15.

El tiempo avanzaba rápido.

Prince pensó que iba a tener más tiempo, pero iban casi un año y medio desde que había nacido y no todo se podía mantener así. Taylor siempre estaba presente y muchas veces él salía con Cassi para no levantar sospechosas. Se encargaba de llevarla a pasear y comprarle muchas cosas

Ya había aprendido a caminar un poco y podía decir algunas palabras, aunque aún no dejaba los paños.

Y los niños se enfermaban. Las enfermedades siempre estaban presentes sin importar la edad o el tiempo bueno o malo. Prince ahora mismo, estaba con Cassi enferma. La desesperación lo estaba dominando porque Taylor estaba de viaje y su madre no contestaba el teléfono. Marcó hasta que se dio cuenta de que la mujer había dejado su teléfono en la cama cuando lo había ido a ver en la mañana.

Cassi no dejaba de llorar y la fiebre no bajaba. Estaba intentando hacer todo lo posible para poder bajársela él mismo recordando cuando su mamá lo hacía o su papá, pero nada estaba funcionando.

Al sacar el termómetro, fue que marcó treinta y ocho grados y el miedo lo estaba dominando. La clínica estaba a más de veinte cuadras y pensó que debía ir. Buscó ropa para intentar sacarla cubierta porque sabía que abajo estaba lleno de periodistas por unos rumores que habían comenzado sobre su matrimonio que, indudablemente, era falso. No pensaba casarse, pero, al verlo con Reich, era lo que todos decían.

Y habían pasado algunos meses donde se había encargado de que Reich no supiera nada tampoco. Sabía que era alguien confiable por los meses que llevaba conociéndolo, pero no estaba listo aún para decirle que tenía una hija que había mantenido oculta toda su vida por miedo a Maiston.

—Cassi, vamos, no llores más, por favor. Estoy asustado y no tengo a nadie a quien llamar —murmuró.

Tomó su teléfono para echarlo en su bolsillo y simplemente la tomó porque no iba a permitir que algo malo le ocurriera. Salió del departamento para subirse al ascensor sabiendo que el auto lo estaba esperando abajo y, cuando llegó a la recepción, vio todo el montón de personas ahí esperándolo en la entrada.

Pensó en salir por detrás, pero no tenía tiempo. Debía salir por ahí. Movió la manta para cubrirle la cabeza mientras seguía llorando y avanzó lo más rápido posible.

—¡¿Cuándo será su boda?!

—¿Dónde se van a casar?

—¿Hace cuánto viven juntos?

—¿Engañaba a su ex esposo con él y por eso se divorciaron?

—¿Era usted el malo de la relación en realidad?

Intentó ignorar las palabras y el chofer le intento a ayudar apara avanzar rápidamente.

—¿Es un niño?

—¿Tiene un hijo con Reich Valencia?

—¡¡Ya basta!! —gritó con fuerza —. ¡¡Déjenme pasar!!

Nunca había reaccionado así ante los periodistas, así que todos se quedaron un poco sorprendidos y retrocedieron. Prince aprovechó esos segundos solo para avanzar y meterse al auto mientras oía los sonidos por las fotografías que estaban tomando y supo que ya no iba a poder seguir ocultando algo como eso. Supo que Maiston lo iba a saber todo.

Al llegar a la clínica, Cassi fue atendida de inmediato.

Caminó por el lugar esperando una respuesta positiva mientras lloraba. Nunca se había sentido tan asustado y solo. No tenía forma de decírselo a su madre y tampoco podía preocupar a Taylor que estaba, literalmente, al otro lado del mundo. Secó sus lágrimas y quiso irse al baño para llorar en paz cuando vio al doctor saliendo.

—¿Es la madre de Cassi Jones?

—Sí, ¿está bien? —preguntó de forma temblorosa.

—Ha tenido suerte. Estaba con una temperatura demasiado alta y, si hubiese demorado un poco más, pudo haber muerto. La fiebre en los niños pequeños puede ser muy peligrosa, pero ya todo está controlado.

Asintió sintiendo como sus lágrimas caían.

—¿Puedo verla?

—Por el momento no, tal vez en unas horas más. Estará en observaciones hasta mañana por cualquiera eventualidad. Le hicimos unos exámenes y vimos que tiene algunas bajas en el hierro, sodio y algunas vitaminas. ¿Se alimenta bien?

—Sí, se ha estado controlando siempre. Tiene su carnet al día con las vacunas y todo. Siempre le compro lo mejor en alimentos.

—De acuerdo y, ¿su padre?

Prince se quedó en silencio sin saber muy bien que responder. Bajó la mirada unos segundos para decir:

—Él no lo sabe.

—Ya veo, no se preocupe, solo es una pregunta rutinaria.

—¿Piensa que está enferma por qué nunca ha estado con él?

El doctor negó.

—Fue solo un resfriado muy fuerte que la atacó porque tiene algunas defensas débiles y ya.

—Es que ella a veces llora mucho en las noches y yo tengo ropa de él, entonces, cuando siente su aroma, se calma.

El doctor lo quedó mirando unos segundos porque se veía visiblemente asustado. Pudo ver sus mejillas llenas de lágrimas y que su cuerpo temblaba.

—Es posible que, cuando sea grande, sea dominante y por eso puede sentir las feromonas del padre. Sin embargo, creo que no es tanto porque ella sepa que no tiene a su padre, sino que es por el hecho de que tal vez las feromonas de usted, la deben hacer sentir inquieta porque aún lo extraña. Los Omegas, de por sí, necesitan mucho a su Alfa en la etapa de embarazo y, si no estuvo nunca con él, entonces puede ser eso. Disculpe, tengo más pacientes que atender, pero no se preocupe, Cassi ya está estable.

No dijo nada y lo vio marcharse.

Se sentó soltando un suspiro e intentando calmarse sabiendo que ya todo estaba bien. Tragó saliva y secó sus mejillas para irse al casino de la clínica y poder comer o beber algo. Pidió un café, pero no tomó nada. Se quedó viendo como el vapor se esfumaba y sintiéndose solo otra vez.

Quería ser valiente y creía que lo había estado haciendo bien todo el tiempo, no obstante, ya no se sentía así. Había estado, de cierta forma, normal, pero las cosas habían empeorado cuando había visto a Maiston y, a pesar de que había actuado de manera fría, el verlo de nuevo había sido demasiado y había sido mucho peor el tener que enfrentarse otra vez a todos esos periodistas que estaban siempre al acecho. Finalmente, se bebió el café casi helado y se fue para ver si podía entrar a ver a la bebé.

Al oír una respuesta positiva, sonrió.

Caminó hasta abrir una puerta y la vio ahí dormida. Le rompió el corazón verla tan pequeña de aquella manera y avanzó hasta sentarse a su lado. Estaba durmiendo y, al tocar su rostro, ya estaba a una temperatura normal. Acomodó su cabello castaño y sonrió al ver sus pestañas largas como las de Maiston.

Pensó en que tal vez no tenía su color de piel, pero la mayoría de sus facciones las había heredado de él.

—Perdóname, Cassi. Por mi estúpida y cobarde idea de mantenerte siempre encerrada casi te pasa algo horrible. Lo siento por no ser tan valiente como te había prometido, pero ahora solo me queda enfrentarme a lo que yo mismo provoque.

Cerró sus ojos con fuerza.

—Tal vez, cuando conozcas a tu papá, no querrás tenerme cerca por haberte mantenido alejada de él tanto tiempo y quizás él querrá alejarte de mí, pero intentaré todo lo posible para que eso no suceda. Ya lo perdí a él, si te pierdo a ti también entonces yo no tendré nada.

Soltó un sollozo y lloró de nuevo. Solo cuando lloraba lo suficiente luego se sentía capaz de poder ponerse de pie nuevamente y sabía que ahora le iba a costar mucho más. Le bastaba ver las noticias en su teléfono para saber que nada más estaban hablando de él y que no faltaba nada para que Maiston lo sepa y vaya a reclamarle y hacerle la vida imposible.

Sabía que no tenía sentido decir que era de otra persona o incluso de Taylor porque solo bastaba sacar la cuenta para saber que era del moreno.

Cuando pudo irse al departamento, le tocó enfrentarse de nuevo a todo. Estaban ahí afuera, como buitres, esperando para destruirlo todo igual que siempre, pero no se frenó. Salió con su hija en brazos ignorando todo lo que decían e intentando no pensar en todas las fotografías que le estaban tomando.

Y reflexionó en cuánto tiempo iba a tener.

Tal vez dos días.

Tal vez uno.

O tal vez solo unas horas para que el padre hiciera acto de presencia.

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Comments

Luisa Fernanda Quintero Niebles

Luisa Fernanda Quintero Niebles

Lo dudo, con lo idiota y cretino que es, de seguro pensara primero q es de otro xd

2024-05-10

0

Rosse.

Rosse.

siento un hueco bien feo en el pecho💔😭😭

2024-04-25

1

Rosse.

Rosse.

no hay nada más horrible que tu hij@ este enfermo y no tener a nadie en quien apoyarte

2024-04-25

0

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