Miedo

Mis manos golpeadas el vidrio de la ventana trasera como si eso fuese a quitarme está agonía. Al voltearme hacia el frente vi que no era la única que estaba allí adentro.

Aparte de nosotras había otras cinco chicas. Todas tenían miradas de pánico y una que otra oraba en susurros.

Me apegué a mi amiga mientras el auto se pone en marcha. El reloj había dado la alarma era ya de madrugada estábamos en vueltas en un mar de lágrimas incontrolable.

—Nos... Nos llevan al matadero —dijo Vanessa sollozando.

—No, no... Puede que sobrevivimos, recuerdas lo que dijo aquella chica, que algunos se los llevaron de esclavos —dije tratando de calmarla— Suena malo lo sé, pero siendo así podemos encontrar la manera de fugarnos.

Ella me miró con los ojos cristalizados y rojos y asintiendo nerviosamente.

Traté de observar por la ventana, pero afuera parecía la boca de un lobo, me encontraba totalmente desubicada. Entonces volví mi concentración de nuevo al interior del auto, palpe en busca de alguna manija que pudiera abrir la puerta; sin embargo, la búsqueda fue un fracaso al percatarme de que no existía ninguna manija y que en su lugar se hallaba un panel con muchos botones que cambiaban de rojo a verde.

Mis esperanzas de salir de esta prisión y movimiento se fue al abismo. Esto fue diseñado para evitar un intento de fuga.

Regrese de nuevo a Vanessa y la abrace. A su vez rezaba para que esto solo fuese una pesadilla y que en algún momento iba a despertar.

Tan pronto el auto se detuvo nos bajaron a la fuerza guiándonos por un estacionamiento subterráneo. En plena oscuridad nos llevaron hasta un elevador de carga y todas subimos.

Detalle hacia todos lados pude divisar diez cabezas aparte de las de Vanessa y la mía. Nos encontrábamos apretujadas y con un calor que no se soportaba. El elevador subía lento al parecer nos llevaban al último piso y no me equivoqué porque este se abrió en el número quince, número que solo faltaba por iluminarse.

Fuimos de nuevo violentadas para que camináramos y no nos queda otra opción que obedecer. A empujones llegamos a un pasillo solitario en donde fuimos colocadas una tras otra.

Vanessa No soltaba mi suéter mientras que con vos ya quebrada nombraba solo dos cosas «Mamá...Casa»

Uno de los sujetos se acercó a la única puerta al final del pasillo, tocó tres veces y una mujer con bata blanca salió a su llamado.

El olor a alcohol etílico y a yodo impregnó mis fosas nasales. Eran olores característicos de un hospital aunque esté no se le pareciese mucho.

—¿Son todas? —preguntó la mujer con gafas cuadradas y pelo rizado recogido por un moño.

—Si, las otras decidieron tomar el camino rudo. Así que le dimos paz a sus almas —respondió este como si la matanza que hacían fuese un favor.

—Ya veo. De acuerdo, pasa una por una. Hay que prepararlas para la subasta —anuncio.

Acababa de decir ¿Subasta?

Tomaron a la primera chica ala fuerza y la metieron en el cuarto. Ya dentró y a Puerta cerrada no se escuchaba nada, pero luego de unos minutos un grito espeluznante causó un revuelo entre todas.

Una qué otra intento salir de la fila y correr, pero no llegaron lejos, puesto que fueron acribilladas sin piedad.

— Otra más que quiera pasarse de lista, ¡La que se mueva le doy fin a su vida! —amenazó el sujeto que disparo.

Me dejé caer al suelo con Vanessa que parecía ya estar en estado de shock. Tenía la mirada ida y sin vida.

—¡Vanessa! ¡Ey! —Susurre, moviéndola para que volviera en sí.

La puerta se abrió nuevamente y tomaron a la siguiente, obteniendo yo el puesto de primer lugar.

La primera chica no salió, eso me hizo suponer que podría ser la última vez que vería mi amiga.

—Pase lo que pase, no olvides que te quiero y que más que una amiga eres mi hermana —

Ella por fin me miró y contemplé su desdichado rostro desesperanzado. La abracé como nunca lo había hecho abarcando todo su espacio y lloré sobre su hombro.

Enseguida respondió a mi abrazo de la misma manera, dándole fuerza al vínculo que teníamos desde niñas.

Oímos el grito de la chica, ya iba a ser hora de que me tocará a mí.

No quería resignarme quería seguir con actitud positiva, no obstante los nervios junto con el miedo me traicionaban.

La puerta se abrió con brusquedad dando la bienvenida a un infierno desconocido. Fui separada de Vanessa a la fuerza, arrastrada Como quién lleva a un animal al matadero.

Mi amiga de toda la vida, imploraba que me regresarán, que no me llevaran adentro, pero ya era tarde el camino estaba trazado y aunque pataleara no serviría de nada.

En el interior me colocaron en una silla y me ataron de pies y manos. La habitación era blanca y habían máquinas que se me hacían incapaces de reconocer. Mi cuerpo temblaba no por el frío del sino por el terror que me causaba las personas allí conmigo.

La mujer del moño arrimo una máquina frente a mí. Esta poseía una pantalla quedaba hacia ella, mientras que lo demás solo se basaba en botones y cables.

De su bolsillo saco una especie de mini tablet qué configuro rápidamente con sus finos dedos.

—Muy bien, mira hacia acá —ordenó poniendo el pequeño dispositivo muy cerca de mi ojo.

Vi un pequeño punto de color rojo qué resplandeció tres veces al mirarlo fijamente. Enseguida lo aparto y se dispuso a monitorear la pantalla delantera, al parecer la pequeña tablet acababa de enviar mi información personal a su máquina porque lo que dijo a continuación me dejó impactada.

—Charlotte Jensen, 22 años, estatura 1,66 cm, peso 21 kilogramos, color de ojos azules, color de cabello castaño, padres Ronald y Valeria Jensen ambos fallecidos, no fumas, ni tampoco bebes —suspiro y prosiguió—Pareces tener una buena condición de salud y una excelente línea genética. Ahora vamos con el segundo paso.

Esta hizo una seña con su mano derecha, fui desatar ahí levantada de la Silla. La mujer me guío hasta una camilla la cual no poseía ni siquiera almohada ni colcha, únicamente se trataba de una plancha brillante con una luz lineal qué pasaba de cada extremo a otro igual que una fotocopiadora.

Me preparé para acostarme antes de que fuese maltratada, pero la mujer me detuvo.

—Quítate la ropa primero, necesito examinarte completa —

¡Quitarme la ropa! ¡Con todos esos hombres observando! ¡Jamás!

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Comments

Mirta Liliana

Mirta Liliana

Si a mí también me parece raro el peso de la chica,21 kilos,imposible...

2024-02-22

3

Jenni Rodriguez

Jenni Rodriguez

chale ya esa muchacha es anorexica si pesa 21kilo

2024-02-12

1

Gllädys Martell Qüesada

Gllädys Martell Qüesada

21 kilos? el.peso de un niño de 4 años?

2023-12-15

2

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