Mi tío me lleva al sillón y me sienta, luego llega con un vaso de agua, el que me ofrece. Lo tomo agradecida.
-¿Estás bien ahora?- pregunta.
-Sí, pero nunca dijiste que era doloroso- lo acuso.
Él en su defensa dice que es mejor no saber o de lo contrario estarás aún más tenso.
-En realidad eso no es lo importante- lo miro molesta -¿puedes sentir a tu Dragón?
Es cuando me doy cuenta de que olvide algo tan importante. -No estoy segura.
-Debes concentrarte, al principio cuesta un poco, pero con el tiempo será como una segunda naturaleza.
Hago lo que me dice y me concentro, cerrando mis ojos. Al principio no siento nada, pero luego de unos minutos descubro una sensación extraña, una conexión, una presencia que no estaba allí.
Abro los ojos y miro a mi tío, sorprendida. -¿Sabes dónde está?- pregunta él, en cuclillas al borde del sillón.
-Sí, se dónde está- respondo. No es que sepa cómo se llama el lugar donde se encuentra o haya visto una imagen, en realidad siento una especie de atracción hacia la dirección donde se encuentra.
-Eso es bueno. Bien hecho- me felicita. Luego se levanta y va por nuestras mochilas, las que se encuentran cerca de la puerta, listas para partir y llenas de ropa y cosas que pudiéramos necesitar si mi Dragón se encuentra lejos de aquí.
-Al menos debería estar dentro de la región… Creo. ¿Nos vamos?- pregunta, dándome mi mochila y saliendo. Lo sigo y espero mientras cierra con llave.
En realidad no sabemos bien dónde puede estar, pero esta región es conocida por ser un lugar donde hay muchos Dragones, ya que hay varias cadenas montañosas en las que pueden esconderse y vivir sin problemas. Sólo esperamos que sea cerca.
Al menos no tengo un Dragón blanco, ya que se dice que vivien en lugares con mucha nieve.
Subimos a su auto, uno deportivo de dos puertas y salimos de la cuidad, mientras que indico la dirección general en la que mi Dragón se encuentra. Al principio el viaje es lento por el tráfico, pero luego de salir de nuestra ciudad, el viaje es más rápido.
Mientras dejamos atrás cada kilómetro, es más nítida la presencia que siento y me es más fácil dar indicaciones.
-Afortunadamente estaba cerca- dice mi tío, mientras vemos salir a un montón de niños de un colegio. -Sólo tuvimos que viajar alrededor de cien kilómetros.
-Lo sé, pero igualmente tendré que mudarme- digo, por un lado agradecida de que estuviera a un par de horas, pero no queriendo dejar el apartamento al que estoy tan acostumbrada.
-Buscaré un buen lugar aquí, no te preocupes- trata de tranquilizarme. -¿Todavía no?
-No aún- respondo, pero unos minutos más tarde lo veo salir en medio del resto de los niños.
-Tienes que estar bromeando- me quejo.
-¿Cuál?- pregunta inmediatamente mi tío.
-Ese de allí, el de lentes- apunto a un niño de mi edad, con pelo negro, liso y un poco largo, de estatura parecida a la mía, delgado y con lentes. -No se parece en nada a un Dragón.
-Eso es porque él aún es un niño normal, ¿qué esperabas, un gran y hermoso Dragón?
-No, pero algo mejor que eso- respondo, haciendo un ademán hacia el flaco niño, el que sale del colegio y pone rumbo por la vereda, siendo abrazado por dos de sus amigos, uno a cada lado, lo que me parece rarísimo.
¿Por qué se abrazaría con otros niños? ¿Quizá es algo que los niños de diez años hacen?
No estoy segura, ya que fui criada por mi tío y educada desde casa, así que nunca he interactuando demasiado con niños de mi edad.
-Vamos a seguirlo- propone mi tío, saliendo del auto. Lo sigo y empezamos a caminar a unos tantos metros detrás de mi Dragón y del par de niños que lo acompañan.
Entre más caminamos, el resto de los niños que salieron del colegio se van desviando, hasta que sólo quedan esos tres en la vereda.
¿Vivirán cerca todos ellos?
Es lo que me pregunto, pero cuando veo que no van a sus casas, sino a un parque no muy transitado, me pongo un poco incómoda.
-¿Se quedarán a jugar?- pregunto, pero cuando veo que los dos niños lo sueltan y lo encaran, estoy segura de que no. -Oye tío, esto es raro…
Miro nerviosa como le dan un empujón a mi Dragón. -Debemos hacer algo, ¿tío?- pregunto y lo miro rápidamente, pero su rostro no muestra ninguna expresión, lo que me confunde.
¿Por qué no dice nada?
Miro nuevamente hacia los niños y me sorprendo cuando veo caer a mi Dragón al suelo, luego de haber sido empujado por uno de los niños.
No. Pienso, mirando a mi Dragón quien está llorando ahora. Si mi tío no hace nada, debo hacerlo yo.
Ese día descubrí varias cosas. Una fue que mi poder es la telequinesis, la que utilice para empujar a los niños que atacaron a mi Dragón y hacerlos huir asustados. Afortunadamente mi Dragón no se enteró de nada por estar llorando. Lo segundo fue que mi trabajo y mi responsabilidad es defender a mi Dragón, no es el trabajo de mi tío, sólo el mío. Lo tercero y más inquietante de todo, fue que mi Dragón era particularmente débil y estaba siendo intimidado.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 82 Episodes
Comments
Carmen Remolcoy
gracias por esta lectura 😊 me gusta
2022-10-21
3