LA CAÍDA DEL ESCUADRÓN NIGHTFALL

—¡Esto es increíble!—murmuró por debajo Emerson.

—¡Shh!, haz silencio—lo reprendió Kristoff.

Habían pasado solo cuatro horas desde que la parca había llegado a la clínica y se había llevado el cuerpo de Rebecca, hacía tres horas que habían logrado recobrar la conciencia y dos que habían sido llamado al batallón. Los médicos no querían permitir que el dúo saliera de las instalaciones, tanto por las lesiones que sufrieron en el ataque como por el estado del capitán, quienes querían dejarlo por lo menos una semana más dentro. Sin embargo, la orden era traer de vuelta tanto al capitán como a su teniente debido a lo apremiante de la situación.

Estaban reunidos en una sala con varios altos mandos, incluyendo el teniente coronel Sanderson, quien estaba en representación del ausente coronel. Todos estaban discutiendo acerca de lo ocurrido, ya que era muy extraño de que en un solo día se reportara la desaparición del mayor y el secuestro del cuerpo sin vida de la curandera mágica. La mitad de los presentes creían que aquello era una amenaza del reino de Azuri, que estaban vengándose de todos los que pertenecieron al escuadrón. La otra mitad quería tratar aquello como un caso aparte a lo ocurrido en el capitolio.

La discusión estaba tan acalorada, que no podían ni siquiera ponerse de acuerdo si reintegrarán al capitán para investigar el caso junto con su teniente, debido a que se trataba de sus propios compañeros.

—Señores, buenas noches—se escuchó una voz alta y profunda.

—¡Brigadiera Verónica!—saludaron todos al unísono.

Una mujer de avanzada edad ingresaba junto con varios subordinados para sentarse al lado del teniente coronel. Mientras caminaba, todos estaban en completo silencio. Lo único que se escuchaba eran sus marcados pasos en conjunto con su pesado bastón, y aunque su encanecido cabello rubio pudiera mostrar señal de debilidad, su presencia imponía un enorme respeto acompañado por miedo.

—Estoy al tanto de todo lo ocurrido, por lo que pido la mayor tranquilidad posible. Somos uno de los batallones más respetados en todo el país, no caigamos presos del pánico. He estado en conversación con el comandante Pawar, se ha decidido que la totalidad de los dos casos sea investigado únicamente por la policía militar. Por consiguiente, toda la información que los presentes tengan a la mano, debe ser entregada sin excusas. La caída del escuadrón Nightfall significó un duro golpe para nosotros, en efecto, pero debemos seguir adelante. Capitán Sebastian…—miró directamente al hombre—, entiendo que deba sentirse muy mal por todo esto, pero usted es uno de nuestros mejores agentes. Necesitamos que una vez regrese a las filas, se mantenga fuerte y motive a los demás. He dado la orden para que el lunes usted vuelva al servicio, lo espero sin falta. Lo mismo va para todos los presentes, no quiero escuchar gritos y discusiones en este recinto. Hasta nuevo aviso, espero que cumplan todo lo que les acabo de decir.

—¡Señora, si, señora!

Todos comenzaron a irse de la sala muy cansados, había sido una larga noche. El teniente y el capitán fueron los últimos en levantarse e irse de allí. Estaban caminando rumbo al estacionamiento donde los esperaba el transporte a servicio del personal militar, para llevarlos a sus respectivos hogares. Sin embargo, la mente de ambos hombres no dejaba de dar vueltas. Lo normal, cuando se trataba de investigar un crimen que involucraba la integridad física de algún miembro de cualquier escuadrón, en el batallón de Qarta se hacía ciertas excepciones y permitían que los miembros del equipo apoyaran; no obstante, la sola palabra de la brigadiera bastó para quitarle la posibilidad de apoyar en la investigación. Si la situación fuese otra, pudiera hasta aceptarlo, pero esta vez no podía.

—La caída del escuadrón Nightfall…—comentó el teniente perdido en sus pensamientos—, ¿Está pensando lo mismo que yo, capitán?

—Sí—respondió con una pisca de enojo.

Ambos estaban seguros de que algo pasaba, no era normal la actitud de la brigadiera. Lo que más los había sacado de quicio, era que la mujer dijera sobre la caída de su escuadrón. Ellos no sabían si los demás en la sala lo habían notado, tal vez por el miedo que le tenían, pero ellos sabían el verdadero significado de aquello.

—Quieren terminar por una vez todo lo relacionado con nuestro equipo, Emerson. Usarán el pretexto de que la investigación solo le concierne a la policía militar, para ocultar algo. Estoy casi seguro que tiene que ver con lo que hemos estado sospechando—detuvo su andar un segundo y se quedó observando un momento al teniente—, necesito un favor suyo, compañero.

—Ni lo dude un segundo capitán, es solo que me diga y lo hago enseguida—el teniente estaba preocupado debido a la expresión oscura que su superior tenía.

El capitán se aseguró de que las manillas, que tenían escritos runas mágicas anti-espionajes, aún estuvieran funcionando en sus manos derechas y comenzó a hablar sin tapujo alguno.

—Teniente, necesito que esté concientizado del peso que tendrá lo que vamos a hacer. ¿Está dispuesto a soportar cualquier cosa?

—Cualquier cosa, capitán.

—¿Aún cuando eso signifique que podamos ser tachados como traidores?

—No importa, capitán. El horror de aquella noche, y las caras de los que murieron en batalla, me sigue persiguiendo hoy en día y hasta en mis sueños. Le debemos a ellos que se haga justicia—la respuesta del teniente le sacó una sonrisa.

Comenzaron a caminar, para evitar que su transporte esperara tanto por ellos, y sonreían para disimular lo que en realidad hablaban. Las palabras que dijo su capitán lo dejaron horrorizado e impactado, pero confiaba en el, así que haría cualquier cosa que el dijera. Si la brisa tuviera oídos y boca, todos los que se encontraban a esas horas en el batallón se escandalizarían del plan que estaban maquinando; sin embargo, si al final confirmaban todo lo que pensaban, no tendrían piedad por quienes los traicionaron. La verdad saldría a la luz, aún si estuviera en lo más profundo de la oscuridad misma.

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Comments

Lucia Rosalba Garcia Mercado

Lucia Rosalba Garcia Mercado

ya quiero ver cómo regresa Rebeca

2023-07-04

0

Alana Restrepo

Alana Restrepo

la verdad pesa más que la mentira, tarde o temprano sale a la luz!!!

2023-01-14

2

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