Capítulo 18

**Gemma**

--11 años atrás--

Recogí mis libros y los puse dentro de mi mochila antes de que Marleen golpeara mi brazo.

—Vamos, date prisa, tengo hambre —Señaló la puerta de salida.

—Lo sé, dices eso cada vez —Sonreí mientras ponía mi mochila en mi hombro y me apresuraba a salir.

—Es que la cafetería va a llenarse, entonces tendré que soportar el hecho de que debo robar tu comida.

Sonreí mientras rodeaba mis hombros con su brazo izquierdo.

—Soy demasiado perezosa para formarme en una fila tan grande.

La golpee para alejarme, por lo que se rio.

—Solo te la pasas dibujando y no te im… —Señaló mi mochila y frunció el ceño — ¿Dónde está tu gran cuaderno?

Tome mi mochila y al instante me di cuenta que mi cuaderno no estaba, pues hacia un gran bulto que no me dejaba cerrarla por completo.

—Debí dejarlo en el aula —La miré y después hacia el pasillo. Rondó los ojos y se giró para volver, pero agarre su hombro y lo detuve —Iré yo, tu ve a ponerte en la fila, apártame un lugar.

— ¿Segura?

—Sí —Sonreí —Solo apártanos un lugar.

—Bien —Asintió rápidamente y echo a correr hacia la cafetería, por lo que me fui hacia el aula, la cual esperaba encontrar vacía, pero mire al conserje limpiar rápidamente el área del podio. Me observó un segundo antes de seguir limpiando como si no me hubiese visto.

—Lo siento, solo vengo por algo que olvide —Me miro de nuevo y asintió para seguir limpiando. Así que me apresuré hacia mi espacio y fue cuando noté que mi cuaderno no estaba — ¿Disculpa? —Le hable al conserje, así que me miró — ¿Ha visto un cuaderno de dibujo? —Me miro un segundo y después a las mesas, entonces negó —Oh, bien —Miré mi asiento —Tal vez alguien lo tomo.

Caminé para salir del aula y mire en el pasillo en busca de alguien con una cuaderno grande, pero no había nadie. Estaba cruzando por enfrente de unas jardineras cuando miré un cuaderno amarillo inconfundible, por lo que corrí hacia él, pero alcance a notar como un chico lo agarraba.

— ¡Oye! —Le grité, por lo que me miró —Ese cuaderno es mío.

— ¿Tuyo? —Frunció el ceño y miró hacia atrás por uno de los pasillo —Pensé que…

— ¿Qué? —Tragué duro mientras me ponía delante de él.

—Acabo de ver como a un chico se le cayó, pensaba dárselo —Señaló el pasillo.

— ¿Un chico? —Miré el pasillo, pero estaba lleno de alumnos — ¿Quién es?

—Uh…  No alcanzo a mirarlo —Se puso de puntillas —No, era alto, pero no lo veo.

Miré de nuevo, entonces puse mis ojos en el cuaderno y lo tome. Busque en la pasta y efectivamente mi nombre estaba ahí.

—Mira, este es mi nombre, Gemma Hoek —Mire al chico —Es mi cuaderno, así que no sé quién pudo tomarlo.

El chico se rascó la cabeza confundido, y se encogió de hombros.

—No lo sé, tal vez alguien te jugaba una broma.

—Sí, tal vez —Abrí las hojas para ver si algo era distinto, pero no fue así —De cualquier forma, gracias —Sonreí y este asintió.

—Descuida, no hice nada. Adiós.

—Adiós.

Caminé hacia la cafetería y busque a Marleen, entonces me acerque a ella.

—Hey, ¿estaba en el aula? —Señalo el cuaderno y negué, así que le conté lo sucedido — ¿Jugarte una broma?

—Sí, pero… no estoy segura. Nunca me he llevado con alguien de esta forma. Ya sabes, este cuaderno es preciado, asi que… solo no sé qué ocurrió.

Nos acercamos y tomamos comida en nuestras charolas, entonces fuimos a una mesa vacía.

—Es extraño —Me observo.

— ¿A quién puedo caerle mal como para esto?

Ladeo su cabeza y sonrió.

— ¿Y si le gustas a alguien? Tal vez es su manera de llamar tu atención.

— ¿Le gusto?

Sonrió y empezó a comer.

—Eres hermosa Gemma. Llamas la atención de todos en este maldito lugar —Abrió los brazos, y algunos voltearon a vernos.

Golpee su hombro y mire mi cuaderno.

—Pues si es su manera de llamar mi atención…no me está agradando.

—Bueno, en ocasiones los chicos son unos idiotas. ¿Ligar? ¡Ja! Algunos necesitan clasecitas de la maestra Marleen.

— ¿Sabes que suenas como una idiota?

Me miró con el bocado de hamburguesa en su boca.

—Bueno… soy medio idiota a veces y la otra mitad una perra —Se encogió de hombros.

—Bueno, es verdad —Asentí.

— ¡Oye! —Golpeo mi silla con su pie y me reí.

Deje en el olvido lo sucedió con el cuaderno, al menos hasta que llegue a casa, pues fue cuando noté algo extraño; una imagen no estaba, el dibujo que había realizado de unas orquídeas había sido arrancado.

Una sensación fea se instaló en mi pecho, tal vez estaba exagerando, me quise convencer para pensar que asi era… pero en el fondo la sensación se quedó conmigo, al menos por varias semanas. Marleen dijo que mi enamorado secreto era mi fan número uno y por eso quiso obtener una obra mía, me reí junto con ella, pero me di cuenta de que sintió lo mismo que yo. Algo se sintió completamente mal.

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