ALEXANDER
-Que mala cara tienes amigo- dice Diego, el día Martes cuando nos encontramos de camino a la escuela.
-No dormí mucho anoche- respondo, frotando mi cara para tratar de despejarme.
Después de mostrar tal espectáculo a la cámara, no pude dormir mucho, por un lado porque no podía creer lo que hice, desconociendo de donde saqué el coraje para hacer eso, sabiendo que al otro lado había alguien probablemente viendo todo. Que vergüenza. Por otro lado estaba la incertidumbre de no saber si ella estaba viendo o alguien más. Y si ella estaba viendo ¿Estaba sola? Muchas preguntas me mantuvieron dando vueltas y vueltas en la cama, sin poder calmarme.
-¿Por qué? ¿Estuviste jugando hasta tarde?
-No. Tenía cosas en la cabeza- digo, mordiendome el labio, ya que también el pensar en que Lina estaba viendo, fue de algún modo exitante.
-Así que tú también piensas- Diego trata de mantenerse serio, pero luego se ríe.
-Callate.
Diego sigue hablando de cualquier cosa el resto del camino, pero no presto mucha atención.
Estoy más preocupado pensando en si hay una manera en que pueda acercarme a Lina, sin que salga corriendo y maldiciendo la timidez que aún guardo de la niñez.
He intentado cambiar y ser más seguro, pero cuando tengo que hacer algo que me provoca nervios, tiendo a echarme atrás, excepto por ayer. Pero cosas como confrontar a Lina, obtener toda la verdad y la razón por la que me sigue, es algo que no puedo hacer.
La próxima vez que me doy cuenta, ya estamos en la escuela y perdemos el tiempo, mientras empieza la clase.
-Silencio- ordena el profesor cuando llega, siendo seguido por un estudiante que nunca he visto. Inmediatamente todos empiezan a murmurar y lo miran.
-¿Un nuevo estudiante a estás alturas?- susurra Diego a mi lado.
-No lo sé- respondo. Si es un nuevo estudiante, es muy raro, porque estamos casi a mitad de año.
-Hoy tenemos un nuevo estudiante. Se llama Erick Silva y espero que lo ayuden a adaptarse- presenta el profesor. Inmediatamente todos miran al pelirrojo que sonríe con confianza. -Puedes sentarte por allí- indica el profesor, apuntando a un puesto vacío en el medio de la clase.
Él chico nuevo, antes de ir a su asiento, se toma un momento para barrer a los estudiantes rápidamente, deteniéndose un segundo en mí y luego continuando. Cuando termina se dirige a sentarse, confundiendo a todos con su actitud, incluso al profesor.
El resto del medio día transcurre normalmente, excepto porque en los recreos, muchos de nuestros compañeros rodean al chico nuevo, tratando de descubrir más de él.
Pero para la hora de almuerzo, pasa lo más raro. El nuevo se separa de todos nuestros compañeros, cuando estamos preparándonos para salir a almorzar y se cruza en nuestro camino.
-Hola, soy Erick. ¿Les importaría mostrarme los comedores?- pregunta con una sonrisa amigable.
Con Diego cruzamos una mirada confundida, ya que Erick ha estado constantemente rodeado por los demás, tanto que no tendría problemas para pedirle a alguno de ellos ayuda.
-Claro- responde Diego, después de un momento.
-Genial. Estaba preocupado por no poder encontrar los comedores- dice, saliendo de la sala. Lo seguimos, sin comprender muy bien la situación.
Quizá lo estamos pensando más de la cuenta.
Al llegar a los comedores, obtenemos el almuerzo y buscamos una mesa para sentarnos. Algunos eligen comer fuera en el patio, como Lina, pero nosotros casi siempre comemos dentro y salimos durante el tiempo que queda.
Encontramos una mesa vacía con cuatro asientos y la ocupamos.
-Por cierto, ¿Sus nombres?- pregunta Erick mientras empezamos a comer.
-Soy Alexander- digo simplemente.
-Y yo Diego. Soy el experto en juegos en linea de nuestra clase- se presenta, jactandose -¿Juegas?
-No, es demasiado infantil para mí gusto- responde, haciéndonos sentir inmediatamente incómodos con su crítica.
-Sólo tenemos dieciséis. No creo que tengamos que ser muy maduros aún- respondo, ya que Diego se quedó callado.
-Quizá. Pero no es mi caso. Me gustan las cosas reales, como peleas- dice con arrogancia. -¿ Sabes pelear Alexander?
Aprieto mis dientes porque su actitud me molesta y porque si supiera que fui intimidado, estoy seguro de que se burlaría.
-No- respondo.
-¿En serio? ¿Y no conoces alguien que sepa pelear?
-No conozco a nadie.
-Que pena- dice sonriendo, como si sintiera todo lo contrario a pena.
Nos quedamos en silencio un momento, comiendo rápidamente. ¿Por qué quiso venir con nosotros?
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Updated 82 Episodes
Comments
Patty Molina
apareció el grupo de la luz
2024-06-23
1
Shânêlsïthâ Kmâsh Pw
yo creo que sera ese su enemigo natural
2022-10-19
3