacó todo muy rápido y se puso su uniforme para atender a Flynn.

Elena atendió a Flynn con normalidad durante los siguientes días, cada vez Flynn hablaba más seguido con Elena y ella era más amable con él. Parece que ese abrazo que se dieron cuando él la aceptó como enfermera fue un punto de inflexión en la relación de ambos. Elena ahora conocía una faceta de Flynn mucho más amable que antes. Sin embargo, poco a poco, algo se estaba sintiendo extraño.

Un día, después de bañar a Flynn, Elena empezó a limpiar el baño, y mientras entraba y salía de la habitación notaba como la mirada de Flynn la seguía en cada movimiento. Al inicio no le molestó esto a Elena, pues era comprensible que Flynn estuviera aburrido y que estuviera observándola para entretenerse, pero la mirada de Flynn empezó a volverse muy desvergonzada cada vez que Elena se agachaba o se sentaba, pues era demasiado evidente hacia donde apuntaba. Elena, regañaba a Flynn cada vez que lo descubría observándole el trasero, Flynn no negaba sus acciones y siempre se notaba muy arrepentido. Ahora Flynn volteaba la mirada cada vez que Elena se agachaba para evitar incomodarla, pues se sentía triste cuando ella lo regañaba.

Debido a su buen comportamiento, los padres de Flynn ampliaron el perímetro de la casa en donde él podía estar. Gracias a un pedido de Elena, ahora Flynn también podía pasear por el jardín. A la mañana siguiente, uno de los guardias cargó a Flynn hasta el primer piso y lo puso en su silla, acto seguido, Elena se apresuró en sacar a Flynn al jardín, pues era la primera vez en mucho tiempo que él volvería a ese lugar. Elena no sabía el motivo por el cual Flynn estaba confinado a estar en el segundo nivel de la mansión Roble, pero ahora quería que disfrutara de su jardín de manera normal y no por la ventana de su habitación.

Elena jugó con Flynn y empujó su silla a distintas velocidades mientras los dos se reían, ahora parecían niños. En un momento en que Elena se fue para ir al baño, al volver encontró a Flynn con una flor en su mano. Elena se sorprendió, pues para arrancar una de esas flores, Flynn debió haberse puesto de pie.

_ Para ti, Elena. _ Dijo Flynn mientras extendía la flor hacia ella.

_ Flynn, ¿te pusiste de pie? _ Preguntó Elena.

_ …

Flynn no dijo nada, solo agachó la cabeza como si se hubiera dado cuenta de que había hecho algo malo. Elena tomó la flor antes de arruinar el detalle que Flynn había tenido con ella.

_ Gracias, de verdad lo aprecio. _ Dijo Elena con una sonrisa.

El corazón de Flynn volvió a enloquecer. Flynn ya no lo soportaba, sus latidos eran demasiados fuertes y punzantes, así que no pudo evitar colocar su palma sobre su pecho para calmar su corazón. Esta sensación de emoción lo alteraba demasiado y le hacía temblar estúpidamente, a veces era insoportable, pero, de alguna manera, resultaba ser un dolor muy adictivo. A veces sentía que ya no podía vivir sin ese dolor en su pecho y lo disfrutaba. Poco a poco, los toques ocasionales con Elena ya no eran suficientes para satisfacer su deseo de dolor, ahora quería sentirlo todo el tiempo. Tomar dos baños al día ya no era una opción para él, así que ahora tomó tres, pero se terminó resfriando.

Elena se sentía muy culpable por la gripe de Flynn, pues ella creía que lo había consentido demasiado. Temía que los padres de Flynn se enojaran con ella cuando lo descubrieran, ahora tenía miedo de perder su trabajo.

Ya era de noche, Flynn estaba sudando y tenía frío al mismo tiempo. Elena sintió mucha pena al verlo así de tembloroso y adolorido.

_ Lo siento, no te cuidé bien. _ Dijo Elena mientras arropaba a Flynn.

_ No más frazadas, tengo mucho calor. _ Dijo Flynn casi sin fuerzas.

Elena procedió a quitarle algunas frazadas a Flynn.

_ Ahora tengo mucho frío. _ Dijo Flynn temblando.

Elena tuvo que colocar y retirar frazadas periódicamente cada vez que Flynn sentía calor o frío durante toda la noche, sin embargo, ya era de madrugada y estaba muy cansada de mantenerse despierta, ya no podría seguir cambiando las frazadas hasta el día siguiente.

_ ¿Flynn? _ Preguntó Elena. ¿Estás despierto?

_ Sí, aún no logro dormir. _ Dijo Flynn temblando y con los ojos cerrados.

_ Estoy muy cansada, pero tengo una idea, ya no te voy a tapar con frazadas, pero a cambio te daré calor con mi cuerpo. _ Dijo Elena.

El corazón de Flynn casi se detiene por un segundo.

_ Si… si tú quieres. _ Dijo Flynn con voz muy baja.

Su corazón empezó a latir con mucha velocidad, estaba palpitando como loco, por el contrario, su cuerpo estaba totalmente quieto y mirando hacia el techo mientras sentía cómo Elena acomodaba su cuerpo al lado de él.

_ Perdóname de antemano, si te incomodo, voy a tener mucho cuidado de no patearte. _ Dijo Elena mientras se acomodaba.

El pecho de Flynn empezó a doler, pero de una manera muy placentera. Su brazo estaba tocándose con el brazo de Elena, su rodilla derecha a veces chocaba con la rodilla izquierda de Elena. Su cuerpo se sentía mucho mejor, ya no tenía ni mucho frío ni mucho calor, el problema ahora era que ya no podía dormir, por otro lado, Elena sí se quedó dormida rápidamente, pues estaba muy cansada.

Cuando Flynn confirmó que Elena ya se había quedado dormida, recién pudo girar su cuello para poder verla. La observó por mucho rato hasta que decidió voltear su cuerpo completamente para estar más cómodo mientras la observaba. Flynn logró quedarse dormido, ahora ambos dormían tranquilamente.

Esa misma noche, mucho más tarde, había alguien caminando en la habitación. Estaba oscuro, pero esa persona o silueta oscura se movía como si conociera bien por dónde caminar. La silueta oscura se acercó a la ventana y luego al sillón de la habitación, parecía que estaba caminando perdida hasta que se paró delante de Elena. Ella estaba dormida, así que no sintió la mano de esta persona posarse sobre sus mejillas, sin embargo, su cuerpo empezó a temblar como si estuviera teniendo una pesadilla.

A la mañana siguiente, Flynn se despertó sonrojado, pues acababa de darse cuenta de que su cara había estado muy cerca a la de Elena y que además la estaba abrazando con todo su cuerpo. Inmediatamente, se alejó muy despacio para evitar despertarla, luego se dio la vuelta para quedarse al otro lado de la cama, lejos de ella.

Más tarde, cuando Elena se despertó, sintió su cuerpo un poco adolorido, luego se dio cuenta de por qué. La pierna y el brazo de Flynn estaban encima de ella. Elena empezó a moverse despacio para no despertar a Flynn, pero este se despertó y cuando se dio cuenta de la posición en la que estaba, se apartó y se disculpó con Elena. A Elena no le importó demasiado, pues ella estaba acostumbrada a dormir con su hermano Gabriel cuando era pequeño. Por el contrario, Flynn no podía creer que otra vez hubiera abrazado a Elena inconscientemente.

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