-Bienvenida excelencia! - dijo Ivannka haciendo una fingida reverencia, esta era una mujer bastante mayor, fría, sádica, calculadora, interesada bueno tenia muchos adjetivos negativos, el único bueno que ella tenia, era que mataría de ser necesario para proteger a su familia.
-¿Donde esta su hijo?, lo esperaba a el- hablo Elisbeth\, en tono serio y frio\, omitiendo las burlas de la anciana\, - ¿Mi hijo?\, el no tiene idea de absolutamente nada\, no sabe que estas aquí y no tiene porque enterarse - continuo - en fin... bienvenida a su palacio excelencia, ahora necesito que me digas ¿Dónde esta tu hija?- su mirada era penetrante, e infundía miedo.
-¿Mi hija?- rio -pues no lo se, creí que la madre del regente sabia todo lo que sucedía en Shekinah, es decepcionante ver los limites que hasta usted misma tiene, me pregunto que planes tiene, quieren volver a azotarla enfrente de toda la plaza, ¿o es que planea matarla? - la observo detenidamente, si algo había aprendido en sus años como princesa era a poder manejar sus emociones y hasta poder manipular de cierta forma a las personas. -Yo no tengo ninguna mala intención con ella, yo solo quiero que su destino se cumpla y se pueda casar con el príncipe que ya se eligió para ella - contesto mirándola a los ojos.
-Por favor señora, cree que soy estúpida, mi hija les quitara todo, es probable que hasta los deje en la calle, aun es una niña, y es fácil manipularla, se imagina yo gobernando atreves de ella, sin duda lo primero que haría seria ejecutarlos. -la observo detenidamente, sopesando las amenazas que le profeso.
-Como no me respondes, y encima me amenazas con ejecuciones imaginarias, creo que lo correcto será que me cuentes que planes tienes tu y tu familia, intuyo que quieren la corona de vuelta -La cara de Elisbeth se deformo, su expresión fue de pánico y su cuerpo en ese momento se paralizo -JAJAJAJA- así que acerté y como no me lo contaras por las buenas, creo que llamare al verdugo para que se divierta un poco con nosotras Ivannka en ese momento cerro la puerta, no sin antes sonreír de manera triunfal pues esta batalla la había ganado.
Los días habían pasado, Elisbeth permanecía presa en la torre, apenas le llevaban agua y comida, había pedido miles de veces ver al regente pero nada de lo que hacia o decía funcionaba, conocía lo mala que era Ivannka y de lo que era capaz, le asustaba que diera con el paradero de su madre, o de sus hijos, por otro lado, también hacia bastante que no tenia noticias sobre Adair, ella estaría segura en la casa de seguridad en la que se encontraba, el sumo sacerdote y lord Mackenzie la mantendrían a salvo.
Lo mas importante ahora era sobrevivir y escapar, cada tercer día mas o menos, venia la madre del regente para ver si ya había cambiado de opinión y por fin se había animado a contarle toda la verdad; sin embargo la voluntad de Elisbeth era fuerte y jamás volvería a ceder ya no le importaba mucho el costo, el plan que formo durante años ya se estaba llevando a cabo, su hija para bien o para mal debería ascender al trono pero... ¿Estaría preparada? aun era muy joven y como bien dijo ella manipulable, además que sumamente sentimental, no se llevaban bien y probablemente no la querría cerca en su corte, sin duda alguna debía ganarse la confianza de su hija, apoyarla para así poder cosechar los beneficios de tantos años en la miseria y estando ahí en la torre, sola y sin compañía se dio cuenta que la segunda fase de su plan debía ponerse en marcha cuanto antes.
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