Capítulo 7

- Lo siento\, mis modales… mi nombre es Ethan\, un gusto conocerte…

- Danna\, mucho gusto.

- Oh vaya\, mira tus ojos… y ese aroma que desprendes; mis felicitaciones a tu pretendiente.

Danna miro al suelo, esta presentación salió un poco de contexto, no le agradaba la idea de que un alfa  dominante, como lo era el hombre frente a ella, se entere de su condición.  Escucha a sus espaldas al hombre de la entrada. Danna gira su rostro, logrando verlo marcharse mientras se arrastra de manera dolorosa; debe tener cuidado de no molestarlo.

- ¿Me decías? ¿Cómo que no los dejan salir?

- El hombre en la puerta dijo eso\, que no podemos irnos.

- Oh\, mil disculpas\, esto es un malentendido\, aquí nadie es retenido en contra de su voluntad\, es solo que… cómo sabes alfas y omegas naturalmente deben conocerse… ¿No crees que es un poco injusto que solo los omegas se diviertan? – Ethan alzó una ceja\, esperando que Danna le diera la razón.

- Y usted debería de saber que un omega siempre estará en peligro frente a un alfa\, sin importar si es hombre o mujer.  Además\, mis compañeros que se quedaron en el hotel llamaran a la policía si no nos deja ir en este instante.

Ethan alzó las manos, mostrando las palmas, mientras su cara se deforma en una mueca de miedo fingido. Danna sintió un escalofrío al verlo, más se quedó en su lugar; Ethan levantó el teléfono e hizo una llamada, pidiendo que dejaran salir a todos los que quisieran.  Danna sonrió complacida, la primera impresión le causó algo de miedo, pero tal parecía que no era tan malo.

- Ya está… ¿Qué tal si me das una recompensa? Bromeo\, tú y tus amigos pueden marcharse cuando quieran… y regresar cuando deseen. – era la primera vez en todo el tiempo que Danna estuvo en la oficina que vio sonreír de manera sincera a Ethan y sintió vergüenza por ello.

Danna regresó por el pasillo, dando las gracias y cerrando la puerta tras ella, Sonia y Tania hablaban animadamente con un par de caballeros cuando Danna regresó, ellos las miraban como presas, observando cómo sacar el mayor provecho de ellas, cosa que no podía soportar; Tania sobaba su cuello sentía que la marca

de posesión le ardía con fuerza.

- Ya hablé con el encargado\, podemos irnos.

Buscó a Marco con la mirada, lo encontró entrando al sanitario acompañado de otro chico, lo perdió de vista cuando se enfrentaron a besos al mismo tiempo que se desprendían de las prendas de ropa que le estorbaban; no podía hacer nada en ese momento por él, esperaba que ella fuera la única que descubriera.

Después de varios minutos hablando con todos sus compañeros pudieron retirarse del lugar, Marco fue la última persona en salir, tenía un chupetón en el cuello y una sonrisa burlona en sus labios, fuera de eso se encontraba perfectamente bien.  Danna quería salir lo más pronto de ese sitio, algo dentro de su ser le gritaba que salieran.

Cuando el grupo de Danna se marchó del sitio, Ethan los observaba desde la ventana de su oficina, era una pena haber perdido a grupo de esa manera, pero algo le estaba molestando; tomó el celular de su bolsillo y marcó un número.

- ¿Por qué diablos no estaban todos en el bar? – preguntó molesto\, esperando que el chico del otro lado le diera una buena explicación.

- No pude convencerlos a todos… muchos solo querían dormir o ver una película… Lo siento, la próxima vez yo…

- No habrá una próxima vez; me saludas a tu hermana\, si es que la vuelves a ver.

- No espera\, por favor…

Encendió un cigarrillo, mirando nuevamente las imágenes que le mandaron de Danna, esa chica era mucho mejor en persona; recordaba su aroma y sonreía complacido, mataría dos pájaros de un tiro, ganaría una fortuna nuevamente y estaría un paso más cerca de su objetivo principal.

Danna y sus compañeros llegaron al hotel con varias dificultades, los chicos estaban desorientados, algo mareados y otros más se encontraban bastante calientes; sin embargo, un omega no puede sentirse pleno con otro de su misma estirpe; necesitaban un alfa.

- Vayan a sus cuartos y dense un baño\, llamaré a un doctor.

Danna llevó a Sonia y Tania a su habitación, les ayudó a desvestirse y las metió en la ducha, abriendo el agua fría para ayudarlas a salir de ese estado.  Cuando las acomodó en la cama, pudo finalmente retirarse a su habitación.  Estaba muy preocupada por sus compañeros, nunca imaginó que en el primer día de sus

vacaciones les pasaría algo como eso, debería prestar más atención a su entorno.

En la habitación que compartía con Marisa, al abrirla los sonidos de gemidos le dieron la bienvenida, podía escuchar los jadeos de varios hombres más la voz algo cansada de Marisa; la escena dentro del lugar le quitó el aliento, Marisa estaba en la cama con los tres chicos que conoció en el bar, no sabía que los siguieron.

Cerró la puerta sin poder decir o hacer nada, el aroma de Marisa se extendía por todo el lugar, era normal que los alfa de baja categoría no pudiera hacer otra cosa que seguir órdenes, pero, si ese era el caso, entonces Marisa…

Danna estaba impactada, decidió esperar a que terminaran; no deseaba involucrarse en ello.  Decidió esperar en el pasillo, el aire frío de la noche le dio la bienvenida, se sentía entumecida y le dolía la nariz, pero estaba feliz de que nadie saliera lastimado.  Después de unas horas esperando abrazada a su mochila, se quedó profundamente dormida.  Al sentir el calor de una cobija sobre su cuerpo Danna abrió los ojos.

- Perdona\, ¿Te desperté? No era mi intención.  Pero hace mucho frío.

- Gracias. – Danna observó la puerta\, Marisa seguía haciendo ruido dentro de la habitación.

- Tu compañera es de carrera larga.  Me llamó Adam\, si no es molestia puedo acompañarte hasta que puedas entrar a descansar.

- Gracias\, mi nombre es Danna\, mucho gusto.

Adam se quedó al lado de Danna sin decir ni una palabra, era obvio que él era alfa, por lo que Danna mantenía distancia de él.  Cosa que pudo percibir el chico.

- No debes ser tan precavida conmigo. - muestra una marca detrás de su oído\, Adam es un alfa que se encuentra químicamente castrado\, por lo que no puede desprender hormonas\, de la misma manera que no puede percibir las feromonas que los omegas dispersan.

- Pero\, ¿Por qué…?

- Ah\, eso… es una larga historia.

Danna observa la puerta nuevamente, Marisa sigue gimiendo, está vez tan fuerte que sobrepasa la puerta, esperaba que ninguno de sus compañeros pudiera escucharla, sería un escándalo si se llegaran a enterar de que la reina de la escuela es en realidad una persona de ese tipo.

- Tenemos mucho tiempo\, si quieres contarme.

- Todo comenzó con mi padre…

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