Te extrañé

—No, solamente termino la sección… tengo que regresar mañana. —No suelo tenerle miedo a mi madre, la he desafiado muchas veces, sin embargo, hay algo que no entiendo de ella; me es distinta y no logró entender de dónde surgió ese cambio ¿O siempre ha sido así?

Tiene razón en algunas cosas sobre mí, siempre me encierro en mi habitación y paso la mayor parte del tiempo jugando en la consola o computadora. Nunca preste atención a mi alrededor, entonces ella talvez siempre haya sido así y nunca la conocí en verdad.

Ella luego de escuchar mi respuesta solamente asiente y se dirige a sus amigas.

—Me tengo que ir, nos veremos otro día. —Las mujeres le balancean la mano en forma de despedida. —Sube al auto. —Obedezco y entro al coche.

Todo era absoluto silencio y tampoco me atrevía a romper esa atmósfera. A mi lado está Cero sentado, desde hace rato no me dirige la palabra. Parece molesto y distante.

—¿Qué te sucede? —Le pregunto a Cero olvidando el hecho de que solamente puedo verle yo.

—Parece que tengo algo. —Me mira a través del retrovisor.

—Lo siento… no me refería a ti. —Dije volteando la vista a la ventana.

—¿Estás loco ahora? —No le respondí y seguí mirando por la ventana. Por parte de Cero no recibo ninguna respuesta, él ignora por completo mi pregunta.

No había tanto tráfico, llegamos luego de media hora. Cristal fue quién abrió la puerta ¿Qué hace aquí?

—¿Qué tal tu primer día? —La miro con extrañeza y solo respondo con un «bien» y luego subo por las escaleras. Cuando estoy en el último escalón veo a mi padre, mi corazón se alegra y salto encima de él.

—¡Papá! —Mis lágrimas salieron por si solas. Creo que me estoy volviendo todo un llorón. Lo había extrañado tanto.

—¿Cómo has estado? —Me abraza mientras seguíamos en el piso tumbados. —Escuché algunas quejas puestas hacia ti. —Me levanto con un poco de miedo.

—Papá estoy bien. —Escondo mis manos detrás de mi espalda.

—Siempre has sido malo mintiendo. Aquí está papá, puedes hablar sin miedo. —Cuando nota que miro el piso dijo: —Aquí no es buen lugar para hablar ¿Por qué no me enseñas los cambios en tu habitación?

Sonríe y tomo su mano dirigiéndolo hacía mi cuarto. Papá trabaja mucho y son pocas las veces que regresa, cuando viene a vernos nos trae regalos y muchas golosinas. A pesar de que mis padres están casados jamás los vi dirigiéndose la palabra, más bien se ignoran y ni se dirigen alguna mirada.

Sus viajes son el motivo del porqué, él desconoce las agresiones causadas por mi madre. Y temo decirle de ello.

Entramos a la habitación y justo ahí recordé tenerla desorganizada. Pero me sorprendo cuando la veo muy ordenada. Seguramente lo hizo Cristal. Una de las cosas que solía hacer cuando regresaba papá era mostrarle los cambios y nuevas cosas que había agregado a mi habitación. Luego íbamos papá, Cristal, Alexander y yo al parque de diversiones, allí él nos compraba todo tipo de dulces y juguetes. Esos tiempos eran divertidos y son mis recuerdos más hermosos. Papá es el único que sabe mi sueño de ser escritor, ah bueno y el psicólogo ahora por mi error. También mi padre es mi mayor apoyo.

«Cristal te compraré uno de los mejores vestidos». Estaba demasiado agradecido porque ella limpió todo. En la mesa ya no estaban las botellas de vino, ni tampoco había revistas indecentes.

—Mira este papá. —Le muestro una figura de uno de mis personajes favoritos. —¿Es lindo, cierto? Es un doctor y desde muy chiquito estudió para ser el mejor.

—Se ve muy tierno. —Sonríe y toma un sombrero de paja que estaba en lo más alto del estante. —¿Y esto? ¿De algún granjero?

—¡Qué dices papá! ¡Esto es el sombrero del rey de los piratas! —Le explico emocionado.

—«Pareces un loco obsesionado». —Miro a Cero con sorpresa.

—Por fin hablaste. —Sonrío y noto la mirada extraña y curiosa de mi padre.

—¿Hay alguien más? —Lo miro con incomodidad y bajo la vista al suelo. —¿Por qué no me presentas a tu amigo?

—No es mi amigo… lo conocí hace poco, se hace llamar Cero. Luce pálido, su cabello es negro y sus ojos son completamente rojos como los de un vampiro. —Explico nervioso sin lograr mirarle a los ojos.

—No parece alguien malo. Hola Cero, soy Erick padre de Alex, un gusto conocerte. —Saluda casi a todos los lados de la habitación.

—«Tu padre es divertido».

Sí, mi padre es muy divertido.

—Dijo que eres divertido. —Mi papá sonríe y luego dice: —Gracias.

Sigo mostrándole a papá todas las cosas que complementaban mi habitación. Le muestro mis nuevas consolas y algunos peluches que había ganado online. Después, fuimos a ver una película y de regreso en el auto hablé de algunos secretos que guardaba. Él me escuchó y no juzgó mis acciones, más bien se disculpó por su ausencia y lamentó no haber estado conmigo en esos momentos. Me prometió regresar a buscarme, solamente debía arreglar algunas cosas y me alejaría de mi madre.

—Al, por ahora sigue yendo al psicólogo. Prometo volver por ti, me tomará algunos meses, pero no más de medio año. Y si ella vuelve a pegarte llámame para qué la denuncié. —Me mira con tristeza. —¿Estás seguro de que es la primera vez que te pega? Aunque sea la primera podemos ir a la policía ahora mismo…

—No papá. No podemos meter a mi mamá a la cárcel, además fue mi culpa por desobedecer.

—No debí dejarte con ella, mira todo lo que dices. —Me abrazó fuertemente. —No tienes la culpa, ella es la que no tiene amor y te maltrata. —Me mira por un momento y luego dice. —Lo decidí, te llevaré conmigo aunque ella no quiera. No pienso dejarte con esa loca.

Estaba contento por irme con mi papá, pero mañana vería al señor Marcos, no pensaba dejarlo plantado.

—No quiero ir ahora papá.

—¿Por qué? ¿Te amenazó? —Me mira con preocupación.

—No… es que mañana tengo que ir al psicólogo. —Mi padre parecía querer insistir; sin embargo, asintió y dijo. —Está bien. Pero no dudes en llamarme si pasa algo. Vendré en una semana.

—Pero tu agenda es muy apretada y regresar tan rápido sería difícil.

—Eres mi hijo, no importa lo ocupado que este, puedo hacer tiempo para ti.

Luego de esa conversación almuerzo algo con mi padre y después lo acompaño al aeropuerto y le despido. Ese día Cristal fue la única que nos acompañó. Madre ignoró por completo a padre, hubo momentos en dónde mi padre al parecer quiso acercarse y conversar; sin embargo, ella era aburrida respeto al tema.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play