El Secreto De Los Guardianes
SINOPSIS
Oscuridad y Luz.
Maldad y Bondad.
Demonios y Ángeles.
¿Qué pasaría si todo lo que escuchaste de los fanáticos religiosos fuera cierto?
Cassandra, pasa sus días viviendo su vida sin involucrarse demasiado con nadie luego del abandono de sus padres, hasta que un simple viaje de rutina por las compras, se transforma en un encuentro del destino que le da un giro completo a su vida. De pronto se ve completamente envuelta en un mundo que nunca fue suyo, pero en el cual siempre a pertenecido y una frase tan cliché como “Iría al infierno por ti” es lo único que le permite seguir unida a lo que le resta de su rota familia.
¿Qué harías si tuvieras que ir voluntariamente a este mundo desconocido rodeado de maldad y demonios? ¿Lo harías o pensarías que probablemente tuviste un accidente aquel día de infortunio y ahora estás alucinando?
¿Te atreverías a confiar en alguien que no conoces y dar un salto de fe por salvar aquello que es todo para ti?
CASSANDRA
Maldigo a Eli, lo juro, si no fuera porque es mi hermana mayor, quién sabe qué le haría. Se supone que tiene que ser la hermana madura, la sensata y todas esas cosas, pero ella por supuesto olvidó hacer las compras. Una vez más. Sólo tenía que levantarse e ir, ¡se lo recordé! le dije donde estaba el dinero y aun así no lo hizo. Seguro fue por andar con su novio, porque últimamente parece que es lo único que hace. Ese idiota.
Así que tuve que ir al supermercado después de la escuela o de lo contrario tendríamos que comer arroz, otra vez y puedo decir de buena fe que luego de comerlo un par de semanas seguidas, necesitamos un cambio.
-Arroz- digo, como si fuera una maldición. Lo peor es que era una de mis comidas preferidas, antes de que se convirtiera en el menú principal de mis días, por supuesto.
–Gracias a los cielos por la comida de la escuela, por asquerosa que sea a veces- murmuro, mientras recorro los pasillos del supermercado más económico de mi ciudad.
Veo las diferentes cosas que ofrecen, fantaseando con que puedo llevarme todo lo que quiera, un carrito lleno y hasta el pastel que estoy mirando hace dos minutos con un anhelo descarado.
-Lo que daría por ti- le digo con un suspiro y luego me alejo de allí, no vaya a ser que mi necesidad de dulce saque lo peor de mi.
Voy al pasillo al que debería haber ido en primer lugar, en vez de torturarme a mí misma y saco un par de paquetes de tallarines y unas salsas de tomate. No es como si con eso pudiera hacer mucho, pero al menos será un cambio. Peso también un poco de pan, sacando mentalmente la cuenta del dinero rápidamente. Después de todo me volví una experta en hacerlo y mis notas de matemáticas son prueba de ello. Aunque en las demás materias soy un desastre.
Al menos las aprobé con lo suficiente para graduarme la semana que viene.
Suspiro otra vez en la fila para pagar. En una semana se termina mi último año y pronto seré una de esas chicas de 18 años que no saben qué hacer con su vida.
Pago por las cosas que llevo y salgo de allí con lo que seguramente será la comida de las dos, por lo menos unos tres días, quizá más.
-Al menos el idiota no come en casa- murmuro, caminando de regreso. Se puede decir que no hay mucha gente que deteste más que a ese tipo.
La bolsa choca contra mi pierna y me recuerda que hay un idiota aun más grande que el novio de mi hermana, uno al que le debo el hecho de que mi vida se haya reducido a esto, a comer y subsistir con lo que podemos conseguir y ese por supuesto, es mi padre. Mi querido padre nos dejo por cerca de un año ya, unos meses antes de que lo hiciera mi madre. Y ella es otra de las personas que no me agrandan actualmente. Son solo tres, pero con toda la gente que anda por ahí, no me extrañaría que aumenten pronto.
Con la ida de mi padre empezó la caída de nuestra familia y remató con mi madre abandonándonos también. Ella afirmó que no podía seguir viviendo con tantos recuerdos de papá en la casa, lo que no explica por qué simplemente no nos llevo a otra parte con ella, pero quizá se lo recordábamos también.
Al menos nos dejaron la casa a nosotras y aunque desde hace unos meses soy mayor de edad, no es ni de lejos edad suficiente para lidiar con lo que significa sostener un hogar. Sobre todo porque mi hermana últimamente se comporta como una niña.
Y lo peor de todo es que mis padres no se fueron lejos, oh no, por supuesto que no, ellos están a unas calles de casa. Porque ¿qué mejor que irse a vivir cerca de nosotras para además de todo, verlos casualmente en la calle?
Personalmente me he estado torturando, paseando cerca de donde viven, viéndolos desde una distancia segura y obteniendo cualquier información sobre ellos. Seguro que no es algo sano que hacer, pero simplemente no puedo evitarlo.
Los espío y es como se cosas, como por ejemplo que mi mamá está viviendo con un borracho. Aunque ella, luego de mi padre la dejara, ya había empezado a adquirir el hábito de beber, así que supongo no es de extrañar. Y que mi papá y la compañera de trabajo por la que nos abandono, están a punto de tener un hijo y con el que ya tenía ella, un chico de mi edad, se ven prácticamente como la familia perfecta.
-La familia perfecta- Repito burlonamente. Una vez creí que eso éramos nosotros, sólo una mentira.
Espero que no los abandone también a ellos. Pienso, mirando la acera. Porque de cualquier modo, ese niño será mi medio hermano y no tiene culpa del padre que nos tocó.
Cuando levanto la mirada, me doy cuenta de que la señora pasando a mi lado apresura un poco el paso y luego echa una ojeada sobre su hombro hacia mí. Apostaría que es por escucharme hablando sola y me recuerdo una vez más que no debo hacerlo. Al menos no donde alguien me pueda escuchar. Por cosas como esta tengo sólo un amigo en la escuela.
En una semana dejaré de verlo también y deberé proseguir con mi vida por mi cuenta. Quizá buscaré un trabajo a tiempo completo, puede que dos y eventualmente conoceré a un chico, muy diferente a mi padre por supuesto, me casaré y tendré hijos, además de seguir a lo largo de todo eso, ya sabes, trabajando.
Es una imagen un poco deprimente.
Estoy pensando en eso, cuando al llegar a la esquina me estrello fuertemente.
-Mierda- me quejo, cuando repentinamente quedo con el trasero plasmado en el suelo. –Auch.
-¡Lo siento! No te vi venir- dice una voz, -¿Estás bien?
-No te preocupes- digo con los dientes apretados, aguantando el dolor en mi retaguardia y en mis manos que queman.
-Pero ¿estás bien?- pregunta de nuevo, al ver que no me levanto de inmediato. Menudo golpe.
Levanto la mirada y veo a dos jóvenes, quizá un par de años mayor que yo. Ambos altos, de pelo negro y tez blanca. Hermanos, pienso de inmediato, dándome cuenta del parecido.
-Lo estoy- le respondo, todavía estudiándolos. El de la derecha me mira con preocupación, ofreciéndome una mano para levantar y es de seguro el dueño de la voz, con quien choqué. Mientras que el de la izquierda me mira con irritación, como si me hubiera cruzado a propósito. Otro Idiota.
Mirando de nuevo al chico que me tiende la mano amigablemente, me sorprende ver unos ojos del color del humo. Hermosos y no entiendo como los pase por alto la primera vez. Es imposible hacerlo, quizá el golpe se llevo mi vista por un momento.
Tomo la mano que me tiende y dejo que me ayude a levantar. Lo que hace con facilidad, sólo que una vez de pie, a un instante de soltar su mano y agradecerle, todo se oscurece. Absolutamente todo.
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Comments
꧁♾️✨️Betty Cristaldi✨️♾️꧂
Ese es un desgraciado poco hombre construyendo un excelente hogar acosta del dolor de sus hijos esos no merecen llamarse padres por qué les queda grande el nombre 🤬😡
2022-09-15
2
꧁♾️✨️Betty Cristaldi✨️♾️꧂
esos no padres son unos jijos de su madre 😡🤬😡😡🤬
2022-09-15
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꧁♾️✨️Betty Cristaldi✨️♾️꧂
prioridades adiós pastelito 🎂😭😭😭😭
2022-09-15
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