Capitulo 9

Un gran número de soldados se hallaban arrodillados en el piso, y mientras Sazshen se encontraba con su habitual expresión aburrida, delante de ella, una adolescente que decía ser una princesa, sostenía un bastón de mago en sus manos y tenía una expresión de pocos amigos.

Es muy adorable...

Pensó de manera inconsciente, mientras miraba fíjate a la chica.

La pequeña princesa en cuestión era una princesa demasiado estereotipada, tenía una nariz pequeña, y unas pestañas largas, una cabellera de color rosa chicle caía casi a media espalda, y pequeñas estrellas de plata adornaban su cabello por todos lados. Su vestido de fantasía parecía algo más bien un disfraz un poco exagerado, con muchas telas y pliegues de varios tonos de rosa. Guantes de seda cubrían sus manos, y aunque Sazshen no era una experta, estos parecían tan caros como delicados, al punto que ya los veía romperse solo por la forma en que la chica sostenía el bastón que tenía en sus manos.

Y pese a que Sazshen estaba completamente absorta en la chiquilla que parecía ir a un concurso de cosplay, en lugar de una peligrosa misión como está decía estar. Apenas noto que alrededor de la princesa un círculo de luz se había formado.

Golpeando la tierra con su bastón, un inmenso Golem apareció y corrió en dirección a Sazshen, y con sus enormes puños de piedra estaba por darle un puñetazo, pero está lo detuvo con la punta de su uña.

Le debe gustar mucho el rosa.

Pensó mientras miraba que incluso sus pupilas eran de ese color, y agitando ligeramente la mano, el Golem salía disparado en dirección al bosque.

Con una expresión de frustración, Charlotte levantó su bastón en alto, y un círculo plateado apareció delante de ella. De la superficie planteada como el mercurio, unas fauces empezaron a emerger, y una largo dragón de plata voló en dirección a Sazshen.

Uhh, debe estar al nivel 40 si puede hacer eso.

Detenido al dragón de plata con una mano, para que no pueda lastimar a la pequeña Bea, con su mano libre repitió su golpe de chasquido con su dedo índice y pulgar.

Con un poderoso impacto, el dragón se deshizo y la fuerza restante del golpe fue en dirección a Charlotte, que golpeó su bastón en el suelo, y una cúpula de roca la cubrió.

Corrijo, si no tiene un periodo de refresco después de usar un dragón de plata, eso significa que ya tiene una doble especialización y debe estar mínimo al nivel 50.

La fuerza del chasquido destruyó la cúpula que había creado, e iracunda, levantó su bastón en lo alto, y varios círculos rojos aparecieron a su alrededor.

Eso es peligroso…

Dijo mientras apareciendo detrás de la pequeña prodigio en magia, le quitaba el bastón y le daba dos leves golpecitos en la cabeza. Cosa que a su punto de vista, era de basta y sobra para llamar la atención a niños malcriados.

Levantando el bastón lejos del alcance de la princesa, está iracunda empezó a dar saltos y exigir que se lo devolviera.

Mirando al cielo, vio que la bola de fuego que había empezado a formar desaparecía.

El primer hechizo de meteoros se aprende al nivel 70, está pequeña no mentía cuando dijo que era una prodigio.

Cerrando los ojos, se puso a pensar en cuál era la fuerza general de las personas en este mundo. La pequeña princesa decía ser un prodigio y casi había alcanzado el nivel máximo, pero en cambio mirando a sus guardias, aún sin comprobar sus habilidades nadie le parecía superar siquiera el nivel 30.

Al nivel 30 los guerreros aprenden "indomable" y eso les permite resistir el control mental y el aturdimiento. Si bien eso no basta para oponerse a mí "orden Imperial" como mínimo debería haber alguno que parezca que está luchando, sin embargo, siguen pegados al piso totalmente inmóviles.

— oye tu, devuelveme mi bastón, tu maldita exhibicionista, vaca lechera, gigantona.

Ignorando a la pequeña princesa, continuo pensando.

¿Entonces, la princesa estaba tan segura de sus habilidades que se formó un ejército de debiluchos? ¿o ella es anormalmente fuerte por ser una prodigio, y el nivel general de este mundo es así de bajo?

— que soy la princesa del reino. ¿Eres tan idiota que no entiendes eso? ¿Sabes quién es mi padre? Mi padre es el Rey, podra ser un viejo inútil que se niega a dejar su puesto, pero aún es alguien importante.

Necesito conocer más gente para poder hacerme una idea de que tan fuertes son las personas de este mundo.

Concluyó Sazshen aún ignorando las quejas de la princesa.

— jajaja ¿Un Rey?

Dijo la pequeña Bea que se acercaba a la escena con una expresión altiva.

— mi señora es una Emperatriz, ¿Sabes que es eso boba? Eso quiere decir que hasta los reyes deben postrarse a sus pies.

— ¿Emperatriz?

Repitió incrédula la princesa, mientras un montón de piezas empezaron a caer dentro de su cabeza.

Creo que la pequeña princesa podrá responder a muchas de mis preguntas.

Dijo para sí misma Sazshen, pero mirando a los soldados, sintió una punzada de culpa por el trato que les había dado.

Pero primero debo hacer algo con esta pobre gente, al final del día solo deben ser gente haciendo su trabajo y no merecen este tipo de trató.

Aun con el bastón de Charlotte en la mano, Sazshen empezó a caminar en dirección a los soldados y metiendo la mano en su inventario, sacó una pequeña esfera de color roja.

Espero que sea suficiente, aunque ya probé que las cantidades de comida son excesivas.

Arrojando la esfera en medio de los soldados, una inmensa mesa para 40 personas apareció.

Tal y como había ocurrido con el "festín para 10 jugadores" la versión de 40 tenía una mesa a rebosar se todo tipo de comidas, jarras de zumo, botellas de vino, e incluso un barril de cerveza.

Mirando a su alrededor, entre la multitud vio a dos personas diferentes del resto de los soldados, la primera era una mujer con uniforme de sirvienta, y la segunda era un soldado con un casco y armadura con un diseño distinto, que temblaba ligeramente como si intentara luchar contra la orden Imperial.

Acercándose ambos, que para su suerte habían quedado bastante juntos, se sentó en cuclillas y dijo.

— arriba.

Con esa única palabra, el control fue liberado y lejos de subir la mayoría de soldados cayeron al suelo, pero el "capitán" como Sazshen asumía que era, se puso de pie quedando frente a ella.

Mirando a los soldados, se dijo que su pánico escénico le impediría hablar frente a tanta gente, y si hablaba como Sazshen lo haría, siempre corría el riesgo de activar su orden Imperial sin querer.

Intentado ignorar a la multitud, y pensando qué solo existía el capitán, con voz queda declaró.

— Voy a hablar con su princesa en privado. No le haré daño mientras mis palabras sean obedecidas. ¿Está de acuerdo o piensa oponerse a mí voluntad?

¿Qué? Eso sonaba mucho mejor en mi cabeza. ¿Es acaso que únicamente puedo ser amable cuando hablo con niños?

Mirando a su alrededor, el capitán suspiró, y se dijo que por lo había podido observar, la resistencia era inútil.

— ¿Van a hablar dentro de esa tienda?

Declaró el capitán mientras señalaba con su mano.

Limitándose a asentir, con miedo a que si abría la boca terminaría sonando más intimidante de lo que quería. Señaló la mesa con una mirada.

— ¿Es para nosotros?

Preguntó el capitán un poco confundido.

Ignorando la pregunta, creyendo que era el tipo de pregunta que el silencio podría responder, se puso de pie y miró en dirección a la sirvienta.

Debe ser la criada de la princesa, probablemente está se sentirá más cómoda si la llevo con nosotras, pero ¿porque sigue arrodillada?

Pese a que el efecto ya había pasado, para evitar ser notada y en un intento vano por mantenerse lejos de toda esta situación, la pobre mujer se había quedado inmóvil en el suelo pensando en que si no se movía nadie se daría cuenta que estaba ahí.

— tu, mujer, acompáñanos.

Con un largo suspiro, sabiendo que era la única persona a la que le podían estar hablando, la pobre criada se puso de pie, y miró a la gigantesca mujer con cuernos y escamas.

¿De verdad lo primero que notaste fue el tamaño de sus pechos?

Se preguntó cuestionado la forma de pensar de la princesa.

Las personas no suelen ser tan altas como una casa ni tener grandes cuernos saliendo de su cabeza. ¿Qué demonios le pasa princesa? ¿Qué clase de complejos tiene para ser incapaz de notar todo lo demás que estaba mal con esta mujer?

Siguiendo a la alta mujer, la criada simplemente aceptó su destino mientras repetía "quiero volver a mí casa" por centésima vez ese día.

Al cruzar a lado de la princesa, se dio cuenta que ésta se había quedado callada y solo murmuraba de vez en cuando "los reyes deben postrarse".

Esto es malo…

Se dijo la criada.

La princesa Charlotte está pensando, y nada bueno sale cuando la princesa se pone a pensar. ¿De verdad no puedo ir a mi casa? Yo nunca quise este trabajo.

Cuando la extraña mujer se agachó para cruzar el umbral, el resto de las mujeres no tardaron en seguirla. Por su parte, el pequeño ejército se miraban confundidos los unos a los otros con una expresión que declaraba ¿Qué mierda acababa de ocurrir?

Con un poco de duda, el capitán estuvo apunto de seguir a las mujeres al interior de la tienda pero en eso escuchó a uno de sus hombres decir.

— capitán, esto es cerveza y de la buena.

Mirando en dirección a la voz, vio que dos de sus hombres habían destapado el barril, y con inmensas jarras, porque todo lo que estaba en la mesa era inmenso, habían empezado a beber.

Bahh, total me júbilo la próxima semana.

Mirando a sus hombres, levantó las manos y declaró.

— muchachos, vengan, con confianza.

Siendo esa confirmación lo único que la mayoría esperaba para atacar ese banquete dignó de un monarca, todos tomaron botellas de vino, llenaron jarras de cerveza, y empezaron a devorar los manjares que había en la mesa.

Masticando una pierna de pavo, que extrañamente tenía sabor a pollo, el capitán miró en dirección a la tienda y pensó en la peculiar dueña de la misma.

Va a causar un revuelo en todo el reino, que digo el reino, el mundo entero.

Tragando aquella comida que parecía sazonada con peculiares especias que desconocía, cerró los ojos y apuntó la cabeza al cielo.

La princesa dijo que los cultistas invocaron algo que se salió de control. No creo que haya que ser un genio para sumar 2 y 2.

Mirando de reojo la casa de campaña, se dijo que no debería haber nada de normal en ella y no se imaginó la cantidad de maravillas que debía haber dentro.

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