¡Tengamos una cita!

Dentro del centro de operaciones de Zephyr, Charlotte caminaba segura y elegantemente por los pasillos mientras los guardias la observaban, siempre admirados por su belleza y su porte. Estos hombres sabían que ella era una chica con la que no se debían meter, tanto por sus habilidades al combatir, —practicaban sparring con ella frecuentemente, además todos conocían la excelente puntería que tenía, ya que la miraban practicando en el campo de tiro todas las semanas— como por la relación que mantenía con su jefe; aunque no estaban muy seguros de si estaban saliendo en realidad o si solo eran compañeros de cama. Esa era una idea bastante probable, ya que también se sabía entre los guardias que a su jefe le gustaba pasar las noches con muchas chicas sin tener ningún compromiso serio.

Mientras la joven seguía caminando hacia una de las oficinas del complejo, escuchó la voz de un muchacho que la llamaba:

—¡Buenos días, señorita Charlotte! —le saludó amablemente uno de los nuevos reclutas, un chico llamado Mousse—. Veo que ya regresó de su misión, ¿Cómo le fue?

—¡Hola Mousse! Me fue bien, pero por favor, deja de hablarme de "usted", haces que me sienta vieja.

—¡Ay! ¡Perdone usted...! Digo... ¡Perdón Charlotte!...

—Olvídalo... —replicó un tanto molesta la pelirroja—. ¿También te diriges a la oficina de Zephyr?

—Así es, me dijeron que hoy tenía una asignación con él, una especie de entrenamiento con algún miembro experimentado de la banda.

—Mmm, entonces tú eres el recluta nuevo que tengo que entrenar. Te advierto que hoy no estoy de muy buen humor, así que me aseguraré de ser lo más estricta y dura que pueda. Espero que puedas resistir la sesión. —Charlotte mostró una pequeña sonrisa que denotaba algo de malicia en sus palabras.

—¿Y no hay forma de negarme? Je je je... —respondió Mousse extremadamente nervioso. Tenía el presentimiento de que aquel sería uno de los días más difícil de su recién estrenada carrera en el mundo criminal.

\==Mientras tanto, en el restaurante Ricciarelli ==

Jeong se encontraba en su turno de trabajo, ya un poco recuperado por la separación de hace unas cuantas horas, pero aún visiblemente afectado. Su amigo Ate pensaba algunas maneras de levantarle los ánimos, pero no lograba pensar en nada lo suficientemente bueno. De pronto, una luz se iluminó en su cabeza, caminó rápidamente hacia Jeong para contarle la idea, y para llamar la atención, no se le ocurrió mejor forma que darle una palmada un poco fuerte en la espalda.

—¡Ya sé qué te levantará el ánimo, Jeong! —gritó de pronto mientras le daba la palmada.

—¡Ay! ¿Qué te pasa? —gritó el joven, asustado por el golpe.

—Tengamos una cita. —responde Ate sin pensar siquiera en dar contexto de lo que estaba pensando.

—¿Una cita? ¿Tú y yo? ¿Te sientes bien? —Jeong estaba claramente confundido.

Su compañera Xiān escuchaba la conversación a escondidas, como de costumbre. Al oír semejante declaración se atragantó con su propia saliva por la impresión y tosió violentamente durante un rato.

—No es lo que estás pensando —replicó Ate—, me refiero a que sería buena idea tener una cita doble entre Charlotte y tú, y yo con alguien más, ¡Tengo muchas ganas de conocer mejor a esa chica!

«¿Una cita doble?» —dijo Xiān en su mente, sumamente interesada en el asunto.

—No es mala idea, pero ¿A quién piensas llevar tú? —preguntó Jeong.

—No lo había pensado... Hace unas semanas terminé con mi última novia, así que no tengo a nadie a quién llevar... —Ate hizo un escaneo completo de la cocina con la mirada buscando alguna candidata de entre las compañeras de trabajo para invitar a la cita.

Xiān se quedó fingiendo que no estaba enterada de lo que sucedía, pretendía estar lavando los platos.

«¡Por favor, elígeme a mí! ¡Yo quiero ir a esa cita!» —repetía en su mente esas palabras esperando que su deseo se volviera realidad.

De pronto, escuchó que alguien estaba mencionando su nombre.

—¡Xiān! ¡Oye Xiān!

—¿Si, qué pasa? —respondió rápidamente.

—¿Te interesa salir a una cita conmigo? —preguntó el amigo de Jeong.

—¡Sí claro! ¡Me encantaría!

«¡Wow! Respondió sin pensarlo mucho... No tenía idea de que le gustaba tanto...» —Evidentemente, Ate había malinterpretado la actitud de Xiān.

A la chica le interesaba ir a esa cita para poder conocer a Charlotte y así definir si tenía alguna oportunidad de arrebatarle a Jeong. Tenía incluso planeado investigar todo lo que pudiera sobre ella a fin de encontrar algo con lo cual sonsacarla para después chantajearla para lograr que se alejara del chico que le gustaba.

La pobre chica de cabello lacio y rosado no tenía idea de que estaba pensando meterse con una persona muy peligrosa, cautelosa y hábil. Intentar llevar a cabo su plan podría salirle demasiado caro si Charlotte decidía que no estaba dispuesta a competir por la atención del joven pastelero.

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