Lesionado

Pasaron un par de días y las cosas se calmaron, pero seguía sin saber nada de Miguel, ni siquiera lo había visto por el cafetín y como no tenía excusas para ir a su piso ni ganas de buscarlo tampoco, no lo ví esa semana. Un residente de traumatología me dijo que en la mano no tenía mayor cosa, solo una lesión contusa que se recuperaría con reposo y antiinflamatorios, esto me tranquilizó, ya habría tiempo de aclarar lo demás con él, hasta hablé con Amanda de lo que había pasado y me dijo que le diera tiempo y cuando lo viera trata de arreglar las cosas con él, parece que dejar pasar mucho tiempo entre pareja tampoco es bueno.

Por otro lado, Diego volvió a ser el de siempre, aunque sentía que estaba pasando más tiempo con July que conmigo, casi todo lo hacíamos los 3. Un día cuadramos para almorzar con Amanda y no pude dejar de reír oyendo las locuras de mi amiga, que animada por las preguntas de July le dió mil consejos sobre conseguir el príncipe azul y mantenerlo. Amanda se metía con Diego en broma y le decía que el podía ser azul pero no un príncipe. Es bueno saber que aunque nos distanciamos por cualquier razón, la amistad sigue intacta cuando nos encontramos y que July encaja cada vez mejor con mi pequeño grupo, que me hacen de familia, aunque extraño a Miguel.

Al final de ese día, Amanda me preguntó de nuevo por Miguel en privado y solo pude alzar los hombros, lo ví en el pasillo del laboratorio, si eso cuenta para algo. No quise decir nada porque se me hacía un nudo en la garganta. Ella me recomendó buscarlo y aclarar las cosas o quizás lo perdería por un malentendido. Yo no soy de andar rogando por nadie, aunque su ausencia me mate no voy a ir a buscarlo. Además, no hice nada malo.

Estuvieron tan tranquilos esos días que hasta la guardia fue buena, María Dávila se suspendió por gripe y otro residente le hizo la guardia. Pero siento que la calma solo precede a la tormenta, y mi ansiedad crece conforme no sé nada de Miguel, él no suele ser inmaduro ni irracional, pensé que me quería de verdad.

Al otro día, cuando terminan las clases y el profesor decía que ya casi termina la rotación y que los exámenes finales se acercan. Decido enviarle un mensaje a Miguel. Dudo mucho en que decir. Hoy Diego no vino y no tengo con quien pensar a sangre fría, July está al otro lado del salón. Al final le escribo

📨Podemos vernos?

Al menos 15 minutos después me escribe

📨 Hoy no es un buen día.

Me quedo como perdida viendo el celular. Estará ocupado?. Terminan las clases y agarro mis cosas y voy al 5to piso, hoy no tiene guardia y es temprano, si está en un lugar, es ahí.

Subo molesta, sus palabras me irritan, si para él hoy no es un buen día, pues sorpresa, desde hace una semana no es un buen día para mí tampoco. Si aún está molesto no me interesa, ya esperé suficiente. Que creerá este de mí? que puede pensar y decir lo que le dé la gana y que se va perder muy tranquilo sin que yo lo vea de nuevo, pues no, me va a oir.

En el piso no lo veo, no encuentro ni a la enfermera. Llego hasta el cuarto de descanso y toco firmemente la puerta. Sale pronto un R3 bajito que había visto por ahí antes, sale agitado, despeinado y con una sonrisa alegre en su rostro. Me da vergüenza en seguida.

-Disculpe doctor que pena, no quería interrumpir. Pero casualidad ha visto al doctor Miguel?

- Ahh eres la novia de Miguel, hola. Él se fue a casa, estos días ha estado mal, distraído y no ha llevado bien la suspensión, hoy se la extendieron, pero creo que él es del tipo que no sabe descansar.

- Una suspensión? pregunto sin entender.

- Sí, está suspendido por cirugía de mano por una herida que tiene. No lo dejan operar y si sigue de terco de no agarrar el reposo puede no recuperar la motricidad fina de su mano derecha. Y de paso hoy como que oí que tuvo fiebre.

- Qué? Grito sorprendida

- Pensé que como su novia lo sabías. Deberías aconsejarlo, un cirujano no es nada sin sus manos. Dice extendiendo las suyas.

Una voz al fondo del cuarto le grita

- Ven y trae tus manos aquí, ya va a ser la hora de pasar tratamiento.

- Gracias doctor, le digo apenada alejándome rápido.

No puedo creerlo, me habían dicho que no era nada grave. Sé lo que debe sentir. Decido ir a buscarlo y cuando estoy corriendo por los pasillos hacia la salida recibo una llamada.

Es July.

- Karen, estás en el hospital?

- Si, por qué?

- Diego tuvo un accidente de tránsito y lo están llevando a la emergencia. Me llamó cuando llegaron los bomberos, parece que lo arrollaron y se fracturó una pierna. Yo estoy al otro lado de la ciudad pero ya voy para allá.

- Dios mío! Voy a ver si ya lo trajeron. Sus papás ya saben?

- Sí, ya los llamé.

- Ok, te estoy avisando. Voy para la emergencia

El corazón me late a mil kilómetros por hora, corro a la emergencia a buscar a mi amigo. Pienso en Miguel, por favor espérame. Digo para mí misma.

Diego está ahí en 5 minutos. Lo traen unos paramédicos del cuerpo de bomberos en una camilla. Tiene un entablillado en su pierna derecha cubierto por un vendaje lleno de sangre.

- Diego. Corro hacia él. Mientras oigo que le presentan el caso a un residente de cirugía y a otro de trauma.

-Cómo estás? Que pasó? le pregunto enseguida.

- Karen esta mañana fui a visitar a mi tío que se sentía mal. Y al salir a la calle una moto me arrolló, se metió por la acera a gran velocidad y salí volando y me golpeé con un poste.

- Debemos hacerte unos laboratorios y varias imágenes para saber que tienes, pero esta claro que esa pierna está rota. Dice el residente de trauma. Dirigiéndose a mí y extendiendo unos papeles sellados, añade:

- Lleva esto a admisión. Tu eres familia o su novia? Por ahora aquí solo puede estar la familia directa de él.

Me quedo callada un segundo pensando

- Ummm, yo soy su...

- Si es, dice Diego detrás. Y me mira pidiendo ayuda. Así que solo asiento con la cabeza.

- Voy a llevar esto Diego, dame tu identificación que vengo rápido. Me la da, y corro por los pasillos de la emergencia y llamo a July, quiero saber si ya viene porque en serio quiero ir a ver a Miguel.

- Hola July, por dónde vienes?

- Karen tengo un problema para llegar, por andar con el apuro choqué un carro, estamos todos bien, pero debo esperar a los de tránsito y los del seguro para hacer el papeleo. Diego está bien? pregunta angustiada.

- Está estable, con una fractura en la pierna pero le van a hacer los estudios para descartar otras lesiones. Tranquila, resuelve eso que yo lo acompaño hasta que lleguen sus papás.

- Karen parece que sus papás están fuera de la ciudad, llegan mañana.

- Ok, bueno yo le aviso. Voy a colgar porque debo hacer la admisión. Seguimos en contacto amiga.

Tengo la cabeza y el corazón enredados, quiero estar con Miguel pero Diego me necesita y no puedo dejarlo solo.

- En la emergencia me entero que Diego tiene un sangrado abdominal y que se va a dejar en observación en cuidados intermedios, dónde no puedo entrar, sino verlo detrás de una ventana de vidrio, conectado a un monitor y con la pierna enyesada en alto.

Que día tan largo, ya sé la angustia que sienten los familiares de los pacientes; que horrible no saber que tiene tu ser querido ni que le están haciendo.

Cada media hora recibo un mensaje de Amanda. Y no fue hasta bastante entrada la noche que vino July a traerme cena y juntas nos quedamos en observación, pendientes de cualquier información. 2 cirujanos nos dijeron que iban a meterlo a quirófano porque hizo un sangrado en 2 tiempos, y que ahora sus condiciones eran de cuidado.

No nos explicaron nada más, solo los ví llevárselo al quirófano de emergencia sumamente pálido, con oxígeno y todos los monitores.

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