Capítulo 12

LINA

Cuando regreso desde la casa de Alexander, ya estoy arrepentida. Siempre, pero siempre mi tío me recordó que procurara nunca llamar la atención de mi Dragón hacia mí. 

El mejor centinela es aquel que no es descubierto. 

Mierda. Simplemente lo arruiné. 

Se supone que Alex llegaría a ser un adulto y se transformaría en Dragón, sin saber que yo estoy cuidando de él. Lo que es peor, es que ya faltaba poco tiempo. Los Dragones llegar a ser adultos en algún momento entre los diecisiete y los diecinueve, dependiendo del Dragón. Alex puede que se convierta en adulto a partir de medio año más, que es lo que falta para que llegue nuestro cumpleaños número diecisiete. 

Si no fuera por esa maldita de Ángel y sus instintos de depredadora, nunca hubiera ido a su casa. 

Y la excusa que di fue lamentable, debí haber pensado en algo mejor al menos. 

-¿Qué pasó?- pregunta mi tío cuando llega y me ve sentada en el sillón. 

-¿Por qué piensas que pasó algo?- pregunto, evitando su mirada. 

-Porque conozco tu cara de culpabilidad. Simplemente suéltalo- mi tío está mortalmente serio, haciéndome temblar. 

-Yo… fui a la casa de Alex- finalmente admito, bajo el peso de su mirada. 

-¿Qué?- pregunta. Su expresión pasa rápidamente de sorprendida a enojada. -Dime que pasó. 

-Es que…- mierda, sé que no le va a gustar. Cierro mis ojos y suelto lo que sigue -Ángel simplemente estaba tratando de forzar a Alex. 

-Así que me dices que Ángel estaba siendo Ángel y por eso tú tuviste que ir allí a interrumpir. 

-¡Ella iba en serio esta vez!- le aseguro, abriendo de golpe mis ojos. Tratando de defender lo que no puede ser defendido. 

-¿Y qué? Alexander puede lidiar con ella de la manera que le plazca. Si quiere tenerla de amante, tú no deberías interferir- mi tío se ve completamente enojado ahora, tanto que no recuerdo alguna vez haberlo visto así. 

-¡Ella es una mentirosa, tengo que protegerlo!

-¡Tu trabajo es proteger su vida y su integridad física, no meterte en sus líos amorosos!- devuelve. 

-Pero…- intento pensar en algo, pero sé y sabía desde el principio que estuve mal. 

-Te lo dije varias veces, no le dejes verte. No te puedes enamorar de tu Dragón. No es tu lugar estar a su lado- sigue regañandome, lo que me hace enojar también. 

-¡No estoy enamorada de Alex!- exclamo, levantándome para no sentirme en desventaja.

-¿No? ¿Entonces dirás que no fueron celos los que te hicieron correr a interrumpir?

-No lo fueron. Además, quién eres tú para decirme que no debo enamorarme de mi Dragón- dejo salir sin pensar. Inmediatamente me arrepiento. 

-Y es por eso que te lo he repetido desde niña ¡Para que no cometas los mismos errores que yo cometí!- en ese momento parece que todo el enojo deja el cuerpo de tío Lucas y simplemente se ve triste. -No podemos estar con ellos Lina. Es peligroso para ellos relacionarse con nosotros, porque fácilmente pueden utilizarnos. Y no es bueno para nosotros verlos como algo más que un trabajo, porque después de que se conviertan en adultos tendremos que separarnos. 

-Lo sé, es sólo…

-Lina, debes mantenerte al margen de su vida, más allá de protegerlo. De otro modo serás tú la única que serás herida- tío Lucas suspira, -Como dije, te hablo desde la experiencia. Después de que Declan se convirtió en adulto nunca lo volví a ver. 

-Lo sé. 

-Lo que no sabes es que él ni siquiera se despidió de mí antes de desaparecer- admite, mirando con dolor en sus ojos. -Él se fue a vivir con su gente, donde no tiene que preocuparse por ocultar su forma de Dragón. Ellos deben estar con los suyos y nosotros no tenemos lugar allí. 

-Si él ni siquiera se despidió de ti, entonces por qué lo sigues queriendo- pregunto en voz baja, ya que prácticamente admitió lo que ya sabía, que tío Lucas quiere a Declan. Lo que me hace sentir triste por mi tío y porque el que nunca me haya contado que Declan se fue sin ni siquiera despedirse, debe ser porque todavía es algo que le hace daño. 

-Porque soy un idiota, por eso- dice mi tío, dejándose caer en el sofá. -Siento haberme molestado, simplemente no quiero que termines queriendo a alguien que luego no estará allí. 

-También lo lamento- digo, dejandome caer a su lado. -No debí hacerlo. Ni siquiera pensé en lo que estaba haciendo, hasta que ya lo había hecho. 

-Lo entiendo. Aunque te haya advertido siempre, es imposible no sentir nada o querer detenerlos de cometer errores, cuando te pasas años observando sus vidas y ellos se convierten en lo primero en tu mente. O los odias o los quieres, difícilmente puedes mantenerte imparcial- dice, viéndose tan joven, mucho más joven que sus treinta años. -No es justo de mi parte exigirte algo que yo no pude lograr, pero no quiero que sufras. 

-Lo sé y yo desearía que tú pudieras encontrar a alguien más a quien querer y que te quiera- digo. De verdad deseándolo. Mi tío para todos los efectos ha sido como mi padre y ha tenido que dejar de lado muchas cosas por cuidar de mí. Lo quiero y no quiero que siga sufriendo por Declan. 

Mi tío pasa un brazo por sobre mis hombros y mira al frente. 

-Yo nunca me he considerado gay ¿Sabes? No es que me atraigan los hombres. Creo que pasé tanto tiempo observando y siguiendo a Declan, que se convirtió en todo lo que veía, en el único que era importante. Pasamos por malos momentos siendo perseguidos por La Orden de la Luz, lo que me hizo ser aún más consciente de su seguridad y de él como persona. Sé que suena como algo que cualquiera diría, pero me enamoré de Declan, si él era hombre o mujer, no hubiera importado. Cuando él se fue, quedé devastado. No podía creer que a esa persona que le dediqué años de mi vida y toda mi atención, ya no estuviera. Estaba tan perdido en ese tiempo... Si no fuera porque me llamaron para saber si podía cuidarte, no estoy seguro que hubiera sido de mí. Tú me diste un propósito y desde el momento en que te conocí pude seguir adelante- dice, demostrando con palabras cuánto me quiere y que sólo quiere que sea feliz. -También me gustaría encontrar a una pareja a quien querer… Quiero olvidar a Declan. Ojalá algún día pueda. 

Lo entiendo, hasta ahora pensé que había estado manteniendo todo en orden, pero lo de hoy demostró que estoy lejos de mantener mis emociones cuando se trata de Alex. Porque si no fueron celos, como me aclaró mi tío, no estoy segura de qué fue. 

-La tenemos difícil ¿Cierto?- pregunto, pensando que alguien que no esté viviendo como un centinela, no podría entender lo que la situación conlleva. 

-La tenemos difícil. 

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