Capítulo 14

Ethan llevó a Danna por los pasillos hasta adentrarse en una habitación con poca iluminación, cuando el interruptor fue accionado, una luz tenue comenzó a parpadear antes de alumbrar todo el sitio.

- ¿Qué quieres ahora? No ves que ya no tengo nada… - Danna abrió los ojos sorprendidos\, parpadea varias veces para acostumbrarse a la luz; su sorpresa es grande\, Dylan se encuentra suspendido de sus brazos\, maltrecho y lastimado.

- ¡Dylan! – Danna intenta correr a su lado para ayudarlo\, pero Ethan la detiene\, sosteniéndola por la mandíbula con una mano y con la otra en su cintura.

- Ethan no lo hagas\, ella no tiene nada que ver en esto\, ya tienes a los demás\, déjala a ella. Dana\, lo siento\, lo siento… yo no quería… lo siento.

Los ojos de Danna se cristalizaron, no quería comprender lo que ocurría frente a sus ojos, pero era más que evidente lo que ocurría; no le importaba en lo más mínimo lo que le ocurría a ella, sin embargo, se había propuesto proteger a sus compañeros y era obvio que no pudo hacerlo, el primero en sufrir por su incapacidad para cumplir con su propia tarea autoimpuesta.

- Dylan\, sabes que me gustan las cosas únicas\, ella es la nueva adquisición de mi colección.

La sonrisa de Ethan era maliciosa, disfruta en gran medida del sufrimiento que se refleja en Dylan, quien no para de retorcerse intentando en vano liberarse; la mano de Ethan se cuela dentro de la ropa de Danna, acariciando la piel sueva de la chica, misma que tiembla levemente por la sensación de esos dedos cálidos, contrastantes a su piel fría.  Sus labios rozan sus hombres, era simplemente algo grandioso observar esa desesperación, al mismo tiempo que lograba que Danna comprendiera quien era su dueño ahora.

- Preciosa\, este sujeto que ves aquí… los vendió a todos ustedes.  Todo por volverse algo que no es.

- Danna no le creas\, jamás te haría daño.

El brazo de Dylan tronó en su desesperación por soltarse, el crujido que dio fue tan escalofriante que Danna no supo qué hacer para ayudarlo; todo estaba perdido, Ethan caminó hasta lo que parecía ser una mesa metálica, donde la colocó con cuidado de espaldas, siempre procurando que Dylan pudiera ver todo su cuerpo de manera clara.

- ¿Qué se siente? Saber que por culpa de un Beta reprimido todos ustedes se volverán las mascotas de los alfas que tanto temen. – susurra contra su piel\, Ethan se recostó sobre ella\, sosteniendo su rostro para que mirara a Dylan en todo momento.

Ethan colocó a Danna boca abajo, sacándose el fajo, usándolo como una correa para sostener sus manos y evitar que se opusiera, sabía que una vez que fuera suya no tendría oportunidad de resistirse a sus deseos; tener a un omega oscuro como ella sería una buena adquisición.

Danna solo podía mirar a Dylan, su mente intentaba buscar la manera de salvarlos a todos, pero era inútil, no había una sola manera de salir todos bien librados; no comprendía que era lo que había hecho Dylan para merecerse eso, su compañero había perdido el conocimiento por algunos segundos debido al dolor, despertó cuando Ethan arrancaba con fuerza el collar de Danna.

- Estas cosas no te funcionarán.

Bajó con cuidado los tirantes del vestido azul y ayudándose de una de sus manos inmovilizó la cabeza de Danna hacía un costado; sin importar los gritos de Dylan o la poca resistencia que estaba ejerciendo ella bajo el peso de su cuerpo la mordió; Danna abrió los ojos lo más que pudo.  El dolor era insoportable y la sensación de que algo comenzaba a bajar desde el lugar de la mordida y recorría todo su cuerpo no se hizo esperar; comenzó a respirar de manera agitada.

Los gritos desgarradores de Dylan ya no pudo escucharlos, los sentía distantes, no tardó mucho tiempo antes de que perdiera la consciencia debido al calor abrazador que acompaña la marca de la mordida, misma que indica que un omega le pertenece única y exclusivamente a un alfa.

Con la adrenalina recorriendo su cuerpo las respiraciones de Danna se volvieron erráticas y entrecortadas, era obvio para cualquiera que la viera que algo no estaba bien, Ethan y Dylan pudieron notarlo enseguida; Ethan se colocó de pie, limpiando con el dorso de su mano la sangre dulce de Danna; abrió el bolso de Danna descubriendo para su sorpresa que había un inhalador dentro; no mentía del todo sobre su enfermedad.

- ¡Danna! Danna despierta\, por favor\, tienes que despertar\, Danna.  ¿Qué has hecho maldito? ¿Qué le hiciste? – Dylan se sentía la peor persona del mundo\, la única chica a la que jamás haría daño ahora sería la mascota de una de las personas más peligrosas en el bajo mundo y todo por su culpa.

Ethan no respondió a sus provocaciones, tomó a Danna en sus brazos y se largó a la habitación donde podía descansar.  Dylan siguió gritando hasta que el dolor provocado por la dislocación de su hombro lo dejó fuera de combate.

Danna despertó horas más tarde sintiéndose aturdida, sentía que todo había sido un sueño, su hombro escocía, tenía una marca con el fierro, un parche cubría la herida; hasta que se sentó en la cama se dio cuenta de que traía mascarilla, era probable que sufriera un ataque de asma.

Se quitó la máscara para corroborar que su pecho silva a cada bocanada de aire que toma.  Necesita su inhalador, se siente cansada, la falta de aire entrando a sus pulmones la pone en un estado aletargado, necesita sus medicamentos, no es hasta este punto en que se da cuenta de que hay alguien más en la habitación.

- No se levante\, le voy a poner una inyección.

El médico le coloca una inyección que ella conoce demasiado bien, aun así, le pide que guarde reposo y descanse; hacer el vínculo no solo consumía energía, sino algo de tiempo.  Danna no está segura de lo que acaba de decir, por lo que instintivamente se coloca la mano en el cuello, puede sentir los surcos y un poco de inflamación, que ha dejado Ethan en su cuello.

Danna se abraza las rodillas en un acto reflejo para sentirse segura, esto era una broma, no podía ser que ahora se encontrara ligada al hombre que les ha estado haciendo daño a todos sus compañeros; aún recuerda los gritos desesperados de Dylan y su rostro hinchado por los golpes, el olor a orina y heces en el suelo, siente escalofríos al pensar que a los demás les están tratando de la misma manera, les ha fallado a todos.

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