Con la pequeña niña, que en sus brazos no era más grande que un bebé. La alta figura con cuernos siguió gritando con furia a la multitud.
— ¿Que acaso nadie me va a responder? Exijo que me señalen a los padres de esta niña.
A todos los encapuchados la situación era extraña, el ritual que llevaban meses preparando no solo había fallado, sino que había invocado a un ser desconocido, que los tenía a todos sometidos contra el suelo. Y por si fuera poco, para hacer todo aún más delirante, la extraña mujer había cargado a una niña en brazos y ahora exigía ver a sus padres.
No es necesario decir que era una situación sin precedentes.
Mientras la autodenominada "Emperatriz" seguía gritando y exigiendo cosas que carecían de lógica, la figura enmascarada bajaba las escuelas del palco donde había estado hasta hace un momento. Decenas de fragmentos de metal seguían clavados en su pecho y lo hacían sangrar profusamente, por eso aferrándose a la pared, bajo los peldaños uno a uno mientras una de sus manos apretaba con fuerza una pirámide de cristal.
Este lugar está condenado…
Pensó mientras el dolor lo obligaba a detenerse un momento.
Debo escapar, hay otras bases preparadas, este solo fue un pequeño contratiempo, un revés temporal, nuestros planes solo se van a retrasar un poco.
Todo esto pasaba por su cabeza mientras sus dedos acariciaban la pequeña pirámide. No quería tener que gastar eso aquí, pero no podía permitir que esa "mujer" esa tal "Emperatriz" se vaya sin un castigo.
En el umbral de la salida de emergencia que había preparado, pensó un momento en el resto de sus "compañeros".
— Que sirvan para algo.
Dijo en voz alta mientras arrojaba con todas sus fuerzas la pirámide en dirección a dónde el coro se encontraba arrodillado.
— Su carne y su sangre lo alimentarán bien. Emperatriz o no, no podrá hacer nada contra uno de los guardias.
Caminando agarrando su pecho lastimado, el enmascarado entró en el pasadizo secreto, que se cerró, bloqueando la ruta de escape.
Con el enmascarado recorriendo los pasillos oscuros de su pasadizo secreto, completamente ignorante de los eventos que estaban apunto de ocurrir, la pirámide que había arrojado en dirección a sus compañeros, se había cuarteado, y un humo negro empezó a salir de ella.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
— ¿¡Es que nadie va a responder mi pregunta!?
Volvió a declarar en voz de gritó la mujer con cuernos.
— ¿¡Nadie me va a decir dónde están los padres de esta pequeña!?
Tan enojada como se encuentraba, que apenas prestó atención al humo negro que había empezado a rodear al grupo más grande de encapuchados. Y estaba por volver a gritar cuando una vocecilla llamó su atención.
— disculpe…
Repitió la pequeña Bea por quizás centésima vez en lo que iba de la noche.
Inclinado la cabeza para mirar a la pequeña niña que tenía fuertemente apretada contra su pecho, Sazshen tampoco tomó en cuenta que el humo negro había empezado a devorar a los hombres con los que tenía contacto, y había empezado a tomar forma.
— ¿Qué ocurre pequeña?
Le preguntó a la niña que tenía una expresión difícil de describir en su rostro.
— Mis padres no… ellos quiero decir que… la verdad es…
Mirando como la pequeña niña no era capaz de articular sus ideas, con suavidad le puso un dedo en los labios y con ternura la hizo callar.
— shhhh shhh shhh. No hace falta que los defiendas.
Con un largo suspiro, Sazshen cerró los ojos y negó con la cabeza. ¿Cuántas veces había visto algo similar? Muchas veces había visto reportajes de niños abusados por su padres que los defendían o negaban el abusó cuando se les preguntaba o cuando una autoridad competente aparecía. Era muy triste, y una cosa simplemente horrible que no podía aceptar.
Mirando de nuevo a la pequeña niña que tenía una expresión extraña en su rostro, no podía ni imaginar el nivel de abusó que había sufrido. Tan concentrada estaba en el legendario regaño que les daría a sus negligentes padres, y en averiguar si en este lugar había algún tipo de organismo de defensa a los derechos de los niños, que apenas y noto unas fauces gigantescas que cerraban en su dirección, pero con un movimiento mecánico, como el que cualquiera haría para espantar a un mosquito, la punta de sus uñas golpearon el hocico de una criatura, que fue impulsada contra la pared de la cueva, casi volviendo añicos a la criatura en el proceso.
El ruido de un fuerte impacto finalmente llamó su atención, y mirando en dirección a donde había escuchado el sonido, vio una gigantesca pila de huesos de una criatura similar a un reptil.
Inclinado levemente la cabeza, penso para sí.
¿Un dragón no-muerto? No, no puede ser, si fuera un dragón no-muerto en este momento debería. Ahh, ahí va…
Mientras decía estás palabras, un fuego de color morado empezó a arder dentro del cráneo del dragón, y en el lugar donde debería estar su corazón . Los Dragones no-muertos tienen la capacidad de revivir con toda la vida una vez que son vencidos, son unos enemigos bastante poderosos que dieron problemas a los jugadores, hace como 3 expansiones…
— que diminuto eres…
Declaró Sazshen mientras caminaba en dirección a la pila de huesos que empezarán a armarse.
Los dragones no-muertos eran mini jefes bastante duros cuando el nivel máximo era 70, pero son un chiste para un jugador de nivel 100 y muchos más para ella, que podía enfrentar miles de jugadores a la vez.
Esta cosa es peligrosa, no estoy segura si hay una catedral negra por aquí, pero si lo dejo rondando podría lastimar a alguien.
Estando a cierta distancia, vio como los huesos partidos se reparaban y volvían a su sitio. Todo era demasiado realista como para ser hecho con las básicas animaciones de un juego de la década pasada, pensando que todo lo que estaba mirando era real, se dispuso a acabar con la criatura que según la descripción que ella misma había hecho, decía que era un peligro para todos los seres vivos.
Levantando su mano, estuvo apunto de usar el hechizo de ataque más básico que tenía en su arsenal, pero pensándolo mejor, cambió de idea.
Quiero probar hacer eso al menos una vez...
Pensó mientras juntando sus dedos pulgar e índice, le daba un pequeño golpecito de chasquido.
El dragón ni siquiera tuvo la oportunidad de rugir antes de que una fuerza imparable convirtiera todos sus huesos en menos que polvo, e impactará contra la pared causando daños estructurales en la cueva.
De la nada la cueva, y sus paredes empezaron a sacudirse. Todos los encapuchados que habían escapado del control gracias a la fuerza del impacto del chasquido, empezaron a correr en todas direcciones buscando escapar del derrumbe.
Con los ojos abiertos y expresión levemente sorprendida, Sazshen miraba su propia mano y apenas era capaz de creer lo que ella misma había hecho.
— mi señora, es usted muy fuerte.
Declaró la pequeña niña que todavía cargaba con su otro brazo.
— ehh, si...
Respondió ella aún sin terminar de creerlo.
La cueva se estaba derrumbado, y Sazshen seguía más interesada en contemplar su propia mano, siendo ajena de la situación.
— mi señora…
Empezó a decir la niña.
— llámame Sazshen.
Respondió aún contemplando su propia mano.
— ehh, no podría, usted… yo… estén… ¿No deberíamos escapar de aquí?
— ¿escapar..?
Replicó su Emperatriz en respuesta, que levantó la vista con gesto aburrido y contempló como la cueva empezaba a derrumbarse.
— supongo que deberíamos.
Declaró su gran Emperatriz con expresión ausente, casi como si fuera incapaz de ver algún peligro. Sintiendo una tranquilidad que no había sentido en toda su vida, la pequeña Bea se abrazó más fuerte y cerró los ojos. Tenía la sensación que a lado de su Emperatriz nada podría hacerle daño, y envuelta en una calidez y una sensación de seguridad que aliviaba el cansancio de toda una vida, se quedó dormida en los brazos de la su peculiar salvadora, pensando en que la estatua al final había cumplido.
La expresión de Sazshen era ausente y apenas reaccionaba a los pedruscos que empezaban a caer del techo, sin embargo, dentro de su cabeza, se contaba una historia diferente.
¡¡¡LA CUEVA SE ESTÁ DERRUMBANDO!!! ¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!!
Inmóvil por el pánico, Sazshen no sabía qué hacer. ¡La maldita cueva se estaba derrumbando! Y ella ni siquiera sabía dónde estaba la salida.
La pequeña Bea…
Pensó recordando a la pequeña que tenía en sus brazos. Ella debería saber cómo…
Mirando a la pequeña niña, ésta se había quedado dormida con una sonrisa suave en su rostro.
¡Ohh por favor, nadie se duerme tan rápido!
Pensando en despertarla, descartó la idea casi de inmediato.
La pequeña debe haber pasado por mucho, debo salvarla, pero… ¿Cómo?
Recuperando un poco la compostura, Sazshen inhalo profundamente, y se puso a pensar.
¿Qué habilidad puede sacarme de esto?
Pensando en cómo había construido a Sazshen, y todas las habilidades que le había dado, cerró los ojos, y la respuesta llegó a su mente.
Con su mano libre, levantó dos dedos y los mantuvo en lo alto. En ese momento, del suelo de piedra una inmensa enredadera empezó a crecer, llegando hasta el techo, y deteniendo el derrumbe.
Mirando que la enredadera duraría hasta que ella deshiciera el hechizo o recibiera suficiente daño de hielo o fuego. Acomodó a la pequeña en sus brazos, y con paso lento empezó a buscar la salida.
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Updated 57 Episodes
Comments
Marleen Constanza Henriquez
🤣🤣🤣🤣
2023-11-03
0
Rico caldo
Pues ya está, ya me cae bien la prota
2023-02-14
1
Rico caldo
primero deja que se levanten.
2023-02-14
0