LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE DE LA VILLANA

CAPITULO 9. -

Esperar fuera de la oficina, las piernas de May se volvían gelatina, no soportaba estar esperando en una silla, pero ya se había cansado de estar dando vueltas en el pasillo.

- Señorita May. –

Una voz desconocida la llamo, miro a una mujer de cabellera verde que se detuvo a su lado, trato de hacer memoria, pero no recordaba el rostro.

- ¿Sí? –

- Lamento la interrupción, me presento soy Christina, la Nana de la Señorita Maylea a partir de hoy. –

- ……….. –

¡QUE!

Se quedo con la palabra en la boca, “Nana”, solo los hijos de los nobles solían tener una Nana, ella no era hija del Duque, pero tampoco la había visto en el lugar, dudaba que trabajara para Rai.

- Disculpa. – (titubeo) – puedo saber, ¿Para quién trabajas? –

- Yo……. Trabajo para la Marquesa Nicolette y usted es la Señorita Maylea Brangwen. –

- ……. –

- “Como, como es esto posible……. que no se suponía que “hija” era un camuflaje para esconderme del Marques……” –

- ¿Está bien Señorita? -

- ……. –

A pesar de escucharla, no podía responder, estaba procesando esta situación y quizás solo se había equivocado, todavía estaría fingiendo en caso de que alguien sospechara.

- Christina…… -

La voz de Nicolette llamo a la mujer, May miro también a la puerta que había estado cerrada hace unos instantes, Nicolette las miraba a amabas un tanto confusa.

- Sucede algo May. –

- Yo…. Marquesa. –

- Oh veo, lamento lo que dijo Christina, entra por favor. –

- ……. –

- Debemos hablar algo contigo. –

La puerta fue abierta completamente, camino dentro de la habitación encontrándose con los Duques que permanecían lado a lado.

- Toma asiento May, la Marquesa quiere proponerte algo. –

- …… -

Camino, aun nerviosa hasta estar sentada al lado de Nicolette que la siguió, quedaron en silencio y fue Rai quien lo rompió.

- May, recuerdas lo que te comenté, ser salvada por Nicolette. –

- Lo recuerdo Duque. –

- Eh pensado, que ser una aprendiz era conveniente, pero al parecer ni con eso creo poder salvarte del todo. –

- No entiendo Duque. –

- Bueno. – (suspiro) – es mejor si te lo dice Nicolette. –

Nicolette acepto y continuo con la conversación.

- Mira, May hace poco enviaron a los guardias y se llevaron a gran parte de los hechiceros, los aprendices de mis tierras fueron los primeros en ser llevados, creen que si solo se llevan a los aprendices se puede detener a la plaga. –

- “Plaga” –

Era así como los llamaron, una plaga que infecta al imperio, es mejor si la acaban empezando con los críos y los que recién se presentaban como hechiceros eran llevados al palacio.

- Que sucede con ellos…. –

Pregunto May, los mayores se quedaron callados, se miraron uno al otro para ver quien se lo decía; Rai carraspeo tragando fuertemente.

- May, solo eres una niña…. no es necesario que lo diga. –

- Los matan no es así. – (respondió)

- ……. –

- Me pasar lo mismo que a ellos, moriré. –

Para salvar el imperio, la emperatriz viuda dio la orden de matar a los hechiceros que recién descubrían su poder.

No se tocó el corazón dos veces y sin pensarlo hizo tal mandato.

- May…. –

Nicolette suavizo su voz.

- …… -

- Eres libre de poder decidir, pero si me lo permites, puedo convertirte en mi hija. –

Su respiración se contuvo, podía escuchar el golpeteo de su corazón acelerado cuando escucho las palabras.

- Puedes escoger querida…… puedes decir hasta donde quieres llegar como mi hija, si deseas algún día quitarte mi apellido yo te apoyare, ante todo espero que May pueda sentirse bien. –

Convertirse en la hija de Nicolette, era mas un honor que desgracia poder estar a su lado, reconocía que la mujer era bastante audaz, proponerle convertirse en hija del apellido Brangwen, sabia que Nicolette había perdido la capacidad de tener hijos y el único embrazado que logro concebir, mientras su esposo era un prófugo de la ley, el mandato del antiguo emperador fue asesinar al heredero del título.

- “Aquella triste mujer no le quedo de otra que seguir con una vida sin su familia, su marido fue a la horca y toda la familia por ambas partes del matrimonio fueron asesinadas, se quedo sola en este mundo” –

No importaba que la usara para llenar el vacío que quedo en su corazón, si se trataba de poder sobrevivir entonces aceptaría.

- Yo, Marquesa…. –

¡Azotar!

Un invitado no deseado entro echando una rabieta a que estaba sentado.

- ¡Rai! Hijo de puta……. ¡Te atreves a mentir! –

- Vamos calvo deja de gritar en humilde casa……. eh dicho que soy inocente de todo pecado, la niña es hija de la Marquesa y ellas están de visita, nos ha presentado a su querida hija por que somos sus amigos mas íntimos. –

- No soy imbécil Rai, ya veremos si la Emperatriz les cree esta farsa, además la lista de los niños del orfanato que tu hijo rescato esta incompleta. –

Bajo las atentas miradas de los presentes, saco una lista de sus ropas, el mostro señalando la tinta roja del lugar, tachando a 4 nombres que destacaban por el color.

- Mira atentamente Rai, ciertos nombres están en la lista, veremos que sucede cuando la Emperatriz lo vea. –

Detrás del Marques algunos hombres entraron, portaba la insignia de los caballeros del Palacio Real.

- Si no temes, no habrá algún problema en que la llevemos con la Emperatriz. –

- ……. –

Un silencio inundo la habitación, Rai quedo sin apelar alguna otra cosa al mirar el papel frente a sus narices.

- No hay de que temer Marques. – (Nicolette hablo)

- ¿? –

- No hay que temer cuando el papeleo esta en orden, mi preciada hija tiene 6 meses junto a mi. –

- ….. JA, JA, JA. –

La risa exagerada del Marques dejo a todos con un rostro asustado, el tipo parecía haber perdido la cabeza.

- Ya veremos Marquesa Brangwen…. –

Dejo la habitación, algunos caballeros se acercaron a los 4 para tomarlos y guiarlos a los carruajes que los esperaban.

Subieron sin pelear o quejarse.

- May. – (susurro Nicolette)

- ……. –

- No temas, no dejare que te haga algo el calvo, prometo que no pasara nada y te llevare lejos del Imperio. –

Maylea temblaba como crio recién nacido, sus fuerzas se desvanecieron cuando fue tomada y subida al carruaje, le daba pavor volver a encontrarse con la mirada de Orla.

- “Dios…. se que no soy tu mayor creyente, pero te pido que, así como me trajiste de nuevo a la vida, puedas librarme de la familia Imperial realmente quiero aprovechar la nueva oportunidad que me has dado, quiero mi final feliz……” –

Apretó su mandíbula evitando mostrar su miedo, sujetaba fuertemente la mano de quien sería próximamente su madre; aun no le había dado su respuesta, pero que mas no quisiera que aprovechar la propuesta y salir de aquí.

- Mi hijo…… -

- Abaddon. – (respondió Rai) – debe haber vuelto a la mansión, de algún modo esto, resulto ser conveniente para todos, si Baltasar hubiera encontrado a Ileana también hubiéramos tenido problemas. –

Maylea quedo estupefacta al escuchar el nombre de la mujer, Ileana una mujer que ella misma tuvo la misión de buscarla por orden de Sebastián; jamás le dio una razón para matarla, pero él quería que Maylea se encarga de hacer el trabajo sucio.

- “Pero que hace aquí, como es que Evren sabe donde estaba…… no me digas que ella fue quien la escondió” –

La favorita del Emperador, el padre de Sebastián y también de su abuela, no sabia que tenia Ileana que logró cautivar el corazón de Orla.

(Mientras tanto en la Mansión Duvessa)

- ¡QUE EL MARQUES HIZO QUE COSA! –

Abaddon había vuelto de su misión, cuando llego y encontró algo diferente en el lugar, el mayordomo llego corriendo y le conto lo que Baltasar había hecho.

- Su excelencia, el Marques se llevo a sus padres como viles pecadores. –

- …… -

- También se llevo a la Señorita Lucia, la niña Celeste, el Joven Damián y la Señorita Maylea. –

Podía sentir como su corazón se aceleraba, algunos se quedaron mirándolo al ver como caia al suelo.

- ¡Hermano! ¿estas bien? –

- Solo tomare mi medicamento…. –

- Traigan su medicamento. –

El mayordomo asintió y ocurrió dentro de la mansión.

- Que haremos ahora. –

- No puedo ir ahorita, si la abuela me ve en ese lugar me sacara a patadas. –

- Por que ella lo haría, solo te dijo que descansaras. –

- …… -

- ¿No es verdad? …… Abaddon ¿Qué hiciste realmente? –

- Golpee a Sebastián con una espada. –

Kastian se quedo con la boca abierta, Abaddon un pacifista que no golpearía a alguien al menos que se lo mereciera.

- ¿Por qué? –

- Kastian, realmente ese tipo perdió la cabeza. –

- ….. –

- (suspiro) – Sebastián quiere traer a la vida a Anastasia una vez que se convierta en emperador. –

Los presentes se quedaron en blanco, mirando a Abaddon quien tomaba el medicamento y su respiración se calmaba, se quedaron impactados al escuchar como Sebastián tenia ese plan en mente.

- Estas jugando verdad Abaddon. –

- No, no, como podría mentir Kastian, el me pidió que buscara un libro prohibido, me dijo que sabia como usarlo, que Anastasia le enseñó el truco para poder abrirlo, quiere a traer a la vida a Anastasia. –

- Pero, pero el ya tiene a Roxana, por que quiere de vuelta a Anastasia. –

- No lo sé, pero no puedo permitirlo. –

- ……. –

Kastian miro a su querido amigo, quien su mirada decaía.

- Félix. –

- Si joven Kastian. –

- Ayúdame a llevarlo a su habitación. –

- Si Joven Kastian. –

Dejaron a toda la servidumbre, con pequeños pasos lograron llegar a la habitación de Abaddon quien se dejo caer en su cama una vez que la vio.

- Trae un poco de té, necesita descansar. –

- Como ordene Joven Kastian. –

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