Capitulo 10

Los días fueron pasando rápidamente, mientras que Ailén se enfrascaba en investigar más sobre aquel tema. La jovencita tenía muchas dudas y temores, respecto al paso que se encontraba a punto de dar.

«Cuento los días para tenerte entre mis brazos, Ailén»

Ese había sido el último mensaje recibido por parte de su novio.

El muchacho no dejaba de recordarle que la fecha para su encuentro carnal estaba próxima. Y Ailén, sentía que se moría lentamente a causa de los nervios.

Le había confesado a sus amigas lo que haría y ellas que ya habían adquirido experiencia, le dieron una larga lista de consejos.

"Trata de relajarte lo más posible", había mencionado Kaori. Mientras recordaba que por mantenerse tensa en su primera vez, la penetrac¡ón le había parecido una completa tortura.

Y hasta Rion había mencionado que lo mejor era hacerlo con un chico experimentado, porque sí los dos eran unos inexpertos, podrían cometer muchos errores y hacer del acto algo traumático.

Era increíble que la amiga más pequeña del grupo, mantuviera una relación secreta con un hombre de veinticinco años. El papá de la pequeña Rion, ni siquiera lo sospechaba, pero sin duda, si el hombre se enteraba aquello iba a ser un gran escándalo.

A Ailén la sola idea de estar en la posición de Rion, le parecía escalofriante. Con lo sobreprotectora que era su familia, seguramente se encargarían de meter al supuesto novio a la cárcel.

Y ni hablar de su hermano, que desde que regresó no había dejado de mostrarse protector.

Angelo solía preguntarle constantemente a dónde iba, y cuáles eran sus horarios de llegada. Hasta Ailén había tenido que inventarse algunas excusas, para que no la fuese a recoger a su colegio, ya que su novio solía esperarla a la salida.

Pero, hasta la fecha había logrado evadirlo de manera exitosa y esperaba que todo se mantuviera así, por un poco más de tiempo. Tal vez cuando cumpliese sus diecisiete años, ella pudiese confesarle finalmente a su familia que tenía un novio.

Ailén recorrió ese día con sus amigas algunas tiendas.

La castaña en su afán de querer hacer de su primera vez algo especial, había escrito toda una lista de implementos que necesitaba para su encuentro. Velas aromáticas y lencería eran parte de lo requerido...

—El blanco te sienta bien —mencionó la más tímida del grupo.

—Permíteme diferir contigo, Rion —atajó rápidamente Kaori, haciendo un ademán con su mano —. Ailén, vas a tener sex0 no a ir a una misa. Así que, por favor, deja ese conjunto para alguna santurrona más en el día de su boda.

La muchacha no pudo evitar reír por la expresión de su amiga.

A pesar de que aquella pieza de lencería era bonita, el color sin duda no le convencía. Así que dándole una sentida mirada de disculpa a Rion, optó por la pieza roja que Kaori le extendía.

—Este te quedará perfecto. ¿Y sabes? Vi una diadema de cuernos en el mostrador, que te sentará muy bien con esto.

Las tres chicas se rieron sonoramente de aquella ocurrencia e inmediatamente se dirigieron a la caja a cancelar esa divertida compra.

Ailén regresó a su casa y se dirigió directo a su habitación. Estaba aliviada de no haberse topado con nadie en su camino y echándole una última hojeada a lo adquirido, lo oculto en uno de los cajones de su peinadora.

Pero lo que la jovencita no se imaginaba era que a la mañana siguiente, su hermano Martín entraría a su habitación en búsqueda de uno de los controles de su consola, mientras que ella se hallaba en la escuela.

Angelo quién casualmente pasaba cerca de su recámara, al escuchar ruido en la misma se asomó a ver qué pasaba. La sorpresa fue inmediata, al encontrarse con Martín escarbando como si fuese una gallina, entre las cosas de su hermanita.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto.

—No es tu asunto —replicó el otro al instante.

—Claro que lo es —el mayor entró a la habitación con grandes zancadas —. Deja de desordenar las cosas de Ailén —ordenó.

Martín chasqueó la lengua irritado por la intromisión de su medio hermano. Pero antes de poder lanzarle otro comentario ácido, soltó una exclamación de victoria al finalmente hallar lo que buscaba.

—Si tanto te preocupa, ordénalo tú —contestó saliendo de la habitación con el control de su consola.

—¡Maldita, sabandija! —Angelo estaba a punto de darle alcance y obligarlo a ordenarlo todo, pero, se percató de que en un cajón de la peinadora, se dejaba entrever una pieza de lencería color rojo.

Martín enfrascado en su búsqueda, ignoro a aquella preocupante pieza. El muchacho en realidad, ni siquiera la había mirado, solo la tocó brevemente, descartándolo al instante por no ser lo que buscaba.

Sin embargo, Angelo no. El hombre frunció el ceño mientras se acercaba lentamente a aquello. Lo tomó en sus manos y una expresión de enfado se mostró en su inexpresivo rostro.

¿Qué hacía Ailén con algo tan sugerente?, se preguntó de inmediato.

Pero, la cereza del pastel fue divisar también a unos curiosos cuernos, los cuales casualmente le hacían juego. Sin duda, aquello había sido adquirido con una finalidad más allá que únicamente ocultar su desnudez.

Cuando Ailén regresó ese día del colegio, no noto nada extraño en su habitación. La muchacha pasó su tarde sin ninguna novedad, enterándose de que su hermano mayor, se encontraba trabajando hasta muy tarde.

Muy entrada la noche, cuando Angelo regresó de su jornada, quiso dirigirse a la habitación de su hermanita y encararla. Sin embargo, se controló a pesar de aún sentía una fuerte molestia circulando por todo su cuerpo.

El hombre esperó el momento oportuno, porque tampoco deseaba armar un escándalo dónde su hermanita se vería afectada. Y cuando ya todos estaban en sus habitaciones, durmiendo o simulándolo, se dirigió a la recámara de Ailén.

La castaña abrió la puerta sorprendida de encontrarse con su hermano a esa hora en la entrada de su habitación. Pero sin pensar en nada negativo, le dio rápidamente el pase.

Pero ella no se imaginaba lo vendría después...

____________________________

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***