Cero

—Hazlo. No importa si tu madre no quiere, no dejes que ella te ponga prohibiciones, eso es asfixiante. —Dice dejando la libreta y el lapicero a un lado a su derecha. —Cuando te sientas triste, feliz o cansado, escribe y detalla como te sientes y que quieres hacer en ese preciso momento. —Asiento en respuesta. —No pregunté tu edad. —Sonríe y por un momento me pareció la sonrisa más hermosa que he visto.

—Dieciséis, Tengo dieciséis años. —Respondo a su pregunta y él asiente.

—¿Prácticas algún deporte? ¿Aún sigues en la escuela? —Pregunta mientras entrelaza sus dedos y eso le hace lucir mucho mejor en esa camisa, le da un toque profesional y cool a la vez.

—Practico básquet y voy a la escuela de vez en cuando. Soy muy enfermizo.

—¿Enfermizo? —Medita un poco sobre mi respuesta y luego pregunta. —¿Alguna alucinación, dolor de cabeza o ver personas que solamente tú notas?

—«Ese hombre es inteligente, deduce todo con precisión. Me asombra su habilidad». —Ver a Cero me espanta un poco, no había notado su presencia. —«¿Por qué esa actitud? ¿Tienes miedo de que se entere de mí?». —Ignoro la pregunta de Cero y miro al hombre que me mira ahora un poco curioso.

—No veo… nada. —Respondo volviendo a fijar la vista al suelo.

—«Esa es la forma de mentir más patética que he visto». —Empieza a reírse a carcajadas, que resuenan por toda la habitación. Mi rostro se empieza a adornar de color rojo, puedo sentirlo por lo caliente que están mis mejillas. Me levanto con rapidez de la silla, y sin dar explicación salgo corriendo hacia la puerta, la abro y sigo corriendo con todas mis fuerzas. Aún puedo escuchar a Cero que sigue riéndose a pesar de que corre a mi lado. ¿Cómo no se ahoga?

Me detuve en alguna parte de ese larguísimo pasillo, estoy exhausto y necesito tomar aire lo antes posible.

¡—«! Hombre eso fue lo más emocionante que he visto! Es que la manera en que te escapaste ¡Ay no puedo más!». —Sigue riendo como foca loca. Lo miro enojado por su actitud imbécil desde hace rato.

—¡Cállate de una maldita vez! ¡Y lárgate, tu presencia no ayuda en nada!

Me mira molesto y confundido, no da respuesta simplemente deja de burlarse y se recuesta en la pared con ventanas.

Me siento avergonzado «no quiero volver a ver jamás al Dr. Marcos». Me siento en el suelo y apoyo mi cabeza sobre mis brazos los cuales están sobre mis piernas. De repente mi teléfono empieza a sonar. Tomo la llamada sin confirmar de quien la llamada.

—¡Alex regresa tu trasero a la maldita habitación y recibe esa maldita estúpida terapia! —Es mi madre, se escucha molesta a través de la línea. —¿¡Me estás escuchando!? —Trago saliva seca y eso hace que mi garganta duela un poco. «No quiero ir allá de nuevo».

—«¿Importa si quieres ir o no? Tienes que hacer lo que ella dice, después de todo ella es tu madre». —Levanto la cabeza y veo como Cero tiene una expresión neutra mientras decía su «discurso». —«Además, no podrás sobrevivir si te escapas». —Me mira de manera examinadora. —«Sé qué quieres escapar, pero desde ahora te digo que es una mala idea. No tienes a dónde ir, no tienes dinero, casa y tampoco comida para vivir. Yo no necesito nada de eso; sin embargo, tú morirás si no tienes esas cosas».

—Cállate y me importa una mierda si voy a morir cuando decida escapar de ella y de mi vida. No entiendo tu punto de hablarle de muerte a un suicida. —Me puse de pie. —No quiero regresar a esa terapia y tampoco a mi casa. —No escucho a Cero responder solamente me está observando con una cara burlona «¿Qué es tan gracioso?». Cuando me volteo recibo una bofetada en la parte derecha de mi cara.

—¡Ese es el maldito límite de mi paciencia, intenté comprender toda la porquería que haces, pero no hay nada que entender! ¡A ti es a la fuerza que hay que hacerte entender, metes tu trasero a la maldita habitación o yo misma te meto a patadas! —Siento ganas de llorar, mi mejilla arde y es doloroso; sin embargo, me aguanto las lágrimas, ya que frente a ella no quiero lucir débil. —¡¿Por qué no eres normal como Alexander o Cristal?! ¡Dios porque me sucede esto a mí! —Me señala con el dedo. —Entra y ve a esa estúpida terapia. —Una de las cosas que más odio es esa estúpida comparación que hace conmigo y mis hermanos, no tanto Cristal, sino más frecuentemente con mi hermano mayor. Alexander es dos años mayor, desde joven se destaca en todo, absolutamente en todo. Ganando premios por ser alguien inteligente y por tener una buena conducta, además destaca más por tener gran conocimiento con base en lo del arte. Sin embargo, por mi parte he sido todo lo contrario, nunca pude memorizar bien y olvidaba lo enseñado en segundos, a pesar de que amaba las matemáticas me iba como la mierda en esa materia. Durante todo el tiempo de vida me dediqué a querer alcanzar a mi hermano, pero llegué a comprender que la brecha entre nosotros era enorme, jamás lo alcanzaría y solamente pensé «algunos nacen para tener éxito y otros para observar a los que tienen éxito».

Con el dolor presente en mi mejilla, así también las enormes ganas de apretar en ese momento el cuello de mi madre, me aguanté, me tragué cada una de mis lágrimas y caminé en dirección hacia esa habitación de la cual acabo de escapar. «No quiero volver» se repite una y otra vez, hasta que se distorsiona y no parece ser mi pensamiento sino de un grupo negándose a ir a esa habitación, por muy pesados que se vuelven mis pasos, aburridos de ir en esa dirección, las fuerzo a continuar. De cerca escucho mi madre seguirme, me molesta su presencia, si tuviera algo cortante, desde hace tiempo le cortaría la garganta.

Más populares

Comments

Alex

Alex

estoy editando, subo el cap en la próxima semana.

2023-04-29

2

EG Maria

EG Maria

pa cuando el capitulo nuevo?😭

2023-04-29

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play