Capítulo 11

Mario estaba arreglando su coche cuando escuchó el sonido de su celular, era la notificación de pánico del celular de Danna, lo activaron tres veces seguidas, comenzó a mandar coordenadas de su ubicación cada minuto; Danna no se encontraba en el hotel; de hecho, se encontraban a más de veinte kilómetros del hotel, lejos de la zona que iban a visitar; por lo que no tardó en prestar a tención a las notificaciones; necesitaba hablar con urgencia con la policía.

No quería alarmar a Anaís, por lo que espero a estar completamente seguro antes de decir algo que podría alterar los nervios de su esposa.  Llamó a la policía para explicarle lo que había pasado, sin embargo; la policía no creía realmente que eso fuera posible, por lo que le dijeron que llamarían al hotel para después regresarle la llamada.

Si bien al principio no deseaban llamar, el hecho de que fuera un grupo grande de Omegas llamaba demasiado la atención, por lo que no dejaron pasar la oportunidad, quizás podrían atrapar a la banda responsable de muchas desapariciones en los últimos años.

- Hola\, habla la policía de…

La recepcionista no podía dar crédito a la llamada que estaba atendiendo en ese momento, tenía la necesidad moral de decir lo que ocurría, pero al mismo tiempo temía por su propia vida, dejaron a unos chicos armados en el lugar; solo para asegurar que nadie abriera la boca.

- Buenos días\, el hotel dulce paraíso a sus órdenes. – hablo con el mayor esfuerzo en su voz\, necesitaba mantenerse calmada; a pesar de que en su sien se encontraba el cañón de una pistola de bajo calibre.

- Hola\, recibimos un llamado de un padre preocupado\, hay un grupo de Omegas que se están hospedando ahí\, tenemos la sospecha de que han tenido un percance… ¿Podemos hablar con alguno de los chicos? – Mario se encontraba escuchando a través del altoparlante.

- ¿Un grupo de Omegas jóvenes?

- Ese mismo\, señorita; ¿Podría colocar al teléfono a una chica de nombre Danna? Por favor.

- En este momento no se puede\, ya que los chicos han salido a un bar cercano\, pero si gusta darme un número telefónico\, puedo darle el mensaje a la chica en cuestión

- ¿No han tenido algún problema con ellos? – preguntó el oficial alzando la ceja, algo en la chica y su tono de voz no cuadraba.

- Lejos de los disturbios normales por beber alcohol\, no hemos tenido mayores inconvenientes\, son unos chicos bastante enérgicos.

- Si observa cualquier anomalía me gustaría que nos llamara\, nuestro número es…

- Si\, claro\, yo llamo por cualquier cosa… Buenas noches y espero que tengan mucha suerte.

- ¿Lo ve? No hay de qué preocuparse. – dijo el oficial una vez que la llamada fue cortada; se recarga en su silla y cruza los dedos sobre su regazo\, era normal que un padre se preocupará por sus hijos cuando estos no llamaban o se encontraban en una fiesta\, lo veían todo el tiempo.

- Usted no comprende\, mi Danna no es así…

- Señor\, todos los padres de omegas dicen lo mismo\, “mi hijo no es así” … “Jamás haría algo como esto” … “Algo grave debe de estarle pasando” … Su hija se fue de excursión\, ¿Cierto?

- Sí.

- Entonces déjela divertirse\, si después de la excursión aún no aparece\, comenzaremos las investigaciones.  ¿Le parece? – Mario no estaba convencido con esto\, necesitaba saber cómo se encontraba Danna\, sin embargo\, desde hace dos días; no puede comunicarse con ella por celular; probablemente lo extravió o se le dañó\, no deseaba pensar demasiado las cosas.

Aun así, decidió hablar personalmente con los padres de sus amigas, sabía de antemano que siempre andaba con dos compañeras, Sonia y Tania; quienes ya habían visitado su casa antes; conocía a sus padres y sus direcciones; antes de ir a sus casas intentó llamarles por teléfono, quizás ellas supieran algo; pero, fue en vano, sus teléfonos se encontraban fuera de servicio.

- Buenas tardes\, disculpen que llegue de improviso… solo tenía curiosidad… ¿Sonia se ha comunicado con ustedes las últimas veinticuatro horas? – preguntó jugando con sus dedos\, sabía que había perdido el día en el trabajo\, no obstante\, su hija era mucho más importante que el día rebajado.

- ¿Sonia? No\, no nos ha hablado desde que llegaron allá… ¿Por qué? ¿Pasó algo? – la madre de Sonia era una mujer joven\, misma que fue un tanto libertina en su tiempo\, por lo que realmente no le prestó mucha atención al asunto.

- No lo sé… Danna activó la señal de emergencia… ya fui a la policía\, pero no quieren ayudarme hasta que el viaje haya terminado y dudo mucho que después me ayuden.

- No debería de preocuparse tanto\, son jóvenes\, en ocasiones se divierten demasiado y olvidan que hay personas que estamos realmente preocupados esperándolos en casa.  Además\, si algo hubiera pasado nos habría llamado el profesor.  ¿Ha hablado al hotel?

- Si\, pero o no me contestan o me dicen que los chicos están fuera… es como si el hotel fue abandonado.

Mario no pudo decirle que el GPS en el celular oculto de Danna le indicaba que se encontraba realmente lejos, que ni siquiera se encontraban cerca de la zona turística donde se suponía que todos se encontrarían haciendo recuerdos inolvidables.

- No creo que les pase nada\, hay mucha gente\, no creo que a todos les pasara algo.

- Quien sabe… disculpe las molestias; si sabe algo… por favor\, avíseme.

- Claro\, no se preocupe\, veré si alguna madre sabe algo.

- Gracias.

Hablaría nuevamente mañana con la policía antes de llegar al trabajo, les comentaría su situación, esperaba que Anaís no se enterara; deseaba que solo fuera el miedo que le daba tenerla tan lejos de su lado, que todo era solo una paranoia de su cabeza, creada por el miedo que le daba saber que su hija pudiera pasar por el mismo tormento que pasó su madre en su tiempo.

Cuando el reloj marcó las once y media de la noche, justo cuando se arreglaba para descansar un rato antes de volver a su búsqueda y después de mirar por enésima vez la pantalla del celular; este sonó.

- ¿Aló?

- Papá… ayuda\, estamos encerrados y…

- Oye\, ¿Qué traes allí?… - se escuchó a lo lejos la voz de un hombre distorsionada por algún aparato.

- No\, por favor\, no… Ayuda… - la voz de Danna suena aterrada\, demasiado real para ser una broma\, los vellos de su brazo se erizan cuando escucha a los jóvenes suplicar por piedad.

- ¿Danna?  ¿Qué sucede? – Mario sentía la impotencia en su ser\, no se percató que su mano apretaba con fuerza el celular hasta dejar sus uñas de un color pálido; todo parecía tan irreal en ese momento.

Puede escuchar interferencia en el celular, él sigue preguntando qué ocurre, pero Danna no se escucha más, la llamada se corta después de escucharse la detonación de un arma de fuego y el silencio sepulcral solo roto por el eco de la misma detonación resuena en sus oídos.  Esto hace que Mario pierda el aliento, algo realmente malo estaba ocurriendo y la policía no parecía querer ayudar.

Más populares

Comments

Delia Alcira Mancardo

Delia Alcira Mancardo

un poco difícil, pero me tiene atrapada

2023-05-10

3

Yanin Garza

Yanin Garza

esta bien buena tu novela 😊

2023-03-20

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play