Capítulo 4

Hija por favor, sube a tu habitación para poder hablar con el Conde.- dijo la reina. Se notaba en su voz que el hombre la aterraba.

- Sí Majestad. Con permiso. - Alicent salió de la habitación.

Después de dar unos cuantos pasos chocó con un hombre alto y serio de cabello negro y ojos negros, pero muy guapo.

- Lo siento, no lo ví. Con su permiso. - Se disculpó Alicent con una reverencia y subió a su habitación.

El Conde era un hombre muy intimidante y no le gustaba estar en su presencia más de lo necesario.

El joven entró a la habitación con su padre y la reina. Seguía estando bastante serio.

- La princesa se ha puesto muy hermosa con los años. Se ve que tiene alma noble y se nota la inocencia en su rostro.- comentó el conde con su voz profunda y una sonrisa maléfica.

- No, ese es un error. Ella no es la princesa Celeste. Es mi ahijada Alicent. - corrigió la reina.

- Me gusta. La quiero a ella. - dijo el joven que acababa de entrar, mientras miraba a su padre.

- Pero ella no era parte del trato. - dijo la reina con un poco más de valentía.

-Está comprometida o se va a casar? Traía puesto un vestido de novia. - dijo el joven.

- No que yo sepa, ella se estaba probando el vestido de novia de su madre, lo acabamos de encontrar. - Contestó la reina señalando el baúl aún abierto.

- Perfecto. Haremos un intercambio de novia. Aliste a su ahijada para que se case con mi hijo ahora. - ordenó el Conde.

- Pero ella no sabe nada. Usted había pedido a la princesa hace 18 años en matrimonio para su hijo. Mi ahijada no tiene nada que ver. - defendió la reina.

- Pensé que quería que la princesa Celeste se quedara en el Reino de Arendel con usted. Esta es la mejor opción para que su nieta se quede aquí. Aunque si su nieta le estorba siempre nos podemos llevar a las dos. Yo soy viudo y bien puedo hacer a la princesa mi mujer. - amenazó el Conde.

- No, no se la lleven. Pero mi ahijada está aquí sólo por unos días. Su padre regresará por ella. Qué le diré a él? Y que le puedo decir a ella para convencerla y tomé el lugar de Celeste? - la reina estaba muy abrumada.

- Arregle usted lo del padre. Por la chica no se preocupe, déjenos eso a nosotros. Solo traiga a la muchachita al salón de eventos. Diga que ensayará la boda. Mienta y sea muy convincente. Al fin y al cabo ya está arreglada para la ocasión. - el conde dió una risa malvada.

La reina salió de la habitación donde estaba el Conde para ir a buscar a Alicent. No quería que ellos se llevaran a Alicent, pero tampoco quería que se llevarán a Celeste. Sabía que el Conde era vengativo y no quería contrariarlo.

Cuando llegó a la habitación de Alicent, ella ya se estaba quitando el vestido de novia de su madre.

- Espera Alicent. No te quites el vestido. - dijo la reina.

La chica se detuvo y ya no se quitó el vestido.

- Sucede algo Majestad? - preguntó Alicent extrañada por la actitud de la reina.

- Si, necesito tu ayuda. Como bien sabes Celeste está indispuesta, pero debemos ensayar el acomodo de la boda que se celebrará esta misma noche. Quería preguntarte si tú pudieras ayudarnos. - dijo la reina, disimulando el pesar en su corazón.

- Por supuesto que la ayudo. Pero yo nunca he asistido a una boda, no tengo idea qué pasos debo seguir. - dijo Alicent inocente.

- No te preocupes por eso Ali, el sacerdote te dará la pauta a seguir. Solo sigue sus instrucciones.- dijo la reina.

- De acuerdo. Vamos. La princesa Celeste es una chica muy linda. Lo menos que puedo hacer es ayudarle con esto. - dijo Alicent sonriendo.

Ambas salieron de la habitación y fueron hacia el salón de eventos. Ahí estaban el Conde, el prometido de Celeste, el sacerdote y unos cuantos ministros.

- Que debo hacer ahora Majestad? - preguntó la chica inocente.

- Espera aquí. Cuando comience la música camina por el pasillo hacia el novio, de ahí, te dará las instrucciones el sacerdote. - dijo la reina.

- Así es linda. Tú solo sigue las instrucciones del sacerdote y verás como terminaremos pronto. - contestó el Conde haciendo una sonrisa.

Alicent espero con paciencia a qué sonara la música. Cuando empezaron a tocar ella camino insegura hacia el altar.

Cuando llegó dónde estaba el novio, volvió a admirarse de lo guapo que era. Pero se veía una persona fría y seria.

- Debes tomar mi mano en esta parte de la ceremonia. - dijo el chico.

- Estamos aquí reunidos para celebrar la unión entre estas dos personas en santo matrimonio. - comenzó a decir el sacerdote y siguió hablando por un rato más.

Alicent empezaba a sentirse ansiosa. Si era solo un ensayo para qué tenían que hacer la ceremonia completa? Volteó a ver a la reina, pero ésta no la miraba de vuelta. Después de un rato el novio llamo la atención de la chica.

- Alicent te habla el sacerdote. Debes decir que aceptas en esta parte. - dijo el chico.

- Perdón. - dijo Alicent en voz baja.

- Alicent aceptas por esposo a Bruno? - repitió el sacerdote.

- Ehhh.... - Alicent estaba nerviosa.

Algo le daba mala espina. Volvió a voltear a ver a la reina y ésta la animó a contestar con una sonrisa. Al ver a la reina ella se tranquilizó.

- Acepto. - dijo la chica.

- Y tú, Bruno, aceptas a Alicent cómo esposa? - preguntó el sacerdote.

- Acepto. - dijo el joven sin titubear.

- Muy bien tomen los sellos y pongan su dedo ahí. - dijo el sacerdote.

Alicent tomó el sello que le ofrecía el sacerdote y puso su pulgar al igual que lo había hecho Bruno antes. El sacerdote tomó el sello de vuelta.

- Ahora los declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia. - anunció el sacerdote.

Bruno se acercó a Alicent, que estaba distraída. La tomó en brazos y le dió un beso que selló la unión. Alicent había sido tomada por sorpresa. En ese momento se dió cuenta lo que realmente había pasado. Ese no era un ensayo, fue engañada para tomar el lugar de la princesa para casarse con el hijo del Conde.

Con toda la fuerza que pudo juntar intentó alejar Bruno de ella y romper el beso. En ese momento Alicent empezó a sentir picazón en su mano y apareció un tatuaje de una anillo en su dedo, parecido al que tenían sus padres y vió que Bruno tenía uno exactamente igual en su dedo.

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Comments

Betty Saavedra Alvarado

Betty Saavedra Alvarado

que significa el tatusje

2023-03-12

2

Carnita Ku Ku

Carnita Ku Ku

y no hay rey? sólo mencionan a la reina, pobre Alicent

2023-03-08

1

Rurcel Lacourt

Rurcel Lacourt

de decepción de la reina. y por qué le tiene tanto temor al conde no se supone que es un Reina.

2023-03-01

3

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