19.

Tragó saliva creyendo que iba a entrar con personas para quitarle todo. No supo qué decir y quiso cerrar la puerta cuando Maiston puso el brazo para impedirlo. No tenía una emoción en concreto en su rostro, solo estaba serio y Prince nunca lo había visto así. Y no era simplemente serio, más bien lo vio casi lastimado.

Ninguno de los dos dijo algo, solo se quedaron mirando por segundos que se convirtieron en minutos.

Hace tiempo que no estaban tan cerca. Hace tiempo que no se veían las caras de esa manera. Prince lo vio muchísimo más alto y Maiston lo vio más pequeño y débil. Sintió miedo, pero no quiso demostrarlo, así que luchó por verse fuerte igual que siempre que algún periodista le hacía preguntas únicamente para herirlo y derrumbarlo. Tragó saliva e ignoró el miedo que estaba brotando en su interior.

Enderezó su espalda y se obligó a pegar sus pies en el suelo para volverse una muralla impenetrable. Sabía que iba a ir, pero justo en ese momento no había tenido ni un solo segundo de preparación.

Debía actuar rápido y Maiston lo vio de pasar de verse asustado a alguien totalmente lejano. Debía hablar, mas no lo hizo de inmediato por querer aprovechar unos segundos para poder observar su rostro y ver sus ojos. Se notaban rojos demostrando el hecho de que había llorado. Quiso preguntarle el por qué, pero tenía claro que no tenía mucho derecho a preguntar cosas.

Prince abrió sus labios decidido para indicarle claramente por donde estaba la salida del edificio.

—¿Todo bien? —preguntó alguien antes de que él pudiera hablar.

Reich tomó la puerta para terminar de abrirla bien y dejó ver su cuerpo. Maiston lo quedó mirando de pies a cabeza porque se acercaba como si él tuviera algún derecho a algo. Tenía una postura que le hizo ver que él era el dueño del departamento.

Y Maiston iba calmado, no tenía intenciones de hacer nada ni de discutir, solo quería ver a la bebé para ver si era verdad todo, pero, de tan solo ver a Reich y recordar lo que él le había dicho, le provocó un enojo que sabía que no debía tener.

—Maiston, ¿qué tal? Escuche que estabas de vacaciones, ¿fueron buenas? —inquirió con curiosidad.

Prince lo sintió ganarse detrás de él y eso le dio un poco más de tranquilidad para seguirse viendo firme, así que aclaró su garganta para decir:

—Es mejor que te vayas, no eres bienvenido aquí.

El moreno bajó la mirada al escucharlo decir eso. Lo examinó de manera detenida que a Prince le costó el sostenerle la mirada.

—Necesito pasar y…

—No, no vas a pasar. Te dije que te fueras —habló con un tono más fuerte.

Ambos se quedaron mirando, pero Prince no desvió la mirada, no se vio asustado ni mucho menos con ganas de correr a sus brazos igual que muchas veces. Maiston lo vio totalmente lejano.

Tragó saliva y bajó la mirada por unos segundos.

—Maiston, es mejor que te vayas. No es momento para hablar ahora —sugirió Reich.

Escuchar su voz, solo lo irritó más y soltó una sonrisa.

—¿Quién carajos te pidió tu opinión, eh? —soltó mirándolo y eran del mismo tamaño, así que Prince estaba en medio de ambos llegando solo a sus pechos.

—Él puede opinar todo lo que quiera —aclaró Prince.

—¡No tiene derecho a opinar ni una sola mierda porque esto es entre tú y yo! ¡¿Qué haces metido ahí como si fuera tu jodida casa?!

—¡No vas a venir a gritar aquí! —gritó el castaño.

—Déjame pasar, quiero verla.

—No, no vas a ver a nadie.

Sus palabras eran seguras y, si en algún momento, tenía miedo, ahora se sentía capaz de enfrentarse al peor monstruo de todos y salir totalmente ileso. Le dio igual todo y no tuvo ni el más mínimo indicio de flaquear en sus palabras o en su posición.

—Tengo derecho y…

—Perdiste todos tus derechos cuando te acostaste con alguien más. No me vengas a hablar de derechos cuando, sin mayores problemas, olvidaste que debías respetarme. Lárgate de aquí o juro que puedo llamar a la policía para que te saque del edificio.

—Prince, ¿qué suce…?

La madre dejó de hablar cuando se dio cuenta de quien estaba en la puerta.

Maiston miró detrás de todo para ver a la mujer que sostenía a la bebé en sus brazos. La vio sosteniendo un pequeño peluche y la vio pequeña y linda. Notó que su cabello era del mismo color que el de Prince y se quedó casi embobado porque nunca antes había visto algo tan puro, hermoso y dulce. Dejó de respirar porque era verdad. Las revistas y los medios televisivos no mentían en lo absoluto. Por primera vez, todos decían la verdad.

Soltó una respiración acelerada y quiso tenerla cerca porque se veía adorable. Y su corazón se apretó.

Nunca había sentido ese tipo de sentimientos. Siempre había tenido claro que por Prince podía hacer lo que fuera por protegerlo, pero, al ver a la bebé, sintió que podía dar su vida sin dudarlo ni un segundo.

Escuchó como le decía a la mamá que se fuera y quiso rogarle que solo se quedará unos segundos más para poder seguirla admirando. La pudo escuchar haciendo esos ruidos que le parecieron totalmente dulces y lo que se fue formando en su pecho fue tan intenso que no supo si estaba a nada de comenzar a llorar o qué.

—Vete —ordenó Prince.

Bajó su mirada sin saber como es que estaba actuando de aquella manera tan fría, pero a Prince le costaba también. Estaba formando puños con tanta fuerza que estaba sintiendo que estaba a nada de que sus uñas se entierren en las palmas de sus manos.

—Déjame verla un poco más.

—Ya la viste, Maiston, es mejor que te vayas —habló Reich.

—¡¿Por qué te metes, maldita sea?!

—Porque él vive aquí y puede decir todo lo que quiera —soltó Prince.

—¿Q-qué…?

—Él vive aquí y nos vamos a casar. Así que no insistas más, tú también tienes a alguien y debió ser más valioso e importante que yo, así que, ¿por qué estás aquí? Vete con ese chico. Ten un hijo con él porque mi hija ya tiene un padre. Después de todos, padre no quién engendra, sino el que cría.

No dijo nada.

Ante eso se quedó totalmente descolocado. Nunca se había sentido de esa forma. Muchas veces había estado enfermo, con el malestar por estar con fiebre, resfriado o incluso fracturado de alguna parte de su cuerpo, pero no se comparaba en lo más mínimo con el dolor que se estaba formando en su pecho.

Prince sintió su mirada todo el tiempo y, por primera vez, lo vio indefenso y débil. No dijo ni una sola palabra y él tampoco dijo algo más.

Sabía que, si volvía a decir algo, entonces iba a llorar por todo el enojo que sentía por el moreno. Quería golpearlo, quería decirle mucho más, pero sabía que era suficiente. Necesitaba poder respirar en paz porque estaba a nada de ahogarse. Se hizo a un lado y fue Reich quien cerró la puerta con lentitud para, a último segundo, decir:

—Buena suerte, Maiston.

Y eso se repitió en su cabeza mil veces.

Buena suerte, Maiston. Buena suerte, Maiston. Buena suerte, Maiston. Buena suerte, Maiston. Buena suerte, Maiston. Buena suerte, Maiston. Buena suerte, Maiston. Buena suerte, Maiston. Buena suerte, Maiston.

No supo cuánto tiempo estuvo viendo la puerta, pero, cuando salió del edificio, estaba comenzando a llover y no supo a donde ir.

Jim estaba ocupado con su familia por una celebración y no quería molestarlo igual que todos los días. Y, por primera vez después de muchos años, se sintió solo en el mundo. No tenía a sus padres vivos, tenía un hermano con el cuál nunca hablaba y ni siquiera a sus abuelos. Nunca había sentido ese vacío familiar con tanta intensidad y su pecho dolió.

Cuando llegó a su casa, no fue capaz de ir a esa cama sabiendo que había alguien ahí. Se quedó toda la noche solo sentado en el sillón viendo la hora pasar hasta que comenzó a amanecer.

—¿Maiston? ¿Qué haces ahí? —preguntó Obelly acercándose a él porque simplemente se había levantado por un vaso con agua.

Se sentó a su lado.

—¿Por qué no fuiste a la cama? Te esperé, pero luego me dormí.

Tuvo la intención de besarlo, pero el moreno nada más lo movió hacia el lado para alejarse sin decir ni una sola palabra.

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Comments

Yudiet Egues Fernández

Yudiet Egues Fernández

además todos se quejan de la forma de actuar de Prince hasta ahora y nadie dijo nada hasta el momento al ver que fue buena la reacción de Maiston hacia la bebé y recuerden que las acciones del alfa dejaron mucho que desear, de eso la respuesta de las decisiones de Prince.

2024-04-19

3

Rosse.

Rosse.

tu, te lo buscaste Maiston 🤷‍♀️

2024-04-25

0

Rosse.

Rosse.

me da cosita el Maiston pero pues entiendo a Prince el tomo decisiones estando herido emocionalmente y tiene derecho a sentir lo que siente

2024-04-25

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