Capítulo 18

El contacto que Ethan tenía sobre Danna se volvía cada vez más frecuente, principalmente por la aparición de los clientes que acrecentaban el miedo que tenía de perderla y; por otra parte, se encontraban las feromonas de Tania y Sonia, quienes no perdían la oportunidad de intentar ganarse el favor del Alfa a mando.

El cuello de Danna y sus horas de sueño se vieron fuertemente afectadas debido a esto, si las cosas seguían de esa manera, Danna podría sucumbir.  Ethan sabía muy bien las consecuencias de la marca incompleta, pues solo había hecho la parte visual, falta que ambos pudieran compenetrarse para poder terminar la marca.  No obstante, Ethan no deseaba sellar a Danna en un lugar de tan baja categoría, siempre procuraba que se entregaran por voluntad propia, ya que la marca era más duradera; pero en el caso de Danna algunas cosas eran bastante diferentes.

- El baño debe tener una temperatura mayor a los 33 grados\, más no menos… Vuélvelo a hacer.

- Este vino está cliente\, trae otro.

Sonia está harta de los constantes regaños por parte de Ethan o los empleados de mayor rango, todo era culpa de Danna, a pesar de que ella no decía palabra alguna; era como si Ethan le estuviera robando las fuerzas poco a poco en cada hora que pasaba.

- Lo siento.  Enseguida lo traigo. – una vez más sale de la habitación desprendiendo sus feromonas\, Ethan aprieta los puños con desesperación y antes de que la puerta termine de cerrarse\, se puede ver como jala nuevamente a Danna\, seguramente para morderla nuevamente.

Los negocios iban viento en popa, por lo que solo necesitaban alistar su nuevo hogar y marcharse, tenían que tener todo controlado, accesos y peaje, alguno que otro soborno a las autoridades viales y todo quedaría listo.

- Señor\, nos llegó un reporte del hotel\, han estado rondando oficiales de policía desde la mañana\, tal parece que alguien estuvo de soplón.

- Entiendo.  Llama a Daniel\, dile que necesito de sus servicios.  Alisten todo\, partimos esta noche.

- Pero señor… aún no están listos los pasajes\, las revisiones de los camiones pueden…

- Dije\, partimos en la noche.

- Si señor.

Danna fue forzada a sentarse sobre sus piernas, Ethan encontró una forma más fácil para mantener la calma en esta estresante situación y esa simplemente acariciar de manera íntima a Danna a quien no le agradaban mucho esas caricias y se retorcía en sus brazos; cosa que lograba hacerlo feliz un momento.

- ¿Sabes cuánto me gusta que te retuerzas en mis brazos? – preguntaba metiendo la mano en sus pantaletas para acariciarla sin barreras.

Danna apretó los dientes con fuerza, sentía escalofríos con cada roce de los dedos de Ethan sobre su piel; pero, lo que más miedo le daba era que comenzaba a disfrutarlo e inclusive, se podría decir que en ocasiones lo esperaba con ansias.

Las cámaras de vigilancia, encontradas en los diferentes puntos desde el hotel hasta donde se encontraban, notaron actividad irregular por parte de la policía.  No fue hasta que una cámara con micrófono cerca la recepción percibió con claridad las palabras del empleado del hotel que todo se volvió un caos.

- R1 cancela todas las visitas de los clientes\, diles que les diremos dónde encontrarnos nuevamente; no podemos arriesgarnos a que sean detenidos.  Hay funcionarios del gobierno entre nuestros mejores clientes.

- Si señor. – Sonia\, Tania y Danna no sabían que ocurría y por más preguntas que hicieran ninguna era respondida.

- ¿Qué ocurre? – preguntó Danna sosteniendo el brazo de Ethan\, en sus ojos se veía la desesperación.

- Nada importante.  Tú quédate tranquila.

El corazón de Danna latió con fuerza, era posible que lo que ocurría afuera fuera solo un disturbio menor, o quizás, y esperaba que eso fuera.  Finalmente, su padre había dado con su localización y estaban por ser liberadas.

- Chicas\, quizás podremos regresar a casa hoy.

Su emoción disminuyó al ver las expresiones en los rostros de sus amigas, Danna no comprendía, no odiaban todo esto, no deseaban regresar a casa con sus padres y volver a ser solamente adolescentes normales; no querían regresar a los tiempos donde su vida no dependía del humor de otra persona.  No comprendía qué pasaba ahora.

- ¿No quieren regresar? – preguntó sintiendo que las energías abandonaban su cuerpo.

- Danna\, preciosa.  No es como si no extrañara salir a hacer las compras y eso… es solo que…

- Aquí somos personas valiosas Danna.  Vamos a regresar a un lugar donde nadie nos valora. ¿Qué tiene eso de bueno?

- Eso es porque estamos aquí\, pero si estuviéramos allá; junto al resto de nuestros compañeros… ¿Seguirían queriendo quedarse aquí? ¿No quieren ver a sus familias? ¿No extrañan los días en los que nadie nos decía que hacer? ¿Van a votar todo a la basura solo porque aquí nadie las ha marcado?

- Danna\, no es eso…

- Saben qué se siente que te estén mordiendo una y otra vez porque simplemente la marca no queda… Saben qué se siente saber que tu cabeza comienza a olvidar la voz de tus padres… no las comprendo.

- ¡Danna espera!

Danna salió corriendo al único sitio que sabía podía entrar, Tania y Sonia la seguían detrás, por lo que azotó la puerta con fuerza y colocó el seguro para que nadie más pudiera molestarla; realmente sus amigas no tenían ningún aprecio por sus vidas pasadas y eso le estaba sacando de quicio.  Frotaba con fuerza la base de su cuello, donde podía sentir los surcos dejados por los dientes afilados de Ethan; bufaba desesperada intentando que todo el odio que sentía dentro desapareciera, sus amigas no tenían la culpa, ella era diferente, el trato que todos tenían hacía ella era distinto; la que debería no querer regresar a casa debía de ser ella.

Frotaba su rostro tratando que las lágrimas de impotencia ante la situación no broten; enterraba sus uñas en la piel que podía tomar, lo que ocasionó que las heridas en su nuca comenzaran a sangrar; no le importó, estaba frustrada y dolida con sus propias compañeras, se sentía impotente ante la situación; finalmente podía ser libres, regresar a sus casas, finalmente esta pesadilla terminaría, entonces, por qué, por qué deseaban seguir siendo las marionetas de los Alfas; por qué desean ser solo una muñeca que recibe órdenes.

- ¿Qué pasa? – pregunta Ethan\, desesperado por el caos que está ocurriendo afuera.

Pensaron que las cosas iban a mejorar cuando los policías dejaran zanjado el caso como en ocasiones anteriores, sin embargo; está ocasión fue diferente.  Los oficiales y padres de familia comenzaron a contactar con medios de televisión ofreciendo recompensas y clamando ayuda para encontrar a sus hijos desaparecidos; en cada uno de las entrevistas aparecía una cara conocida, Mario, el padre de Danna.

- Se encerró en su habitación y no quiere salir.

- Abre la puerta. – Ethan pidió amablemente cuando comprobó la que llave no servía para su objetivo; el silencio sepulcral fue lo que le llegó de respuesta.

- ¡Abre esa maldita puerta! No estoy jugando.

- Señor…

- ¡¿Qué?! – en el rostro de Ethan podía verse la desesperación\, las cosas no estaban saliendo como lo planeo y eso le sacaba de quicio.

- ¡Nos encontraron\, están en la parte de arriba!

- Cierra la boca imbécil\, que no vez que aquí no pueden encontrarnos\, estamos en el sótano.

Danna comenzó a gritar cuando escuchó aquello, Ethan inmediatamente supo qué planeaba, si alguien lograba escucharla estarían en peligro, chasqueo los dedos y señalo la puerta; enseguida dos hombres corpulentos comenzaron a abalanzarse sobre la puerta para tirarla abajo, mientras los gritos desesperados por ayuda de Danna inundaban el lugar con la esperanza de que alguien en el exterior los escuchara.

- No debí decirle nada. – susurró Sonia mientras miraba con horror lo que se había desatado por su egoísmo.

-¿Qué le dijiste?

- Parece que Danna está molesta porque la marca no se completa.

La puerta se abrió con fuerza unos segundos después, Ethan tomó a Danna con fuerza por los hombros y la arrojó a la cama, logrando que guardará silencio y comenzará a llorar mientras observa con él cejó fruncido a Ethan.

- Encontraron la entrada\, señor.

- Ejecuten el plan “Z” ya saben que tienen que hacer.

- Cómo diga\, señor. – la puerta de la habitación se cerró con fuerza\, apenas servible la cerradura\, Ethan observó la sonrisa\, aparecer en los labios de Danna\, casi sin poderse contener\, la estrelló en el colchón; todo se había ido a la mierda.

- ¿Crees que ganaste? Tú de mí no te escapas.

Dicho esto, Ethan se dio a la tarea de desnudarse de manera apresurada del mismo modo que despojó de sus ropas a Danna; no fue difícil para él tener una erección en esos momentos, la adrenalina estaba a tope y el hecho de perder a Danna, lo más extraño de su colección, no estaba en cuestión; además de que el aroma casi inexistente de esa pequeña lo ponía a mil sin importar la situación.

- Vendrás a mí por tu propio pie. – dicho esto comenzó a lamer su cuello nuevamente\, sabía que Danna era sensible en esa zona\, unió sus labios y empujó sus caderas una vez que estuvo acomodado\, uniendo sus cuerpos y callando el pequeño quejido de sus labios con los propios; en esta ocasión terminaría la marca que tanto desea.

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Comments

Ligia Gamarra

Ligia Gamarra

que novela más mala no la lean es muy aburrida y mala

2023-08-02

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