Capitulo 20

Por casi media hora, la abuela Martha relató una historia que para Sazshen era absoluto terror. En un edificio que tenía goteras, con frío en invierno y calor en verano, vivían casi 40 niños de edades de 2 a 13 años, prácticamente comiendo sobras, y vistiendo harapos. Desde hace algunos años les habían cortado cualquier tipo de financiamiento, y por si fuera poco todavía tenían que pagar la renta del terreno, las ciudadanías de ella y su nieta, y de los niños que ya habían cumplido los 10 años y que no habían podido encontrar un trabajo como aprendices de un oficio.

Para Sazshen que todavía no entendía cómo funcionaba la moneda de ese mundo, las cantidades se le escapaban, sin embargo, no quería interrumpir a la anciana con explicaciones monetarias, pero había comprendido que los adultos pagaban el importe completo, y los niños pagaban la tercera parte hasta haber cumplido los 15 años donde ya serían adultos completos al uso.

Actualmente en el orfanato, había 9 niños que habían superado los 10 años, y de los cuales, 3 por diversas razones no habían conseguido trabajo como aprendices, y los pocos que si, semana a semana juntaban las escasas monedas que habían ganado para ayudar a los gastos comunes del orfanato, y colaborar para pagar el impuesto de sus compañeros.

Para la comida, ya sea su nieta Elena o su asistente Aarón, recorrían el mercado donde recibían las sombras, lo que estaba por caducar, y lo no se podía vender como "donaciones", y quizás una moneda o dos de algunos tenderos de buen corazón, pero que tampoco podían permitirse mucho debido a que los impuestos por el terreno subían más año a año.

Mientras más cosas escuchaba, la pregunta de "¿Porqué nadie hace nada?" Se repetía una y otra vez en su cabeza, pero fue indirectamente contestada cuando la anciana cambió ligeramente de tema, y empezó a hablar de las denuncias de corrupción y el descarado robo del presupuesto para obras públicas que la señora de la ciudad, cometía de manera flagrante.

Tanto había escalado el problema, que la abuela Martha había escuchado que el Rey había enviado a alguien para supervisar y comprobar de primera mano cuánta verdad había en las "supuestas" denuncias de corrupción. Sin embargo, ese enviado supuestamente llegó a hacer su inspección desde la semana pasada, pero aunque la abuela Martha y muchas personas más lo estuvieron esperando, este jamás salió de la mansión de la condesa y de la zona alta de la ciudad.

Un enviado…

Se repitió Sazshen mientras recordaba que Charlotte le había comentado que ella había sido enviada por "su padre" para supervisar unos asuntos.

Pero animal…

Dijo mientras aparentaba el puño pensando en un Rey al que todavía no conocía su rostro.

¿Cómo se te ocurre enviarla a ella para supervisar algo así?

Por lo poco que la había conocido, sabía que Charlotte era si bien algo egoísta y muy egocéntrica, en el fondo tenía buen corazón, sin embargo, de la misma manera parecía bastante fácil "engañarla" con ropa y regalos bonitos.

En su mente, una mujer sin rostro llevaba de la mano a la ingenua Charlotte por tiendas de ropa y pastelerías, mientras le contaba de lo bien que iba todo, y lo mucho que los "campesinos" exageraban y mentían de su gobierno.

Pensando en toda la montaña de basura que había descubierto sin intentarlo, dio un largo suspiro, y se dijo que debía hacer algo.

Bien, puedo hacer una gran donación al orfanato, pero eso solo ayudará un tiempo. El dinero se acaba, y si no resuelvo el problema de raíz en unos años volverán al mismo punto.

Pensando en muchas cosas, se preguntó cuál era el mejor camino.

¿Debería tener una conversación con esa Condesa?

Se preguntó mientras consideraba su posición. Ella lo último que quería era meterse en política, pero al menos podía hablar con Charlotte, la que a sus ojos era la menos culpable en todo este asunto, para que cambie su informe y diga la verdadera situación en que se vive en la ciudad. Eso debería ayudar, pero ¿En realidad lo haría? ¿Cuál es el castigo que la condesa iba a recibir? ¿Ser destituida de su cargo o simplemente tendría una multa que apenas afectaría a sus enormes arcas?

Bien, sea como sea debo hablar con Charlotte de todo esto, aún creo que bajo ninguna circunstancia ella es la mayor responsable, pero aún tiene un poquito de la culpa, y debo ayudarla a ver su error.

Aun dando vueltas al asunto, sin saber de qué tanto castigo recibiría la verdadera responsable, se preguntó si no era mejor intentar encontrar una manera para que el orfanato se volviera autosuficiente.

Hmm, en el orfanato que había en mi ciudad natal tenían un gallinero, así podían obtener comida, y un pequeño ingreso vendiendo huevos. No me parece tan mala idea, cuidar gallinas en un trabajo sencillo que los niños podrían hacer, sin embargo ¿Habrán gallinas en este mundo siquiera?

Recordando que en su inventario, si bien no tenía "gallinas" tenía un sustituto bastante bueno, Sazshen sonrió y se dijo que ya tenía más trabajo.

Bien, por ahora, haré una donación, dejaré unos cuantos "festines" más, veré si puedo hacer algo para reparar el destartalado edificio, y luego iré a hablar con Charlotte con respecto a este asunto. Ya mañana decidiré si ir a hablar con esa "Condesa" y podré comentarle a la abuela Martha qué opina de poner un gallinero.

Sacando una mochila de su inventario, la llenó con mucho oro, y varias "esferas" para poner un festín. Creyó que lo mejor para evitar robos, era que la anciana administrara todo por sí misma. Una vez que estuvo todo en su sitio, le susurró a Bea al oído, y de un salto, fue a entregarle la mochila y a explicarle cómo funcionaba.

Atómica, al ver como la mujer sacaba puñados y puñados de monedas prácticamente de la nada, y las colocaba en una mochila claramente demasiado pequeña para tanto oro, apenas tuvo fuerzas para preguntar cuando la pequeña niña le pidió que se colgará la mochila al hombro, y que luego "pensará" en sacar una moneda del vacío.

Quedando aún más atónita, observó cómo una bruma apareció cuando levantó el brazo, y una moneda, tan grande como un medallón apareció en sus manos cuando "pensó" en ella. Anonadada, y ya siendo incapaz de seguir procesando lo que veía, la anciana mujer creyó que estaba en una especie de sueño, y todo cobró sentido.

— ella dice que con esto compré camas nuevas, ropa abrigada, y también el terreno para que dejen de seguir rentando. También dice que si "piensa" en comida, una esfera aparecerá en su mano, y una mesa como la en la que comieron los niños va a aparecer.

Mirando su rostro reflejado en el brillante medallón, la anciana sonrió y se dijo que no tendría nada de malo seguir el juego.

— Le pediré a Elena que vaya a la ciudad en este momento, aparte de comprar cosas también tenemos algunas deudas de gente que nos ha prestado para terminar un pago, también debo esperar a que vuelva Aarón, al muchacho le debo como 5 años de sueldos vencidos.

En ese momento, los ojos de la abuela Martha se humedecieron, si esto era una sueño, era uno muy bonito

Con una sonrisa, Sazshen salió de la tienda, y se dirigió hacia afuera del edificio, quería ver si podía arreglar algo para ya que estaba aquí, y comprobar si había espacio suficiente para poner un gallinero en caso de que decida hacerlo.

Sin embargo, a medio camino un mensaje bastante extraño apareció justo frente a su cara.

¿Qué rayos es eso?

Se preguntó mientras intentaba tocar las letras flotantes que habían aparecido, pero su mano solo las atravesaba.

Desde que llegó, nunca le había pasado nada ni similar, a veces cuando se concentraba mucho podía ver los iconos de sus habilidades, o la silueta de los objetos en su inventario pero hasta ahí, no tenía ningún tipo descripción, y nunca le había aparecido ningún mensaje.

Saliendo a fuera del edificio, porque creyó que era la mejor opción. Ladeó levemente la cabeza, se fijó que debajo del mensaje aparecía en en mayúsculas "ACEPTAR/RECHAZAR".

Confundida, pensó a darle a rechazar, ya que después de todo, el mensaje parecía peligroso, sin embargo, por mera curiosidad, le dio a aceptar, pensando que pasará lo que pasará podría con eso.

Apenas había aceptado, sintió un dolor muy leve, como si alguien le hubiera pinchado con una aguja y mentalmente, sintió que sus puntos de vida bajaron… un poquito, pero…

No pasó nada más.

Mirando en todas direcciones, se preguntó.

¿A qué rayos se refería con "llamar aliado"?

Sin embargo, mientras miraba en todas direcciones, vio una enorme columna de humo que no estaba cuando entró.

¿Qué estará pasando ahí? ¿debería ir a revisar?

Con muchas preguntas en su cabeza, y sin entender nada, Sazshen se preguntó dónde estaría Charlotte y si tendrá que ver con el disturbio que se veía a la distancia.

...****************...

Con un poderoso impacto, que hizo eco en toda la plaza, Charlotte salió disparada a más 60 kilómetros por hora y fue a dar contra el escaparate de una tienda.

Aterrada, la veterana, cuyos cabellos y ropa se habían empapado de sudor, tierra y sangre, apenas fue capaz de gritar.

— ¡¡mocosa!! ¿¡Estás bien!? ¡Responde!

Sacudiendo trozos de escombros y de vidrios de su cabello, Charlotte se levantó, y golpeó el piso con su bastón, a lo que un centenar gorriones salieron volando, y explotaron al impactar contra su objetivo.

— ¡Como nueva!

Gritó y de un salto salió del camino para evitar salir volando de un nuevo impacto.

Jadeando mientras corría para buscar una posición más ventajosa, tuvo que empezar a hacer la segunda cosa que más odiaba en el mundo, racionar su maná.

Me queda poco más de un tercio.

Se dijo mientras otro centenar de gorriones explosivos, el único hechizo que había probado funcionar, salieron volando y explotaron al contacto.

Un poderoso rugido casi la obliga a taparse los oídos, pero sabiendo que no podía desaprovechar una oportunidad tan buena, un gorrión, más pequeño pero mucho más rápido y letal que los demás, voló hasta entrar en las fauces de la criatura, y explotó, causando quizás el mayor daño de lo que iba la pelea.

Sin apenas tiempo para reacionar, y confiada en que la criatura no atacaría tan pronto, nada pudo hacer cuando otro poderoso golpe la envió volando hasta impactar contra un edificio.

— ¡Mocosa! ¿Estás bien?

Volvió a gritar la anciana a la distancia.

— ¡Qué si mierda!, ¿¡quieres dejar de preguntarme cada 5 minutos!?

Contestó la chica mientras sin tiempo que perder, se había levantado y había empezado a correr debido a que desde hacía rato, la criatura la había tomado como objetivo al ser la única que podía hacerle daño.

Ahora ya estoy más o menos a un cuarto de capacidad…

Pensó mientras la barrera había demostrado ser su mayor aliada y su mayor enemiga.

Mirando hacia atrás, una gigantesca criatura similar a un primate sin pelo, de quizás 5 metros de alto y fácilmente 2 toneladas de peso, la perseguía a una velocidad impresionante para su inmenso cuerpo.

Cada uno de sus golpes me cuesta una barbaridad de maná, y solo los hechizos más potentes pueden atravesar su piel. Tampoco puedo bajar mi barrera ni por un segundo. ¿Realmente podré con esa cosa?

Mientras corría, desde lo alto de un edificio, la anciana saltó y clavó su estilete en la frente de la criatura, obligándola a abrir sus fauces.

— ¡¡Vamos, ahora!!

Gritó la anciana a lo que Charlotte quería decir, "no me lo tienes que decir".

Tres de los gorriones especiales volaron dentro de las fauces del extraño gorila lampiño, y explotaron haciendo que la criatura se moviera de manera errática, golpeado todo a su alrededor con sus largos brazos.

Saliendo disparada por el brusco movimiento, la anciana iba a golpearse contra una pared, pero un momento antes de impactar, una esfera de agua la atrapó y amortiguó su caída.

— ¿¡Se lastimó la espalda anciana!?

Gritó Charlotte en venganza.

— ¡Silencio mocosa, yo hacía esto antes de que usarás pañales!

Quedándose quieta un momento, la veterana quiso tomar aire, pero no tuvo apenas la oportunidad porque el gorila lampiño lanzó un poderoso puñetazo a su dirección. Saltando en el último momento, y habiendo dejado de ser el objetivo de la bestia debido a que la niña había lanzado un otro centenar de sus gorriones contra la criatura, la veterana finalmente pudo tomar aire.

Jadeando, la anciana miró que la bestia prácticamente había perdido la quijada, pero aún seguía con ganas de seguir molestando.

Haciendo crujir los huesos de su espalda, se dijo que realmente se la había lastimado, pero nunca lo admitiría delante de la engreída chiquilla que no tenía respeto por sus mayores.

Ya estoy muy vieja para esto, y se supone que me había jubilado.

Mirando su viejo estilete, la reliquia de su antigua vida que había empeñado durante una mala época. Lo apretó con fuerza y volvió una vez más a la carga.

Bueno, ya me había aburrido de vender comida, siempre supe que eso de morir en una cama no era para mi.

Pensando en repetir la táctica que había funcionado tan bien. Subió a lo alto de un edificio, y de un un cruce de miradas con la chiquilla, está supo que debía hacer.

Una vez más, de un salto se subió a la cabeza de la criatura, pero en esta ocasión su objetivo era montarlo cual toro, y dejar que la chiquilla tenga la oportunidad de preparar un golpe final.

Los músculos brazos de la bestia le impedían alcanzar su propia cabeza con facilidad, pero aún podía lanzar manotazos a todos lados.

Esquivando lo mejor que era capaz, la veterana contuvo lo mejor que pudo sus ganas de gritar "¿Cuanto falta?" Pero casi como si le leyera la mente, la chiquilla gritó.

— ¡Apartarse!

Saltando en cualquier dirección, de reojo pudo observar a una hermosa águila de fuego, volaba en dirección al agujero de la boca de la bestia, y de un movimiento grácil, entró en lo que quedaba de sus fauces, y recorrió el camino de la garganta hasta el estómago.

De una explosión de sangre y tripas, la criatura finalmente cayó derrotada en pedazos, y jadeando, por haberse roto un brazo por haber aterrizado mal, la anciana vio como la chiquilla que tampoco parecía estar en las mejores condiciones, se había acercado a donde estaba.

Sin mirarla de frente, la chica que tenía una cara mortalmente seria, pareció buscar algo con la mirada, y cuando pareció encontrarlo dijo.

— ya no es una broma, váyase a casa y descanse abuela. Ya hizo demasiado.

Sujetando su brazo que le dolía a muerte, y que lamentablemente el mismo con el que usaba su estilete, miró de reojo a la chiquilla y le replicó.

— Lo mismo te digo niña, ¿Cuánto maná te queda? Ese elfo sigue allá afuera, y ya no estás en las mejores condiciones para enfrentarlo.

— Lo sé y también sé que voy directamente hacia él. Esto solo era una distracción para que ellos pudieran trabajar en paz, y si no los detengo muy probablemente mi madre estará muy decepcionada de mí.

— ¿Tu madre? ¿La reina?

Replicó la anciana, sabiendo bien que la reina había muerto hace ya muchos años, concretamente, muy poco después del nacimiento de Charlotte.

— Mi madre es una Emperatriz.

Declaró la niña y empezó a caminar y luego a correr, dejando atrás a la anciana.

Aún sujetando su brazo, se dijo que este día había sido demasiado extraño.

Una mujer gigante, un ataque terrorista contra la ciudad, una princesa hechicera, y una inesperada vuelta a la acción.

Riendo por lo bajo, arrastró su cuerpo con mucho esfuerzo hasta la fachada de un edificio, y se quedó ahí esperando a que alguien venga a por ella.

Mirando a su viejo estilete que se había partido durante ese último ataque, sonrió y apoyó su espalda contra la pared.

Diste lo mejor ti viejo amigo, ¿Quién diría que nuestro reencuentro sería nuestro último día juntos?

Cerrando los ojos, se quedó esperando hasta que a lo lejos escucho los pasos de los guardias que estaban buscando supervivientes, sin fuerzas para gritar, simplemente se quedó tranquila mirando al cielo.

Esa noche la luna estaba hermosa.

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Comments

lechuza 🦉

lechuza 🦉

espero que no muera

2023-04-16

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