En una inmensa camara de subterránea, un centenar de encapuchados se encontraban arrodillados con la cabeza casi tocando el suelo. Por la mente de cada uno, pasaban millares de preguntas, y no había uno solo que no estuviera confundido ante la situación. Sin embargo, por mucho, la persona más confundida de todas, era una que hasta hace unos minutos, estaba sentada en la pequeña oficina que tenía en su casa, y que actualmente, era la responsable de que toda la multitud se arrodille.
Haciendo un esfuerzo para entender su situación, la alta mujer cerró los ojos, y comenzó a lanzar ideas, ¿estaba soñando? ¿había habido una fuga de gas y ahora alucinaba? Con lo poco que sabía hasta ahora le era imposible encontrar la respuesta. Sin embargo, cuando abrió los ojos su atención volvió a la pequeña niña que tenía delante suya.
Es muy pequeña…
Pensó, para sí.
O mejor dicho, Sazshen es muy grande.
No lo había notado, pero su inmensa altura se había respetado, y ser tan alta era bastante molesto cuando intentaba hablar con una figura tan pequeña, como la niña que tenía delante.
Aún confundida, pensó que tenía un montón de preguntas que hacer, pero detrás suya, una voz jadeante llamó su atención.
— ¿Quién es usted? Oh poderosa monarca que nos honra con su presencia. Le suplico que nos diga su nombre.
Desde lo alto de su balcón, un ser con una máscara blanca, a duras penas había logrado escapar de la "Orden Imperial". Sin embargo, no lo había conseguido exactamente por sus propios medios.
Temiendo que el ritual trajera por error a una criatura desconocida, el enmascarado portaba un medallón que lo protegía del control mental, sin embargo, cuando la mujer dio su absoluta orden, el medallón lejos de protégelo, había explotado, y la única razón del porque había logrado escapar del control a duras penas, fue que el inmenso dolor causado por trozos de metal incrustado en su pecho le habían devuelto el control de su cuerpo.
Sabiendo que sea lo que sea que el ritual había invocado, no estaba tratando con ningún mequetrefe, intento sonar lo más obediente y respetuoso que fue capaz.
— mi sublime señora, por favor, dígame con que nombre debo…
— No te he dado permiso para hablar.
Fue la respuesta que obtuvo de la extraña figura que se había agachado para poder hablar con una niña.
— ¡De rodillas!
Volvió a declarar está en voz de gritó, y una vez más, el peso de una tonelada obligó al enmascarado a volver al suelo.
¿Ehh? Eso sonaba mejor en mi cabeza...
Fue lo único que pudo pensar en esa situación. Ella únicamente quería decir que esperara su turno para hablar, debido a que estaba hablando con la pequeña, sin embargo, lo que salió de su boca, fue mucho peor de lo que esperaba.
Nerviosa, sin saber que hacer a continuación, de la nada la tierna voz de la pequeña llamó su atención y volteó la cabeza para verla a la cara.
— ¿Es usted una reina?
Preguntó con una voz inocente que solo le provocó ternura.
Colocando suavemente su mano en la cabeza de la pequeña empezó a acariciarla, y mientras lo hacía se hizo a si misma la pregunta. ¿que le respondo?
¿le digo que soy la exjefa de desarrollo de una compañía de videojuegos y que fui transportada a este lugar encontrá de mi voluntad? ¿¡cómo demonios le explico todo eso!?
Cerrando los ojos un instante, y mirando de reojo sus manos, la idea de la identidad que debía adoptar para evitarse problemas, le fue clara como el agua.
— Soy una Emperatriz, eso significa que hasta los reyes deben postrarse a mis pies.
— Emperatriz…
Repitió la pequeña maravillada por la palabra.
— Emperatriz…
Repitió el enmascarado que una vez más, el dolor de sus heridas había roto el control mental.
Sabiendo que quizás no tenía otra opción, el enmascarado metió la mano dentro de su túnica, y sacó una pirámide de cristal donde dentro, una especie de llama oscura que bailaba.
Con una sonrisa en su rostro, Bea sentía mucha paz en ese momento. La gran mano que era más grande que su cara, lejos de provocarle miedo, infundía una sensación de seguridad y calma que no había sentido en su vida. Delante suya había aparecido una extraña mujer que la miraba con ternura y acariciaba su cabeza suavemente, y si bien la pequeña niña no sabía que era aquel ser, algo le decía que no era mala.
Contemplando a la niña que sonreía como un cachorrito al recibir caricias, Sazshen, como había decidido que sería su nombre si se lo preguntarán, la observó más de cerca y apenas pudo contener su irá.
Tan confundida estaba por su propia situación que había tardado tanto en ver el horrible estado en el que estaba la pequeña. Era una niña muy pequeña, eso era claro, quizás unos 8 o 9 años, tenía un cabello negro muy corto, y unos bonitos ojos azules, también diría que tenía una piel muy pálida, si no fuera por la cantidad de tierra y barro que la cubría.
La niña estaba mugrosa, como si la hubieran revolcado en el barro, su ropa eran unos harapos que simulaban un vestido muy arcaico, sus brazos y piernas dejaban ver una colección de cortaduras y moretones, muchos todavía frescos.
Una rabia subió desde su estómago hasta su garganta. Si había algo que odiaba, algo que simplemente no soportaba, era el maltrato o la explotación infantil. Cuántas veces no había superado su pánico escénico para gritarle a una madre negligente que apaleaba a sus hijos en medio de la calle. Además, por su el obvio maltrato no fuera poco. ¿Qué demonios hacía una niña tan pequeña en una oscura y húmeda cueva rodeada de adultos con capuchas?
Ohh, apenas encuentre a sus padres, se van a llevar el regaño de sus vidas…
Se repitió mientras levantaba a la pequeña en brazos y se ponía de pie.
— ¿¡Quién está a cargo aquí!?
Preguntó en voz de gritó mientras miraba a la multitud arrodillada.
— ¡Que los padres de esta pequeña se hagan presentes!
Volvió a gritar a una multitud inmóvil y silenciosa.
Con la cara enterrada en medio de dos bollos de carne casi tan grandes como todo su cuerpo, la pequeña Bea no sabía cómo decirle a la gran Emperatriz, que era huérfana desde hace años, y que esto era un culto satánico que intentaba devolver a la vida a un antiguo señor demonio.
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Comments
Rico caldo
pues me está cayendo bastante bien la prota
2023-02-14
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lechuza 🦉
espero que Bea no sea asfixiada con los melones jajaja encerio F Por Bea ahora como le explica (≧▽≦)
2023-02-13
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