Capítulo 4

Cuando me enteré de que los Dragones dejaban a sus hijos para ser criados por alguna empleada, me empecé a sentir identificada con Alexander y más cercana a él. 

Los Dragones no pueden tener hijos entre ellos, ya que siendo en la antigüedad todos hijos de un Rey Dragón, se consideran hermanos o familia, independientemente que los Dragones Negros y Rojos se odien, todos tienen como ancestro un único padre. Es por esto que está prohibido tener ese tipo de relación entre dos Dragones y aún si la tuvieran, no podrían engendrar hijos, ¿la razón de la infertilidad? Según se dice que tiene que ver con que los Dragones son mitad hijos del Rey Dragón y mitad hijos de una humana, lo que los hace ser una anomalía, pero quién sabe.

También se dice que los Dragones originales, aquellos al que pertenecía el Rey Dragón, sí eran capaces de reproducirse entre si, pero que conflictos los llevaron a pelear unos con otros hasta casi extinguirse y al final el Rey Dragón, padre de los actuales Dragones, fue el único que sobrevivió. 

De todos modos, los Dragones para tener hijos, vienen y buscan entre los humanos, encuentran una pareja, la embarazan y una vez que tienen el hijo, lo apartan de la madre o padre humano y lo dejan al cuidado de una niñera durante los primeros años, luego despiden a la niñera y dejan al niño crecer solo. Alexander ha estado sin cuidadora desde los diez años, que es cuando se supone que yo pasaría a ser la encargada de cuidarlo. Y para las cosas básicas tienen un encargado, al que Alex contacta para cada cosa que le pueda llegar a faltar. 

Suspiro, mientras lo veo responder un mensaje en su teléfono. Alexander piensa que esa persona que le proporciona lo que necesita, es un secretario de su padre, el que trabaja en el extranjero y que no tiene tiempo para venir a verlo. También piensa que su madre murió cuando era demasiado joven para recordarla, cuando en realidad su madre probablemente esté viva y fueron apartados para que la madre nunca descubriera y revelara el secreto de que su hijo es un Dragón. Algo que ciertamente puede suceder si el dragón empieza a transformarse. 

-Podre Alexander, estás tan en la oscuridad que me da pena por ti- digo a la pantalla, mientras sigo utilizando la bicicleta estática. De cualquier modo, separarlos de sus padres humanos tiene algo bueno y eso es que ellos no correrán peligro si vienen por el Dragón. 

-Lo mismo pasa conmigo- le digo a Alexander, deseando que ese chico de lentes me pudiera escuchar y comprendiera que todo es más complicado de lo que nunca imaginamos. 

Por mi parte, viví con mis padres y hermanos hasta los cuatro años, luego me enviaron lejos con mi tío, el que acababa de perder sus poderes y había terminado con su función de centinela, para que me criara y enseñara a luchar. Pero también porque yo o mi hermano mayor que tiene un Dragón Rojo y que fue enviado con un tío abuelo, somos una amenaza para la seguridad del resto de la familia. 

-Al final, por una u otra razón ambos fuimos abandonados por nuestros padres- no es que esté particularmente triste por eso, ya que desde pequeña sé todo, pero puedo entender a Alexander mejor que cualquiera podría, en este tema al menos. 

Más tarde, mientras práctico la puntería de mi habilidad de telequinesis con pequeñas pelotas, veo como la persona más desagradable toca la puerta de Alexander. La adolescente de nuestra edad, que además es la vecina de Alex y su amiga, Ángel. 

Hago una mueca cada vez que veo a esa persona, quien intenta ir a casa de Alexander casi cada día y que tiene un nombre tan alejado de la realidad. 

Ella puede llamarse Ángel, pero es una completa manipuladora. Lo peor es que es lo suficientemente cercana a mi Dragón como para que pueda arriesgarme a intimidarla y esperar que no vaya corriendo hacia Alex para contarle de mí. Si no fuera por eso, ya la hubiera puesto en su lugar. 

Antes de que Alexander pueda abrir la puerta, Ángel se hecha un par de gotas en los ojos y cuando él abre la puerta, ella se lanza a sus brazos como si estuviera llorando. 

-Maldita loca- dejo de practicar y subo el volumen de las cámaras para poder escuchar la conversación entre ellos dos. 

-Ya, tranquila- dice Alex, mientras la abraza y acaricia la cabeza. Maldigo nuevamente por lo idiota y crédulo que es en realidad mi Dragón. 

-Lo siento- dice Ángel después de un rato, alejándose finalmente y pasando a la sala. - Es que ellas son tan crueles…

-Lo sé, pero no tienes que prestarles atención, sólo son ignorantes- trata de tranquilizarla Alex. 

Suelto un bufido, completamente molesta como cada vez que esa chica va con Alexander. 

Ella sigue un rato más, inventando algún cuento triste donde es intimidada por sus compañeras. Cuando la realidad es que eso nunca ha sucedido y tiene varias amistades en su escuela, pero como sabe que Alexander fue intimidado cuando era más joven, lo utiliza para obtener simpatía de él y de paso tiene una excusa para pasar por su casa regularmente. Y como se trata de una escuela de chicas, diferente a nuestra escuela, Alex no tiene idea de lo que en realidad está sucediendo. 

Yo, por supuesto, sé todo eso y que esa chica está "enamorada" de Alex y es por eso que inventa todas esas cosas. Aunque si me preguntan, no es más que una mocosa malcriada que intenta obtener lo que quiere por cualquier medio. 

Después de hablar un rato, se ponen a ver una película. Ángel como siempre no pierde oportunidad y se sienta tan cerca de Alexander como puede, tomando su brazo y empujando su pecho contra él. Alexander luce incómodo, pero no la aleja. Nunca lo hace, lo que me exaspera completamente. 

Idiota. Si te molesta, alejate.

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