9. La enfermedad que infecta el alma (2)

Elena sabía que Flynn era sincero, pero no quería perdonarlo, aun así, dijo lo que tenía que decir.

_ No te preocupes, yo sé que dices la verdad y te creo. Te perdono. _ Dijo Elena.

Al escuchar eso, Flynn no pudo evitar que se le desbordaran algunas lágrimas ante la sincera respuesta de la amable Elena. Ella sintió mucha lástima por él y lo abrazó.

_ Gracias, eres mi única amiga, de verdad lo siento, nunca quise lastimarte. _ Dijo Flynn amargamente y con la voz entrecortada mientras Elena lo abrazaba.

Flynn le rogó a Elena para que no informara de nada de lo ocurrido a sus padres, él le contó con mucho temor que, si sus padres se enteraban de lo que había hecho, era una certeza que lo volverían a confinar en su habitación y probablemente cancelarían el tratamiento en el hogar, lo cual tampoco beneficiaría a Elena, pues sería despedida si Flynn es transferido a un centro médico especializado.

_ Aún no entiendo del todo tu situación y eres mi amigo, pero no puedo mentirle a tus padres, aun si no me conviene, ellos confían en mí, Flynn. Soy enfermera y mi deber es informar de todo sobre ti a ellos, es una responsabilidad. _ Explicó Elena.

Flynn ya no dijo más, pues Elena tenía razón, aun así, no lo aceptó, se negaba a pensar que Elena ya no sería más su enfermera.

Pasaron algunas horas y los padres de Flynn llegaron a la mansión Roble. Se veían emocionados por volver a ver a su hijo y ver su avance. La señora Rosa saludó a su hijo con un beso en la cabeza como de costumbre, por otro lado, su padre se acercó y le palmeó el hombro como si estuviera diciendo "eres un buen chico, lo estás haciendo bien". Ambos padres se notaban muy orgullosos.

Elena sintió mucha tristeza al ver a los padres de Flynn de esa manera, pues ahora parecían llevarse mejor con su hijo.

En el momento en que el señor y la señora Roble le piden a Elena que les dé el reporte de la semana, Flynn se nota nervioso. Por lo general, nunca deja que su nerviosismo se note y sabe como ocultar sus expresiones, pero, desde la noche pasada, su rostro ha mostrado demasiadas expresiones y ahora se podía ver mucho miedo en él.

_ Elena, ¿cómo estuvo todo durante esta semana? _ Preguntó el señor Roberto confiado de que la respuesta volvería a ser positiva al igual que las anteriores semanas.

_ Flynn acepta tomar sus medicamentos todos los días, también sigue cuidando mucho su higiene. Todavía le tiemblan un poco las manos, no noto mejoría en ese aspecto, pues ayer se le volvió a derramar su jugo. _ Explicó detalladamente Elena.

_ Ya veo. _ Dijo la señora Rosa mientras observaba a su hijo, quien estaba ocultando la mirada.

Los padres de Flynn eran conscientes de que él derramaba sus bebidas a propósito, pero le dijeron a Elena que eso se debía a una enfermedad del sistema nervioso y que los medicamentos que le suministraban también servirían para tratar eso.

_ Eso es todo, Flynn se ha comportado igual que las semanas anteriores. _ Terminó por cerrar el reporte Elena.

Flynn, quien tenía la uña del pulgar de su mano izquierda entre sus dientes, se sorprendió y no pudo evitar mirar a Elena muy sorprendido, pues estaba seguro de que ella contaría la toda la verdad, pero no fue así. Elena mintió para encubrirlo, a pesar de todas sus convicciones y moralidades como enfermera, dejó todo eso a un lado por él, para protegerlo. Si eso no era una muestra de afecto, entonces Flynn no sabía que era.

El señor y la señora Roble se miraron entre ellos con emoción y picardía, pues estaban esperando que Elena diga que el comportamiento de Flynn fue bueno, para dar a conocer una buena noticia. Ambos comentaron sobre que el cumpleaños de Flynn se acercaba, así que querían concederle a su hijo, algo que él había estado pidiendo desde hace mucho tiempo.

_ A partir de ahora puedes salir a dar paseos fuera de la mansión. _ Dijo el señor Roberto mientras tomaba de la mano a su esposa.

Flynn se mostró más incrédulo que entusiasmado, pues no creía que sus padres pudieran llegar a concederle tanto.

_ A partir de mañana el chofer te llevará a dar paseos, pero solo dentro del límite de la ciudad y acompañado de tu enfermera. _ Dijo la señora Rosa muy contenta.

El ambiente era demasiado alegre, unos padres orgullosos recompensando a su hijo, era una buena escena para contemplar. Por el contrario, Elena estaba muy aislada en sus pensamientos, no estaba segura de si haber ocultado lo que sucedió la noche anterior fue la mejor decisión, algo en toda esta atmósfera alegre le daba un mal presentimiento, pero ya era tarde, supo que ya no podía retractarse en el momento en que vio una expresión que nunca había visto en Flynn, pues él tenía una sonrisa leve, casi imperceptible, pero que demostraba mucha felicidad.

A la mañana siguiente, Flynn estaba en el auto con Elena de camino al parque. Al llegar, ambos pasearon mientras comían helados. Flynn tenía la misma expresión hierática de siempre, pero ahora había cierto brillo en sus ojos, parecía que le agradaba cuando la brisa tocaba su cara y revoloteaba su cabello.

_ Puede que estés pensando que no merezco esto. _ Dijo Flynn mientras Elena empujaba su silla.

_ ¿Lo dices por la herida que me hiciste? _ Preguntó Elena. _ Ya te dije que te perdoné, ¿acaso no me crees?

_ No es eso…

_ De nada sirve que sigas guardando sentimientos de culpa. Mereces esto y que no se hable más del tema. _ Interrumpió Elena.

Para este momento, Flynn no creía lo afortunado que era de tener a alguien como Elena a su lado, luego recordó que ayer estuvo a punto de perderla, pero ella mintió por él. Todo lo que Elena hizo desde que llegó a su vida era luz para él, solo una persona tan bondadosa y superior a los demás podría ser así, ella era única y él era una escoria a su lado. Flynn pensó que la vida de Elena había sido hermosa hasta que tuvo la desgracia de conocerlo, aun así, nunca la dejaría. Sabía que sus pensamientos eran egoístas, pero aun si supiera que él es veneno para ella, nunca se apartaría y la seguiría hasta el final de lo que tenga que pasar.

En el parque había muchas parejas paseando, Flynn las observaba con curiosidad, pues algunas se veían muy diferentes entre sí, pero aun así parecían quererse. Se puso a imaginar sobre sus vidas y sobre las cosas que les atraían del uno al otro, luego pensó en Elena. ¿Qué es lo que le impedía intentar acercarse más a ella?. Por la mente Flynn pasó un pensamiento fugaz de él y Elena siendo pareja y su corazón se aceleró, luego vino el recuerdo de Elena sangrando y llorando en el piso de su habitación. Flynn se sentía como basura y no se creía merecedor de alguien tan grandiosa como ella.

De repente, se escucharon muchas voces de personas emocionadas, gritando y aplaudiendo. Elena y Flynn llegaron al centro del alboroto para descubrir que lo que estaba ocurriendo era un matrimonio al aire libre. Elena también aplaudió y se conmovió mientras veía como una mujer recibía un regalo de amor y un hombre prometía entregarse a ella.

Aquella imagen se quedó grabada en los ojos de Flynn. Para él fue precioso y hermoso ver como dos personas que se aman hacían un pacto para encadenar sus almas a vivir juntas por el resto de sus vidas, el concepto de que la persona que amas esté atada a ti hasta el día de su muerte le parecía el acto de amor más romántico que podría existir.

_ Hasta la muerte. _ Susurró Flynn mientras veía hipnotizado como se desarrollaba la ceremonia.

Pensó que incluso sería maravilloso si uno pudiera elegir a la persona con la que quisiera pasar el resto de su vida y que esta no se pudiera negar.

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