Buena chica

Laura continuó con el recorrido de sus dedos, por las arterias que le sobresalían del cuello, sintió los latidos enloquecidos pero acompasados seguramente con los suyos. La barba le hacía cosquillas, le enviaban señales a su cerebro que esa era la piel con la que venía soñando despierta desde unos cuantos días atrás

Su respiración se hizo jadeante, los espasmos de su propio cuerpo le estaban indicando que era placer lo que ese hombre le provocaba aun con solo dejarla tocarlo, trago saliva y fijo su mirada en la boca de Gazz, lentamente dibujo con sus dedos el borde exterior de sus labios, Gazz respondía dándole pequeños besos en la punta de los dedos cuando los podía alcanzar.

O bien porque la tensión de sus brazos lo estaba cansando o bien porque la necesidad de tocarla era mayor que el placer que estaba recibiendo, lentamente bajo su cuerpo hasta cubrir su torso completamente, su boca, a escasos centímetros de la de Laura, comenzó a sonreír, la sonrisa que le gustaba a ella, la sonrisa que eclipsaba su mirada completamente, Laura no podía ver nada más allá de esa sonrisa, era el motivo por el cual estaba dispuesta a entregarse a él casi desde el primer momento de verlo.

Se había enamorado total y completamente de él en aquel momento y ahora al tenerlo así, tan cerca que lo sentía temblar, tan cerca que sentía el calor de su cuerpo, tan cerca que sentía su excitación, no pudo dejar de reconocer que enamorarse de él había sido inevitable y era lo mejor que le había pasado en toda su vida.

Gazz comenzó a besarle el borde de la mandíbula y comenzó a bajar siguiendo los rítmicos latidos de las arterias de su cuello, las recorrió con la punta de su lengua, provocándole a Laura una corridilla de estremecimientos que lo hacían estremecer a él también.

Cuando llego a la base del cuello continuo por el escote de la camisa y casi sin que Laura se percatara cambio de posición para apoyarse en un solo brazo y tener una mano libre.

Desprendió el primer botón y sintió como Laura detenía la respiración, continuo besándola hasta que nuevamente se relajó y continuo respirando aunque más agitada que antes, lentamente le siguieron dos botones más, dejando al descubierto sus senos, turgentes, excitados, apenas cubierto por la fina lencería, recorrió con la lengua el borde del corpiño sin moverlo de lugar.

Laura se sorprendió esperando que continuara, deseando que su lengua recorriera la piel que se encontraba semioculta. Suspiro, se retorció bajo su cuerpo y trato de acercarlo un poco más.

A Gazz lo enloqueció esa invitación descarada, suave pero diestramente corrió la gasa del corpiño para encontrarse con un pezón rosado, endurecido a la espera de sus besos, cuando estaba a punto de tomarlo con la boca, Tazz lo empujo en el brazo y gimió mirando hacia atrás de una duna cercana.

Mientras Gazz trataba de enfocar primero su visión en la distancia, sintió las voces y se dio cuenta de lo que Tazz trataba de decir, venían personas

Prácticamente en un solo movimiento, coloco el corpiño en su posición y abotono dos de los tres botones que había desabrochado. Ante la curiosa mirada de Laura que no sabía lo que ocurría, le sonrió, gesticulo “gente” con la boca y se separó lo suficiente de Laura como para que pareciera que estaban ambos charlando, mientras que el calor y el rubor en la cara de Laura los delataba completamente.

- Buena chica – dijo mirando a Tazz, mientras esta apoyaba su cabeza en la pierna de Laura.

- ¿Me lo dices a mí o se lo dices a Tazz? – Laura se reía mientras trataba de ocultar su rostro bajo su antebrazo, sin dejar de mirarlo por el costado

- Tazz es una buena chica – le beso la palma de la mano que quedaba expuesta sobre su cabeza – tu eres una mujer increíble

En ese momento cruzaban ante ellos el par de mujeres que Tazz había sentido venir, en cuanto los vieron dejaron de charlar y el silencio fue tan vergonzoso como la situación en sí.

Laura las conocía de vista, seguramente para mediodía el chisme ya habría recorrido todo el pueblo. En realidad no habían visto nada comprometedor y no era tan temprano como para ser sospechoso, además también estaba Tazz, aunque no serviría mucho como chaperona si los chismes se desbordaban.

Todas esas preocupaciones pasaron a un segundo plano cuando sintió los labios de Gazz en su oído susurrándole “ya paso”.

En realidad, ¿lo había sentido o lo había escuchado? Juraría que lo había escuchado, pero eso era imposible, seguramente eran las vibraciones que tan bien reconocía en su voz, por eso había adivinado lo que esas vibraciones representaban, igual que el día que le había dicho que se llamaba Gazz con sus dedos sobre sus labios.

No pudo evitar imaginarse, ¿Cómo sería hacer el amor con este hombre? ¿Sabría ella como hacerle sentir el mismo placer a él?, podía sentir que el cuerpo de Gazz respondía a su contacto, pero… ¿Qué estaba pasando por su mente mientras tanto? ¿Será que llegaría a quererla aunque solo sea un poco? ¿y si lo poco que tenia de él no fuera suficiente? ¿y si no duraría su relación el tiempo necesario?, sintió un leve terror de imaginárselo… y volvió a la realidad.

Se miraron asombrados y poco a poco el terror de Laura fue reemplazado por las risas descontroladas de ambos. Rieron hasta que las lágrimas comenzaron a salir. Curiosamente se sentían felices, de alguna manera sabían que era la primera vez para ambos en mucho tiempo.

Se tenían completamente uno al otro y esa sensación de tener y de pertenecer a otro era deliciosa, gratificante y completamente determinante para ambos.

Ninguno de los dos podía asegurar que duraría mucho, pero no era el momento adecuado para tener esas dudas.

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