Sin que se diera cuenta en qué momento ocurrió, Sazshen se había quedado dormida, y fue despertada por el ulular de un búho.
Levantándose de la silla, con cuidado de no despertar a Bea, se estiró ligeramente, esperando tener la espalda destrozada por haber dormido sentada, pero no podía estar más lejos de la realidad. Se sentía fresca y renovada, como si hubiera dormido 10 horas de corrido. Mirando su "trono" susurró para sí.
Pués... Al final si es la silla más cómoda del mundo…
Con un leve movimiento de su mano, su trono desapareció. Había puesto la parte de "Comodidad +100" exclusivamente como una broma. Si bien existía la característica "comodidad" como un medida para calificar los refugios. No tenía ningún sentido que su trono tuviera una característica que solo afectaba a la ganancia pasiva de experiencia. Sin embargo, como era el trono de la Emperatriz, tenía sentido que fuera la cosa más cómoda del mundo, más tomando en cuenta que no había ningún refugio con una calidad superior a los 50 puntos de comodidad.
Estirándose y sintiéndose llena de energía se dijo que no quería dormir a la intemperie, y menos con la pequeña Bea consigo.
¿Que voy a hacer si se enferma? ¿Funcionarán las medicinas del juego?
Pensando en que debía encontrar un lugar donde pasar las noches, se encontró con un problema.
Fantasy Wonderland era un juego bastante viejo, había podido mantenerse a la última de la tecnología parchado y actualizando su motor. Sin embargo, pese a que todos los MMOs de la actualidad ofrecían cambios en el mundo a tiempo real, eso era algo que el anticuado motor no podía conseguir.
Se podían colocar objetos en el mundo, pero únicamente eran visuales, y no podían tener colisión.
Metiendo la mano en una especie de agujero de luz que había aparecido de la nada, Sazhen sacó una especie de cubo de tela y madera, y suspiró al verlo.
— Ahh, esto es lo único que podíamos tener en temas de un refugio móvil…
Cerrando los ojos, jugó un poco con el cubo en su mano mientras pensaba en los viejos tiempos.
En el juego había una mecánica que casi nadie utilizaba, y esa era la de los refugios y el estado "descansado". Cuando un jugador había "descansado" en uno de los refugios, dependiendo de la calidad del mismo, aumentaba la cantidad de experiencia que ganaba al derrotar monstruos y completar misiones, y si tenían el nivel máximo, obtenía un pequeño aumento en la estadística de "suerte" lo que le permitía conseguir mejores recompensas y aunque en papel sonaba bastante bien, en la práctica era otro cantar.
Casi nadie hacía uso de la mecánica del descanso porque los refugios estaban anclados en las ciudades, y en campamentos ya establecidos. Y como era un fastidió estar constantemente regresando a la ciudad cada vez que el estado "descansado" se terminaba, la gran mayoría prefería simplemente pasar de él.
La gente exigía poder llevar bases consigo que pudiera personalizar, cambiar el diseño, decorar a su gusto, y todo ese tipo de cosas que juegos más actuales podían ofrecer, pero una vez más, el viejo dinosaurio de la industria no era capaz de estar al día con todas esas funciones bonitas.
Mirando de nuevo el pequeño cubo, lanzó un suspiro.
Esto fue lo máximo que pudimos hacer…
Hace un par de años, cuando había comenzado el segundo declive del juego, para intentar darle a los jugadores lo que pedían, los tan esperados "refugios móviles" finalmente fueron anunciados.
Durante semanas se teorizó en internet cómo iban a ser estos refugios y que tipo de mecánicas vendría ligados a ellos. Sin embargo, cuando los refugios móviles finalmente llegaron, causaron furor, pero no exactamente el que se esperaba.
Únicamente habían 5 refugios a escoger, uno por cada 10 unidades de comodidad. Visualmente, cada refugio solo era una pequeña casa de campaña de varios tamaños según su calidad, no generaba colisión, era imposible entrar, y para usar solo bastaba un click.
Obviamente, las quejas y las burlas no se hicieron esperar.
Era lo más que podíamos hacer, lo siento, hicimos pruebas, y de verdad que lo intentamos, pero el motor no daba para más.
Dijo para sí disculpándose a un grupo de jugadores sin rostro.
Lanzando el cuadro a un espacio vacío, una gran casa de campaña apareció. Mirándola de reojo, era bastante bonita y parecía muy sólida, pero… ¿Se podrá entrar?
Acercándose a la puerta, con un poco de miedo la abrió mientras cerraba los ojos. Según la descripción que le habían puesto, decía que adentro tenía todas comodidades básicas, además de raciones de comida de emergencia. Sin embargo, claramente no habían diseñado el interior, ya que después de todo, no había ninguno.
Al tocar la puerta, está le ofreció resistencia, por lo que caminó en dirección al umbral, en ese entonces, gracias a sus pies noto que el suelo había cambiado.
Abriendo lentamente los ojos, una visión bastante acogedora la recibo, ante ella había una pequeña casita con todas las comodidades básicas, un fogón donde cocinar, dos camas para descansar, un par de cajas con raciones de comida, e incluso en una esquina, una gran tina de madera donde incluso ella podía caber. Es más, mirando más de cerca las camas y la altura del techo, se dio cuenta que estás se ajustaban bastante bien a su altura, pese a que para entrar, había tenido que agacharse ligeramente.
Hmm, el refugio es mucho más grande por dentro de lo que parece por fuera, además parece adaptarse a las necesidades de su propietario. Esos detalles no estaban incluidos en la descripción.
— bastante curioso, súper conveniente, pero muy curioso
Dijo en voz alta mientras miraba a su alrededor. Y pensando en que si los objetos iban a ser mejores de lo que habían sido diseñados, tampoco se iba a quejar.
Colocando a la pequeña niña en una de las gigantescas camas, la arropo, pero al hacerlo volvió a encontrarse con sus heridas, y apenas pudo reprimir una mueca.
Dijo que era huérfana, ¿pero que demonios estaba haciendo en esa cueva?
Desde hace un tiempo llevaba dándole vueltas en su cabeza sobre lo que se hacía en ese lugar. Claramente, la idea de un culto satánico, y rituales prohibidos llegaron a su cabeza.
Quizás querían invocar algo, algo temible y poderoso, y de alguna manera, Sazshen se vio involucrada, y yo también por asociación.
Un poco más tranquila por haber destruido la base del culto, volcó su atención en la elegante tina de madera y se dijo que un baño de agua caliente siempre le ayudaba a pensar.
Mirando levemente su "atuendo" se preguntó porqué no se sentía avergonzada. Técnicamente iba por ahí únicamente en ajustado traje de baño de dos piezas, y tenía una especie de faldón abierto a los lados para cubrir sus largas piernas. Si en el mundo real intentará vestir así se moriría de vergüenza, pero ahora había sido vista por casi un centenar de personas y apenas le había importado.
Retirando su extraño sostén de metal, que curiosamente era más cómodo de lo que pudiera parecer, y retirando el "resto" sus ropas quedó desnuda, y mirando su propio cuerpo se dijo.
Bueno, Sazshen es una Emperatriz y nadie tiene derecho a decirle que puede y no pude hacer, menos criticar su atuendo.
Solo con un toque, la bañera se llenó de agua caliente, por lo que ella se metió en ella y se relajó.
El agua estaba perfecta, e incluso tenía un agradable olor a bosque que no estaba segura si venía con la tienda o era literalmente por estar en un bosque.
Con todo su cuerpo bajo el agua, volvió a la tarea de pensar qué hacer.
Debo encontrar cómo volver a casa, pero ¿Quiero volver a casa?
Su madre murió cuando era muy pequeña, y su padre falleció de un ataque cardíaco hace apenas dos años atrás, nunca se había casado, y tampoco tenía una pareja. Tenía
amigos, y buenos compañeros de trabajo, eso algo que sí podría presumir, pero nadie dependía de ella, y no había nadie que sufriría demasiado si no volviera a ver, o si no la volvieran a ver.
— Esta mi nuevo juego…
Dijo en voz baja y no muy convencida.
Metiendo la mano en una nube brumosa que era la entrada a su inventario, la sacó con un puñado de monedas de oro macizo.
Mirando al oro, se dijo que debía tener una montaña más de eso ahí dentro. 999,985 monedas más para ser exacta, la capacidad máxima de dinero que se podía tener en el juego.
¿En serio quería volver a su vieja vida? No tenía una gran queja de ella, le gustaba, amaba su vida por ser mucho mejor de lo que habría creído que sería. Era alguien un poco importante, tenía un buen sueldo, gente a su cargo, una casa bonita, era una vida de ensueño, pero…
Mirando a su propio cuerpo, y a las monedas de oro que había tirado a cualquier lado por literalmente tener una montaña como esas de preguntó.
¿Qué es mejor, la vida de tus sueños, o la vida de tus fantasías?
Si se quedaba aquí tendría cualquier cosa que quisiera. Riqueza, poder, servidumbre, y quizás un perrito, que siempre había querido tener uno, pero era alérgica a ellos en la vida real.
Una realidad que tampoco es mala, o una tentadora fantasía.
¿Cuál elegiré?
Mirando en dirección a la cama donde la pequeña Bea aún dormía, se dijo que todas esas preguntas podrían esperar.
Necesita un baño, que cure sus heridas, ropa limpia y fresca, y sobre todo, un hogar bonito donde la quieran y la amén. Eso es lo mínimo que todo niño debería tener.
Saliendo de la tina, tomó una toalla que había colgada y se secó con ella. Mirando a su alrededor, pensó que había hecho un pequeño desastre con el agua, pero para su sorpresa todo estaba limpio.
Y además se limpia sola, ¿Este lugar podría ser mejor?
Con una sonrisa, volvió a ponerse su ropa, que tampoco era tan diferente a seguir desnuda pero el conjunto le gustaba más.
Volviendo a meter la mano en su inventario, sacó una pequeña botellita de cristal con un líquido dorado en su interior.
Esta era la mejor poción del juego, que curaba todos los cambios de estado, y restauraba la vida por completo. ¿Servirá?
Acercándose a la pequeña, retiró la tapa y acercó la boquilla a sus labios. Sin ofrecer resistencia, la niña bebió el contenido de la poción sin llegar a atragantarse, y apenas la última gota había caído en su garganta, la pequeña brillo levemente con una luz blanca, y cuando está desapareció, tanto la mugre como las heridas y moretones que tenía en su piel habían desaparecido.
Sonriendo Sazshen tiró el frasco vacío a cualquier lado.
Ahora solo necesita ropa nueva, pero eso es algo que no estaba segura si le podría proporcionar.
Tenía el inventario lleno de armas y armaduras de la mejor calidad. Para preparar el evento final, había llenado muchos cofres con el mejor equipo del juego, para que las personas que volvían a jugar después de años no se quedarán atrás en la batalla final, y pudieran resistir mejor los poderosos ataques de Sazshen.
Y por eso le habían quedado muchos sets enteros en su inventario, pero eso eran armaduras y equipo para la batalla, no tenía nada que pudiera usar una niña pequeña.
Debo encontrar una ciudad.
Se dijo mientras se acercaba a su propia cama.
En una ciudad podré encontrar ropa, información por si me llegará a apetecer volver a casa, y quizás alguien que pueda hacerse cargo de la pequeña Bea.
Acostándose en la cama, le sorprendió lo cómoda y suave que era. No tenía nada que hacer contra su trono, pero era bastante mejor que la cama que tenía en el mundo real.
Dormiré un poco más, al menos hasta que amanezca, ya después buscaré una ciudad, haré preguntas, le conseguiré ropa a la pequeña y todo ese tipo de cosas.
Mañana será un día ocupado, pensó mientras recordaba que había dicho lo mismo hace un par de horas.
¿Cuando vuelva a abrir los ojos, donde apareceré? ¿Seguiré estando en este extraño mundo, o habré vuelto a la realidad?
Aunque no su cuerpo no estaba cansado, su mente contaba una historia completamente distinta, es por qué acostada en una suave cama no tardó mucho en quedarse dormida, y ni siquiera se enteró que la lluvia de fuego que había creado, y la destrucción de la base de los cultistas, había hecho que varios grupos de personas supieran de su existencia.
Justo en el momento en que Sazshen se había metido en su cama. Dos jinetes exigían al máximo sus monturas, yendo cada uno por caminos distintos.
El primero era una figura enmascarada, que habiendo escapado de la cueva por la ruta secreta, se creía a salvo, y al sentir temblores en la tierra, se imaginó que una inmensa batalla debía estar ocurriendo.
— no podrá contra el guardián…
Se repitió mientras se alegraba de siempre traer una de las pirámides consigo. Su orden solo había podido reunir 12 de esas pirámides y habían tenido que gastar 4 en el pasado para salir de problemas similares.
Aún nos quedan 7. Son más que suficientes, y si las excavaciones en las ruinas rinde sus frutos, quizás puedan encontrar un par más.
Mientras cabalgaba a todo galope, en ocasiones miraba atrás y se preguntaba que había salido de la pirámide. Siempre que las usaban, una criatura diferente salía, todas poderosas, y con la capacidad de destruir ciudades enteras.
Frustrado por haber fracasado, pero feliz por haber sobrevivido, continuó galopando hasta que detrás de él vio algo impensable.
Una lluvia de fuego cayó justo detrás el, por la distancia que había recorrido le era difícil saberlo, pero ¿En dónde más podría estar ocurriendo?
Justo encima de su base, en el antiguo santuario de la diosa de los deseos, una lluvia de fuego como la que no había visto igual caía.
— Debo avisar a los demás…
Dijo y tiró de las riendas para controlar a su aterrado caballo.
Galopando a todo lo que la bestia era capaz de correr, viajó al sur.
En el norte, un pobre y mal afeitado guardia de caminos exijia más de la cuenta a un viejo corcel, tan fastidiado de la vida como su jinete, pero que el terror y el miedo les habían devuelto por una noche los andares de una juventud ya olvidada.
Debo ir a la ciudad…
Se decía mientras agitaba las riendas.
Detrás de él, la tormenta de fuego continuaba y era tan grande que se imaginó que debía poder verse aún desde la ciudad, no habrá problema para que le crean, pero debe dar la alarma rápido.
La joven princesa…
Pensó mientras una alegría inmensa le daba algo de tranquilidad al aterrado hombre.
La menor de las hijas del Rey, la mayor prodigio en magia que la nación había producido desde la ya difunta Reina, ella había venido a la ciudad por orden de su padre para realizar una inspección de la guardia.
Si, ella se encargará o si no, dará aviso directo a su padre y enviaran a alguien para que se encargue.
Mirando atrás por última vez, se preguntó qué cosa en el mundo podría crear algo así.
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Comments
lechuza 🦉
ya con algo poderoso ya entraste vos
2023-02-13
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