Eran carruajes del palacio, había una guardia real muy grande, con una cantidad desmesurada de caballeros armados, sin duda buscaban a alguien, porque esto no era muy festivo.
Recordé el incidente del mercado, sentí que mi cuerpo tembló, el hombre que me había golpeado con el mango de la espada estaba junto a la gran fuente en medio del jardín, saco un pergamino, y leyó;
-Damas y caballeros, me complace informarles que la regente Ariann, los invita a ayudar al Reino, hace unos días escapo una joven del palacio y se nos informó que el día de hoy se encuentra en esta fiesta- La gente murmuraba, que una criminal escapara del palacio, y se infiltrara en la fiesta era sin duda extraño, con que intenciones y quien era su objetivo, sería mi amiga Sarah, sus padres o tal vez…. Justin.
Algo en mi me decía que había muchos más nobles en esta fiesta, tal vez alguno no era lo suficientemente honesto y mantenía algún negocio ilícito, sería lo bastante lógico que ese fuera un objetivo y bueno sin duda, la fiesta era una gran oportunidad para cometer un asesinato.
Qué demonios me sucedía, mi imaginación era buena, pero esta vez estaba exagerando… levante la vista hacia el hombre que pedía que todos guardaran silencio y continuo con su lectura.
-Es una criminal peligrosa, que intenta atentar contra la corona, se les informa que cada persona en esta fiesta será revisada, si vieron a alguien con las siguientes características físicas, por favor que sea tan amable de dar un paso adelante; la joven se encuentra entre los dieciséis y dieciocho años, es de estatura regular, tiene los ojos color ámbar, y lo que más la caracteriza es su cabello, ya que es de un color rojo cobrizo intenso- Mis piernas temblaban, ¡me buscaban a mí!, acepto que humille a la señorita Nikola, pero esto era llegar muy lejos, ¿Acaso ella y su horrible madre planeaban matarme? Se que tenían poder, pero esto era tomarse muchas molestias con una simple campesina, ¿Será una costumbre matar por deporte entre los nobles?
Alguien jalo mi mano e inmediatamente reaccione, supuse que me había encontrado los guardias
y seria mi fin, respire aliviada cuando vi a la persona que se encontraba frente mío, ¡era Justin!
-Ven pequeña, debemos irnos– hablo primero Justin en tono preocupado.
-Que… que sucede – tenía la boca pastosa, apenas y podía hablar, sabía que me encontraban seria mi fin, no saldría del castillo con vida.
Tomo mi mano, al ver mi renuencia a caminar, me llevo a los jardines traseros y me explico que no había tiempo de hablar pero que en cuanto estuviéramos a salvo el me explicaría todo.
Oímos pasos acercarse a nosotros, mire aterrorizada a Justin el también tenia miedo, pero no lo expresaba, saco una daga de uno de sus zapatos, me dijo que me ocultara detrás suyo, en ese momento sentí una presión en mi pecho, eran demasiados guardias y aun así estaba dispuesto a dar su vida por mí.
Era Sarah, eso nos calmó a ambos, inmediatamente guardo la daga y le sonrió, ella devolvió la sonrisa, pero su mirada estaba triste, la conocía bien y esa era la cara que le ponía a sus padres cuando de niñas hacíamos alguna travesura.
-Adair, lo… lo siento –chillo, la mire extrañada, ¿acaso me quería entregar? Antes de poder responderle su hermano lo hizo en mi lugar – ¿Qué demonios hiciste Sarah? – hablo bajito pero firme, su mirada era glacial, nunca lo había visto así y por la cara asustada de mi amiga ella tampoco.
-Estaba molesta, y yo… lo siento– volvió a llorar – ella no es como nosotros hermano – recalco - yo les dije que ella estaba aquí.
La mire decepcionada, sabía que me veía muy por debajo de ella, que nuestras clases sociales eran muy diferentes sin embargo sus palabras me hirieron profundamente.
-Lárgate- le dijo su hermano, pero no se movió.
-Adair- me miro – debes ¡huir! Si te encuentran te mataran, yo perdóname.....
- ¿Desde cuándo me buscan? – le pregunte, tenía muchas dudas, antes de que pudiera responderme, su hermano me giro hacia él, me dio un beso en la frente, que hizo que me sonrojara y me dijo - Iré por los caballos\, espérame aquí – solo asentí y se fue corriendo.
Volví a girarme hacia mi amiga, insistentemente la miré, ya no era la misma, yo ya no conocía a la persona que tenía delante.
Antes de responder suspiro, la había observado por años, pero no tenía idea de lo que pasaba por su mente
– Desde siempre, solo diré eso, escúchame bien, mi padre
le dio instrucciones precisas él te mantendrá a salvo – me hizo un movimiento para que me girara, pude ver a Justin con los dos caballos, Sarah me acaricio el brazo como para tranquilizarme, y antes de irse me advirtió
– Lo vas a lastimar y mucho, aunque tal vez no intencionalmente – gire hacia ella confundida, pero ya estaba unos pasos lejos de mí.
El escape no fue tan complicado, había muchos guardias rodeando la casa, pero muchos de ellos, los había comprado el Duque Graham, Justin me aseguro de que fue cuando se enteró que Sarah me había entregado.
Nos mantuvimos en silencio durante todo el trayecto, yo me cubrí el rostro con una gran capa color negra que me mantenía oculta, suponía que la gente al amanecer conocería mis características físicas.
Viajamos durante un par de horas, mi compañero de viaje me hizo una señal para que me detuviera en la puerta de una posada, hablo con la señora por unos minutos y regreso a mí un poco afligido.
-No tienen más que una habitación - pude notar en su voz nerviosismo.
-Eh... no importa- dije quitándole importancia al asunto, seria incomodo, pero no quería estar sola.
Asintió y regreso con la señora nos entregó una llave un poco oxidada y se fue, me baje del caballo mientras Justin los amarraba, me dolía todo, nunca había estado tan estresada, no conocía donde estaba, no sabía nada de mi familia y ahora tenía una amenaza de muerte a cuestas, todo me salía mal.
Alguien me abrazo por detrás susurrándome que todo estaría bien, el calor que Justin emanaba era reconfortante, le agarre las manos durante un segundo y entramos a la habitación.
Me recosté en la gran cama, quería despertar de este feo sueño, que todo fuera una pesadilla, quería estar en la granja con mi hermana, con mis abuelos, no pude aguantar más y llore como nunca, tenía miedo de que ellos estuvieran en peligro.
-Tranquila, mi padre cuidara a tu familia –me dijo Justin mientras se recostaba detrás de mi abrazándome, ¿acaso se notaba tanto mi angustia?
Permanecimos abrazados durante mucho tiempo, la luz del amanecer entrada por la ventana, supongo que en un rato nos iríamos de la posaba para dirigirnos otro lugar, aun no teníamos un destino fijo.
- ¿Qué querías contarme en la fiesta? – pregunte, sin saber porque, esperaba que estuviera dormido y que no me hubiera escuchado.
- ¿No es obvio? – me pregunto, pero yo seguía sin entender,
- No - fue lo único que pude decir, nunca me gusto que la gente no fuera clara, le quise hacer esa aclaración cuando en un ágil movimiento atrapo mis labios.
Me miraba intensamente, era mi primer beso y sin embargo yo no reaccione, estaba muy asustada, éramos buenos amigos, pero yo no sentía nada mas por el que solo amistad y estaba muy segura de eso me asuste, me vino a la mente recuerdos de cuando jugábamos juntos, para mi era un hermano, me gire y lo aparte
– Justin – apenas y podía hablar,
– no es el momento – baje la mirada, no quería incomodarlo me sentía agradecida y un poco comprometida con el por el hecho de haberme ayudado a escapar de los guardias del regente.
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