Capítulo 4

El profesor ya se encontraba esperándolos abajo, poco a poco los alumnos fueron llegando, la última en bajar fue Danna y se ganó una reprimenda por parte del profesor; además de un interrogatorio profundo por parte de sus amigas, quienes se preocuparon por la tardía de Danna.

- No pasó nada… vamos. – sin poder contenerse sus ojos comenzaron a buscar el coche que estuvo saliendo en todas las fotografías, suspiró aliviada cuando no lo encontró cerca; estaba imaginando cosas, se sintió un poco tonta por ello.

Aun así, en su pequeña bolsa cargaba el celular auxiliar que Mario le dio por si ocurría algo, estaba oculto de manera que no fuera detectado, por lo que, si era necesario, aunque el bolso fuera robado, podrían encontrarlo con facilidad; espera muy en el fondo no necesitarlo jamás.

El restaurante del hotel ofrecía una gran variedad de alimentos nacionales e internacionales, por lo que podían probar comida de varios estados en un mismo lugar; algunos de sus compañeros se fueron por los platillos más costosos, pues toda la comida venía incluida en el paquete.

Danna optó por algo sencillo, papas gratinadas y un poco de tortilla de papa, un poco de jugo natural de naranja y fruta de temporada, las mesas estaban un poco pobladas, por lo que pudo sentarse con Tania y Sonia.

El tiempo de cenar también lo tenían medido, el profesor tenía que encargar de checar lista al inicio del día y al finalizar el mismo, todo para asegurar no haber perdido a ningún alumno.  Así que su tiempo de socializar era corto o debería serlo, de no ser porque ya tenían planeado cómo se cambiarían de habitación.

También fue durante la cena que se percataron de que no eran los únicos en el sitio, había un grupo, mayormente hombres, que se encontraban en el lugar; muchos de ellos tomaban fotografías del alumnado y murmuraban entre ellos, pero, hasta ese momento nadie se percató de ese detalle.

Danna se sentía aliviada de que las fotografías fueran principalmente a sus compañeras dominantes, pues eran más vistosas, ella se colocaba lentes para distraer las miradas hacía sus ojos, no deseaba ser descubierta por una pequeñez como esa.

Marisa se percató de las fotografías tomadas en secreto gracias al flash de uno de los teléfonos, sin embargo, después de una minuciosa inspección pudieron notar que la luz del flash resplandecía cada que la persona tenía una notificación de mensaje.

- ¿Solo eso vas a comer? – preguntó Tania con su segundo plato servido\, Danna solo se levantó de la mesa para ir por algunas verduras al vapor\, sus porciones eran pequeñas\, sin embargo\, no tenía apetito\, seguía pensando en el coche que aparecía en todas las fotos.

- No tengo mucha hambre\, siento un poco revuelto el estómago.

- Si\, me pasa lo mismo con la comida de las gasolineras\, por eso mi madre me hizo tantos aperitivos para el camino. – Sonia mostraba orgullosa la bolsa donde cargaba aún con algunas meriendas.

Aquel restaurante tenía vista a la playa por un costado, del otro lado se encontraba el estacionamiento y el camino hacia el hotel nuevamente, un gran número de autos similares comenzaron a aparcar, sin embargo, nadie descendió de los vehículos; Danna fue la única en percatarse de aquello, los demás lo tomaron como que había llegado un grupo más de vacacionistas y siguieron disfrutando de sus vacaciones.

- Pero ¿Qué te sucede? Desde hace rato estás actuando muy extraña. – Tania no podía más\, su amiga estaba pasando por un mal momento\, solo esperaba que le tuviera suficiente confianza cómo para contar lo que ocurría.

- Nada es que… desde hace rato que los coches llegaron y nadie ha bajado… es como si estuvieran esperando algo.

- ¿Serán las mismas personas que nos han estado siguiendo?

- ¿Tú también los viste?

- Todos los vimos, nadie quiere hacer un escándalo, no estamos seguros de si nos sigue o tienen la misma ruta.

- ¿Ya le avisaron al maestro?

- Si\, no nos hace caso.

Danna se dio a la tarea de estar alerta para todos, cuando todos terminaron de cenar el maestro les ofreció ir de paseo solos, cosa que muchos decidieron hacer; la mayoría iría a un lugar cercano, era un bar donde la música sonaba sin descanso y las luces estrambóticas destellaban al ritmo de la melodía; se corrió el rumor de que si llevabas el brazalete del hotel la entrada era gratis y si demostrabas con tu carnet de identidad ser Omega, las bebidas corrían por cuenta de la casa; Danna tomó esto un tanto extraño y solo para asegurarse de que sus amigas, quienes quisieron asistir al lugar, estuvieran a salvo se unió también.

Los demás regresaron a sus habitaciones, algunos a descansar y otros tantos por diversión; pues habían encontrado a personas bastante interesantes que les prometieron pasar un rato agradable; algo que después del susto del autobús realmente necesitaban.

Se marcharon al sitio con las mismas ropas, el profesor les advirtió que a media noche iría de habitación por habitación a nombrar lista, por lo que debían de regresar antes; no deseaba llamar a la policía por la irresponsabilidad de uno y si llegara a ocurrir el viaje terminaría.

Después de diez minutos caminando con el escándalo de su andar y las risas por sus charlas inundaron el paraje, las luces de las habitaciones, que hasta el momento estaban apagadas, se prendieron de golpe; más de una persona les llamó la atención y muchos otros simplemente cerraron las ventanas junto con las persianas sabían que el escándalo de los adolescentes en vacaciones siempre los atormentaba en esa temporada.

El sonido estridente les dio la bienvenida, una persona imponente de gafas negras a pesar de la negrura de la noche se encontraba en la entrada, observando pases y pulseras para permitir el paso; cuando el grupo de Danna se acercó al lugar las fosas nasales del hombre palpitaron; Danna tragó saliva con fuerza, esa no era una buena señal.

- Hola\, nos dijeron que nos dejarían entrar si mostramos nuestros brazaletes.

- Adelante. – quitó el listón que impedía el paso y acto seguidos todos entraron sin dudarlo\, el sonido hipnótico de las melodías que se escuchaban les llamo de inmediato.

Danna entró al final, solo para corroborar que el hombre olfateaba a cada uno de sus compañeros al pasar, en más de una ocasión pasaba saliva y se relamía los labios; era como si estuviera anunciando que la cena había llegado, al pasar a su lado sintió un escalofrío cuando el hombre le miró fijamente a los ojos; bastaron tres segundos para que la postura, hasta ahora inmóvil del hombre se curvara para verla, Danna se dio cuenta de que podría ver el color de sus ojos,  bajo la mirada apresuradamente.

- Gracias. – al ver de reojo, observó como aquel hombre alzaba la ceja.

- Es un placer… - y sus fosas nasales se volvieron a abrir tan grandes que podía caber una ciruela en ella\, Danna tuvo que correr dentro para no sentirse tan acosada.

Cuando entró, el hombre regresó a su posición y antes de que la puerta se cerrara tras de ella, observó que sacaba un intercomunicador y decía algo que por lo fuerte de la música no pudo comprender.  Esperaba que su mala corazonada fuera solo infundada.

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Comments

Sandy Basurto

Sandy Basurto

fuera de la historia, a veces hay que hacerle caso a las.corazonadas, y siempre eh dicho si vas hacer algo y dudas, no lo hagas, a veces nuestro sentidos nos avisan pero no sabemos detectar la.situacion que viene. un pequeño consejo, seguimos con la historia.

2023-11-03

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