Capítulo 20

Danna iba todos los días al hospital a visitar a Dylan, quien seguía en coma provocado por los golpes recibidos mientras estuvieron presos.  La policía lo descartó como cómplice debido a las lesiones recibidas; todas las evidencias apuntaban a que se reveló el secreto de Dylan, quien no era un Omega de nacimiento.

Algunos de los compañeros de Danna terminaron señalándola a ella como la cómplice, debido a que el jefe, a quien nadie podía recordar con claridad; siempre tuvo una preferencia por ella a pesar de que su aspecto era la de un Beta.

— ¿Qué se siente saber que por tu culpa ellos no volverán? – un chico le arrojó agua en la cara, estaba sumamente molesto.

Danna no respondió nada, ella no tenía la menor idea de lo que ocurría y mucho menos por qué desde hace tiempo los medios de comunicación la tachaban a ella como una secuaz en el incidente.  No fue hasta que escuchó sin querer una conversación con algunos compañeros de la escuela que lo descubrió.

— Ella siempre estaba con el líder.

— Dicen que la encontraron teniendo sexo cuando nos rescataron.

— Yo escuché que ella lo planeo desde el inicio.  Porque odia a Vanessa.

— Pobre Vanessa, la vendieron al antro por culpa de Danna.

Danna sintió que todo el mundo se le venía abajo, especialmente porque Tania y Sonia no lo negaron, ellas sabían que no era cierto.  Ellas fueron las principales beneficiarias de que Ethan tuviera ese interés extraño por ella.

Ella comenzó a notar que su cuerpo ya no resistía con la misma intensidad que antes, cuando terminó su estadía en el hospital, le advirtieron que podría tener algunas complicaciones gracias a la marca, pero que nada de eso era algo de lo que tenía que preocuparse en esos momentos; especialmente porque al ser un omega oscuro las probabilidades se reducían.

En las clases le costaba mantenerse despierta, era algo frustrante para ella no poder prestar atención suficiente; su cuerpo comenzaba a tornarse frío de repente, Danna tomó aquello como señal de que había comenzado a entrar en depresión.  Además, sus latidos no eran normales, sentía el corazón palpitarle en la garganta, también comenzó a sentirse ansiosa sin ninguna razón.

Cada que iba al doctor la atendía un beta que siempre le decía la misma razón; era posible que se debiera a una secuela causada por un acontecimiento traumático; todos, incluida ella, lo asociaron con el secuestro; no obstante, a Mario le preocupaba que llegara a un nivel de agotamiento tal, que un día no pudiera despertar.

Y no estaba muy errado, para Danna el levantarse se había vuelto una tarea titánica, la energía de su cuerpo simplemente la abandonó; María tuvo suficiente cuando Danna simplemente no despertó por dos días.

— Esto no es normal.

— Los doctores dicen que es por el accidente.

— No es eso… debería no poder dormir, debería tener pesadillas, solo mírala, se me está muriendo y los doctores no hacen nada.

Mario se puso a pensar un poco; era obvio para cualquiera que Danna no se encontraba bien, pero, la razón era desconocida.  Lo único particular o extraño que él observaba en sus citas al doctor era que los atendían betas; pero era normal que fuera así, para evitar manipulación en los datos debido a la raza.

— Ellos que van a saber si no son omegas…

Esas palabras provenientes de un omega, pusieron a reflexionar a Mario que realmente lo que estaba mal era su clasificación; para alguien que no puede tener enlaces como un beta, los síntomas podrían pasar desapercibido.  En ese momento recordó que cuando la rescataron, Danna había sido marcada con una mordida; misma que María desconocía que tenía.

— Busquemos a un doctor que sí nos pueda ayudar.

No fue sencillo, encontrar a un omega que fuera doctor fue una de las tareas más extenuantes que pudieron emprender; primordialmente porque los omegas no conseguían puestos tan altos; en segundo lugar, las clínicas donde un omega funge como doctor se consideraban burdeles.

Cuando finalmente encontraron uno, no dudaron en llevarla; la llevaron en estado inconsciente, ese día Danna no podía reaccionar, su respiración era demasiado lenta y casi no podían escucharse sus latidos de tan débiles que eran.

— Doctor, dígame que tiene mi hija, la hemos llevado a muchos lados, pero nadie sabe decirme, por qué está así.

— Señora, sé que está pregunta, es un poco incómoda, sin embargo… ¿Su hija es activa sexualmente? – el doctor no necesitaba preguntar por la raza a la que pertenecía Danna, el color del cabello no marcaba el aroma que producía.

— No, mi hija no tiene novio.

— Ya veo… ¿Ha sido víctima de violación? No sé, que llegara a casa a hurtadillas por miedo a que la descubrieran.  Es común en los omegas que ocurran accidentes y obviamente no es culpa de ellos, pero deben de tener mucho cuidado.

— ¿Violación? Oh, Dios mío no, Danna no sale mucho de casa, especialmente no después del secuestro.

— ¿Secuestro?

— Sí, salió en las noticias hace poco; el grupo de mi hija fue secuestrado… afortunadamente regresaron casi todos.  Faltan algunos muchachos por encontrar, tenemos mucha suerte de que nuestra Danna sea oscura, siempre la confunden con un omega y no le prestan atención, ¿Verdad, cariño?

Mario asintió después de unos segundos, cómo romper con el corazón de una madre que ha hecho hasta lo imposible porque no se repita su propia historia, el doctor miró a Mario, era obvio que él sabía algo; después de todo era un alfa un poco dominante.  Por lo que el atraco pudo ser en casa.

— ¿Podría dejarme revisarla?  Necesito corroborar algo.

— Claro doctor.

El doctor comprobó meticulosamente el cuerpo de Danna, quitó el collar de su cuello; suspiró, esa niña estaba marcada.  Siguió buscando más detalles en su cuerpo, encontró un leve desgarre en su vagina; era evidente para él que la chica había sido ultrajada en contra de su voluntad.  Antes de que pudiera abrir la puerta, Mario ingreso, bajando la cabeza con algo de pesar; debía de confesar lo que sabía.

El doctor escuchó la historia con cuidado, era un tema delicado y en los ojos de Mario se notaba el pesar de sus palabras, por lo que el doctor no dudo en lo que decía.  También le explicó la situación de María y pedía un consejo de cómo ayudarla sin que su madre se diera cuenta.

— A estas alturas su señora ya debe de sospechar lo ocurrido.  No tiene caso de que se lo oculte más.

El doctor pidió a María que entrara al consultorio para informarle de lo ocurrido; intentó ser lo más directo y humano posible; sabía que Danna no fue la culpable y probablemente el Alfa implicado tampoco; pero era necesario contactarlo.

— Es primordial para ella estar junto a él.  De lo contrario morirá.  Puedo ayudarle a que resista un poco más; aun así, no será de mucha ayuda; una semana como máximo. ¿Saben quién es el alfa que la marcó?

Para Mario era difícil olvidar el rostro de ese hombre, sin embargo, cómo encontrarlo; observa a Danna postrada en la camilla, inconsciente; aprieta con rabia los puños, sabe que es lo que tiene que hacer.  María está impactada con la noticia, nunca imaginó que su pequeña tuviera un problema tan grande como ese; se sintió la peor madre de la historia, algo pasó en ese viaje que arruinó la vida de su hija por completo y ella ni siquiera se enteró.

— ¿Una semana, cierto? Traeré a ese alfa.

Danna tuvo que ser sometida a un tratamiento un poco experimental por parte del doctor, mismo que les pidió que fueran lo más discreto posible y que si llegaban a preguntar, solo dijeran que era algo hormonal.  Danna tendría que recibir esencia de alfa para mitigar un poco los efectos secundarios de estar lejos de su alfa.

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Comments

Lidia Martínez Mejía

Lidia Martínez Mejía

😳😳😳 Muy buena

2023-05-15

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