Capítulo 15

Pasó una semana entera en la que la rutina de dormir junto a Renee se volvió constante. Siempre tomaba mis manos antes de cerrar sus ojos con una sonrisa en sus labios, pues no había vuelto a tener una pesadilla, lo cual agradecía. Mientras la observaba dormir podía notar como lentamente se recorría más hacia mi cuerpo, como si buscara mi calor, lo cual me hacía sonreír.

— ¿En qué estás pensando Andrick? —Maikel se sentó frente a mi escritorio —Tienes una sonrisa de tonto ahora mismo.

—No sé de qué estás hablando —Me enfoqué en los papeles frente a mí.

—Sí, lo que tú digas —Puso un sobre en el escritorio —Buenas noticias.

— ¿Qué es? —Me enfoque en el sobre y luego miré de nuevo su rostro ahora sonriente.

—Renee será trasladada el día de mañana.

— ¿Qué? —No pude evitar la sorpresa en mi voz, por lo que frunció el ceño y se acercó lentamente.

— ¿Qué ocurre? Esto es lo que querías desde un inicio —Miré el sobre amarillo como si estuviese encendido en llamas. Eso iba a separarnos, iba a quitármela —Andrick… ¿Qué está pasando? —Susurró.

— ¿A dónde la llevaran? —Sentí mi voz salir demasiado ronca — ¿Cuál es la residencia? ¿Qué región es?

Maikel me observó por varios segundos antes de ponerse de pie y señalarme.

—Sígueme —Tomo el sobre y dio media vuelta para salir de la comisaria, por lo que me levanté rápidamente y lo seguí. Mi corazón estaba palpitando demasiado rápido, debía controlarme, pero no podía. Lo observé caminar hacia el estacionamiento, entonces entro en nuestra patrulla, así que lo seguí.

—Habla —Ordenó en cuanto cerré la puerta.

— ¿De qué?

—No soy estúpido —Dejo de mirar al frente y se giró a mirarme —He notado como te comportas con ella desde el primer día, te importa más de lo debido, ella… carajo —Se golpeó la frente frustrado y cerró los ojos —Te gusta, estás interesado en ella, ¿cierto? —Me observó.

—No voy a dejar el caso Maikel.

—Mierda, mierda…—Golpeó el volante, entonces encendió el coche y salió al tráfico —Esto es un problema, ¡es un problema grande, Andrick! ¿Lo entiendes?

—Nadie se dará cuenta de nada. Ni siquiera tenemos algo, no hay problema.

— ¡Te gusta! ¡La victima te gusta! ¡Ese es el puto problema! —Volvió a golpear el volante — Pueden destituirte.

— ¡No tenemos nada! ¡Soy el detective que la cuida, punto!

— ¿Sabes lo que sucedió el día que solo hiciste tres malditas preguntas?

— ¿Qué?

Me observó rápidamente mientras se estacionaba frente a un parque.

—Todos comenzaron a cuestionarse porque te comportaste así. Además de que era demasiado extraño el como la chica se cohíbe con todos, menos contigo.

Solté un suspiro y negué.

—Maikel, debes ayudarme —Lo miré —Le prometí protegerla y ella confía en mí. Ella no tiene la culpa de mis sentimientos, ella… ella no me corresponde —Se sintió amargo decirlo —Me mira como el policía que la cuida, confía en eso. Si la envían a otro lado… ella… —Cerré los ojos al recordar cómo había gritado por las noches.

— ¿Ella qué? ¿Qué le ocurre?

—Ella está sufriendo, y por alguna extraña razón, yo ayudo a que se sienta protegida.

—Habrá una cuidadora social y psicóloga que la estará visitando todos los días, además, pondrán una patrulla que custodiara la casa las 24 horas. Eso la ayudara, pero no puedes seguir cerca de ella, no si estás teniendo estos sentimientos.

—Maikel, si me alejas de ella… Voy a renunciar. No necesitaré que el mayor se entere de nada, simplemente me iré.

Abrió sus ojos sorprendió y movió la boca como un pez.

—No… no estás hablando en serio.

—Lo hago.

— ¡Andrick Wang!

—Ayúdame. Te prometo que nadie se dará cuenta de mi acercamiento, no volveré a interrogarla, le haré saber que tendrás que hacerlo tú, pero ayúdame a que sea yo quien siga custodiándola.

Se dejó caer contra el respaldo completamente y se tallo el rostro. No dijo nada por varios minutos, entonces me miró.

—Esto no está en mis manos Andrick, el papeleo está hecho, pero voy a ayudarte, por esa chica, porque he visto el miedo que tiene y el peligro que está viviendo, pero no puedo asegurarte algo como que puedas seguir con su custodia.

Trague duro y asentí.

—Gracias por no delatarme.

—No lo haría, eres mi pequeño compañero.

—No me digas “pequeño”.

Negó un tanto divertido.

— ¿Estás seguro de lo que estás haciendo? ¿Piensas arriesgar tu carrera por esa mujer? —Me observó por varios segundos, entonces asentí.

—Pienso hacerlo.

—Estás loco —Se rio sin humor, entonces asintió —Deberás tener más cuidado. Eres demasiado transparente con tus emociones.

—No lo soy.

—Créeme, lo eres —Encendió el coche y entró a la carretera de nuevo —Vamos por algo de comer y pensemos en alguna forma de que entres a la residencia también.

Cuando regresamos de comer nos encontramos con Oliver  esperándonos.

—Tienen que mirar esto —Levantó un sobre antes de abrirlo —Acaba de llegar el informe de otra jurisdicción —Nos observó —Una chica desapareció hace dos semanas.

Trague duro mientras le arrebataba las hojas y miraba el reporte. Observé la fotografía mientras mis manos empezaban a temblar.

—Cumple con los rasgos —Murmuro Maikel.

—Exacto —Concordó Oliver  —Solo menciona que la chica nunca regresó de su trabajo de medio tiempo. Sus compañeros de trabajo que la miraron por última vez, dijeron que no notaron nada extraño antes de que se fuera.

—Nadie miro al asesino, pero nosotros sabemos que fue él —Gruñí molesto mientras dejaba caer el folder en el escritorio más cercano.

—Tal vez no…

— ¿En serio? —Miré a Oliver  —Vamos a fingir que esto no se nos está yendo de las manos. ¡Seguimos sin tener avances!

—Andrick, cálmate —Maikel puso su mano en mi hombro —Vamos a atraparlo —Me miro directo a los ojos para gritarme en silencio que necesitaba dejar de comportarme asi. Mis emociones transparentes.

—Tenemos que darnos prisa. Una chica de 19 años está desaparecida.

—No tienes que recordármelo —Miro a nuestro alrededor — ¡Quiero las videos de las cámaras de seguridad de todas las calles próximas al sitio donde la chica fue vista por última vez! ¡Rápido, rápido!

Todos comenzaron a moverse para recopilar la información pedida, mientras tanto yo me deje caer en mi asiento y no pude evitar pensar en Renee. Esa chica pudo ser ella… esa chica está en esta situación porque solo estaba supliéndola. Carajo, necesitaba hacer algo y rápido.

—Necesitamos visitar todos los viveros de la ciudad —Murmuré lentamente.

— ¿Qué?

Me levanté rápidamente y fui hasta su escritorio.

—Necesitamos ir a los viveros, a todos los lugares en los que vendan cosas de jardinería.

Me observó varios segundos y poco a poco noté la comprensión en sus ojos.

—Es fanático de las plantas.

—Lo más seguro es que tiene alguna especie de huerto privado o un inmenso jardín, no lo sé, pero Renee mencionó que se la pasaba hablando de plantas que cuidaba, tal vez su trabajo es sobre jardinería, pero de igual forma, debe estar en constante contacto con este tipo de lugares para comprar suministros.

Maikel asintió con una leve sonrisa.

—Bien pensado.

—Busquemos su perfil. Un hombre de aproximadamente 1.90 de alto. Delgado y que maneja un pick-up verde. ¿Tienes el dibujo del retrato hablado que hizo la chica?

—Sí —Se levantó y fue por una carpeta, entonces me lo pasó —El rostro no está muy bien definido, pero eso era lo que el hombre vestía ese día, al igual que su físico.

—Será como buscar una aguja en un pajar —Murmuro Oliver.

—Pero es más que no tener nada —Lo miré —Dejaremos una de estas así como la descripción de la camioneta y la cicatriz en la mano, en cada una de las grandes tiendas de vegetación.

—El hombre siempre deja una orquídea —Hablo de repente Aubrey a nuestra espalda, por lo que nos giramos a verla —Y las orquídeas son delicadas —Nos observó —En definitiva él las siembra para poder dejarlas en las victimas. Su locura hace que todo sea demasiado personal, no haría algo tan frívolo como comprarlas.

— ¿A dónde quieres llegar? —Murmuró Maikel.

—La orquídea que utiliza es una de las más delicadas, su nombre científico es Habenaria radiata. Una sola flor puede asimilarse a un ave. Cuidar flores de este tipo necesita nutrientes específicos, no cualquier fertilizante —Levantó una hoja —Y no en todas partes venden esos nutrientes.

Maikel la miró asombrado por varios segundos antes de sonreír.

— ¿Cuándo investigaste todo eso?

—Lo empecé hace aproximadamente dos días —Nos rodeó y puso la hoja en el escritorio —Hay miles de tiendas para jardinería, pero no todas son tan diversas. No he tenido tanto tiempo, pero he puesto en esta lista las tiendas más grandes y con más diversidad de fertilizantes que manejan —Señalo la pequeña lista con los fertilizantes —Si llegan a una de estas tiendas y simplemente no manejan el producto, quiere decir que es muy probable que él ni siquiera visite esa tienda. Es una probabilidad de 50-50, pero es mejor que nada. Wang lo dijo —Nos miró.

—Gracias —Murmuré.

—Solo hacemos nuestro trabajo —Nos miró a los tres —Empecemos, la lista el bastante larga.

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