Capítulo 19

—Hay algo —Oliver  se acercó a la mesa  mientras Maikel lo seguía —Una de las primeras tiendas que visitaron acaba de comunicarse —Nos mostró una hoja —Ayer por la tarde un hombre con las características asistió a su tienda —Levantó las hojas mientras nos señalaba lo que le habían dicho —Al parecer es alguien bastante alto, tiene una cicatriz en la mano y adivinen lo que compro…

—Los fertilizantes especiales para flores delicadas como las orquídeas —Dijo Maikel.

—Exacto —Oliver  sonrió orgulloso —Es él, debe ser él.

— ¿Cuál fue el nombre que utilizó? —Pregunté rápidamente.

—Cierto —Miro sus anotaciones — Jason Bos…

—Lo buscaré en la base de datos —Dijo Maikel y corrió hacia la computadora más próxima, así que lo seguimos de cerca.

La computadora arrojó a 26 hombres con el mismo nombre en la ciudad, pero algunos no cumplían los rasgos, pues eran demasiado jóvenes o demasiado mayores, por lo que solo 13 eran los que estaban dentro de la características ambiguas que teníamos.

—Bien podría no ser alguno de ellos, él pudo mentir en el nombre —Murmuré mientras miraba las fotografías.

— ¿Por qué simplemente no pedimos los vídeos de la tienda? —Dijo Oliver  mirándonos, así que eso fue lo siguiente que hicimos, pero el hombre fue listo y utilizó una gorra y capucha en todo el momento, y mantuvo su cabeza baja.

—Algo me hace pensar de que ese hombre nos vigila —Murmuro Maikel — ¿Cómo puede ser que se cubra hasta para ir a una tienda? ¿Acaso sabe que ya lo tenemos en la mira? Dios, solo era ir a la puta tienda.

—Es un asesino, Maikel —Murmuré mientras miraba el video una y otra vez —Él simplemente sabe de lo que tiene que esconderse. No me sorprendería que se cuidara hasta para salir de su casa.

— ¿Y un retrato hablado por parte de la persona que lo atendió? —Dijo de repente Aubrey.

—Sí, hagamos eso —Oliver  asintió.

—Me encargaré de ello —Maikel asintió.

Pasamos el resto de la tarde en construir un retrato hablado y aunque fue un avance, en realidad era un rostro bastante general para las descripciones que habíamos obtenido.

—Al menos sabemos que tiene unos pómulos algo definidos y cejas pobladas —Señaló Oliver  observando el retrato.

—Lo siento, no puedo hacer demasiado con tan pocas descripciones —Murmuro el artista —El señor dice que no recuerda bien, que atiende a muchas personas al día.

—No se preocupe, está bien —Maikel asintió mientras lo acompañaba  a la salida.

Miré el reloj y noté que pasaban de las 5:10 p.m. así que me apresuré a ir a mi escritorito.

—Me iré ahora —Les dije mientras también algunos comenzaban a recoger sus cosas. No me detuve a esperar una respuesta y corrí hacia mi auto.

Al llegar a la residencia, el mismo guardia de la ocasion anterior me atendió, por lo que, me pidió mi identificación de nuevo a pesar de conocerme.

—Solo es un protocolo detective —Sonrió amable.

—Está bien, lo entiendo.

Esperé unos segundos antes de que me la devolviera.

—Tenga una buena noche —Asintió.

—Usted igual.

—Con este frío, eso intentaré —Se rio.

—Oh, eso es muy cierto.

Manejé de manera tranquila hasta llegar a la casa, entonces mientras me estacionaba detrás de la patrulla miré a Smit y Bakker salir de ella.

—Detective Wang —Sonrió Smit.

—Hola oficiales.

—Hola detective —Bakker se mantuvo inexpresivo.

— ¿Algún avance detective? —Preguntó Bram mientras caminaba hacia la casa.

—Digamos que poco —Lo miré — ¿La psicóloga Mulder se encuentra aún?

—Sí. Ella está aquí. Creo que será igual que ayer, se irá entrada la noche.

Eso imaginé

—Bien, gracias.

—De nada.

Asentí y me metí a la casa.

Debía hacer un rondín por la noche al igual que ellos, pero mi principal deber era no perder de vista a Renee. A quen miré ponerse de pie rápidamente cuando crucé la puerta, pues se encontraba en la estancia con su peculiar cuaderno de dibujo en las manos.

Nos observamos por unos segundos antes de que ella mirara hacia un lado, entonces me di cuenta de la presencia de la psicóloga, por lo que, la miré y asentí a modo de saludo.

—Buenas tardes, señorita Mulder.

—Buenas tardes, detective. Y solo dígame Elsie, por favor.

—Claro.

Miré a Renee y me obligué a no sonreír emocionado.

—Buenas tardes, Renee.

—Buenas tardes, detective Andrick.

Detective Andrick, eso me parecía tan extraño.

— ¿No trajo una maleta detective? —La mujer miro mis manos vacías, así que me obligué a sonreír cortésmente —Ayer mencionó que no tuvo tiempo de ir por algo de ropa.

—Oh, claro, no se preocupe. La maleta con lo esencial está en mi auto.

—También puedo prestarle algunas de mis cosas si las necesita —Renee intervino mientras la miraba —El detective Andrick anteriormente había estado en mi cuidado en la habitación de hotel, por lo que, compartir algunas de mis cosas con él no es un problema —Me miró, y asentí a modo de agradecimiento.

—Gracias.

—Sí, no me cabe duda que se llevan bastante bien —La señorita Elsie sonrió —Eso es bueno, que la señorita Renee conviva con alguien que le de confianza y seguridad es ideal para su bienestar…

—Señorita Elsie —Renee la interrumpió mientras la observaba —Le agradecería que no dijera eso. Es… extraño.

—Claro —Sonrió mientras me miraba —Entonces, ¿Qué les parece si pasamos al comedor? Lo hemos estado esperando para que nos acompañe en la comida —Miro hacia ella —Renee ha mencionado que siempre comían juntos —Me observó.

Sentí una presión en mi pecho, pero me obligue a asentir.

—Sí, así era.

—Bien, entonces pasemos al comedor.

Observé a Renee servir algunos platos con comida, asi que me apresuré a ayudar a acomodar las cosas en la mesa.

—Detective, ¿cree que pueda llamar a sus compañeros? —Me preguntó la señorita Elsie.

La psicóloga Mulder era una mujer con una personalidad seria, era joven, tal vez de la edad de Renee, cerca de los treinta, pero tenía un aura que la hacía ver definitivamente mayor que Renee. Tal vez su personalidad dominante tenía mucho que ver.

—Por supuesto —Asenti.

—Gracias —Sonrió Renee.

Me encaminé hacia afuera y rápidamente los miré bajar de la patrulla.

—Momento de comer chicos.

—Gracias al cielo —Sonrió emocionado Bram.

—Gracias —Asintió Bakker.

—De nada, entren.

Al entrar al comedor, las miré sentadas pero aun sin tocar la comida, asi que me apresuré a sentar.

—Se ve delicioso —Dijo Bram.

—Renee es asombrosa cocinado —Dijo Elsie, por lo que instintivamente giré hacia mi izquierda para mirar a Renee, quien sonreía avergonzada.

— ¿Lo cocinaste tú?

—Sí, pero la señorita Elsie me ayudó.

—Oh, solo pique algunas verduras —Se rio mientras negaba —La mayor parte del tiempo te observé trabajar —La mujer me miró sonriente —Pruébelo, vera que es genial cocinando.

Asentí y tomé los cubiertos mientras todos me observaban. Era un sabor asombroso. Tenía esa sensación de algo hogareño.

—Es muy bueno —La miré, así que me observó de vuelta —Eres una gran cocinera.

—Lo sabía —Bram se rio y empezó a comer.

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