-Bien chicos, no tengo una respuesta para ustedes- dice y una oleada de decepción me golpea, dejándome sorprendido. En realidad no pensé que deseaba tanto saber, aunque dejar la caza sin permiso debería de ser prueba suficiente. –Pero como les dije antes soy vieja y he escuchado historias, la mayoría casi olvidadas. No les puedo asegurar que lo que oí cuando era niña sea verdad, eso deben tenerlo claro- Nos mira entonces y ambos cabeceamos en acuerdo.
Ella cruza sus manos sobre la mesa y mira la pared con la mirada perdida en otro lugar, en otro tiempo.
-Vivía en otro pueblo entonces, uno localizado hacia el norte, que ya no existe por cierto, desapareció junto con muchos otros en la invasión- nos cuenta. Esa parte la sabemos, muchas personas perdieron la vida en la invasión, ciudades enteras.
Mi mirada se cruza con la de Max y veo el dolor en sus ojos, probablemente similar a lo que muestran los míos. Perdimos mucho también.
-Eso fue antes de conocer al canalla de tu abuelo, allí se contaban historias sobre grandes guerreros, poderosos, los mejores Guardianes y sus compañeras. Se decía que su poder estaba vinculado a ellas y que estas contaban con poderes que les permitían luchar junto a sus hombres- Nos da una mirada rápida y prosigue, -ya les dije que eran cuentos y había varias versiones de ellos. Algunos ancianos aseguraban que las compañeras de estos Guardianes, eran enviadas de tanto en tanto para que el mal nunca fuera capaz de sobrepasar el bien, otros decían que eran como imanes que atraían la oscuridad de sus compañeros, dejándoles limpios de ella.
-Mierda- dice Max, mirándome. Aspiro bruscamente en esa última parte. ¿Será posible?
-Lo que me contaste de esa chica, me recordó a esa versión de inmediato- dice Adara.
-¿Crees que esas historias tengan algo de cierto?- le pregunto.
-Puede ser, recuerda que cada leyenda o historia tiene su parte de verdad.
-Lo sentí Adara, sentí cuando la oscuridad dejaba mi cuerpo y pasaba al de ella. Fue como quitar un peso físico de mi cuerpo- le repito, alucinado. ¿Qué si ella es una de esas mujeres? –Estoy limpio ahora o por lo menos hasta que vuelva a luchar.
Todos nos quedamos en silencio, asimilando la situación y lo que esto podría significar.
-¿Estas mujeres podían quitar la oscuridad de cualquiera?- pregunta Max, mirándose pensativo.
-No lo sé, creo que se referiría sólo a la pareja. Pero como les decía, son historias muy antiguas, en este pueblo ni siquiera he escuchado de ellas, así que todo puede ser posible o todo puede ser una mera coincidencia- dice.
-No creo en las coincidencias- le digo. No en nuestro mundo y no después de sentir como extrajo la oscuridad de mi cuerpo y nos mostro visiones.
-Ni yo- dice Max. –Lo que vi parecía bien real. Quizá ver el futuro es uno de esos poderes de los que hablaste- dice como si nada. Pero me pongo rígido. -¿Qué? ¿Qué te pasa?- pregunta, percatándose de mi cara.
-Es sólo que si todo esto es real y como dices, ella pudiera prever el futuro…
-De verdad tenemos un traidor- termina Max, abriendo mucho los ojos. Creo que hasta el momento, ninguno de los dos considero que esas visiones podrían de verdad hacerse realidad. Pero… Adara es conocida por su memoria y ella no nos diría sobre esta historia, si no creyese que algo de ello pudiera ser cierto.
-Y si lo que la chica vio también se cumple, el castillo será invadido- digo, sombríamente.
Adara agarra la mesa con las dos manos apretadamente, poniéndose un poco blanca. -¿vio por quién fue tomado el castillo?- pregunta.
-No- le tranquilizo, – pero ella nos dijo que sabía que había algo maligno dentro y la muralla estaba destruida en algunas partes.
-Y no te olvides de la lucha que relató, esos eran demonios- me recuerda, Max. -¿Qué haremos?
-No le pueden decir a nadie sobre ella- dice rápidamente, Adara. La miramos, sorprendidos por su arranque y más por sus palabras. Supuse que nos diría que fuéramos con algún superior. –Si hay traidores en el castillo, eso significa que ella puede correr peligro. Además si las historias son ciertas, no quiero imaginar lo que harían algunos con ansias de poder por obtenerla.
-¿Entonces qué propones que hagamos? no podemos simplemente dejarla en su mundo donde cualquier demonio puede encontrarla, tampoco podemos protegerla siempre, tenemos que cazar- le digo, pensando en posibilidades y descartándolas igual de rápido. Si esta chica es quien pensamos que es, puede llegar a ser muy valiosa. –No es como si pudiéramos traerla aquí.
-Tienes que convencerla de venir- dice Adara firmemente, descolocándome.
-Pero ¿Cómo? Todos sabemos que está prohibido traer humanos a través de los portales, más que eso, ni siquiera se puede- dice Max.
-Pero ella no es humana o por lo menos es algo más que una normal. Recuerda que las historias se contaban aquí, en mi pueblo de origen.
-Y eso quiere decir que estás mujeres, no importan de donde vinieran, estaban en este lado- continúo el pensamiento.
-Exacto- dice- o son como nosotros, nacidas aquí o pudieron cruzar los portales.
-Esto se pone cada vez más interesante- comenta Max, sonriendo ahora. Resoplo ante eso y lo ignoro.
-Y en el caso de que la convenciéramos de venir, lo que es poco probable, no podríamos dejar nuestros puestos. Sólo lo hicimos ahora por un par de días y puede que se enteren de nuestra ausencia. Mucho menos podríamos estar de niñeras por aquí con ella- digo, distraídamente.
-Pidamos cambio por un tiempo y trabajemos en el castillo. Los Guardianes lo hacen todo el tiempo y una vez allí tendríamos más libertad para movernos- propone Max.
-Además una vez aquí, nadie se preocupará por ella- dice la abuela, - nadie pondrá en duda los portales.
-Pero cazar es importante- me quejo, reacio.
-Yo sé- dice la abuela, mirándome con cariño, –pero hijo, si logran descubrir lo que ella puede hacer, eso puede provocar un cambio gigantesco.
-Ya- digo triste. Nuestro trabajo es cada vez más difícil y todos sabemos que estamos perdiendo la guerra. Si alguien puede ayudarnos tengo que probarlo al menos, es mi responsabilidad.
-Convénzanla y tráiganla, luego investiguen todo lo que puedan sobre lo que puede ser y hacer ella, haré lo mismo - dice. –Y no lo olviden…
-No le cuenten nada a nadie- digo, adivinando por donde quiere ir. Ella me da una mirada molesta y luego continúa.
-Eso. No confíen en nadie. Si tenemos un traidor y este, digamos que provocó la primera invasión- dice tragando saliva.
-Y si lo que las visiones mostraron es otra- continúa Max.
-Entonces debemos evitarlo a toda costa- termino. No podemos tener demonios aquí nuevamente, no podemos perder a la poca gente que nos queda. Sería nuestro fin.
Luego de eso nos ponemos de acuerdo en cómo comunicarnos, sólo si necesitamos hacerlo, mientras la abuela prepara unos bocadillos para nuestro viaje de regreso mañana.
Ya bien entrada la noche y sin nada más que decir, nada importante al menos, nos despedimos de Adara y le prometemos que volveremos en cuanto podamos. Después todos nos vamos a la cama a descansar.
Al día siguiente antes del amanecer, levanto a Max de la cama y partimos silenciosamente. Es sorprendente como todo el pueblo está oscuro y tranquilo por la noche a diferencia del bullicio del día.
-¿Crees que Félix se haya quedado vigilando al menos un rato antes de dormirse?- pregunta Max, recordándome que hizo una pregunta similar ayer.
-Quizá- respondo, sin comprometerme.
Caminamos un poco más en silencio, con sólo el eco de nuestras pisadas en el camino de piedra.
Unos metros después ambos nos detenemos y miramos hacia atrás, alertados por el sonido de rápidos pasos en nuestra dirección. Una silueta aparece de las sombras luego de unos segundos, trotando. Por un instante pienso que es Mónica, pero lo descarto al instante, ella no se ha levantado temprano nunca en su vida por lo que sé, afortunadamente la silueta es un poco más pequeña.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 111 Episodes
Comments