Capítulo 17 – Pillada

Aquella noche la marquesa y el príncipe durmieron juntos hasta el amanecer, él no despegó sus brazos del cuerpo de Elaine, quería que ella se sienta segura de que para él aquel acto fue algo más que carnal, él la amaba y lo había admitido, pero las palabras no eran suficientes, tenía que demostrarle de otra manera, y sujetándola fuerte contra su pecho para que ella escuche los latidos rápido y fuertes de su corazón era una forma de hacerlo; una parte de su ser no quería dejarla ir a ningún lado, anhelaba poder tenerla en esa cama para siempre, en donde solo eran ellos dos y no había impedimento alguno para amarse, podían ser ellos mismos y dar rienda suelta a la pasión contenida dentro de sus cuerpos, en esa cama no había nadie observando y emitiendo juicios de valor, ninguna persona podía acusarlos de fornicarios, el único testigo que había de aquellos pecados que cometieron era el cielo inmenso adornado con una gran luna brillante y cientos de estrellas que alumbraban las sombras, cuya luz entraba por los ventanales creando un cierto ambiente de paz en aquellos corazones inquietos.

Elaine fue la primera en despertar, su oído era agudo y apenas escuchó ruidos provenientes de los pasillos creyó que era hora de regresar a casa, pues seguramente la servidumbre del palacio debía estar ya de pie lo que significaba que pronto la familia real también despertaría; después de buscar de manera exasperada la ropa que habían tirado la noche anterior por toda la habitación, se vistió tratando de acomodar su vestido lo mejor posible, parecía que para el príncipe fue fácil sacarlo pero a ella le costó bastante volver a colocarse. Luego de mirarse al espejo y ver reflejada la silueta semidesnuda de Edward, dio media vuelta y se acercó sin hacer ruido a la cama, entonces se tomó el tiempo de observar al hombre que dormía plácidamente, él se veía tan varonil y a la vez tan inocente mientras descansaba, fue inevitable que ella sonriera imaginando un futuro en el que todas las mañanas observaría ese rostro, después un sonido le sacó de sus pensamientos y de un salto estuvo de nuevo de pie, se acomodó el vestido y un suspiro lleno de pesar salió de su boca.

No sabía si era correcto irse de ahí sin avisar, pensó en lo que Edward diría cuando abriese los ojos y ella no esté a su lado acurrucada en sus brazos, le dio un escalofrío al pensar que él se molestaría por dejarlo solo después de haber compartido más que la cama durante la noche, pero prefirió ser positiva en cuanto a eso, pensó para sí misma. Mientras menos gente sepa que ella durmió en el palacio, sería mejor. Dejó un tierno beso en la frente del príncipe, procurando no despertarlo, le cubrió con la manta el torso descubierto pues las mañanas en Londres comenzaron a ser cada vez más frías y no quería que enferme, observó por última vez la habitación y se dispuso a salir.

Cerró la puerta con cuidado y comenzó a caminar sigilosamente por el pasillo para no ser vista, de repente sintió un tirón, alguien tomó su brazo y la metieron a una habitación, cuando abrió los ojos su corazón volvió a latir con normalidad, estaba en el vestíbulo del cuarto de su amiga, estaba segura de que el alma le volvió al cuerpo después de ver el sonriente rostro de Giselle.

-. ¿A dónde ibais con tanta prisa Elaine? Escapar del palacio como una fugitiva no es algo digno de una marquesa. – Le dijo Giselle con gracia en su voz mientras se acomodaba la bata de dormir.

- Dios\, no sabes cuánto me habéis asustado. Estaba por ir a casa\, necesito tomar un baño.

- ¿No deberíais estar en casa ya? Digo\, casi amanece y anoche cuando volví al salón no pude divisarte en ningún lado. Espera no respondas\, adivinaré\, eso quiere decir qué… ¿Dormiste con Edward? – Le preguntó la hija del conde\, con una expresión de curiosidad y algo de burla en su voz\, era incuestionable que deseaba ver sonrojada a su amiga.

- Hey shhh\, alguien podría escucharte. – Elaine corrió hacia ella y le tapó la boca con la mano.

- Elaine\, Elaine\, si de algo me han servido estos meses en el palacio han sido para darme cuenta que aquí no hay secretos\, desde las mucamas hasta las fregonas ahora mismo deben estar hablando de lo bien que se pasó la marquesa Dubois con el príncipe Edward.

- ¿Qué quieres decir? Estoy casi segura que nadie nos vio. – La marquesa prácticamente admitió haber dormido con Edward\, así que su amiga sonrió maliciosamente pues se salió con la suya sin haber hecho demasiados esfuerzos por encontrar la verdad. Elaine cayó sentada en el sofá con evidente preocupación sin darse cuenta de lo antes mencionado.

Giselle decidió seguir con la conversación. – Es como escucha mi Lady, las paredes en el palacio tienen oídos, lo sé por experiencia propia, pero no se alarme demasiado, los chismes se quedan en estas mismas paredes, la reina castiga duramente a cualquiera que hable de lo que sucede en el palacio allá afuera.

- Aún así\, no puedo dejar de preocuparme.

- ¿Entonces si dormiste con él?... Acabas de admitirlo hace un momento. Ay\, cuéntame todo\, no te pienso juzgar ya que soy tu amiga y confidente\, los secretos no existen entre nosotras.

- No\, no\, no\, señorita Giselle acaba de decirme que las paredes tienen oídos... – Negó ella\, y Giselle hizo un puchero esperando que ella hablase\, pero Elaine decidió cambiar de tema para evadir un largo interrogatorio. - ¿Por cierto por qué está despierta a esta hora?

- No podía dormir. – Respondió la hija del conde con desánimo\, al final parecía que Elaine no le iba a contar nada.

- ¿Sucede algo?

-  Fingiré que no me he dado cuenta que estás evadiendo mis preguntas… - Dijo ella entrecerrando los ojos\, a lo que Elaine respondió alzando los hombros levemente. – Ni siquiera sé por dónde empezar\, no es algo malo\, simplemente es extraño.

- ¿Entonces se trata de Patrick?

- Así es\, estos últimos días se ha estado comportando muy extraño\, es como si algo hubiese cambiado dentro de él desde que llegué aquí. Bebe demasiado\, y la reina está muy preocupada a causa de eso… Oh\, mi Dios\, no sé si debería contarte esto\, pero incluso una noche entró ebrio a mi cuarto mientras yo dormía. – Esto último lo dijo tan rápido que apenas fue audible para la marquesa\, aún así pudo comunicar lo que quería pues a Elaine casi se le cae la cabeza al escuchar aquello tan escandaloso.

- ¡Vaya! Eso sí que me sorprendió. ¿Hicieron el amor? – Preguntó Elaine sin tapujos.

- Claro que no. – La cara de Giselle se tornó roja\, y se puso muy nerviosa tan solo de imaginar que algo así hubiese sucedido\, recordó que pudo ver a Patrick casi desnudo y su corazón comenzó a latir muy rápido. – Él estaba demasiado azorado por el alcohol\, así que solo se acostó a dormir a mi lado\, evidentemente yo no me di cuenta hasta la mañana siguiente\, de otra forma lo hubiese evitado.

- Ajá\, te sonrojaste Giselle. Dime la verdad ¿De verdad no sucedió nada? O es que… ¿Te sentiste más atraída por él después de esa noche?

- No sé como definir lo que sentí\, es solo que nunca había estado así de cerca con un hombre\, claro que me puse muy nerviosa. Pero ambos hemos resuelto no hablar del tema\, aunque desde esa noche creo que intenta galantearme\, o al menos finge hacerlo para incomodarme. – Respondió Giselle mientras jugueteaba con sus manos.

- Si él no ha tocado el tema probablemente si fue un error y no entró con otras miras a tu habitación\, pero ten cuidado puede ser una trampa para embelesarte y que caigas rendida en sus brazos.

Giselle solo rio al escucharla y no dijo más con respecto a eso, necesitaba desahogarse y lo hizo, ahora debía seguir con su vida; para ella era poco probable que Patrick haya comenzado a tener sentimientos que la involucren, pues desde que se comprometió con ella se dedicó a recordarle que para él todo era una especie de negocio y nada más. – Hoy saldré de palacio, quiero visitar a mis padres. Iré contigo si no te molesta.

-. Por supuesto que no, iremos en mi carruaje, podemos aprovechar para platicar en el camino, incluso si no te incomoda quisiera que me acompañes a la modista, quiero mandar a hacer un vestido nuevo.

- Me parece excelente\, vuelvo enseguida. - Después de unos minutos Giselle estaba lista\, tomó una capa de color azul claro\, y se colocó.

-

La reina despertó un poco más tarde que de costumbre pues la noche anterior estuvo muy ocupada organizando todo para que la cena sea espléndida hasta en el más mínimo detalle, y lo logró, todos sus invitados disfrutaron de un momento placentero en el palacio, solo hizo falta el rey Basil para que la dicha sea completa. Clare y Carlos regresaron junto a sus hijos a su residencia fuera de Londres aquella misma madrugada, se despidieron de la reina la noche anterior, pues sabían que no la verían en la madrugada.

Cuando bajó al comedor preguntó por sus hijos, y nadie supo darle razón, entonces tuvo que recurrir a las mucamas personales de los príncipes quienes le informaron que los tres seguían durmiendo, algo que le sorprendió, sobre tratpandose de Edward, pues él siempre era muy responsable y nunca se pasaba de la hora de levantarse, tenía una especie de reloj interno que no le permitía dormir más de la cuenta, en cuánto a Patrick y Arthur era común que después de una noche de tragos se queden durmiendo hasta que su sueño haya terminado por completo, lo extraño era que Arthur quien no bebió también se haya quedado dormido.

-. Ve a la habitación de Edward y dile que debe venir a desayunar con su madre, si insiste en dormir déjenlo en paz no me importará desayunar sola, también ve a decirles a Patrick y Arthur, aunque dudo que ellos decidan dejar el calor de sus sábanas solo para desayunar con su madre. – Le ordenó la reina a su doncella personal.

- Sí su majestad.

- Espera\, también llama a Giselle\, ella siempre desayuna conmigo cada mañana.

- ¡Oh! Su majestad\, ella salió hace poco\, dijo que regresaría pronto.

- Vaya\, y no me informó antes de ir. Pero bueno seguro no quería levantarme\, tal vez haya ido a ver a sus padres\, es normal que aquella chiquilla extrañe su hogar fuera de estas cuatro paredes. Bien\, entonces solo ve a ver a mis hijos. – Su doncella fue enseguida a cumplir con la orden\, y cuando salía del salón entró el lacayo personal del rey dimitido.

- Su majestad\, perdone la interrupción\, el rey dimitido desea hablar con usted.

- ¿Conmigo? Tan temprano\, debe ser urgente. Por favor Silba\, que no sirvan mi desayuno aún.

La reina se apresuró a la habitación del anterior rey, por su mente pasaron muchas cosas, no quería imaginar lo peor, en su cabeza se decía para sí misma

Cuando llegó a la habitación miró que el semblante del anterior rey había decaído notablemente, desde hace tiempo el estado de su salud iba empeorando y los médicos reales cada día entendían menos sus dolencias, era difícil poder ayudarlo pues con la edad también se iba volviendo más terco y no dejaba de repetir que lo único que deseaba era que le dejen morir en paz.

-. Reina Adara está aquí, gracias por atender mi llamado con tanta prisa, necesito que le escriba a Basil, puesto que mis días en esta tierra pronto terminarán y deseo tener a mi hijo a mi lado cuando de mi último suspiro y me reúna con su madre.

- Su majestad\, no diga eso\, que provoca que mi corazón se estremezca\, Basil no soportaría que usted se vaya sin antes tomar su mano por última vez.

- Ya he vivido suficiente hija\, he podido ser más feliz que cualquier hombre en mi posición\, tuve un hijo maravilloso y pude verlo coronado… y mis nietos\, cuantos amo a mis nietos\, ellos se han convertido en parte

importante de mi vida, gracias por traerlos al mundo tan fuertes y sanos. – Él iba a acotar algo más, pero una fuerte tos no le dejó continuar, su pecho parecía rugir cada vez que hablaba, y el frío del venidero invierno ya se hacía sentir, claro que la habitación tenía su sistema de calefacción, pero no era suficiente en su caso.

- No se esfuerce demasiado su majestad\, será mejor que descanse\, yo le escribiré enseguida a Basil\, la carta llegará a él lo antes posible.

- Gracias hija. – Le dijo él con una voz muy débil. Adara hizo una reverencia y salió de la habitación a toda prisa para cumplir con la orden del rey dimitido; aunque no era su padre desde que llegó al palacio Azriel fue como uno para ella\, y sentía mucho pesar en su corazón al verle en ese estado.

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Empoderada

Empoderada

cada día es más tardío actualizar la historia pierde la emoción de la trama

2022-08-10

2

Total
Capítulos
1 Prólogo
2 Capítulo I – Francesa en apuros
3 Capítulo 2 – Una extraña
4 Capítulo 3 – La primera oportunidad
5 Capítulo 4 – No arruines mis planes
6 Capítulo 5 – Recordar es volver a vivir
7 Capítulo 6 – La espía
8 Capítulo 7 – No me mires así
9 Capítulo 8 – Cómplice en el palacio
10 Capítulo 9 – A solas
11 Capítulo 10 – No la toques
12 Capítulo 11 – Una noche con mi prometida
13 Capítulo 12 - Un camisón transparente y una visita inesperada
14 Capítulo 13 – La mujer de ojos verdes
15 Capítulo 14 – Llegó el momento
16 Capítulo 15 – Pasé la noche con el príncipe
17 Capítulo 16 – Entre sábanas
18 Capítulo 17 – Pillada
19 Capítulo 18 – Un golpe por cada lágrima
20 Capítulo 19 – Cuatro palabras
21 Capítulo 20 – El duelo de una nación
22 Capítulo 21 – Traición
23 Capítulo 22 - Vete
24 Capítulo 23 – La traeré de vuelta
25 Capítulo 24 – Voy por ella
26 Capítulo 25 – No te esperaba
27 Capítulo 26 – La carta que leí
28 Capítulo 27 – Volverás conmigo ​
29 Capítulo 28 – No me vuelvas a besar
30 Capítulo 29 – De vuelta
31 Capítulo 30 – Mi castigo es amarte
32 Capítulo 31 – Repentino
33 Capítulo 32 – Un nuevo Patrick
34 Capítulo 33 – Explicaciones y apuros
35 Capítulo 34 - Una boda apresurada
36 Capítulo 35 - Mis ojos en otro hombre
37 Capítulo 36 - La distancia que nos separa
38 Capítulo 37 - Un disparo
39 Capítulo 38 - Un beso de sanador
40 Capítulo 39 - Difícil
41 Capítulo 40 - Un juicio lleno de sorpresas
42 Capítulo 41 - La bañera
43 Capítulo 42 - Un caballero ansioso
44 Capítulo 43 - No es tan difícil perdonar
45 Capítulo 44 - Buscaré una esposa
46 Capítulo 45 - El momento está cerca
47 Capítulo 46 - Mi alma y la tuya
48 Capítulo 47 - Esperaba a otra persona
49 Capítulo 48 - Por un te amo
50 Capítulo 49 - Gran idea
51 Capítulo 50 - El plan perfecto
52 Capitulo 51 - Plan imperfecto
53 Capítulo 52 - Mi debilidad secreta
54 Capítulo 53 - No puedo mirarlo con otros ojos
55 Capítulo 54 - Un pequeño desliz
56 Capítulo 55 - Dos desconocidos
57 Capítulo 56 - Ese no es hombre para ti
58 Capítulo 57 - Nuestro secreto
59 Capítulo 58 - Niña
60 Capítulo 59 - Un hasta luego, no un adiós
61 Capítulo 60 - Mi noche favorita, nuestra
62 Capítulo 61 - Mía para siempre
Capítulos

Updated 62 Episodes

1
Prólogo
2
Capítulo I – Francesa en apuros
3
Capítulo 2 – Una extraña
4
Capítulo 3 – La primera oportunidad
5
Capítulo 4 – No arruines mis planes
6
Capítulo 5 – Recordar es volver a vivir
7
Capítulo 6 – La espía
8
Capítulo 7 – No me mires así
9
Capítulo 8 – Cómplice en el palacio
10
Capítulo 9 – A solas
11
Capítulo 10 – No la toques
12
Capítulo 11 – Una noche con mi prometida
13
Capítulo 12 - Un camisón transparente y una visita inesperada
14
Capítulo 13 – La mujer de ojos verdes
15
Capítulo 14 – Llegó el momento
16
Capítulo 15 – Pasé la noche con el príncipe
17
Capítulo 16 – Entre sábanas
18
Capítulo 17 – Pillada
19
Capítulo 18 – Un golpe por cada lágrima
20
Capítulo 19 – Cuatro palabras
21
Capítulo 20 – El duelo de una nación
22
Capítulo 21 – Traición
23
Capítulo 22 - Vete
24
Capítulo 23 – La traeré de vuelta
25
Capítulo 24 – Voy por ella
26
Capítulo 25 – No te esperaba
27
Capítulo 26 – La carta que leí
28
Capítulo 27 – Volverás conmigo ​
29
Capítulo 28 – No me vuelvas a besar
30
Capítulo 29 – De vuelta
31
Capítulo 30 – Mi castigo es amarte
32
Capítulo 31 – Repentino
33
Capítulo 32 – Un nuevo Patrick
34
Capítulo 33 – Explicaciones y apuros
35
Capítulo 34 - Una boda apresurada
36
Capítulo 35 - Mis ojos en otro hombre
37
Capítulo 36 - La distancia que nos separa
38
Capítulo 37 - Un disparo
39
Capítulo 38 - Un beso de sanador
40
Capítulo 39 - Difícil
41
Capítulo 40 - Un juicio lleno de sorpresas
42
Capítulo 41 - La bañera
43
Capítulo 42 - Un caballero ansioso
44
Capítulo 43 - No es tan difícil perdonar
45
Capítulo 44 - Buscaré una esposa
46
Capítulo 45 - El momento está cerca
47
Capítulo 46 - Mi alma y la tuya
48
Capítulo 47 - Esperaba a otra persona
49
Capítulo 48 - Por un te amo
50
Capítulo 49 - Gran idea
51
Capítulo 50 - El plan perfecto
52
Capitulo 51 - Plan imperfecto
53
Capítulo 52 - Mi debilidad secreta
54
Capítulo 53 - No puedo mirarlo con otros ojos
55
Capítulo 54 - Un pequeño desliz
56
Capítulo 55 - Dos desconocidos
57
Capítulo 56 - Ese no es hombre para ti
58
Capítulo 57 - Nuestro secreto
59
Capítulo 58 - Niña
60
Capítulo 59 - Un hasta luego, no un adiós
61
Capítulo 60 - Mi noche favorita, nuestra
62
Capítulo 61 - Mía para siempre

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