La ultima princesa

Los meses pasaron, la fecha del parto era para febrero, por desgracia él bebe se había adelantado y corría un grave peligro seria prematuro y sus posibilidades de sobrevivir eran pocas, el parto estaba resultando muy complicado y doloroso.

Pasadas unas ocho horas por fin nació el bebe, se escuchó el llanto del primogénito de la princesa Elisbeth, las parteras le dijeron que, si quería cargar al bebe, pero se negó.

Unos veinte minutos el rey August entro a la habitación; - ¿Qué es? – pregunto impaciente.

-Es una niña alteza, es mas fuerte de lo que pensamos –rio la partera.

-Se ve que la pequeña tiene ganas de vivir –dijo otra de las parteras.

-Quiero cargarla- dijo el rey, la gente dentro de la habitación se miraron entre sí, pero no dijeron nada, tomaron al bebe y se la entregaron al rey.

-Retírense – hablo de forma suave, mientras se sentaba con la bebe aun en sus brazos, con sumo cuidado, en un sillón frente a la cama donde estaba Elisbeth.

- ¿Quieres cargarla? – rio – Es hermosa, y pensar que podría haber sido nuestra – observo dulcemente a la bebe.

- Regálala\, no la quiero– chillo – debió morir – grito

-Ella no tiene la culpa, es la mas inocente en todo esto, sabes pudimos ser felices, la única que cago todo fuiste tu– la miro severamente, pero cuidando su tono, no quería asustar a la pequeña en sus brazos.

-¿Cómo la llamaras? – volvió a hablar.

- Llévatela\, que no la quiero– grito

-Cuida tus palabras– hablo más recio – Si sigues viva es por ella, que no se te olvide, eso – rio.

-¿Por ella?, no entiendo– pregunto muy sorprendida Elisbeth.

-Es tu hija, ¿Qué no entiendes?– contesto con otra pregunta August, si sabía lo que preguntaba Elisbeth, pero no quería responderle.

- ¿No piensas matarla?– pregunto muy sarcástica la princesa Elisbeth.

- Pensaba hacerlo\, pero no puedo\, es tan pequeña– rio y volvió a hablar - Se esforzó tanto por vivir\, le aplaudo el merito..

- ¿Y qué harás con ella?– lo miraba con asco -No me digas no me importa – lo interrumpió.

-Se llamará Adair Ellie Tweedalee– se calló mientras la observaba, como no vio ninguna reacción de su parte agrego -Mi esposa está embarazada, si tengo un hijo, ella será su reina ­– dijo sin rodeos.

- Una reina consorte – soltó una carcajada, pero se calló súbitamente ya que estaba muy lastimada por el parto.

-Te equivocas una vez más, ella nació cuando tu aun eres una princesa reconocida, una vez que yo salga de la habitación entrará el sumo sacerdote y te hará firmar la abdicación, si te niegas te matare, ella, seriá la única heredera al trono de Shekinah, es decir la última princesa – se levantó y arrullo a la pequeña princesa que dormía plácidamente en sus brazos.

- Se casara con mi hijo y cada uno gobernara su propio reino – añadió.

- ¿Le devolverás Shekinah?– lo miro molesta y atónita.

-Depende de la suerte que ella tenga– dejo de observarla para mirar a la bebe – Verdad princesa – rio

- ¿Y si tienes una niña? – pregunto ansiosa.

-La pequeña Adair se va a criar en lejos de la corte, nadie sabrá que tuviste una niña, es mas diré que fue un niño, para mantenerla a salvo, **Si tengo un hijo ella regresara para casarse con él y

reclamar el trono, esto sucederá hasta que sea adulta, solo se lo informaran

hasta que yo te de las ordenes por escrito, **Si tengo una hija no importara ya que tales ordenes no

llegaran y por consecuencia tu hija no se enterará que es una princesa – explico detalladamente su retorcido plan.

Hubo un silencio en la habitación, Elisbeth se había quedado sin palabras, que demonios le pasaba en la cabeza a August, todo sería cuestión de suerte ¿de verdad?

- Hago esto para castigarte– agrego

-¿Cómo sabrás que la niña que traiga es la misma que tuve hoy? – interrogo Elisbeth

-Iba a ordenar que le hicieran una marca, pero no será necesario, tu hija es pelirroja, no hay muchos en el reino; además tiene una marca de nacimiento, con eso me basta – dio media vuelta y salió con el bebe en brazos.

El rey August anuncio que la familia real había sido ejecutada, a excepción del hijo varón que había tenido la princesa Elisbeth, organizo una ceremonia en honor a los monarcas muertos y dijo con una tristeza sincera que los reyes serian recordados como siempre fueron, amables y bondadosos,

 En esa misma ceremonia anuncio a Malcolm Lennox como nuevo regente hasta que el príncipe de Shekinah cumpliera la mayoría de edad, o el mismo le diera ordenes de dejar la regencia; le ofreció una esposa nacida en Ucrynah y le deseo la mejor de las suertes.

Nuevos caballeros con títulos y propiedades les fueron a los valientes guerreros que habían peleado y pronto todos olvidaron el asunto de los reyes caídos; también el nacimiento del príncipe Chandler, lleno a ambos reinos de júbilo, pues como se estableció, Shekinah ahora era dependiente de Ucrynah eran considerados un mismo reino, con la diferencia de que uno estaba gobernado por un rey el otro por un regente.

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Comments

Antonella B.

Antonella B.

Malcolm el mismo que la quiere muerta es su padre y esa mocosa que hizo que la azotaran su hermana😲😲

2021-07-08

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