Comprada

A continuación se quitó el guante derecho y lo que vi me dejó boquiabierta.

En lugar de un brazo tenía una prótesis mecánica de la cual emergían unas grandes garras como cuchillas espeluznantes.

De repente esta tomó a su esclava por su cabello y la degolló sin compasión.

Escuché gritos y lamentos de parte de las dos filas yo solo estaba en trance, las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, sentía odio y miedo al mismo tiempo, ambos sentimientos revolvían mi estómago y acompañaban las náuseas provocadas por el olor a la sangre y su imagen.

Quería ignorar aunque fuese un momento, pero ver a la mujer bailando encima del líquido rojo y el cuerpo de la chica me torturaba, me llenaba de cólera.

La risa, la burla de los espectadores debido a su horripilante danza me hacía querer saltar sobre ellos y matarlos uno por uno.

Deseaba que esto parara, que llegaste alguien y nos salvará de tan espantoso infierno. Pero no… esto era el mundo real y los deseos ya no parecían hacer efecto.

Luego de este espectáculo tan atroz continuaron. Una por una fueron llevadas al centro y vendidas como ganado; sin embargo, las muchas chicas que no eran compradas vilmente las asesinaban con sus armas como si se tratase de un objeto inanimado.

35 muertes y 80 compradas. El total que se llevaba hasta ahora.

La fila a mi lado parecía infinita, me di cuenta que cada vez que se bajaba el número de víctimas más traían a la subasta. Tal vez Vanessa vendría en uno de estos lotes, esperaba que la fila de las vírgenes aún no tuvieran venta.

La subasta no paraba, ni siquiera sabía sí era de noche o de día. Nos tenían de pie, Y si nos agachábamos para descansar nos levantan de a golpe. Entonces sucedió, entre la multitud de chicas divisé a Vanessa disfrazada con alas y rizos.

Estaba distraída con medio cuerpo recostado a la pared.

Trataba de hacerle señas, de llamar su atención, de gritarle ¡Ey Aquí estoy! No obstante el bullicio y los enmascarados vigilando me dificultaban el trabajo.

De pronto la fila de vírgenes comenzó a moverse, nos empujaban desde atrás y como era la primera quede muy cerca del telón.

El presentador carraspeó su garganta y habló con mucha seriedad.

—Muy bien queridos compradores, hagamos una pequeña pausa con la venta de baratijas. Ahora que nuestros superiores ya están aquí por fin, les ofreceré lo mejor de lo mejor —recalcó—¡Vírgenes! Señoras y señores.

Los sujetos me tomaron de los brazos y me llevaron con el presentador. Mis pies se llenaron de sangre de esas pobres mujeres. Mire al frente y pude ver a todos los espectadores. Ninguno se les veía la cara, todos cargaban máscaras de porcelana. Excepto cuatro que estaban en la primera fila cuyas máscaras parecían de cristal y traían un turbante que tapaba sus cabezas. Esos debían ser los superiores.

—Aquí tenemos una hermosa virgen de ojos verdes —dijo el presentador rodeándome con su brazo—¿Quién dice 2000 fichas?

Uno de los superiores se levantó, su máscara de cristal era roja. Al llegar la luz a su posición, este levantó la mano y dijo: doy 2000 fichas; sin embargo, a los pocos segundos de decir esto, otro de máscara Blanca se levantó.

—Doy 3500 —

El enmascarado rojo no se quedó atrás y exclamó: 4500.

No obstante el blanco no se dio por vencido y dijo: 5000.

El otro río y vociferó: ¡A ver si puedes con esto! Doy 7500 por la virgen.

La gente hizo un ¡Ooooh! De asombro.

El de la máscara blanca le enseñó el dedo de en medio y proclamo: 15000 fichas.

El de rojo se dejó caer en su silla con brazos cruzados dándole la victoria.

—15000 a la una 15000 a las dos —Y como nadie contestó— ¡Vendida al superior 1,venga a reclamar lo suyo!

—Que venga ella hacia mí, para eso tiene pies —dijo con arrogancia.

La gente se burló de su chiste, yo solo quería ahorcarlo.

Baje con cuidado las escaleras, estaban resbalosas por la sangre y también porque por cada escalón echaba una ojeada atrás con la intención de que Vanessa me viera o yo verla a ella. No obstante, mi plan fue saboteando por el superior quien me sujetó de la muñeca y me hizo bajar deprisa.

—¡Lo siento mucho Vanessa! —Susurre.

El sujeto me llevó hasta la salida que daba hacia el vestíbulo. Allí nos esperaban la mujer pelirroja y uno de sus guardias. Está al verlo se arrodilló como si fuese un Dios. De mala gana mi comprador se sacó una pequeña bolsa de su bolsillo y la dejó caer al suelo.

—Tu pago —murmuro el enmascarado.

Ella se inclinó y tomó la bolsa, se notaba muy diferente a cuando estuvo conmigo.

—Mi señor, tenemos una gama de collares para su esclava y no cuestan nada, para usted es gratuito —comento—¿Le interesa?

Se escuchó un respiro indignado de parte de él y luego afirmó.

La mujer fue por un maletín y lo abrió en su presencia. Dentro de punta a punta se encontraban todo tipo de collares y correas como si fuesen para un perro.

La humillación llegó a mí cuando este cogió uno metálico con correa y lo aprobó para que me lo pusieran.

—¡Muy buena elección mi señor! Este viene con un chip integrado que le permite dar pequeñas descargas eléctricas si no se le obedece —explico la mujer mientras me lo colocaba — Solo falta que le asigne un nombre de obediencia.

Este se acercó a mí, supuse que me observaba, debido a que, detrás de toda esa cubierta que bloqueaba su cara, podía sentir su mirada pesada. Entonces también lo miré con rabia, con toda la furia que mi alma pudiese expresarle.

A la brevedad se apartó y dijo : Su nombre será “Bestia”.

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Comments

Jesus Castro Montero

Jesus Castro Montero

Bueno a la protagonista le cambiaron el color de los ojos de azules a verdes esta novela mas parece de la época de la esclavitud pero ya pasó en fin

2023-11-30

5

Gise Soto

Gise Soto

lo mismo digo, eran azules no?

2023-11-15

3

maria nuñez

maria nuñez

sus ojos eran azules 🤨🤨

2023-11-07

1

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