Antes de poder mostrar su rostro con la abuela, debía idear un plan y no entrometerse para quedar como un estúpido, bajo las atentas miradas de los espías de su madre, que le cubrían la espalda se escabullo del Palacio.
Cargo el cuerpo pequeño de Celeste, rápidamente fue subido al carruaje.
- Tengo poco tiempo Celeste y tu debes volver o le dirán a la Emperatriz y nos meteremos en una grande. –
- ¿Qué vamos hacer Joven Abaddon? –
- …….. –
Miro a Celeste, era solo una niña pequeña, aunque sabe diferenciar entre una verdad y una mentira, ella con tal de tener a todos juntos haría lo que fuera.
- “No soy un fan de manipular niños, pero es mi única opción” –
Agacho su cuerpo, quedo de cuclillas enfrente de Celeste quien la miraba con suma inocencia.
- Lamento lo que hare Celeste, no debes por qué preocuparte, esto se borrara al final, no quedara gota alguna de lo que sucedió. –
De su saco un objeto circular salió, miro azonzada el objeto y Abaddon comenzó a invocar unas palabras, después de las palabras estaba lista para recibir una orden.
- La niña que estaba a tu lado murió protegiéndote, su nombre era Camelia……. Bajo el sufrimiento que daño tus ojos y alma, has de llorar una calamidad al recordar su presencia……. Maylea es la hija de la Marquesa Nicolette, mira tus recuerdos nuevamente, en tu vida jamás la has visto…… -
- Si. –
Celeste estaba poseída por el artefacto de Abaddon, cuando estuvo hecho, analizando la entrada del Palacio y no ver otra presencia más que las suyas, la bajo de nuevo, camino en busca de los guardias; velos solo de lejos y estaba como locos buscando a la niña que hacía falta.
- Joven Abaddon. –
- La niña estaba llorando en un rincón, se perdió en el palacio. –
- ¡Oh celeste! –
Lucia la tomo en sus brazos, cuando las manos de ambos rosaron, Abaddon le entrego un papel.
- Le agradecemos Duque Abaddon. – los caballeros le dieron las gracias.
- No es nada. –
Volvieron a transcurrir por el mismo camino, llevándolos al calabozo.
- “Tontos” –
Para buena suerte no sabían nada del castigo de Orla y le fue más fácil.
- “Ahora depende de Lucia” –
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- La niña de los registros murió su Majestad, Lady la mato. –
- …….. –
- No pude salvarla y para la señorita Celeste, la Señorita Lucia y el joven Damián les dejo un trauma el ver como su amiga era asesinada, los llevamos para que los ayudaran. –
- ¿Es cierto? – Orla aun tenia una pequeña duda.
- Tengo todo mi papeleo. – respondió con sinceridad.
- ¿Y Lady? –
- Oh Majestad, acaso el Marques Baltasar no le dijo nada……. –
Todos se enfocaron a Baltasar quien se sentía cada vez más pequeño.
- El Marques Baltasar firmo la orden…… Para que Lady fuera a la horca. –
- ¡Su Majestad! –
Baltasar se levanto para apelar a su favor, había olvidado ese pequeño detalle.
¡Golpe!
¡…….!
Las bocas de todos se quedaron abiertas, nadie movió un musculo y se quedaron con los ojos tan abiertos que parecían platos; Orla de un momento a otro se levantó de su lugar y golpeo a Baltasar quien se quedó como una estatua.
- ¡COMO SE ATREVE! ¡Sin que me fuera informado! –
- Pero, pero su Majestad, usted me dijo que ayudara. – tomo su mejilla hinchada, estaba perplejo.
- Y parece que me equivoque. –
- …… -
- Dar una sentencia de muerte, Baltasar no puedo hacer algo así a la ligera. –
- ……… -
Orla estaba a punto de desfallecer.
Sebastián y Abaddon tomaron el cuerpo de Orla y ayudaron a que se sentara; el Marques lleno de la vergüenza opto por agachar la cabeza y rogar por perdón.
- Lamento mi error, su Majestad le pido que me perdone. –
- No creí que fallaría Baltasar. –
Orla dejo a Baltasar libre, pero le quitaría su favor, y lo dejaría lejos del Palacio por un tiempo.
- Puede preguntarles. – llamo de nuevo Abaddon. – Su Majestad, puede asegurar con ellos lo que eh dicho y quitarle esos cargos a la Marquesa Nicolette y mi padre. –
Orla estuvo de acuerdo con la idea de su nieto más joven.
Dio una orden, los guardias trajeron a los otros 3 dentro de la habitación, parecían algo asustados a excepción de Celeste que estaba más tranquila de lo común.
- Celeste. –
Orla llamo a la rubia, Celeste camino con tranquilidad hasta estar al frente de ella, inclino su cabeza.
- Saludos Emperatriz. –
- Hola dulzura, dime linda conoces a Maylea. –
Miro a su dirección, sus ojos chocaron y Celeste no tuvo reacción alguna.
- No su Majestad, no la eh visto en mi vida. –
- Y puedes decirme ¿Quién es Camelia? –
- …… -
¡Sollozar!
Los llantos de Celeste asustaron a los Duques, sus llantos crecieron y fue tomada por Lucia quien le daba consuelo.
El objeto mágico tenía el poder de manipular los recuerdos de las personas y crearles nuevos, el portador podía describirlos y la propia mente los crearía como si se tratara de una escenografía.
- No debería preguntarle su Majestad. – volvió a tomar la palabra Abaddon – Como el informe lo dice, es un momento traumático, en especial para la más pequeña quien tuvo de cerca el cuerpo de la niña Camelia. –
- ……. Suficiente, llévenla a que se calme. –
Orla dejo a la niña, tomo el testimonio de Damián y Lucia, quienes actuaron lo mejor que pudieron, la nota que le dio Abaddon le daba con detalle la situación y lo que debía hacer.
¡Cerrar!
Volvieron a quedar solo ellos, agregando a Abaddon, su presencia les había quitado un peso de encima.
La puerta de nuevo fue abierta y Christina que había visto antes, traía con ella un tipo de sobre, lo entrego a Nicolette y volvió a salir del lugar.
- Eh aquí el acta de adopción su Majestad y la fecha en que se hizo el trámite. –
Orla tomo el papel, en efecto todo estaba en orden y el acta no parecía ser falsa.
- Lamento lo que hizo Baltasar. –
Orla pidió perdón, en nombre del calvo que había sido sacado del lugar, nadie dijo algo más.
- Pero Nicolette, esa niña tiene magia. –
- Maylea no es natal y fue adoptada antes de todo lo sucedido con Anastasia. – cargo a Maylea y la puso en su regazo.
El nombre causo un escalofrió en todos, escuchar ese nombre les estaba haciendo pasar un mal momento, en especial de la mismísima Anastasia que estaba ahí presente.
- Si le prometo a su Majestad que no usare mi poder, podre irme con mi madre. –
Maylea sugirió, mirando a Nicolette quien le daba todo su apoyo.
- Reprimir el poder, te comerá viva. –
- No lo sabía. – mintió.
Para un hechicero reprimir su magia, es como contener la respiración por varios segundos.
- …….. Pero si lo haces lejos de la capital, puede que sí. –
- …… -
- Además, Brangwen es un lugar lo bastante retirado como para que alguien se entere de que la hija de Nicolette tiene poder. –
- No eh podido ir su Majestad, mi madre me dijo que primero conocería a unas personas. –
- No has puesto un pie en el territorio. –
- No su Majestad, madre anhelaba que conociera a los Duques y a su Majestad la Emperatriz. –
Orla solo sonrió, una pequeña risa salió.
- Oh Nico, que niña tan linda tienes. –
- Le agradezco su Majestad. –
- Es verdad, es muy preciosa. – Sebastián se entrometió en la conversación.
Quien solo miraba por fin hablo, su voz helo la sangre de Nicolette y Maylea.
- Se, se, se lo agradezco su Alteza. –
Agacho su cabeza, el cuerpo de Nicolette temblaba y May podría sentirlo con su agarre.
- “¿Por qué esta tan asustada?” –
No sabía la historia a fondo, pero de algo si estaba segura era que Nicolette odiaba los Emperadores.
- Madre. –
- Si Evren. –
- Ya que se ha resuelto todo, podremos volver a la mansión. –
- Por supuesto, oh casi lo olvido Nicolette. –
- Si. – contesto.
- Te parece quedarte en el Palacio, tenemos una habitación preparada para las dos. –
- Yo, yo, si su Majestad. –
Podía escuchar sus dientes rechinar.
- “No quiero, pero si regreso, Baltasar ira de nuevo y se encontrara con Ileana……. Debemos esperar a la boda de Sebastián” –
Desvió su mirada a Maylea, estaba también atónita.
- Si May no le molesta tampoco, estaría bien quedarnos, ¿Qué piensa hija? –
- Esta todo bien. –
- “¡NO! ¡No lo está, se supone que no iba volver a estar en este lugar!” –
Deseaba darse un golpe ella misma, no debía aceptar, pero que otra quedaba.
- “Solo debo esperar, hasta la boda y podre irme del imperio” –
Como si todo nunca hubiera pasado, Orla cambio radicalmente su genio, hace un momento estaba tan furiosa, pero ahora lucia radiante.
Rai y Evren no les quedo de otra que estar con Orla, Abaddon se fue para poder sacar a Lucia y los demás y bueno Sebastián……. Seguía mirándola tan detenidamente que le causaba un escalofrió de solo chocar su mirada.
- “Creo que voy a llorar” –
Orla, seguía preguntándole lo que le gustaban, que otras cosas vio en el viaje rumbo al Imperio, sabia la ruta a la perfección y cada lugar lo conoció en su vida pasada, claro que Los Duques junto con Nicolette creían que podía leer la mente.
- “Sera mejor que piensen eso por un tiempo…” -
[Entrada del Palacio Real]
- ¿Que hizo con Celeste Joven Abaddon? –
- Le manipule la memoria. –
- ¿Quedara alguna secuela? –
- No debes por qué preocuparte, es un hechizo seguro, Celeste no recordara nada. –
- Ya veo. – suspiro aliviado. – Aunque fue algo cruel meter algo así en su cabeza, le agradezco lo que hizo por nosotros. –
- No es nada, por ahora vuelvan a la Mansión, hay alguien que les dará una pócima con eso volverá a la normalidad, seguirá siendo la misma Celeste. –
- Gracias. –
Con una sonrisa, se pudo ir más tranquila, con ayuda de Abaddon subió al carruaje donde ya estaban los más pequeños.
- Por cierto, Joven Abaddon. –
- ¿Sí? –
- ¿Ella será la madre de May? –
Abaddon la miro por un momento sin decir nada, respondió con tranquilidad.
- Bueno, ella ya la acepto. –
- De verdad cree que acepto a Maylea. –
Una risa pequeña salió, parecía que le había contado algún chiste, con un rubor en su rostro se quedó silencio mirando al joven, después de unos instantes su serio rostro volvió a la normalidad.
- No me refería a la Marquesa. –
- ……. –
- Yo lo decía por Maylea, al parecer la acepto como su madre adoptiva. –
- Gracias. –
- No es nada. –
- “Solo espero poder protegerla y el recuerdo de Anastasia” –
El carruaje comenzó avanzar, dejando a Abaddon junto a otro hombre detrás de él.
- Asegúrense de que el carruaje no sea seguido y una vez que estén adentro aumenten la seguridad, no dejen que nadie vea a Ileana hasta la boda. –
- ¡Si Señor! –
Los hombres lo dejaron, el pelinegro miro el gran castillo que estaba a sus espaldas, le causaba conmoción de tan solo pensar que muchos lo quisieron en el trono.
- “No deseo el trono, pero tampoco puedo dejarlo en manos de Sebastián……. Al final perderá la cabeza como su padre y el abuelo, solo queda esperar que ese momento llegue” –
Y cuando eso suceda, no tomaría el trono, pero intervendría para poner al siguiente Emperador en el trono.
- “Por todos los que salieron afectados, por mi madre, por la abuela que es una basura, pero las circunstancias la convirtieron en eso, por todas……” –
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Comments
Jehiel Ortiz Cruz
yo ya me hice bolas empelotadas 😭😭😭😭💡💡💡 ¿quién es quién???
2023-06-24
1
~√{©£¢%}✓¶🌟💖
Tengo diferentes sentimientos con respecto a esta historia, por lo que espero que May sea fuerte y ese loco de Sebastián no le haga daño.....
2022-12-15
3
Yan Gómez
Que historia tan buena ... hacer que mi corazón se emocioné, autora por favor continua ❤️❤️❤️
2022-11-10
3