La chica del restaurante

Leandro volvió a la mesa y su mirada aun reflejaba la incredulidad

- ¿Ahora qué paso…? - pregunto Fabián – ¿no te basto con matarlo del golpe al pobre hombre, también fuiste a pelear con la barman?

- No es eso… – dijo y sin saber el motivo, de pronto no quiso compartirlo con sus amigos – está todo bien… cenemos

Leandro se sentó de modo de poder mirar hacia la puerta de Laura sin que llamara la atención, sin embargo no la volvió a ver. Prolongó lo más que pudo la permanencia en el restaurante, pero llegó el momento en que ya no había excusas

- Será mejor que vayas a hablar con ella… – sentencio Diego como si hablara del tiempo, mientras que se levantaba de la mesa

Leandro quiso decir algo, pero cuando miró a su amigo la sonrisa cómplice de todos se transformó en carcajada

- No es eso… - Leandro dudaba hasta de lo que pensaba

- Hace tres horas que estamos aquí… - Pablo apoyó su mano en el hombro de Leandro – espero que valga la pena…

- No es ella… - dijo con una sonrisa melancólica – soy yo el que no valdrá la pena para ella.

No dejó lugar a que replicaran, se abrió paso entre los tres y se dirigió hacia el estacionamiento, respiró hondo y dejo que el aire levemente salado le impregnara la nariz.

- Será mejor que vayamos de cacería… - dijo Fabián animadamente – busquemos algún lugar para bailar – y mirándole a Gazz agrego – no viniste para estar encerrado…

Leandro asintió y comenzaron todos a aplaudir y vitorear alegremente mientras subían al auto.

No tardaron mucho en encontrar un pub donde podían beber unas cervezas y conocer chicas…

Curiosamente cada vez que Gazz miraba a alguna de ellas, los ojos lentamente se les transformaban y quedaban verdes como los de aquella chica, no recordaba muy bien las facciones, pero sería muy difícil olvidar esos ojos… no… lo que no olvidaría era la manera en que lo estaba mirando.

Tenía que reconocer que cuando pregunto a la barman quien era esa chica que lo miraba tan descaradamente, la mujer se sorprendió y luego de darse cuenta que verdaderamente Laura lo estaba mirando descaradamente solo agrego “es una buena chica…no necesita que alguien que esta simplemente de paso le traiga problemas… es sorda…”

Estaba amaneciendo cuando regresaban al departamento, cantando y gritando con unos cuantos vasos de más en su haber.

Mientras que rodaba el auto por la costanera, vieron a alguien en la playa, que remaba acostado en la tabla y a un perro que atento escudriñaba el horizonte como si estuviera vigilando.

Sintió la necesidad de surfear también, había venido para convertirse en un nuevo Gazz, así que decidió que se pondría la ropa de neopreno y volvería a la playa.

- Estás borracho – dijo Pablo casi sin poder articular las palabras – te ahogaras…

- No, no lo haré.

Una media hora después, ingresaba al mar bajo la atenta mirada de Tazz, se había incorporado en sus patas cuando se había acercado, pero cuando Gazz se dirigió hacia el sector más alejado de la playa, lejos de Laura que estaba surfeando, volvió a la posición relajada de observadora.

Laura constantemente miraba hacia el lugar donde estaba Tazz, vio cuando ese hombre se había acercado y se percató del cambio de posición de la perra, de lejos no podía ver al hombre, sin embargo no parecía estar muy equilibrado para surfear.

No pasó más de quince minutos cuando una fuerte ola lo descontroló e hizo que volara por el aire la tabla y le pegara la quilla en la frente peligrosamente cerca del ojo izquierdo.

Laura no se dio cuenta de forma inmediata, pero cuando vio que Tazz se había incorporado y corría hacia el hombre, la imagen se aclaró y observo la sangre que emanaba y que apenas podía flotar sin sujetarse a la tabla por la fuerte conmoción.

Comenzó a remar hacia el lugar, pero Tazz, ya lo estaba jalando hacia la tabla. Cuando llego, lo empujo hasta que logro subir el torso sobre la plancha, enlazo la correa de su tabla con la de él, subió a Tazz a su propia tabla y comenzó a remar hacia la orilla. En dos oportunidades Leandro casi cae de la tabla, pero Tazz, eficientemente daba aviso a Laura para que lo reacomodara.

Ya en la orilla Laura comenzó a examinarlo, respiraba bien, aparentemente no había ingresado agua a sus pulmones, solo tenía el corte en la cabeza que le sangraba descomunalmente.

- Tazz, busca mi bolso – dijo claramente y con gestos para que la perra entendiera la orden.

Tazz salió corriendo en busca del bolso. Aparentemente el hombre estaba desmayado. Aplico su mano para hacer presión sobre la herida, aunque seguramente el agua salada de su piel le escocería la herida, sin embargo no hubo ninguna reacción.

De pronto se acerco a su boca y percibió el fuerte olor a alcohol, entonces entendió que no estaba desmayado estaba borracho, aun así con el golpe en la cabeza no era recomendable que durmiera, así que comenzó a zarandearlo para que se despertara.

- Señor, señor – decía cada vez mas fuerte – despierte, se ha golpeado la cabeza

Sus esfuerzos eran inútiles, dormía tan profundamente que incluso le dio cierta ternura, despejo suavemente los mechones mojados de su rostro y entonces lo reconoció, era el mismo hombre del restaurante y era más bello de lo que recordaba.

Tazz llego arrastrando el bolso, en su interior siempre tenía toalla, vendajes y antisépticos, porque eran muy comunes los cortes para ella. Aprovechándose que estaba dormido, limpio la herida a conciencia, sacando cualquier resto de arena que pudiera haber y lo vendo cuidadosamente.

Cuando ya estuvo listo el vendaje, abrió la botellita de alcohol en gel y puso una cantidad generosa en su mano comenzó a restregarse los dedos, luego puso los dedos bajo la nariz de Leandro para que el olor comenzara a despabilarlo.

Si bien no era tan fuerte como el alcohol puro, era lo único que tenía a mano, no lo podía arrastrar y no lo podía dejar solo, así que aunque tardara un poco más, tendría que resultar.

Cuando iba por su tercer intento, percibió que las cejas se movieron en reacción y bajo los parpados los globos oculares comenzaron a moverse desorientados, una vez más y lentamente pudo ver como abría perezosamente los ojos y trataba de enfocar la vista.

Instintivamente Leandro se tocó el vendaje con la mano, pero Laura le tomo la mano para que no se lastimara… aunque no volvió a soltarla cuando él la dejo sobre su pecho.

- Te cortaste – dijo sonriendo – no es nada grave, pero tendrán que darte puntos.

- Me salvaste… - Leandro aun trataba de enfocar la mirada

- Te salvo Tazz – dijo señalando a la perra – yo solo te saque del agua.

Laura lo soltó y comenzó a juntar sus cosas, no lo miraba, así que no pudo darse cuenta que él le estaba hablando.

Se estaba incorporando, cuando Leandro le tomo del brazo y ella lo miro

- ¿Por qué no quieres decirme tu nombre? – la mirada de Leandro era intensa

- Disculpa – dijo ruborizándose – no me di cuenta que me hablabas – y ante la mirada de incredulidad agrego – tengo que mirarte la boca para entender lo que me dices.

Por unos segundos no comprendió lo que esa chica le estaba diciendo, no obstante en el fondo de su mente comenzó a hacerse cada vez más fuerte la idea central.

- Eres la chica del restaurante…

No era una pregunta, era la confirmación de un hecho y solo entonces sus ojos se aclararon lo suficiente como para ver los ojos verdes que lo habían mirado con tanta ensoñación, pero esta vez no había ensoñación, por lo menos no en ese preciso momento, ahora solo había un rictus de tristeza.

- Si… soy la sorda – dijo apartando la mirada de él – tienes que ir a que te cosan, el vendaje no aguantara mucho tiempo, dile lo que has tomado porque no podrán darte analgésicos potentes y cuando se te pase el alcohol verdaderamente te va a dolor mucho.

Leandro intentaba hablarle, pero ella no lo miraba… hasta que haciendo un gran esfuerzo, logro incorporarse, pero aun su cabeza no estaba preparada y se desplomo hacia atrás.

- Descansa – dijo Laura otra vez a su lado – no te duermas, mantente despierto, voy a buscar ayuda.

Le coloco su bolso a modo de almohada, miro a Tazz y le señalo a Leandro

- Tazz, mantenlo despierto – dijo señalando los ojos abiertos.

Salió corriendo, en busca del primer comercio que estuviera abierto, no fue muy lejos, Laura era conocida por casi todos en el lugar, así que no se sorprendieron de verla, sí que no estuviera con Tazz, cuando ella les explico que había un hombre herido en la playa que no podía levantarse por su propio medio, llamaron a una ambulancia y la acompañaron hasta la playa.

Ni bien llego de nuevo al lado de Leandro, Laura vio la manera en que la miraba, no supo si la miraba con lastima o con algo más desagradable aun, de hecho desde que la había reconocido como la sorda del restaurante, no podía sacarse de la mente la imagen de sus labios repitiendo esa palabra.

Silenciosamente y bajo la atenta mirada de Tazz, juntó su bolso y su tabla de surf y comenzó a alejarse. Había caminado unos cinco metros cuando se percató que Tazz no la acompañaba y se detuvo.

Al volver la mirada, vio a Tazz, aun sentada al lado de Leandro, aunque la observaba a ella, Leandro también la miraba y eso la turbaba aún más.

- Tazz, vamos – dijo sin estar muy convencida que vendría, sin embargo Tazz se levantó y rápidamente llego a su costado para hundir su hocico en su mano – eres una traidora amiga… - le sonrió y acaricio la cabeza – pero te entiendo, casi hago lo mismo que tú.

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Comments

Ana Navarro

Ana Navarro

Que hermosa Historia vaya que no me lo esperé, vaya forma de darle vuelta a la vida de Leandro y que aprendamos a valorar un poco más nuestros sentidos cotidianos

2024-01-01

3

Graciela Peralta

Graciela Peralta

leo muchas novelas pero esta es muy hermosa 💖

2023-09-08

2

Angi Jose

Angi Jose

y aquí estoy leyendo de nuevo, una bella historia sin duda de la Autora Ross 😍💞

2022-11-22

1

Total
Capítulos
1 Prólogo
2 Primera parte: Gazz
3 Las cartas
4 Los tiempos que correspondan
5 No es fácil para mí
6 Un nuevo Gazz
7 Segunda parte: Llura.
8 La chica del restaurante
9 Aún no estoy lúcido
10 Comencemos de nuevo
11 Un momento determinante
12 ¿Tienes hambre?
13 Ese tipo de placer
14 Tercer parte: Tazz
15 Buena chica
16 Mi demonio personal
17 El fin de la oscuridad
18 Hacer lo que uno realmente quiere
19 Podría entenderla
20 Me pasaste tú
21 Cuarta parte: Carlos
22 Una mala pasada
23 Locamente celoso
24 Te burlaste de mí
25 Ella no está sola
26 Más que una aventurita
27 Dejar los celos a un lado
28 Las veces que quieras
29 Quinta parte: André
30 Jamás te voy a obligar
31 Oscuridad familiar
32 Quiero que me prometas
33 Le corresponde a ella
34 Los propios fantasmas
35 Una manera brutal
36 Ella es fantástica
37 ¿Cómo podría mirarla?
38 Sexta parte: Mauricio
39 Transformado completamente
40 Ayúdeme a alejarla de mí
41 ¿La amas?
42 Yo siempre estaré aquí
43 Un viejo cascarrabias
44 Hacer lo correcto
45 Séptima parte: Ismael
46 Sé que la quieres
47 No te prometo nada
48 Una sorpresa
49 No hay rencor amor
50 Confía en mi
51 El hombre mas noble
52 Somos tres hombres tercos
53 Un castigo injusto
54 La mejor alternativa
55 Octava parte: Corina
56 Estaré bien y mal al mismo tiempo
57 Un par de secretos
58 Un poco audaz
59 Más que a nada
60 Tenía que ser de él
61 Una nueva oportunidad
62 Un nuevo apelativo
63 Encontrar a Laura
64 Tengo algo para ti
65 Un tremendo error
66 ¿Harias el honor de aceptarme?
67 No nos vamos a ningun lado
68 No he sentido esto por nadie más
69 Siempre serás tú
70 Epílogo
71 Prólogo de la segunda parte.
Capítulos

Updated 71 Episodes

1
Prólogo
2
Primera parte: Gazz
3
Las cartas
4
Los tiempos que correspondan
5
No es fácil para mí
6
Un nuevo Gazz
7
Segunda parte: Llura.
8
La chica del restaurante
9
Aún no estoy lúcido
10
Comencemos de nuevo
11
Un momento determinante
12
¿Tienes hambre?
13
Ese tipo de placer
14
Tercer parte: Tazz
15
Buena chica
16
Mi demonio personal
17
El fin de la oscuridad
18
Hacer lo que uno realmente quiere
19
Podría entenderla
20
Me pasaste tú
21
Cuarta parte: Carlos
22
Una mala pasada
23
Locamente celoso
24
Te burlaste de mí
25
Ella no está sola
26
Más que una aventurita
27
Dejar los celos a un lado
28
Las veces que quieras
29
Quinta parte: André
30
Jamás te voy a obligar
31
Oscuridad familiar
32
Quiero que me prometas
33
Le corresponde a ella
34
Los propios fantasmas
35
Una manera brutal
36
Ella es fantástica
37
¿Cómo podría mirarla?
38
Sexta parte: Mauricio
39
Transformado completamente
40
Ayúdeme a alejarla de mí
41
¿La amas?
42
Yo siempre estaré aquí
43
Un viejo cascarrabias
44
Hacer lo correcto
45
Séptima parte: Ismael
46
Sé que la quieres
47
No te prometo nada
48
Una sorpresa
49
No hay rencor amor
50
Confía en mi
51
El hombre mas noble
52
Somos tres hombres tercos
53
Un castigo injusto
54
La mejor alternativa
55
Octava parte: Corina
56
Estaré bien y mal al mismo tiempo
57
Un par de secretos
58
Un poco audaz
59
Más que a nada
60
Tenía que ser de él
61
Una nueva oportunidad
62
Un nuevo apelativo
63
Encontrar a Laura
64
Tengo algo para ti
65
Un tremendo error
66
¿Harias el honor de aceptarme?
67
No nos vamos a ningun lado
68
No he sentido esto por nadie más
69
Siempre serás tú
70
Epílogo
71
Prólogo de la segunda parte.

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