Orgullo o celos

En la mañana me despierto temprano y lo veo descansar junto a mí, en serio es un hombre guapo, quien no quisiera despertar a su lado cada día... Pero sacudo esas ideas de mi mente, debería estar enfocada en mis estudios, graduarme e iniciar una especialidad, estos momentos con Miguel son furtivos, no creo que dure demasiado, así que no debo hacerme falsas expectativas, aunque me guste, él no me ha prometido nada.

Me levanto con estos pensamientos puyándome el corazón, voy al baño, me aseo y salgo a la cocina a ver qué podemos desayunar, me digo a mi misma que si no es nada serio al menos hay que vivir el momento. Pongo música de mi celular y empiezo a cocinar el desayuno y su almuerzo porque mañana tenemos guardia de nuevo, ese hombre no sabe cocinar y vaya que no puedo soportarlo de nuevo con hambre. Me rio recordando el susto que hizo pasar antes, mientras bailo con la musica de Carlos Vives que sale de mi celular.

Bailo y canto despreocupada un rato, cuando siento una mirada que me desnuda desde la puerta de la cocina, casi se me cae la comida y el jugo del susto y la pena.

-Dios mío me va a dar un infarto, le digo mientras detengo la canción, disculpa Migue si te desperté, no me di cuenta que estaba haciendo mucha bulla.

- No la quites, me gusta lo que veo, hace bastante rato que no descanso tan bien o tengo tan buena compañía, así que me siento de buen humor.

Se acerca, pone de nuevo la canción, apaga la cocina y agarrándome por la cintura me da un beso en los labios mientras baila conmigo, yo aún tengo los platos en las manos, el beso es dulce y comedido pero se vuelve cada vez más intenso, siento que se me acelera el corazón y me pongo caliente.

Me separo como puedo para respirar y dejo la comida en la isla de la cocina, pero me abraza la espalda y continúa besándome en el cuello, la oreja, siento su aliento a menta, mientras sus manos se mueven por debajo de mi camisa, respiro con agitación cuando su mano derecha se mete dentro de mi pantalón hacía mi ropa interior. Un gemido sale de mi boca cuando me toca más rápidamente. Me recuesto de él y siento su erección debajo de su pantalón de pijama, con una mano le sostengo la cabeza y con la otra me sostengo de la isla. En este punto he perdido la cabeza y mientras me toca con intensidad tengo un orgasmo. Con la visión aún nublada me gira y me sienta en el mesón de la cocina, me desnuda y no se cuando se ha bajado el pantalón pero cuando me doy cuenta ya lo tengo entre las piernas, embistiendome con fuerza. Acabamos juntos en la cocina, en la sala y terminamos en el cuarto una hora después, acurrucados y yo sobre su pecho, mientras él juega con mi cabello.

Cuando recupero los sentidos son pasadas las 11 de la mañana, levanto la mirada y veo su cara.

- Mire doctor Araujo, veo que no puedo dejarlo dormir demasiado, porque tiene más energía que yo, digo bromeando.

- Y todavía tengo energía que gastar, dice riendo mientras me toca con un dedo bajando por mi espalda.

- No señor, lo regaño riendo mientras me levanto rápido. Vamos a asearnos y a comer que mañana tenemos guardia y hay que prepararse, por que yo no se tú, pero yo tengo un residente que me hace la vida de cuadritos. Me río mientras me paro en la puerta del baño

- Con que así es, no? se ríe malicioso y sale corriendo a agarrarme. Entonces tendrás que dejarme hoy de muy buen humor para no estar de malas mañana. Me besa, trato de poner falsa resistencia pero terminamos haciendo el amor en la regadera.

Un rato después que salimos y hemos comido recibo un mensaje de texto de Diego.

- "Karen cómo estás? Estoy afuera de tu residencia, puedes salir?"

Mi pobre amigo debe estar preocupado, se que tuvo que entrar a clases ayer y yo ni siquiera le escribí en todo el día para decirle que estaba bien. Me salgo de la cocina y me lanzo en el sillón de la sala a llamar a Diego. Al primer timbre contesta

- Aló Karen? La dueña de la residencia me dice que no estás aquí, podemos hablar? Estoy preocupado.

- Mi Diego estoy.... estoy... en el mercado comprando comida para la guardia de mañana, ya voy para allá.

- Puedo ir por tí y ayudarte con las bolsas. Es el de la esquina, al que siempre vas?

- No no Diego tranquilo vine a otro más lejos. espérame ahí, que ya voy de salida.

Me levanto a buscar mis cosas y la mirada asesina de Miguel espera desde el pasillo que da al cuarto.

- Con que te vas corriendo a ver a "Tu Diego" no?

- No me diga Dr. Araujo que está celoso? le digo bajito y haciendo un puchero cuando lo abrazo por la cintura.

- No me salgas con eso Karen, que quieres que te diga si te llaman y sales corriendo, ah y dices que estás en el mercado. Llévate unas papas para que al menos sea creíble, dice soltándose de mi abrazo.

Está enojado, solo puedo pensar que ha vuelto el gritón e iracundo que conocí en la guardia. Miro el piso mientras se descarga molesto hablando tonterías de que le gusto a Diego, que él no es ciego y que cualquiera en su sano juicio vería como me trata, gruñe tirándose en el mueble, sin ganas de llevarme a casa, o abrirme la puerta al menos. No creo que lo que le diga lo calme así que se me ocurre algo.

Espero a que se calme un poco, me acerco a abrazarlo por detrás y lo beso varias veces en las mejillas, vuelve a hablar de lo mismo y cuando se calma lo beso en las orejas, sigue peleando y cuando se calla lo beso en el cuello. Cuando ya se da cuenta que está peleando solo se gira y me mira a los ojos.

-¿Qué crees que estás haciendo? Lo que te digo es cierto.

-¿Qué crees que estás haciendo tú? me rio y lo beso en los labios. Puedes no estar molesto un segundo? No espero que me entiendas, solo que me oigas un momento.

Me mira desconfiado pero después de un segundo asiente así que lo beso de nuevo y me siento a su lado quedando de frente.

- Cuando llegué a esta ciudad estaba sola, entré a la universidad y no conocía a nadie, yo vengo de un lugar pequeño y la verdad estaba bastante intimidada, pero Diego fue la primera persona que fue amable conmigo, sin dobles intenciones, se ha convertido en mi hermano y nos cuidados entre nosotros, él y Amanda son importantes para mí, si están mal pues yo también lo estaré. ¿Puedes por favor llevarme a casa para ver a mi amigo que está preocupado?

- Pero por que no le dijiste que estabas conmigo? Si no tienen nada por qué se lo ocultas?

No sé bien que contestar. Al final solo le digo:

- Sabes bien, que no debemos hablar de esto, digo señalándonos a los 2, los comentarios terminarán perjudicándome más a mí que a tí. Digo seria. Además puede alejar a tus futuras conquistas y a las mías. Agrego bromeando para que quite la mala cara, pero frunce más el ceño.

Me mira con los ojos entrecerrados, yo hago un puchero y me rio, no se cómo hacer los ojos de Amanda que consiguen todo, pero puedo intentarlo. Cómo no me dice nada, le digo:

-Hagamos un trato, tú me llevas hoy y mañana yo seré tu esclava en la guardia, ¿te parece? Seré la mejor ayudante que puedas pedir...

- Ummm. Me convenciste desde el abrazo pero tenía que hacerme el duro. No puedes retractarte ahora. Me dice con una sonrisa desafiante

- Tramposo. Digo con fingida molestia

Le pegó en el brazo y me agarra ambas manos y me besa, creo que ese beso está mezclado con algo de amargura pero no quiero alargar más la pelea. Al final me voy y no estoy segura si estaba celoso de verdad o solo fue algo que lastimó su orgullo.

Cuando vamos llegando, le pido que me deje a una cuadra, cerca del mercado. Aunque no le agrada la idea, detiene el carro y cuando me quiero bajar. Me dice en tono frío:

-Recuerda el trato de mañana. Y se va sin más.

Veo a Diego estacionando frente a mi residencia, pero al ver mis manos vacías me pregunta por el mercado y le invento que no me alcanzó el dinero.

- Pero no te preocupes Diego, que ya me avisó mi madre que me va a transferir. Pasa, estás en tu casa, le digo cuando entramos a la salita.

- Te traje los apuntes de la clase de ayer. Por suerte no hay pendientes, solo ponte al día. Me mira preocupado y agrega: ¿Cómo te sientes? Su voz es triste.

- Mi Diego no te preocupes, se que tenías que ir a clases. No me quedé mucho rato sola, me dieron de alta cuando me desperté. Después me vine directo a casa a bañarme y a comer. Hasta bien me cayó el día libre

- Se que no estabas sola, el Dr. Miguel nos dijo a Amanda y a mí que te cuidaría, y como Amanda también estaba mal la llevé a casa. No confío mucho en él, pero es buen profesional y como él mismo te agarró la vía y te puso el tratamiento me quedé tranquilo. Pero cuando volví a la emergencia no estabas, te llamé y no contestaste, creí que estabas molesta.

- Tengo la mala costumbre de poner el celular en silencio para poder estudiar y se me olvida luego. En serio no te preocupes todo está bien, ahora vete que tenemos que preparar la comida y los casos para la guardia de mañana. Tenemos que buscar un poco de tiempo para que me expliques la clase.

- Está bien Karen, nos vemos mañana. Me abrazó firme y sentí que ese abrazo duró más de lo que debía.

Se me están metiendo las ideas de Miguel en la cabeza, y la sacudo, yo no le gusto a Diego, él solo me ve como una hermana, creo. Agarro los apuntes y no entiendo ni la letra, ojalá mi hermoso torturador me de chance mañana de estudiar, pienso preocupada.

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Comments

Familia Sagarna

Familia Sagarna

me encanta no puedo dejar de leer 1

2024-07-09

1

omilsia guerra

omilsia guerra

Diego es muy noble

2022-02-10

2

Mila

Mila

Diego es un caballero... Porque siempre nos gustan los malos..

2022-01-07

1

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